8
——————————
CAPÍTULO OCHO
BATALLA Y HERIDO
——————————
Había conseguido dormir, saliendo de la tienda cuando me aseguré de que Bella estaba sudando de calor. El lobo rojizo me recibió encantado de que saliera de allí, informándome de que había escuchado todo sin querer, debido a nuestra conexión mental. También me dijo que le había echo mucha gracia como le había hablado al vampiro, en eso me parecía a él cuando me lo proponía. Edward también salió, dándome cuenta de que había amanecido.
Me apresuré a convertirme para cazar algo con Jake. Aunque no me hacía gracia comer en esta forma, tenía muchísima hambre. Levanté la cabeza del venado que habíamos cazado y estábamos comiendo, poniendo los ojos en blanco al oler a Seth. El pequeño Clearwater había llegado antes de tiempo, por lo que supuse que estaba emocionado. Pasó de largo de nosotros y se dirigió al campamento improvisado.
—Hola, Seth.—lo saludó Bella, a lo que el lobo ladeó la cabeza.
Edward llegó junto a ella, también había salido a cazar.
—¿Dónde están Liz y Jake?—preguntó preocupada Bella. —¿Ya ha...?
—Aún no.—la tranquilizó Edward. —Están comiendo y luego se asegurarán de que todo está bien antes de irse.
Seth decidió que era el mejor momento para dejarlos solos, por lo que dejamos de ver lo que él nos estaba enseñando.
Siempre creí que era más cotilla.
Me acerqué unos pasos, cotilleando su conversación.
—Siento lo de anoche. —murmuró Bella. —Liz a veces puede ser realmente difícil.
El vampiro sonrió. —No fue para tanto, pero de todas formas, no estará entre mis diez noches favoritas.
—¿Tienes una lista?—preguntó la humana, entre incrédula y divertida.
—Todas las pasé contigo. —murmuró con voz melosa Edward, haciendo que quisiera vomitar del asco.— Como cuando aceptaste casarte conmigo, señora Cullen.
Vi de reojo al lobo rojizo, meneando la cabeza de un lado para otro. Yo misma le había dicho que se iban a casar y para mi sorpresa, no montó ninguna escena. Me dirigió una mirada y ambos volvimos a forma humana.
—Es el siglo XXI, al menos quiero usar mi apellido. —murmuró Bella.
—Muy lindo, Bells, pero de igual forma serás señora Cullen.
Los dos se giraron a mirarnos en cuanto la oración salió de mi boca. Jake sonrió de lado, rodeando mi cintura. La humana parecía sorprendida.
—Chicos....—Bella no sabía muy bien que decir. —No sé si me sorprende o que me relaja que estéis tan tranquilos.
—Seríamos un poco hipócritas si nos enfadáramos. —intervino Jake, sonriendo de forma ladina.—¿No crees?
Edward le dirigió una mirada rara a Bella, pero ella nos miraba a nosotros por lo que no lo vio. Miré a Jake y ambos comenzamos a pensar con insistencia en la boda. Eso hizo que el vampiro se girara a mirarnos, con una ceja alzada.
Eres un poco lento, Drácula.
—Veníamos a despedirnos.—murmuró Jake.
—Necesitamos el tiempo para llegar al claro.—añadí, encogiendo los hombros.
El vampiro asintió, desapareciendo en un pestañeo. Bella negó con la cabeza, para luego acercarse a nosotros y abrazarnos, a la vez. Sonreí, miré a Jake y ambos le devolvimos el abrazo.
—Cuidaos mucho ¿vale?—nos pidió, una vez deshicimos el abrazo.
—Estaremos bien.—masculló Jake.
—Después de todo, somos espíritus guerreros.—añadí, sonriendo levemente.
Bella sonrió, para luego volvernos a abrazar unos segundos.
Ambos nos giramos y comenzamos a caminar en dirección al bosque, cruzándonos con Seth. Hice que parara su caminata y me agaché para mirarlo a los ojos.
—Ten mucho cuidado, cachorro. —le pedí. —Y si ves problemas, no dudes en chillar como si no hubiera un mañana por la conexión ¿me entiendes?
Soltó un bufido pero asintió, para luego salir correteando junto a Edward y Bella.
—Espero que se aburra y no tenga nada que hacer. —murmuré, preocupada.
—Seguro que se va a morir del asco. —me aseguró Jake.
Eso espero...
El lobo rojizo y yo corríamos los más rápido que podíamos en dirección al claro. Edward nos había avisado de que su familia ya estaba lista. Sam también había informado, diciendo que la manada llegaría enseguida. Llegamos más rápido de lo que esperaba, viendo como el clan Cullen ya tenía a los neófitos rodeándoles.
