Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8


________________________________

CAPÍTULO OCHO
HERMANA MAYOR Y SUCESO

_______________________________


Habían pasado días desde mi jornada con Bella y mentiría si dijera que no nos habíamos vuelto a ver o que no habíamos iniciado una amistad. La nueva rutina era vigilar a Jacob, estar con Bella algunas tarde, con el propio Jake e intentar llevar todo al día. Eso hacía que siempre estuviera cansada, pero para mí valía la pena. Me hacía sentir un poco más humana, ya que seguía convirtiéndome en lobo.

Me senté como un indio, mientras observaba como Bella y Jacob hacían los deberes. Yo ya los había acabado hace rato, lo que solía irritar al moreno.

—No entiendo como eres tan rápida—se quejó.

—Asúmelo, soy más lista que tu.—me reí.

—Nunca.

Me volví a reír a la vez que Bella ponía los ojos en blanco, siendo consciente de lo terco que podría llegar a ser el joven Black.

—Podíamos hacer algo por la noche.—intervino Bella.

Jacob dejó de escribir, al mismo tiempo que yo la miraba.

—¿Cómo que?—pregunté.

El moreno me miró brevemente para luego prestar atención a la paliducha.

—Podíamos ir al cine—dijo Bella, encogiendo los hombros.—En el almuerzo estábamos haciendo un grupo para ir a ver una peli así que os podéis unir. Si queréis, claro.

¿Ir de acoplados?

—Cuenta conmigo.—se apresuró a decir Jacob.

¿En serio, Jacob? Un poco más y se te ve la pluma.

Hice una mueca cuando los dos se giraron a mirarme, esperando una respuesta. La mirada de Jacob me intimidaba, mientras que la de Bella casi suplicaba que dijera que si.

—Me encantaría ir con vosotros, chicos.—mentirosa.—Pero tengo cosas que hacer.

La mirada de Jacob se volvió recelosa.

—Así que tienes cosas que hacer.

Quise poner los ojos en blanco, pero me contuve.

—Jacob.—lo regañó Bella.

El mencionado se giró a mirarla, encontrándose con la ceja alzada de la pálida. Soltó un bufido, puso los ojos en blanco y me volvió a mirar, esta vez con una mirada más suave. Aún así, no pude evitar mirarlo con una ceja alzada, ya que había parecido un niño pequeño con un berrinche.

—Estoy acostumbrado a que siempre estés conmigo, Lizzie.—se disculpó.—Siento haberme comportado como un estúpido.

Como si fueras a parar ahora

—No eres el centro del mundo, Jake.—le recordé, intentando no sonar seca.—Tengo familia a la que atender, después de todo.

Jacob hizo una mueca.

—Lo sé, pero...

Lo frené haciendo un ademán con la mano—Sin peros, Jake.

Soltó un bufido divertido, haciendo que Bella esbozara una pequeña sonrisa.

Retuve un gruñido al oír los aullidos de la manada, reclamándome en la reunión. En verdad no quería ir, prefería quedarme con mis dos amigos, pero Sam era el alfa y no yo, por lo que tenía que acatar sus órdenes, me gustaran o no.

Miré mi reloj y me esforcé por hacer una mueca sorprendida. Supe que lo logré cuando ambos se me quedaron mirando, por lo que me di una palmadita mental en la espalda.

—¿Qué ocurre, Liz?—me preguntó Bella, luciendo preocupada.

—Había olvidado que me ofrecí a ayudarle a mi madre.—solté un suspiro dramático.—Va a matarme si llego tarde.

—No creo que Aline sea capaz de eso.—se burló Jacob.

¿Desde cuando se refiere a mi madre por su nombre?

—Deberías ir.—me aconsejó Bella.—Sé como pueden llegar a ponerse cuando se te olvidan las promesas.

Asentí. —Son como tsunamis.

Me levanté de un salto del suelo y recogí velozmente mis cosas. Solté un gemido de sorpresa cuando los brazos de de Jacob me abrazaron, pegándome a su cuerpo. No pude evitar ponerme nerviosa, por lo que me tomó todo mi autocontrol no soltarme de él como si quemara.

—Déjate ver más por aquí, Lizzie.

Me separé de él, con sus manos aún en mis hombros. Le sonreí, aunque me notaba tensa al hacerlo.

