Capitulo 10
(Nota: El de el gif es Sev, por si no ubican)
El cuarteto de Slytherin caminaba por los pasillos de Hogwarts en completo silencio. Narcisa fantaseaba con un vestido nuevo, Regulus y Iolanthe repasaban sus notas de Herbología, y Severus leía su libro de pociones.
—¡Sev!—exclamó una voz a sus espaldas.
Lily Evans saltó sobre la espalda de Severus, quien sonrojado, miró feliz a la pelirroja y la abrazó tímidamente.
—Lily—saludó contento de verla.
Los tres Slytherin rodaron los ojos ante la escena. No tenían realmente nada contra Lily Evans, puesto que la chica no era mala. Ni siquiera les importaba su estatus de sangre. Lily Evans siempre fue muy linda con Severus, tan linda que lo enamoró y eso era lo que los ponía de mal humor.
Querían a Severus y sabían que Lily Evans nunca saldría con Severus. En realidad, en el pasado habían creído que si podrían. Incluso bromeaban con Severus con el día en que se volvieran novios y asistieran a su boda, pero desde que Lily Evans se llevaba mejor con James Potter, hermano de Iolanthe y eterno enamorado de la chica Evans alias "Lily-flor", sabían que las posibilidades de Severus habían descendido gradualmente.
—¿Necesitabas algo?—pregunto Severus con amabilidad.
—La verdad es que si—suspiro pesadamente—no entiendo algo de la clase de Transformaciones y quería que tú me explicaras, como te va mejor que a mi.—expreso con vergüenza
—Si es lo de la última clase, no puedo ayudarte. Lo siento, pero yo tampoco entendí. De hecho, iba con Iolanthe a la biblioteca ahorita para estudiar, después de todo ella ya está graduada en la materia. ¿quieres venir con nosotros? —ofreció
Lo siguiente que sucedió, solo los Slytherin, exceptuando Severus, lo notaron. Lily Evans miró con ojos llenos de furia a Iolanthe y se abrazó más a Severus, como si estuviera queriendo marcar territorio. Ante esto, Severus se sonrojó pero no dijo nada y le sonrió amablemente a la chica, quien cuando desvió su mirada de Iolanthe para ver a su amigo, no pudo evitar volver a sonreír con genuina alegría y sonrojarse ligeramente.
Los tres Slytherin se miraron y en un debate silencioso, decidieron que quizá era buena idea jugar un poco.
—Sev, ¿nos vamos?—pregunto Iolanthe con su mejor sonrisa, abrazándose al otro brazo de su amigo y pestañeando coquetamente.
Severus la miró confundido.
—eh... pues...—Balbuceó sin saber que decir, puesto que no comprendía la acción de su pequeña amiga y en eso fue jalado nuevamente por Lily, quien volvió a abrazarlo con más fuerza.
—Sev...¿vamos a la biblioteca?—se recargó en su pecho, completamente sonrojada.
—Claro, Lily—sonrió emocionado y miró a sus amigos.—Los veo luego en la sala común. —se despidió, tomando a Lily de la mano.
—Seguro, Sev.—dijeron los tres, coordinadamente.
Severus y Lily se fueron, tomados de la mano, mirándose sonrojados y soltando alguna que otra risita. En cuanto vieron que desaparecieron en la esquina del pasillo, los tres se miraron.
—¿Ustedes vieron lo mismo que yo, verdad?—cuestiono Regulus con una sonrisa burlona.
—Creí que ya estábamos de acuerdo en esa parte.—dijo Narcisa a punto de soltar una carcajada.
—Por las tangas de Merlín, Morgana y Circe...—dijo Iolanthe en estado de shock para después sonreír emocionada al igual que sus amigos— ¡A Evans le gusta Sev! ¡Merlín santísimo! ¡Estoy tan feliz!
—¿Porque estas tan feliz, Lanthy?—pregunto Bellatrix llegando en compañía de los Lestrange y Lucius.
—Oh, ya sabes. Cosas insignificantes —se metió Narcisa haciendo un ademán despectivo— su relación con Lucius y así.—se burló y todos rompieron en carcajadas menos Lucius y Iolanthe.
—¡Lucius no es insignificante, Cissy!—regaño Iolanthe.—No digas esas cosas—hizo un puchero y Lucius la abrazó por la espalda.
—Tranquila, mi amor.—dijo Lucius para después besarla y ser perfectamente correspondido.
A la lejanía, los merodeadores pasaban por ahí. Sirius miró la escena con rostro indiferente pero con el corazón destrozado y un nudo en la garganta. Incluso sintió sus ojos picar, por lo que desvió la vista.
Tenía todo un año viéndolos darse amor por todo Hogwarts, incluso tuvo que escuchar a Iolanthe hablar de él todo el verano. Eso era demasiado para el.
Apretó los puños con furia. No sabía que veía Iolanthe en Malfoy. El no estaba para ella cuando se sentía mal, incluso se pelearon una vez cuando quiso tener relaciones con ella y ella no quería. El, Sirius Black, fue quien estuvo ahí para ella en esos momentos. Era él quien la cuidaba en sus noches malas. Era él quien la consolaba al llorar por el idiota de James o por las inseguridades que aveces sentía hacia Malfoy por su forma de ser.
Suspiro pesadamente y abrió los ojos al sentir que alguien ponía una mano en su hombro. Era James, quien lo miraba con comprensión.
—Vamos, canuto.—dijo James.—Malfoy herirá a Iolanthe tarde o temprano y estaremos ahí para cobrárselas.—aseguró y Sirius simplemente asintió, sin poder decirle que el tipo ya había hecho llorar anteriormente a Iolanthe pero solo le había contado a él y, muy probablemente, también a Regulus.
James Potter suspiró. Amaba a su hermana y había estado siendo muy idiota. Ahora agradecía que Sirius siempre lo había detenido cuando quería jugarle una broma a Iolanthe, si la hubiera molestado durante sus años en Hogwarts, quizá nunca lo perdonaría. Ahora, gradualmente y poco a poco, estaban llevando una relación más decente. No como antes, pero todo era un proceso.
Las horas pasaron y para cuando Severus y Lily salieron de la biblioteca, caía una fuerte lluvia. Lily sonrió emocionada, siempre le había encantado que lloviera.
—¡Vamos, Sev!—exclamó soltando su bolso y corriendo al patio, comenzando a mojarse bajo la lluvia con los brazos extendidos y una enorme sonrisa.
—Lily, vuelve aquí. Te vas a enfermar y no quiero eso.—expresó Severus sin seguirla.
—¡Anda! ¡No seas amargado!—río saltando sobre un charco— ¡Ven conmigo y juguemos un rato! ¡Como cuando éramos niños!
Severus sonrió ante los recuerdos. Con un suspiro dejo las cosas junto a las de Lily y corrió bajo la lluvia hasta llegar con ella.
Se persiguieron un rato, mojándose, riendo y viéndose.
Y ambos desearon que ese momento nunca terminara.
Desde las ventanas de un segundo piso, los tres Slytherin amigos de Severus: Narcisa, Regulus y Iolanthe, observaban la escena complacidos.
Había sido dificilísimo hacer el hechizo de invocación de lluvia para que Evans hiciera algo así, ya que Severus les había contado de lo mucho que a la pelirroja le gustaba la lluvia, pero al menos había valido la pena.
Mientras Severus estuviera feliz, ellos harían lo que fuera para que continuara así.
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