Solté un gruñido al ver a Alice esquivando a algunos y salté sobre uno de ellos. De un movimiento, le quité la cabeza. Elevé la cabeza, para mirar a la duende, quien me sonrió u guiñó un ojo.
Pasé mi vista por el campo, para luego correr y saltar, ayudando a Esme a librarse de algunos. La matriarca también me sonrió, aunque yo estaba más concentrada en quitarles la cabeza e intentar que sus brazos no me aplastaran.
Miré a Leah de reojo y entre las dos nos encargamos de un chupasangre que venía hacia mi. Pobre iluso. Leah soltó una carcajada, con la cabeza en su boca, lo cual era un poco bizarro.
Elevé la mirada, buscando a la pelirroja y entré en crisis al no verla.
"¡LIZZIE! ¡LIZZIE! ¡MALDITA SEA! ¡LA PELIRROJA VIENE HACIA AQUÍ! ¡Y NO VIENE SOLA! "
Agradecí a todos los dioses que Seth me hubiera hecho caso. Crucé una mirada con Sam, quien había escuchado algo y asintió. Jake me empujó cuando pudo para que fuera a ayudar al pequeño lobo.
"Ya voy, cachorro"
"¡Date prisa, por favor! "
Salí corriendo como un rayo, siguiendo el aroma de la pelirroja. No olía como los Cullen, por lo que supuse que era ella. Igual el cambio de olor era por la dieta. Aceleré el paso, casi oyendo como ellos corrían. Olfatee, buscando al pequeño lobo que me había avisado. Cuando capté su olor, cambié de ruta, para reunirme con él.
El lobo color arena me miró angustiado, para luego mirar hacia donde Edward estaba de pie, con Bella detrás de él. La humana se aferraba a él, mientras el vampiro la intentaba tapar con su cuerpo. Los observé, jadeando por la carrera, pero al oír dos ráfagas de aire, dejé de hacer ruido.
Observé como un joven aparecía a paso lento. Riley Biers. Avanzaba lentamente, como si no tuviera prisa. Era su estrategia para poner de los nervios a Edward. Y había funcionado, aunque no en el vampiro, sino en la humana que él protegía.
—Riley, escúchame. —le habló Edward. —Victoria te está usando para distraerme. Sabe que te mataré.
La pelirroja aterrizó sobre una piedra, mirando mal a Edward.
—De echo, se alegrará de no tener que lidiar contigo. —siguió el de ojos dorados.
—No le hagas caso. —murmuró Victoria.—Te avisé de sus truquitos y de que juegan con tu mente.
—Si, y leo su mente. —asintió Edward. —Sé todo lo que piensa de ti.
—Está mintiendo. —replicó la pelirroja.
—Solo te creó a ti y ese ejército para vengar a su pareja. A James.—habló el de ojos dorados, haciendo que Riley se girará a mirar a la pelirroja.—Es el único que le importa. No tú.
Wow, no sabía que necesitaba traer palomitas.
Podía ver como la vampiresa hacía una pequeña mueca, lo que me hizo pensar que el lector de mentes había dado en el clavo.
—Tú eres el único.—le dijo la pelirroja a Riley. —Y lo sabes.
—Piénsalo bien.—siguió Edward. Ahí, ahí, tú sigue metiendo cizaña. —Tú eres de Forks. Conoces la zona. Es la razón por la que te eligió. —hizo una pausa—No te ama.
Riley fruncía el ceño cada vez más.
—Riley. —lo llamó Victoria, haciendo que el neófito la mirara.—No permitas que nos haga esto.—casi le suplicó. —Sabes que te amo.
Lo siento, pero me huele a chamusquilla.
El neófito dejó de mirar, para dirigir su mirada a la nieve. Fruncía el ceño, como si estuviera pensando en algo. Elevó la vista, dando otro paso más en dirección a Edward y Bella.
Alzó las cejas y sonrió cínico.—Estás muerto.
Técnicamente...los dos lo estáis.
Justo en el momento en el que rugió y se preparó para atacar, Seth salió de un salto, llevándoselo por delante. Pude ver como el asombro y el miedo cruzaban la cara de la pelirroja mientras veía al neófito debajo del lobo arena. Seth le arrancó un brazo, haciendo que Riley soltara un grito de dolor.
—¡Victoria!—chilló el neófito.
Pero la pelirroja había saltado y tenía la mentalidad de salir corriendo y salvar su trasero. Podía oír a Seth estornudar de disgusto.
—¡Tú solo quieres acabar con Bella! —exclamó Edward, haciendo que la pelirroja dejara de correr. —¿No es cierto?—el vampiro de ojos dorados se acercaba a la de ojos rojos. —Quieres que yo sienta el dolor que tu sentiste cuando maté a James. Cuando lo hice pedazos. Cuando lo convertí en cenizas. —Edward avanzaba y Victoria estaba cada vez más enfadada. —Cuando lo reduje a la NADA.