—Te dije que no ibas a librarte de mi, Jake.—le dije juguetona.—Y no pienso romper esa promesa.

Puso los ojos en blanco, para luego volver a apretarme contra y besar mi frente, deshaciendo luego el abrazo. Ignoré a mi corazón latiendo irregular tras esa acción, sino me iba a ser imposible irme.

Bella me tomó con la guardia baja cuando sus pálidos bracitos me rodearon en un abrazo. Parpadeé sorprendida, para luego devolverle el gesto. Este abrazo duró menos que el anterior.

—Espero verte pronto.—me dijo, ofreciéndome una sonrisa sincera.

—Ya tienes mi número.—me reí.—Nos veremos pronto.

Bella asintió, sin prestar atención a la mirada que nos daba Jacob, como si nos estuviera analizando.

Los miré a ambos antes de colgarme la mochila en un hombro y saliendo del garaje, mientras maldecía por lo bajini a mis compañeros de manada.

Suspiré, para luego apoya la cabeza en el hombro de Embry. Este bajó la cabeza para mirarme, se inclinó y dejó un beso en mi frente. Luego volvió la vista al alfa con su impronta, que le ayudaba a cocinar pese a las múltiples quejas de Emily. Cuando se trataba de ella, Sam dejaba su pose dura y la cambiaba por una dulce.

Tragué saliva al darme cuenta de lo mucho que se parecían a mis padres en ese aspecto. Según Billy me había contado, mi padre era frío con la gente, hasta que llegó mi madre, quien lo volvió la dulce persona que es ahora. El mayor de los Black había usado unas palabras muy precisas: "Tu padre era un témpano de hielo que fue derretido por la luz del sol que es tu madre". Ahora entendía mucho mejor a lo que se quería referir, tras haber conocido realmente lo que es la imprimación y lo que supone.

—Deja de comerte la cabeza.

La voz de Embry susurrando en mi oído hizo que pegara un brinco en mi sitio, ya que estaba muy concentrada en mis pensamientos. Chasqueé la lengua con algo de fastidio, para luego oír la risa de mi amigo.

—Vete a paseo, Embry.—le gruñí.

La risa del mencionado se volvió aún más potente, llamando la atención de la pareja delante nuestra. Sam nos miró raro, como si pensara que nos faltara un tornillo, aunque yo creo que nos faltaba la caja entera. En cambio, Emily nos sonrió. Nuevamente me di cuenta de la diferencia entre ambos.

—Sois como niños pequeños, dejad de hacer eso.—se quejó el Alfa.

Embry cruzó una mirada conmigo, para luego sonreír de lado.

—Vale, papá.—dijimos a la vez, queriendo molestarlo.

Chocamos las cinco cuando vimos a Sam rodar los ojos, intentando ocultar una pequeña sonrisa, mientras Emily lo miraba, riendo brevemente.

La impronta del alfa me hizo un gesto con la cabeza, dándome a entender que la siguiera. Puse los ojos en blanco, para luego salir del agarre de Embry, levantarme y seguirla. No dejó de andar hasta que llegamos a la segunda sala de estar, en la segunda planta, la que solíamos usar las dos cuando queríamos estar lejos de los chicos.

Se sentó en el sofá grande, el de cuatro plazas, y palmeó el asiento al lado suyo. Me senté, casi preparándome mentalmente para lo que fuera. Se giró hacia mi.

—Si no supiera lo que sientes por Jacob.—empezó, haciendo que quisiera bufar.—Casi diría que te conviene alguien como Embry.

—¿Qué?

Emily bufó.—No has visto la sonrisa que tenía ahora mismo.—murmuró.—Era una bastante grande, a decir verdad.

No pude ocultar mi asombro ante sus palabras, ya que me parecían demasiado surrealistas.

—Oh, no, por dios.—intenté que mi voz no saliera divertida, aunque lo estaba.—Conozco a Embry desde que éramos bebés y sé perfectamente que no soy su tipo ni por asomo.—me reí sin querer.—Fue él quien se dio cuenta de que sentía algo por Jake.

—Igual es porque estaba celoso.—aventuró Emily.

No pude evitarlo pero una ruidosa carcajada salió de mi, mientras mi amiga me miraba mal, como diciéndome que dejara de reírme de ella o del tema.

—¿Embry? ¿Celoso de Jake?—me volví a reír.—En este tema no, Emi.—hice una pausa.—Tienen algo así como un pacto de hermanos, aunque no tengo ni idea de en que consiste la verdad.

Las cejas de Emily se alzaron, por lo que supe que quería que siguiera hablando de eso.

—Sólo lo mencionaron una vez, y creo que fue porque estaban discutiendo—hice una mueca al acordarme.—Fue después de mi transformación, aunque ya tenía control gracias a los entrenamientos.—bufé.—Fui a casa a ver a mi familia y vi la camioneta de los Black. Sam y Embry estaban entre los árboles vigilándome, pero su intercambio de ruiditos hizo que me desconcentrara y que Jake me viera.—me lamí los labios, haciendo una pausa.—Me reclamó que no le contestara las llamadas y que lo evitara, pese a que fuera para protegerlo. Cuando Embry vino a decirme que Sam nos necesitaba, fue cuando Jake se volvió loco.—hice una mueca.—Le reclamó a Embry que no estaba respetando su hermandad, aunque Embry parecía divertido, mientras que Jacob estaba bastante enfadado.

—¿Cómo de enfadado?—me interrumpió Emily.

—Um...¿En la escala del 1 al 10?—pregunté y ella asintió.—Yo diría que un 11. Parecía un basilisco, sólo le faltaba echar fuego por la boca.

Emily soltó una pequeña risita.

—Creo que estaba celoso.—expuso ella, después de recomponerse.

—¿Tú crees?

Asintió.—Así es como se puso Leah conmigo.—suspiró.—Echa un basilisco, pese a que le insistimos que nunca fue nuestra intención lastimarla. Creo que nunca me va a perdonar...

Froté su espalda, intentando animarla, a lo que recibí una pequeña sonrisa. Pero conocía a Emily lo suficiente como para saber que era triste y no una de alegría.

—Igual cuando Seth entre en la manada lo entenderá.—me encogí de hombros.—Es cierto que puede ser que no entre en fase, pero los Clearwater tienen el gen.

—Puede que tengas razón.—hizo una pausa.—Igual cuando Jacob entre en fase se dará cuenta de lo estúpido que fue.

—No creo que eso pase. Y me refiero a que se dé cuenta de que fue un estúpido.—sonreí.—Es demasiado orgulloso.

No pude evitar reírme, sabiendo que tenía razón, provocando que Emily se riera conmigo.

— ¿Sabes? Esto no es tan malo después de todo.—murmuré.—Por lo menos te tengo a ti, que me entiendes mejor que esa panda de pulgosos.

Emily esbozó una sonrisa de verdad.

—Me alegra que te sienas a gusto, Lizzie.—me dijo sincera.—Es un alivio tenerte entre tanta testosterona.

Me reí.—Eso fue lo que pensé cuando Sam te presentó.—hice gestos con las manos.—Fue en plan "¡Alabado sea dios! ¡Ya no estoy sola entre tanto hombre!

Me miró divertida, mientras dejaba de gesticular, una manía que había heredado de mamá.

—Eres tan dramática.—se burló.

—No tienes idea.

Sacudió la cabeza, divertida.

—Ya sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras y cuando quieras.—su voz se volvió dulce.—Lo sabes ¿Verdad?

—Sí, —murmuré .—, y te estoy eternamente agradecida.

Me guiñó un ojo.—Las chicas tenemos que apoyarnos entre nosotras. Sino ¿Quién va a hacerlo?

Asentí enérgicamente.

Emily tenia demasiada razón.

Me removí en la cama, suspirando de alivio.

Sam me había mandando a la cama, después de que casi me quedara dormida montando guardia. Le había dicho un "vale, paaaapáaaa", a lo que él me había gruñido (aunque yo sabía que estaba intentando no reírse), escuchando las quejas y risas de los demás miembros de la manada.

Hice una mueca cuando alguien me llamó, tapándome con la manta hasta la cabeza, pese a que no tenía frío gracias a mi alta temperatura corporal. Volvieron a insistir, recibiendo un gruñido por mi parte mientras intentaba seguir durmiendo. Oí un resoplido que ignoré olímpicamente.

