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CAPÍTULO SEIS
VIGILANCIA Y MOTOS

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Solté un suspiro, apoyando la cabeza en uno de los árboles que había detrás de mi. Sonreí cuando Embry me pasó un bocadillo, aunque más bien era una mueca cansada. Estaba un poco agotada de montar guardia delante de la casa de los Black. Parecía que el gen del joven Black no quería activarse, lo que desesperaba a Sam.

—Creo que me podría dormir en esta postura. —murmuré, para luego darle un mordisco a la comida.

Embry asintió.—Espero que se transforme pronto, porque me gustaría dormir en mi cama, para variar. 

Solté un suspiro, ya que entendía perfectamente a que se refería. La verdad es que algo dormíamos, principalmente cuando oíamos los ronquidos tranquilos de Jacob y porque sino Billy nos patearía. Pero era de lo más incómodo dormir en el suelo del bosque, aunque cuando lo hacíamos, solíamos pasar a forma lobuna, donde el suelo no se notaba tanto y era más cómodo.

—Ahora me estoy arrepintiendo de decirle a Jake que iba a ir. —murmuré.

El lobo a mi lado soltó una risa.

—Míralo por otro lado. —se giró a mirarme. —Así podrás vigilarlo mejor. —hizo una pausa, mientras masticaba. —Y te aseguras que no le haga nada a Bella. 

—Ella me da pena. —confesé. —Dependía tanto de los Cullen que ahora parece un alma errante. 

Embry puso los ojos en blanco.—Eres la única que puede sentir tanta compasión. —la diversión era palpable en su voz. —A los demás nos es indiferente. 

Hice una mueca, desviando la vista.

—Sólo no quiero que juegue con Jake. —murmuré, más para mi que para él.

El suspiro de Embry hizo que volviera a mirarlo.

—Espero que Jake algún día se de cuenta de lo estúpido que es al no darse cuenta de quien está con él de verdad. —dijo sincero, haciendo que enrojeciera. —Y también espero que en algún momento los dos os sentéis a hablar como personas civilizadas.

—No tengo nada que decirle. 

Me miró mal.—No creas que no te he oído hablar con Emily. 

Abrí los ojos como platos y reaccioné, pegándole un puñetazo en el brazo. Se frotó la zona, sonriendo de lado.

—Eso es invasión de la privacidad. —gruñí.

Embry soltó una carcajada, haciendo que lo mirara mal.

—Vamos, Lizzie, no puedo creer que pensaras que en una manada hay espacio para los secretos. —seguía divertido. —Por dios, nos oímos los pensamientos, es imposible tenerlos.

—Eres insoportable. 

Hice un puchero al acabarme el bocadillo, ya que seguía teniendo hambre. Eso era otra, por culpa de ser lobo, comía demasiado. Casi podía decir que comía por tres, lo que desesperaba a mi madre cuando iba a comer con ellos y divertía a Emily, acostumbrada al apetito de mis hermanos de manada.

Sonreí cuando Embry me tendió un paquete de galletas. Lo tomé contenta, casi soltando un gemido cuando comencé a comerlas.

—Vamos, Lizzie. —habló Embry. —Sólo quiero ayudarte. 

Acabé la galleta que estaba masticando para luego aclarar mi garganta.

—Vale, pongamos que hipotéticamente siento algo por Jake.—dije, haciendo que mi amigo pusiera los ojos en blanco, ante mi terquedad.—¿Qué pasa si se imprima de alguien?

—Cielo santo, ¿es que no prestas atención en las reuniones?—me regañó, aunque su voz sonaba divertida en vez de molesta—Se puede luchar contra la imprimación, aunque es casi imposible.—hizo una pausa, suspirando.—Harry y Sue son el claro ejemplo de que no siempre es necesario imprimarse para amarse.

—¿No están imprimados?—no pude evitar que la sorpresa tiñera mi pregunta.

Embry negó.—Son casi los únicos, pero eso no significa que fuera fácil obviamente.—me miró de reojo.—Entiendo tu sorpresa, porque yo reaccioné igual cuando Sam me lo contó.—hizo una pausa, encogiendo sus hombros.—Puede que su amor fuera tan fuerte que rompió el otro lazo. Quién sabe.

—Vaya, Embry, no sabía que eras tan pasional. 

Ahora fue su turno para ponerse todo rojo, lo que hizo que una pequeña sonrisa saliera de mis labios, completamente involuntaria.

—Pero, también tienes el claro ejemplo de que la imprimación se puede notar incluso antes de convertirse y que es fuerte. —murmuró, intentando ignorar mi comentario—Tus padres, Lizzie. 

Asentí, siendo incapaz de ocultar una sonrisa.

Mis padres eran un buen ejemplo para el tema. Se habían conocido antes de cambiar y ya entonces tenían una fuerte conexión, aunque parecían ser los únicos que no lo notaban. Cuando su gen se activó, casi a la vez, fue cuando la imprimación tuvo lugar. Ya no era la gravedad quien los sostenía, sino el uno al otro. Habían durado poco tiempo de novios, para luego casarse e ir a vivir juntos, en nuestra actual casa. Cada día me daba cuenta de cuan fuerte era lo que se creía un mito, de cuan real era. Se podía notar en las sonrisas que esbozaban al verse y de la intensidad de sus miradas, las cuales siempre me hacían sentir incómoda. Parecían dos ciegos que habían vuelto a ver por primera vez.

Suspiré al darme cuenta de cuanto deseaba algo como eso. Tener a alguien que me amara con tanta intensidad, que me mirara como si fuera lo más bonito del mundo, que sonriera cada vez que alguien dijera mi nombre. Quería amar y ser amada con esa intensidad, ya que sentía que a mi loba le faltaba algo. Deseaba tener la otra parte que me faltaba, el apoyo que necesitaba y el calor del amor.

—Vaya, estás muy callada para ser tú. 

La voz de Embry me hizo volver a la realidad, donde me había quedado mirando la galleta que estaba comiendo, como si quisiera que levitara.

—Solo me has recordado la envidia que me da lo que mis padres tienen. —le dije divertida, dándole un codazo.

—Estoy seguro de que esa persona está más cerca de lo que crees. 

Lo miré analizándolo, como si supiera algo que yo no. Bufé cuando me robó una galleta, sacándome la lengua.

—No sé como te soporto, Embry. 

Soltó una carcajada.

—La verdad es que yo tampoco. 

Puse los ojos en blanco por enésima vez, mientras sonreía divertida.

No me había dado cuenta hasta ahora de cuanto había echado de menos bromear con Embry. Era como una clase de terapia, completamente gratis. Estaba segura de la persona de la que se imprimara tendría mucha suerte.

A cada paso, mis piernas temblaban levemente, demostrando lo nerviosa que podía estar. Frené mi andar, regañándome internamente por mis tontos sentimientos. Respiré profundamente varias veces, convenciéndome de que nada malo podía pasar. Había estado cientos de veces en aquel garaje. Ya más calmada, volví a caminar, asegurándome de que mi ropa no delataba que había estado sentada en el suelo del bosque por horas.

Escuché varias voces y supe que llegaba un poco tarde, pero sabía que no había problema. Sería hipócrita por su parte regañarme, ya que no había una persona tan tardona como Jacob Black, o al menos, yo no la conocía. Entré en el garaje, llamando la atención al instante de los dos jóvenes. El moreno sonrió abiertamente, aunque podía notar su sorpresa pese al haberle echo una promesa. Bella me sonrió, un poco más tímida, pero no pude no fijarme en las grandes ojeras debajo de sus ojos. Parecía que alguien no estaba durmiendo muy bien.

—Viniste. —murmuró Jacob, feliz, abrazándome.

—Te dije que lo haría, Jake. 

Ignoré el bufido divertido que soló y me acerqué a Bella. La abracé brevemente, haciendo que ella se sobresaltara.

—Hola, Bella. Me alegro de verte.

—Yo también, Liz. —se quedó un momento en silencio. —Ahora ya entiendo porque andas en manga corta todo el día. Estás caliente. 

Solté un carcajada ante la observación de la humana, haciendo que su tímida sonrisa bailara en sus pálidos labios. Oír a Jacob murmurar algo, mientras nos observaba.

—Prometedme que no estáis ligando o algo por el estilo. —murmuró Jacob

—No, claro que no. —habló Bella, divertida.

—Me va mejor alguien como Embry. —bromeé.

Aunque ambos notaron mi tono de broma, las cejas de Jacob se fruncieron levemente, haciendo que mi sonrisa aumentara. Si alguien me dijera que iba a ver al joven casi celoso, no me lo creería.

—Bueno. —murmuró Bella, rompiendo el silencio—¿Cuál es el plan?

Los tres entramos en el garaje. Bella y yo nos apoyamos en la puerta, mientras Jacob caminaba hacia unas sábanas blancas. Se giró a mirarnos, con una mano agarrando la tele y levantándola un poco, pero aún así no fui capaz de ver que había debajo.

—¿Qué te parece probarlas?—le preguntó Jacob a Bella, con un brillo de diversión en los ojos.

Ella jadeó sorprendida. —¿Las has acabado?

Él no contestó, pero retiró las sábanas, dejando ver dos motos restauradas. Bella parecía sorprendida. Silbé entre dientes, mientras me acercaba a verlas de cerca. Aunque no lo estaba mirando, podía notar la sonrisa orgullosa de Jacob al ver su obra acabada.

Me giré a mirarlos, tras acabar de observar el trabajo echo en las motos.

—Vaya, estoy sorprendida. —dije. —Parece que después de todo, se te da bien algo. 

Bella soltó una pequeña risa mientras que Jacob puso los ojo en blanco.

—Tu falta de fe en mí es hiriente. —se defendió. —Sé hacer muchas cosas. 

Sonreí de lado.—Dormir no cuenta, Jake. 

El mencionado bufó, moviendo el cuello levemente. Se giró a mirar a Bella, quien parecía divertida.

—No me digas que tu piensas igual. —le dijo, intentando sonar herido.

—Lo siento, Jake. —dijo ella, encogiendo los hombros.

Ambas cruzamos una mirada, sonriendo, para luego volver a mirar al joven.

—Sois despiadadas. —se quejó.

Palmeé su hombro cuando me acerqué a ellos.

—Te diría que lo siento, pero no lo hago. —le dije sonriendo, enseñando los dientes.

—Eres insoportable. 

Me reí, al darme cuenta de que eso siempre se lo decía yo.

Tras oír las protestas de Bella por no tener cascos, nos dirigimos a una carretera sin circulación para probar las motos. No podía negar que estaba emocionada, ya que me encantaba montar en moto, pero no lo iba a decir o Jacob me regañaría por no decírselo antes. Sonreí al ver un rayo de sol, algo muy raro en el pueblo.

Ambos se me quedaron mirando cuando bajé una de las motos de la camioneta de Bella, sin hacer ninguna mueca de dolor. Me di cuenta tarde de lo que había echo, por lo que me limité a encogerme de hombros, sonriendo.

—Pensé que pesaban más. 

—¿Has estado haciendo pesas o algo?—me preguntó Jacob, mirándome con recelo.

—Jake, tú mismo bajaste una de mi coche cuando te las llevé.—intervino Bella, casi poniendo los ojos en blanco.

El mencionado se giró a mirarla, pero no dijo nada, por lo que bajó la otra moto, poniéndolas una al lado de la otra. Me froté las manos entusiasmada, captando la atención del chico de nuevo.

—Ya lo has echo más veces, ¿Verdad?—preguntó, aunque él ya sabía la respuesta.

—Me gusta robarle la moto a Sam. —dije, encogiendo los hombros.

Ante la mención de mi Alfa, Jacob se tensó de pies a cabeza mientras que Bella frunció el ceño, mirándome.

—¿Eres amiga de Sam?—preguntó ella, sorprendida.

—Algo así. —murmuré.

Ignoré el bufido de Jacob

—Como sea. —seguí, haciendo un gesto. —Arranquemos estas nenas. 

Bella soltó una risa ante mi entusiasmo.

—Quieta ahí, vaquera. —me paró Jacob. —Tengo que explicarle como funciona a Bella. 

—Rapidito. —lo apuré, algo impaciente.

Dejé que Jacob le explicara todo, mientras me acercaba a una de las motos. No eran tan modernas como las que solía robarle a los miembros de la manada, pero valían la pena. Sonriendo de lado, me senté, viendo como Bella lo hacía, aunque parecía temblar algo. Me quise reír cuando al hacer rugir la mía, ella se asustó.

—Vamos, nena. —la apuré. —No puedo dejar que se enfríe. 

Jacob soltó una pequeña risa ante mi actitud, mientras se aseguraba de que Bella no se pegara una torta. Puse los ojos en blanco, al darme cuenta de que la trataba como una niña pequeña, aunque ella era más mayor que nosotros.

—Solo mírame. —le dije altanera.

Bella asintió.

Solté un sonido de felicidad cuando al dejar de hacerla rugir, casi salió disparada. Oí la voz de Jacob llamándome preocupado, pero mi risa fue la única respuesta que obtuvo. No pude evitar pinzar la moto, mientras un chillido de felicidad salía de mí. Giré, mirándolos y me reí al ver sus expresiones al ver cuanto había avanzado.

—Vamos, Bella. Te toca. 

Podía ver como temblaba y Jacob le susurraba que todo iba a estar bien. Hice rugir la moto, llamando su atención e ignorando una pinzada en mi pecho al verlos.