Nunca pensé que lo diría, pero me cae demasiado bien.
Eso fue el detonante para que Victoria se abalanzara sobre Edward, aterrizando en la nieve. La pelirroja intentó llegar a Bella, pero el vampiro de ojos dorados la cogió por una pierna y la mandó a volar, haciendo que aterrizara en un árbol. La de ojos rojos comenzó a escalarlo, mientras la humana y el de ojos dorados buscaban otro sitio.
Giré la cabeza cuando oí un gemido de dolor de Seth. Riley le había pegado en la mandíbula una patada, mientras reptaba hacia atrás. El lobo arena se distrajo con algo de la pelea de Edward, algo que aprovechó Riley. El neófito le pegó una patada, haciendo que el lobo arena chocara contra unas rocas.
No vi lo que hizo después, ya que corrí junto a Seth, para asegurarme de que estaba bien. Oí como su corazón latía y suspiré aliviada.
Edward estaba pegándole a Victoria en el suelo, pero de un salto Riley lo quitó de encima. El de ojos dorados cogió la cabeza del neófito y lo golpeó con fuerza contra el suelo. La pelirroja saltó encima del cobrizo, cogiéndole por el cuello. Era una mala posición, de un movimiento, podían decapitarlo. Y esa era la intención de Riley, cuando en ese momento salté, y me lo llevé por delante.
El neófito soltó un chillido de sorpresa, probablemente no contaba con otro lobo. Lo mordí en el hombro, sacudiendo la cabeza para conseguir arrancar su otro brazo. Él chillaba a Victoria que le ayudara, pero la pelirroja estaba un tanto ocupada. Soltó un grito de dolor cuando le arranqué el otro brazo, escupiéndolo al instante por el mal sabor. El lobo arena apareció y agarró al neófito de una pierna, tirando con fuerza. Los gritos de Riley me sacaban un poco de quicio. De un movimiento, separé su cabeza del cuerpo, haciendo una mueca de asco.
Victoria peleaba con Edward, por lo que dejé que Seth se encargara de los restos del neófito. Vi como el vampiro cobrizo apretaba con fuerza el cuello de la vampiro, por lo que corrí a ayudarle. Tomando a ambos por sorpresa, arranqué una de las piernas, causando un grito de dolor. El de ojos dorados me miró para lanzar a la pelirroja unos centímetros, haciendo que aterrizara delante de mi, con la cabeza mirándome. La vi alzar la vista y mirarme horrorizada. Crucé una mirada con Edward y ambos atacamos a la vez. Cuando oí el ruido del granito siendo separado, me separé como si tuviera la peste.
¡Puaj! ¡Qué asco! Nunca pensé que los espárragos supieran mejor.
Me tiré en la nieve, asqueada. No paré de escupir, mientras observaba a Edward. Sacó un mechero y lo tiró encima de los restos de Victoria. La humana se acercó a mi, mirándome preocupada.
—¿Qué le pasa?—preguntó Bella.
—Está asqueada.—murmuró Edward, logrando que le gruñera. ¡No leas mi mente, so lerdo! —Piensa que el sabor es nauseabundo y no solo está asqueada por eso.—la miró, supongo que para evitar poner los ojos en blanco. —Mató a dos vampiros y no se siente muy orgullosa.
¡De dónde sacas eso, Cullen! ¡Si te he salvado el pellejo!
—Gracias. —me dijo Bella, sonriendo.
Seth apareció, soltando un pequeño gruñido. Me dio pereza activar la conexión.
—¿Qué pasa?—preguntó Bella.
—Alice quiere que nos vayamos. —explicó el de ojos dorados. —Ahora.
Bella se subió a la espalda de Edward y los tres salimos corriendo rápidamente. Cuando llegamos, la familia Cullen estaba delante de una gran hoguera. Los restos de más de una docena de neófitos, todos ardiendo. No era muy bonito de ver y menos de oler.
—¿Cuánto tiempo?—preguntó Carlisle.
—Unos minutos. —murmuró Alice, con la mirada perdida.
—La manada debe irse. —habló Edward, haciendo que lo mirara. —Los Vulturis no honrarán el tratado con ellos.
En ese momento, un neófito salió de entre los árboles. Leah le gruñó y se echó sobre él. Forcejearon, pero el vampiro hizo un movimiento, estando a punto de ahorcarla
—¡Leah no!—exclamamos a la vez Edward, Sam y yo.
Jake y yo salimos corriendo a la vez. El lobo rojizo derribó al neófito, mientras yo me acercaba a Leah. El lobo grisáceo, se sacudió gruñendo de dolor.
Un dolor me recorrió toda la columna cuando oí el quejido de dolor de Jake. Supe que me había vuelto humana cuando noté como Alice me cubría con una camisa larga.
—¡Jake!—exclamé.
Salí corriendo hacia donde estaba el lobo rojizo tumbado, que pronto se volvió humano. Ni presté atención al neófito, del que Sam y Paul se ocuparon. Jake se retorcía en el suelo, haciendo una mueca de dolor. Me dejé caer de rodillas a su lado.
Lo oí gruñir. —Lizzie...
—Lo sé, amor, lo sé. También me duele. —casi lloriqueé.
Carlisle y Edward llegaron a nuestro lado, el segundo agarrándome por el hombro. Aparentemente me iba a caer al suelo o algo parecido. El vampiro rubio hizo que Jacob mirara al cielo, mientras miraba sus heridas.
—Tiene la mitad del cuerpo fracturado. —informó el doctor.
Yo solo podía mirar la mueca de dolor que mi lobo tenía en la cara, a la vez que mi cuerpo temblaba solo. Bella se colocó a mi lado, mirándonos a ambos.
Oí los pasos del resto de la manada.
—Jacob, idiota, ya lo tenía. —se quejó Leah.
¡¿ENSERIO LEAH!?
—¡Leah!—la reprendió Sam.
Carlisle cogió uno de los brazos de Jacob, tirando hacia arriba.
—Tengo que colocar sus huesos antes de que la curación comience. —lo vi hacer una mueca. —Ya empezó.
Un gruñido bajo salió del fondo de mi garganta, haciendo que Sam me mirara unos instantes.
—Hay que llevárselo de aquí. —murmuró Edward, mirándome de reojo. —No ganaríamos la pelea contra los Vulturis.
—Lo llevaremos a casa de Billy. —habló Sam.
Carlisle asintió. —Iré en cuanto pueda.
Paul, Sam, Quil y Jared rodearon a Jacob. Los cuatro se agacharon a la vez y lo levantaron con cuidado. Aún así, Jake soltó un gemido de dolor, causando que yo siseara.
—Tranquilo.—murmuró Paul a Jake, para luego mirarme brevemente.
Embry me agarró de un brazo y me hizo levantarme. Me rodeó con un brazo, mientras los hermanos Clearwater me miraban angustiados.
Apreté los dientes cuando Jake volvió a soltar un gemido de dolor.
—Por todo lo sagrado.—mascullé, haciendo que Seth tomara mi mano y diera un suave apretón.
Curarlo a él también iba a ser un dolor insoportable para mi.
¡Hola, hola! ¿Qué tal estáis? Espero que bien.
Antes de nada, me gustaría daros las gracias por los comentarios del capítulo anterior. Realmente me hace mucha ilusión cuando alguien me dice que ha venido leyendo mis historias y que nota un gran avance. Me hace feliz, mucho de hecho. Tanto si seáis de estas como de las que me descubristeis por esta novelita, muchas gracias por quedaros a leer. ¡No sabéis lo mucho que me anima leeros! Y saber que a alguien realmente le gusta lo que escribo.
Creo que ya lo dije en algún momento que pensaba que esta novela la iba a leer yo sola, junto con una amiga que tiene Wattpad y es una de las que más me marea para que suba capítulos. Pero, después de casi un año (literalmente en año nuevo hace un año que la empecé, osea, chillo), ver a tanta gente pendiente de los capítulos...estoy a poquito de ponerme a llorar.
Bueno, creo que había gente que me comentó la posibilidad de fuera Lizzie a la que aplastaran los neófitos. ¿Lo llegué a pensar? Honestamente, no. Esa escena la tenía muy clara antes de empezar a escribir que la quería mantener, para así mostrar el poder de la imprimación entre "alfas", yo me entiendo jsjsj. A cambio, os tengo la escena de mi Lizzie ayudando a Seth y a Edward a librarse de Riley y Victoria. Me parece que es mucho mejor, no sé, es mi humilde opinión.
¿Qué creéis que pasará en el siguiente capítulo? Tengo curiosidad por saber vuestras teorías.
Como siempre, sabéis que espero vuestras opiniones, sugerencias o lo que queráis en comentarios. Creo que ya habéis conseguido ver que contesto a todo lo que me ponéis. ¡Ah! Y si queréis ayudarme a que más gente lea la historia de Jazzie podéis darle a la estrellita. Me anima a seguir.
Nada más por mi parte, pero ya sabéis que...
¡Nos leemos en comentarios!
~I 👑
|Publicado|: 20/12/2020
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro