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CAPÍTULO CUATRO
FIESTA Y TRATO

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Pasaron unos días desde el incidente con Bella. Ella se había disculpado días después, a su modo, totalmente avergonzada de sus actos. Le había dicho que aceptaba sus disculpas, pero que necesitaba tiempo para que mi lado lobuno no estuviera furioso con ella. Lo entendió, o eso nos pareció a nosotros, y no volvió por la Reserva.

Abrí los ojos como platos al darme cuenta de que día era el viernes. Dejé el cuchillo en el aire, mientras mi mente decidía si era buena idea ir o no. Emily se giró y me miró raro.

—Lizzie, ¿va todo bien?—preguntó, para luego desviar la vista hacia el cuchillo. —Porque no me gustaría que estuvieras con un cuchillo en la mano y la cabeza en las nubes. —

Dejé el utensilio sobre el mármol, apoyándome en él. Miré a mi amiga, quien me miraba confundida.

—Me acabo de dar cuenta de que el viernes es la fiesta de graduación de Bella. —fruncí los labios unos instantes. —Llevo tiempo invitada pero no sé si es buena idea ir. —

Emily hizo una mueca, dejando la cebolla que tenía en la mano.

—Igual deberías ir. —habló tranquila. —Le prometiste a Alice que irías y tú nunca rompes una promesa, Lizzie. —

— ¿Ir a dónde? —

Ambas nos giramos para mirar a Jacob, quien entraba en la cocina con una sonrisa. Le hizo un gesto de saludo a Emily para luego mirarme. Se acercó a mí, me abrazó por la espalda y besó mi frente. Automáticamente, una sonrisa apareció en mi cara, mientras mi amiga morena nos miraba a los dos.

— ¿Y bien?—insistió Jake, pasando la vista de una a otra.

Emily alzó una ceja y volvió a lo que estaba haciendo, diciéndome que tenía que contestar yo. Bufé.

—La fiesta de graduación de Bella. —murmuré, mirando los ojos negros de mi lobo. —Estaba pensando en si era buena idea ir. —

—Deberíais ir. —apuntó Emily, cortando una cebolla.

Jake miró unos segundos a nuestra amiga, para luego mirarme. Parecía que estaba meditando los pros y los contras. Casi podía ver los engranajes de su cabeza funcionando.

—Creo que Emily tiene razón. —murmuró Jake, haciendo que la mencionada sonriera. —Después de todo, es la graduación de nuestra mejor amiga. —

No estaba del todo convencida y eso lo reflejaba en mi mueca.

—Si no te apetece que vayamos nosotros solos, podemos hacer que vengan Embry y Quil. —añadió al ver mi mueca.

Me reí sin querer. —La verdad es que advertí a Alice de que no iríamos nosotros dos solos. —ninguno de los dos se sorprendió. —Y estaba bien con ello. —

—Pues todo solucionado. —habló entusiasmada Emily. —Sólo tenéis que pensar en que poneros. —

Solté un gemido de angustia a la vez que Jacob ponía mala cara. A ninguno de los dos nos hacía mucha gracia el tema de la ropa. Éramos bastante simples al vestir, dado que nunca sabíamos cuando íbamos a necesitar transformarnos. Esa era una pega. Al volverte lobo, la ropa se rompía y dejaba de valer. Era esa la razón por la que no le dejaba a mi madre ni a nadie que me comprara ropa buena.

—No pongáis esa cara. —nos amenazó con una cuchara de madera. —No os vais a librar de vestiros bien. —

Alcé las manos en señal de rendición, mientras que Jacob soltaba una pequeña risa.

Emily tranquilamente podía juntarse con Alice y crear el infierno personal de una persona a la que no le gustara la moda.


Dejé de andar a unos metros de la entrada a la casa de los Cullen, donde era la fiesta de graduación. Jacob estaba a mi lado, tomando mi mano mientras jugaba con mis dedos. Embry y Quil estaban detrás de nosotros, como si nos cubrieran los flancos.

—Deberíamos ir a casa. —murmuré, observando la decoración exterior. Alice, sin duda, tenía una habilidad especial para la decoración. —Esta es una pésima idea. —

Las risas de Embry y Quil no tardaron en llegar. Jacob me miró.

— Ya hemos hablado de esto, amor. —replicó mi lobo. —Sólo es una fiesta. —

—De graduación. —señaló Quil.

—Y de vuestra mejor amiga. —apuntó Embry.

Solté un bufido, causando sonrisas en los tres lobos que me acompañaban.

—Realmente no os soporto. —me quejé.

Los tres soltaron una carcajada a la vez, como si se hubieran puesto de acuerdo.

Entramos en la casa, en donde ya había una buena cantidad de estudiantes. La música llenaba por completo la planta baja, haciendo que todos bailaran, con vasos en las manos. Avanzamos, buscando a alguien conocido, lo cual era difícil ya que nosotros éramos de la Reserva y todos los que veíamos eran rostros pálidos.

Divisé a un grupo que identifiqué como los amigos de Bella, por fotos que ella me había enseñado. Ellos nos miraban, hablando entre ellos.

Una de las chicas, de pelo marrón largo y ondulado, nos miraba de arriba a abajo sin pudor. Gruñí cuando se quedó más tiempo del necesario mirando a Jake. Eso hizo que mi lobo rodeara mi cintura y dejara un beso en mi frente. Pude ver la decepción en la mueca de la chica, lo que me divirtió.

La otra chica, de pelo negro y gafas, nos sonrió, probablemente para contrarrestar la reacción de su amiga. Le devolví el gesto, para seguir buscando.

Bella y Edward entraron en mi campo visual. Ella parecía genuinamente sorprendida de nuestra presencia allí, mientras que el vampiro nos sonrió con simpatía.

—No esperaba veros aquí. —habló Bella, sin siquiera decir un simple hola.

—Hola a ti también, Bella. —murmuró son sarcasmo Jacob.

La humana lo miró, para luego pasar la vista a Embry y Quil, quienes seguían detrás de nosotros. Jacob hizo más firme su agarre en mi cintura, haciendo que la castaña nos mirara a los dos.

—Le prometí a Alice que vendríamos. —dije simple, encogiendo los hombros. —Es de buena gente cumplir las promesas. —

Quise sonreír al oír la risa de Embry, la cual había sido tan baja que solo un oído sobrenatural sería capaz de captarla. Vi una sonrisa fugaz en la cara del vampiro al lado de Bella.

—Nos alegra que hayáis venido. —habló el de ojos dorados, mirando a todos para luego centrar su mirada en mi. —Alice estaba realmente impaciente por no veros. —

—No es como si pudiéramos escaparnos de Alice y sus fiestas. —bromee. En el fondo sabía que tenía razón, ya que veía a la pequeña duende siendo capaz de ir a nuestra casa y arrastrarnos a la fiesta.

Edward sonrió. —No te falta razón. Mi hermana puede ser muy persuasiva cuando se lo propone. —

—Y tanto. —intervino la humana bufando, mientras alisaba su ropa con una mano.

Fue entonces cuando la miré bien. A diferencia de lo que me esperaba, llevaba una camisa azul y unos pantalones vaqueros. Ni rastro de vestido ni nada que no llevara normalmente.

Bella sonrió ante mi mirada. —Conseguí convencer a Alice. —

—Aún no entiendo como. —señaló el vampiro, causando una sonrisa mayor en su pareja.

Crucé una mirada con mi lobo, quien me asintió, con una pequeña sonrisa.

—Bella, te trajimos algo. —dije sonriendo, mientras que Jake sacaba una pequeña pulsera con un dije de un lobo. —Jake lo hizo. —añadí, orgullosa de él.

Jake me guiñó un ojo mientras que Bella no dejaba de mirar el objeto. Lo cogió y miró asombrada a mi lobo.

— ¿Tú lo hiciste?—repitió incrédula, como si no se lo creyera. Jake asintió, aún sonriendo. —Es muy bonito. —bajó la vista a la pulsera y luego nos miró a ambos. —Gracias. —

Mi mirada se desvió a las escaleras, donde Alice bajaba sonriendo. Frenó en seco, mientras su sonrisa se congelaba. Puso una pose rígida, con los ojos fijos en algún punto de la sala. Ahí supe que estaba teniendo una visión. Volvió a reaccionar en el momento en el que Bella elevó su vista hacia ella.

—Ahora vuelvo. —murmuró Bella, caminando en dirección a las escaleras, donde Alice seguía de pie, intentando disimular.

Intercambié una mirada con los chicos y los cuatro seguimos a la humana, sin importar que luego nos lo echara en cara. Nos aseguramos de que no había nadie mirando que pudiera notar el raro comportamiento de la vampiresa. Para nuestra suerte, todos estaban muy ocupados bebiendo y bailando.

—Alice, ¿Qué viste?—preguntaba Bella, mirando a la mencionada preocupada.

—La decisión se ha tomado. —murmuró la vampiro, aún en trance.

Los cuatro llegamos justo en ese momento, dejando de caminar y mirando a la vampiro Cullen con atención.

— ¿Qué ocurre?—preguntamos Jake y yo a la vez, preocupados.

—No vais a ir a Seattle. —murmuró Bella.

Alice negó. —No...—hizo una pausa, mientras hacía una mueca. —Ellos vienen hacia aquí. —


La fiesta había acabado, pero Alice nos había pedido que nos quedáramos, así que eso mismo habíamos echo. Entramos en una sala apartada, mientras Esme se encargaba de que la gente se marchara. El resto del clan Cullen estaba allí, a nuestro alrededor. Nosotros teníamos de frente a Bella y Edward, quienes estaban pensando en algo. Los demás tenían muecas preocupadas mientras Alice los ponía al tanto. Esme llegó, cerrando la puerta y se puso al lado de Carlisle.

—Llegarán en cuatro días. —informó Alice.

Carlisle se movió en su sitio. —Esto será un baño de sangre. —

Edward giró la cabeza hacia su hermana, quien estaba al lado de Jasper. — ¿Quién planeó esto? —

—En mi visión no reconocí a nadie. —murmuró la duende, para luego hacer una mueca. —Tal vez a uno...—

El de pelo cobrizo la miraba fijamente, por lo que supe que estaba leyendo su mente. —Conozco su cara. —afirmó, haciendo que Bella lo mirara. —Es de aquí, Riley Biers. —sacudió la cabeza. —Él no empezó esto. —

El nombre sonó varias veces en mi cabeza. Me sonaba de algo. Hasta que me di cuenta de que era el joven que llevaba un año desparecido en Seatle. Era algo que le había oído hablar a mi padre con mi madre.

—Quien haya sido se mantiene alejado. —apuntó Alice.

—Están jugando con los puntos ciegos de tus visiones. —murmuró Carlisle, mirando brevemente a la pequeña vampiro.

—De cualquier forma. —intervino de pronto Jasper. —un ejército viene y no somos lo suficientes para defender la ciudad. —

¿¡QUÉ?!

—Espera, espera...—interrumpió Jake. — ¿De qué ejército habláis? —

Carlisle nos miró. —Neófitos. De los nuestros. —

— ¿Qué es lo que buscan? —preguntó esta vez Embry.

Todos las miradas fueron a Alice, quien parecía esforzarse en recordar. —Se pasaban algo para olfatear a Bella. —informó, haciendo que mi mirada volase a la humana, quien estaba haciendo una mueca entre preocupada y asustada. —Una blusa roja. —

— ¿Buscan a Bella? —intervine, casi gruñendo. — ¿Cuál es su meta? —

Clavé mi vista en Carlisle, por ser el líder del clan. Era algo correlativo a nuestro alfa.

—Será una pelea muy fea. —murmuró Carlisle, asintiendo. —Se perderán vidas. —

Miré a Jake, quien me asintió. Ambos nos giramos a mirar a Embry y Quil, los dos también asintieron. Volvimos la vista a Carlisle, quien nos había estado observando.

—De acuerdo. —asentí, poniendo las manos en mis caderas y asumiendo una pose seria. —Nos apuntamos. —

— ¡No! —exclamó Bella, interrumpiendo. —Los matarían a todos. No quiero. —

—Yo no te pedí permiso. —casi gruñí, sintiendo como el calor comenzaba a circular en mi interior.

—Edward. —casi lloriqueó la humana, como si le pidiera ayuda a su novio.

El vampiro de pelo cobrizo nos miraba atentamente. Supe que nos estaba leyendo la mente, por la conexión que teníamos los cuatro. Nos abandoné mi pose seria, sino que sentí como me ponía más derecha.

Edward miró a su novia. —Es más protección para ti. —

Eso me hizo sonreír, aunque solo fue una mueca pequeña. Sentí a mi lado como Jacob se reía de forma silenciosa y los dos otros lobos parecían secundarle.

—Liz. Jacob. —Llamó nuestra atención Carlisle— ¿Creéis que Sam accedería a un acuerdo? —

Hice una mueca de disgusto ante la mención. Jake lo notó y apretó su agarre en mi cintura.

—Sam no es la voz cantante de la manada. —hablé, sonando más seria de lo que quería. —Pero estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo. —Hice una pausa. —Hablo en nombre de toda la manada. —

Porque soy la alfa, en verdad.

Edward sonrió fugazmente, por lo que supe que había leído mi mente.

—Si así podemos matar a algunos vampiros. —añadió Jake, sin gracia en la voz.

— ¿Jasper? —inquirió Carlisle, preguntando su opinión.

—Aumentarán nuestro número- —señaló el mencionado. —Los Neófitos no saben que existen. —nos miró a los cuatro. —Será una ventaja. —

—Necesitamos coordinarlo. —habló Carlisle, mirándome.

—Carlisle, —intervino Bella, casi al borde de la histeria. —Es arriesgado. —

—Debemos entrenarnos. —siguió hablando el líder. —Jasper sabe lo que se requiere para pelear con neófitos. —desvío sus ojos dorados a nosotros. —Podéis acompañarnos. —

Los cuatro asentimos, casi ansiosos. Di unos pasos hacia Carlisle.

—Sólo digan donde y cuando y allí estaremos. —señalé, sonriendo de lado.

—Liz, —me llamó Bella, haciendo que la mirara. —No sabéis en lo que os estáis metiendo. —

—Bells, esto es lo que hacemos. —intervino Jake a mi lado.

—Deberías estar feliz. —seguí yo. —Míranos. Trabajando juntos. —me tragué carcajada. —Recuerda que tú querías que nos lleváramos bien. —

—Pero no a este precio. —Murmuró angustiada la humana. —Vais a hacer que os maten a todos. —

Hice una nueva, mirando brevemente a Jake. Mi lobo puso los ojos en blanco, algo divertido.

—Tu falta de fe en nosotros es realmente hiriente. —masculló.

Me giré a mirar a Carlisle. Si íbamos a trabajar juntos, debían saber lo que ocurría en la manada.

—Hablaremos con Sam sobre esto. —hablé, haciendo que me mirara con sus ojos dorados. —Pero la decisión ya ha sido tomada. La he tomado yo, y diga lo que diga, estamos con vosotros. —

Sin mirarlo, podía saber que Jake estaba sonriendo de oreja a oreja. Probablemente estaba feliz de que comenzara a asumir.

—Siempre creí que las decisiones las tomaba el alfa. —murmuró Jasper, haciendo que lo mirara.

—Así es. —asentí, sonriendo de lado. —Pero Sam no es el alfa. —

Me quise reír ante las miradas de los Cullen y Bella, quienes parecían no entender nada. Salvo Alice y Edward, quienes sonreían, puesto que sabían lo que pasaba.

—Quien ocupa el puesto de alfa ya ha hablado. —señalé, encogiéndome de hombros, como si no fuera conmigo. —Sam puede opinar, pero no decidir. —

Carlisle giró su cabeza hacia Edward, quien parecía divertido. El de pelo cobrizo miró a su padre, sonriendo.

—Es la nieta de Amelia Wolf. —informó, tanto para su padre como para el resto. —La primera alfa. —murmuramos a la vez.

Sentí las miradas de todos sobre mí, pero ya no me sentía intimidada. A diferencia, sentía como mi pecho se inflaba de orgullo. Sabía que era mi lado animal, que se sentía orgulloso de su sangre y de su puesto en la manadas.

—Es por eso que Sam puede opinar lo que quiera. —intervino Jake, mirándome sonriente. —Pero las decisiones de Lizzie siempre serán las que sigamos. —

Le sonreí abiertamente, ganándome un beso en la frente. Pude ver como el grandullón y la rubia intercambiaban una mirada, para luego ambos mirarme sonriendo.

—Entonces, Liz. —habló Carlisle, haciendo que volviera la vista a él. — ¿Tenemos un trato? —

Volví a sonreír de lado, ante la idea de matar vampiros. 

—Tenemos un trato. —

¡Hola, hola! ¿Qué tal estáis? Espero que muy bien.

Antes de nada, quiero mencionar que me hizo muy feliz la interacción que hubo en el anterior capítulo. Ver tantos comentarios, aunque fueran un poquito ataque a bellita, pues me hizo mucha ilusión. ¡Así que muchas gracias!

Estuve leyendo varios en los que se preguntaban como se verían a la cara Edward y Bella luego de lo que ella hizo. Bueno, creo que es evidente que en esta historia eso nos da un poquito de igual. Es decir, es una novela de Jacob Black, así que no le veo mucho sentido meterse en las mentes de los vampiros y la humana ¿no?

Eso si, quería meter la pelea contra los neófitos porque va a ser importante para el desarrollo del personaje de Lizzie. Se puede ver un poco en este capítulo, como evoluciona poco a poco, aceptando lo que es. Si es cierto que en otras novelas como que cambian de un momento para otro, pero yo quise reflejar que también es un humana. Es decir, le lleva su tiempo adaptarse a las acontecimientos y saber responder a ellos. ¡Es como ver un cachorro de león crecer hasta convertirse en adulto!

¿Qué os ha parecido?

Ya sabéis que podéis dejarme en comentarios todo aquello que queráis. Yo siempre siempre leo lo que escribís, y más de la mitad de las veces os contesto. Me gusta mucho poder responderos y leer lo que tenéis que decir. Creo que es de las cosas más positivas que tiene Wattpad. ¡Ah! También podéis apoyar la historia dándole a la estrella. Me anima mucho y me hace saber que os gusta lo que escribo.

Dentro de poco voy a anunciar un proyecto con el que estoy muy contenta, y que tiene que ver con Crepúsculo. Con esta historia no mucho, la verdad, pero con la manada y los Cullen si. Así que espero contar con vuestro apoyo.

Nada más por mi parte, pero ya sabéis que...

¡Nos leemos en comentarios!

~I 👑 

|Publicado|: 17/11/2020

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