"Jimin..." Resonó mi nombre en un eco infinito, fue lo único que pude que pude digerir de todo lo que podía observar que decía Yoongi, sus palabras por algún motivo eran inaudibles, solo veía el movimiento de sus labios.

Solamente podía pensar "Por qué no fui yo?, ¿Por qué?".

Me sentía mareado, todo parecía moverse rápidamente frente a mis ojos, llegando a un punto donde comencé a sentir pánico.

—Jimin, ¿Qué opinas? —Preguntó Yoongi, pude mirar como sonreía nervioso, aparentando calma.

¿Y si solo estoy teniendo una terrible pesadilla?, ya sé, si cierro los ojos, despertaré.

Forcé una sonrisa, mirándolo, haciendo que nos miráramos mutuamente, ambos estábamos frente a frente, sentados en una mesa.

No, esto no es una pesadilla, es la cruel realidad.

—¿Qué quieres que diga? —Traté de sonar normal, pero a la vez contento.

—Quiero que me digas si cuento con tu apoyo, fue muy difícil para mí admitir sobre mi sexualidad, no sabrás el valor mental que tuve que reunir para contártelo —Su tono de voz lo delataba, estaba nervioso, creyendo que quizá no lo apoyaría o rechazaría.

Creo que hubiera estado feliz de haber escuchado que Yoongi era homosexual, en serio, pero no con lo último que dijo.

"Me gusta Hoseok", Esas palabras seguían resonando en mi mente, como si de flechas se trataran, afectaban directamente a mi pobre y débil corazón como.

Lo único que mi mente podía pensar era, ¿Por qué Hoseok?, ¿Qué tenía él para que Yoongi se fijara en él y no en mí?, comencé a culparme por no haber sido el elegido del corazón de Yoongi.

—Por supuesto que sí, somos amigos y eso no va a cambiar nada —Hablé, mostrando una gran sonrisa, mientras tomaba su mano para demostrarle que lo apoyaba en todo, siempre estaré para él, sin importar qué.

Sin embargo, a pesar de mis palabras, sí, todo cambiaba, mi corazón ahora estaba más roto que cuando pensaba que Yoongi era heterosexual.

—¿De verdad Jimin?, no sabes cuanto me alegra saber que cuento contigo —Yoongi se levantó de su asiento para abrazarme.

Me sorprendí por su repentina acción, sin embargo, no dije nada de su abrazo, solo lo correspondí, mi corazón se sintió completo y reparado por su acto, la felicidad y emoción que sentía es demasiada para poder explicarla, mis mejillas comenzaron a sonrojarse, podía oler su perfume varonil que utilizaba, me encanta su perfume, o más bien, me encanta él.

Sonreí aún más, e inconscientemente lo acerqué a mí, con la intención de que este momento jamás terminara.