Solté un gruñido, más de molestia que de dolor, cuando un cuerpo impactó contra el mío, haciendo que abriera los ojos de golpe. Miré mal al causante de mi despertar, quien parecía divertido con mi reacción.

—Te odio.—expresé.

Puso los ojos en blanco, aún riéndose de mi.

—Deja de ser tan dramática, por dios.—soltó una pequeña risa.—Y ahora levántate. Ya.

Lo miré alzando una ceja.

—No recibo órdenes de un beta.—dije, cruzándome de brazos.

Él puso los ojos en blanco, probablemente pensando que era una excusa demasiado mala. Negó con la cabeza varias veces, haciendo que mi mueca siguiera siendo la misma.

—No son mis órdenes.—dijo como si fuera obvio—Son de Sam.

—¿Y puedo saber porque nuestro querido alfa ha decidido perturbar mi tranquilidad?

Quise reírme, porque la formalidad no era algo normal entre nosotros y supe que él estaba igual que yo cuando me miró como si me hubiera salido otra cabeza.

—Por todos los santos, Lizzie, sal de la cama de una vez.—se quejó.

Gruñí.—Responde, Call.

Soltó un bufido cuando lo llamé por su apellido, algo que odiaba y que por supuesto, yo sabía muy bien.

—Billy llamó.

Esas dos palabras bastaron para que abandonara mi pose de molesta por haber sido despertada de aquella manera para pasar a una mueca de preocupación. Embry suspiró cuando puse mala cara, mordiéndome el interior de la mejilla.

—¿Él...?

Embry asintió.—Está en casa de Emily queriendo matar a todos con la mirada.

Me reí sin poder evitarlo, imaginándome la escena. Era lo que esperaba de él.

—Por eso Sam me dijo que te despertara.—siguió, como ignorando mi silencio.—Para que vea caras amigas y se relaje.

Volví a morderme la mejilla, casi haciéndome sangre.

—No creo que quiera verme.—mi voz era solo un murmullo.

Embry se agachó para mirarme a los ojos, aunque yo seguía machando el interior de mi mejilla, mirando a mi amigo con cara de cachorrito.

—Ahora va a entenderte, Lizzie.—me animó.—Se dará cuenta de que fue un estúpido y volveréis a ser los dos bobos felices que erais.

—¿Lo prometes?

—Te lo prometo, Lizzie.

Ignoré todo lo que pude la mirada divertida de mi amigo cuando casi tropecé con una rama. Lo fulminé con la mirada, ya que el sabía tan bien como yo que estaba bastante nerviosa. Si fuera totalmente humana, seguramente ya me habría desmayado hace tiempo.

Llevé las manos al dobladillo de mi camiseta, casi tirando de él, mientras la idea de transformarme y salir por patas aparecía en mi cabeza. Como si me leyera la mente, Embry me miró mal y negó con la cabeza.

Solté un suspiro cuando vi a lo lejos la casa de Emily y vi a Jared y Paul fuera, sentados en el porche con muecas de cansancio. Miré a mi amigo brevemente, que me sonrió dándome ánimos, a lo que le intenté devolver el gesto, pero solo me salió una mueca nerviosa.

Me repetí las palabras que me había dicho Embry en mi casa, intentando metérmelas en la cabeza y convencerme de que nada malo iba a pasar. De que él me pediría perdón, me abrazaría fuerte y yo lo perdonaría, después de pegarle un puñetazo en la mandíbula. Que volveríamos a pasar los días juntos, en su garaje o en el suelo de mi sala de estar. Que todo volvería a ser como antes de que el estúpido gen decidiera activarse.

Jared levantó la vista cuando nos oyó llegar, a diferencia de Paul, que parecía en su mundo. El joven Cameron casi sonrió de alivio.

—Hasta que llegáis.—murmuró.—Entrad rápido porque esto no augura nada bueno.

Hice una mueca, mirando de nuevo a Embry, quien asintió a las palabras de Jared, para luego mirarme. Me sonrió de nuevo, haciendo un gesto con la cabeza para entrar.

Podía oír los gritos enfadados de Jacob y las respuestas tranquilas de Sam. Me alteré al oler a Emily, ya que no quería que nada le pasara a mi amiga.