La moto de Bella salió disparada unos metros, haciendo que ella pisara el freno desesperada. No pude evitar reírme, ya que yo había echo exactamente lo mismo cuando Sam me había enseñado, sacando de quicio al mayor.

—Vamos, tu puedes. —la animé.

Volvió a arrancarla, pareciendo más confiada ahora. Soltó un chillido histérico cuando se dio cuenta de que la estaba conduciendo, mientras yo sonreía orgullosa de que lo hubiera conseguido. Fruncí el ceño al ver como abría los ojos como platos, como si hubiera visto algo, y se giraba a mirarlo, como si realmente lo hubiera pasado. Pero allí no había nada más que árboles, piedras, ramas y asfalto. Lo hizo varias veces, haciendo que intercambiara una mirada confusa con Jacob, quien parecía tan confundido como yo.

La oí soltar un "wo wo", mientras hacía movimientos bruscos con el manillar. Mala idea. Hice una mueca cuando impactó contra una piedra, tras salir de la carretera. Volví a conducir hacia ella, mientras Jacob venía corriendo. Casi tiré la moto, para luego agacharme a su lado. Me miró desubicada, para luego sonreír como una lunática.

—Dios, Bella, vaya porrazo te has dado. —murmuré.

Parecía medio ida. Llevé mis manos a su cara, girándola y fue cuando me di cuenta de que sangraba. Tenía un pequeño corte en la frente.

—Bella, estás loca. —oí medio gruñir a Jacob. —Dios, estás sangrando. —añadió preocupado.

La mencionada parpadeo confusa, llevando una mano a su frente, tocando la sangre, aunque dejó de hacerlo cuando le di un manotazo. Me sonrió en disculpa, mientras yo rompía un cacho de mi chaqueta, al ver de reojo las intenciones de Jacob. Sequé poco a poco la sangre en la frente de Bella.

—Lo siento. —murmuró ella.

—¿Te disculpas por sangrar?—preguntó asombrado Jacob.

Bella hizo una mueca, por lo visto me había pasado apretando, aunque yo también estaba sorprendida por que pidiera.

La mirada de la humana volvió a mi. Fruncí el ceño al ver como se me quedaba mirando, como si me estuviera analizando. Jacob estaba agachado a mi lado, por lo que lo vi mirarme de reojo para luego volver a mirar a la accidentada.

—Eres hermosa. —murmuró Bella.

No pude evitar que una fuerte carcajada saliera de mí, ya que me había sorprendido.

—Vaya, si que te has dado un golpe fuerte. —habló Jacob, algo divertido.

Bella sonrió, aunque parecía una mueca de borracha.

—No, no. —murmuró. —Liz es hermosa. —

Quise volver a reírme, pero lo oculté con una tos. Aún así Jacob me miró, poniéndome un poco nerviosa.

—Sí, tienes razón. 

Bajé el brazo, temiendo que empezara a temblar por los nervios. Le dirigí una mirada divertida al chico, aunque él parecía serio, como si le diera la razón de verdad y no porque estaba delirando.

Suspiré, quitando esa idea de mi cabeza y volviendo a la realidad.

Él jamás me vería de ese modo cuando tenía a Bella delante.

¡Hola, otra vez! Capítulo seis ya publicado, vaya. Tengo que decir que este es uno de los capítulos que más rápido he escrito, no sé porqué.

Podemos ver la relación con Embry. Parece que el chico de apellido Call sabe algo que Lizzie no. O se hace la tonta, que también puede ser.

¿Qué creéis que es?
Y, ¿Qué os parece la relación entre ambos?

También tenemos escena con Bella y Jake. Tengo que decir que me imaginé a Lizzie toda diva en la moto y me hizo mucha gracia. Sinceramente, en esta escena de la peli real me hace mucha gracia que ella vea a Edward y la cara de Jake mirándola como si le hubiera salido un cuerno en la frente.

¿Qué os parece la relación entre Bella y Lizzie?
¿Y la de Jake y Lizzie?

He pensado en subir capítulo todos los viernes, porque es el día en el que tengo más tiempo. Eso si, si veo que tal, puedo subir otro día, como este lunes pasado. A modo de regalito JAJJA.

La verdad es que me está ilusionando mucho que os esté gustado la historia. Me hace muy feliz que la leáis y queráis saber más. Al principio pensaba que la iba a leer solo yo (triste, lo sé).

Si os ha gustado mucho, dejadme un estrellita y me haréis super feliz. También podéis dejarme comentarios. Ahí podéis poner vuestras teorías, hipótesis, opiniones y/o críticas.
¡Os estaré respondiendo a todo! Realmente me encanta leer todo lo que ponéis.

Nos leemos en comentarios.

~I 👑

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