Jacob estaba de espaldas, con todos los músculos tensados, mientras que nuestro alfa estaba apoyado en una columna, con las manos en los bolsillos, pero mirando al nuevo integrante de la manada serio.

—Nunca quise esto, maldita sea, Sam.—gruñía Jacob.—Y menos ser el estúpido alfa. Olvídate de eso. Ni me lo vuelvas a mencionar.

—Eres el nieto de Ephraim Black, uno de los primeros.—lo hacía entrar en razón Sam—Es mi obligación preguntártelo...

—¡Me importa una mierda!—casi gritó el otro lobo—No dirigiré ninguna manada.

Era cierto que el abuelo de Jacob había sido uno de los primeros en convertirse, lo cual hacía que su descendencia pudiera optar a ser alfa. Lo que no había dicho Sam era que el primer lobo de la manada fue una mujer...mi abuela.

—Basta ya. Los dos.—gruñí con una voz que casi no parecía mía.

Sam pareció darse cuenta de mi presencia, ya que se giró a mirarme, con curiosidad. La espalda de Jacob volvió a tensarse al oír mi voz. Emily me sonrió brevemente desde la cocina. Pero no me inmuté de ninguna de las reacciones, ya que notaba como un calor circulaba por mi interior, mientras miraba a ambos lobos con el ceño fruncido.

—Parad de comportaros como niños pequeños o lo haré yo.—volví a gruñir.

Ahora mismo parecía un doble de Sam, aunque me daba la sensación de que no era yo la que hablaba, sino mi loba.

Uley esbozó un intento de sonrisa, mirando a Emily, como si ambos supieran lo que estaba pasando.

—No me gusta hablarle a una espalda, Jake.—hablé lentamente, sin abandonar mi pose.

Lo oí suspirar, a la vez que oía las risas de los demás lobos que había fuera. No puse los ojos en blanco, ya que estaba concentrada en que Jacob me hiciera caso de una vez.

Después de una eternidad, se giró a mirarme. No pude evitar fijarme en como combinaba el tatuaje con su piel, en lo alto que parecía y en lo raro que se me iba a hacer no verlo con el pelo largo. Pero cuando lo miré a los ojos, tragué saliva.

El aire abandonó mis pulmones, a la vez que oía el jadeo de sorpresa de Jacob. Sentía como me perdía en esos ojos negros, como un agujero de materia oscura que absorbe todo a su paso. De pronto, dejó de importarme todo, como si todas mis preocupaciones anteriores fueran quemadas. Sentí que todos los lazos que tenía con todas las personas que quería se cortaban uno a uno. Nuevos salieron de mi interior disparados hacia el lobo que tenía delante, atándose a él fuertemente. Todos los sentimientos que había tenido comenzaron a intensificarse. La gravedad de la Tierra dejó de sostenerme, mi entera existencia pasó a ser suya. Sentía que si él me lo decía, podía volar sin apenas esfuerzo, andar entre llamas y saltar de continente en continente. Una vocecita en mi cabeza me chilló que haría lo que fuera por él, sería quien él quisiera.

Recuperé el aliento en el momento en el que los dos parpadeamos a la vez, confusos. Abrí los ojos como platos al darme cuenta de lo que acababa de pasar, jadeando de sorpresa.

Sentí como temblaba de pies a cabeza, e incluso mi voz tembló.

—Mierda.

¡Hola gentecilla! Ya sé que dije que subiría capítulos los viernes, pero mañana no puedo y no os quería dejar sin uno, así que... ¡Aquí está!

Habéis visto drama, ¿verdad? Me refiero en la primera parte, cuando vemos como Jake se apresura a aceptar el plan de Bella.
¿Qué os parece su reacción ante la negativa de Lizzie?

También vemos la relación entre Embry y Lizzie. Son realmente adorables, lo sé. Y puedo decir que Emily es la hermana mayor de Lizzie. ¿Qué os parecen ambas relaciones?

Y sobre lo último... ¿Qué creéis que ha pasado uh? 👀

No olvidéis dejarme una estrellita si os ha gustado. ¡Ah! También podéis escribir vuestras opiniones, teorías o lo que queráis en comentarios.
¡Me encanta leeros!

Nos vemos en el próximo capítulo, pero nos leemos en comentarios jeje.

~I 👑

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro