XI : Truth
Flashback
Después de salir de la residencia Yoo, donde Nayeon se quedo conversando con su pequeña prima Ryujin y donde Momo descubrió que esta pasaba la mayoría del tiempo, la japonesa camino un par de cuadras antes de llegar al bosque y entrar en él, lista para dirigirse a la residencia Myoui, pero algo la intercepto, o mas bien la golpeo.
— Pequeña justiciera. — Rió el peliblanco desde una de las ramas de los arboles. — Creí que tu jamas bajabas la guardia. — Se burlo mirándola mientras Momo se ponía de pie mirándolo con odio.
— Te juro que te matare, miserable. — Musito apretando los puños.
— Oh por favor, deja eso, ya comprobaste que no es posible tal cosa mientras tenga estos en mi poder. — Dijo el hombre levantando su mano dejando a la vista los anillos que usaba y que le concedían varios poderes. — Ahora hay uno nuevo ¿No te parece atractivo el cambiaformas? — Señalo el anillo con un rubí. — Fue una pena por el joven Park pero... Dio una gran lucha.
— Eres un... — Momo hizo ademán de acercarse a el, pero de un movimiento el peliblanco la inmovilizo y salto del árbol parándose frente a ella. — Cobarde. — Dijo Momo al tenerlo cerca.
— Solo es una pequeña precaución, linda, no me conviene que saltes sobre mi ahora, tu presencia es crucial en el logro de mis objetivos. — Sonrió cínicamente. — Y como se que correrás a contarle a Myoui sobre nuestro encuentro, entonces llegare a ella gracias a ti.
— ¡No soy tu mensajera maldito bastardo! — Le grito Momo luchando por deshacerse de su hechizo.
— Ahora lo seras. — Se burlo Jeonghan caminando a su alrededor. — Veras pequeña justiciera, tu y Minita me han estado subestimando y no hay nada que odie mas que eso, por lo que me tome el tiempo de hacer un par de, averiguaciones. — Confeso observando la expresión preocupada de la japonesa. — Es tan interesante de lo que puedes enterarte con un poco de magia y paciencia. — Rió. — Las vidas que puedes destruir, las relaciones que puedes terminar con un poco de hipnosis, la mente de esa pequeña niña era tan fragil,
Mina debería cuidar mejor a su querida animadora si quiere tener enemigos en un futuro.
Momo ensancho sus párpados, no era posible que alguien mas supiera sobre el enamoramiento de Mina con la castaña.
— ¡Oh! ¿Estas sorprendida? — Cuestiono el peliblanco sonriendo burlón. — Vamos, no tienes porque, después de todo tu también estuviste esa noche en el río. — Agrego. — Sabes perfectamente lo que se dijeron ambas, aunque me agrado mucho ese tal Changjoon. — Rió. — Mina puede temer a algo mas que a la luz solar.
— No es posible. — Musito Momo. — ¿Como es que no pude sentirte? — Le pregunto asustada.
— Oh, es mas posible de lo que crees, pero no te culpo por pensar así, es algo que solo la experiencia te enseña, pude ocultar mi presencia y así pude estar tan cerca como quise, y gracias a mi nuevo amiguito cambiaformas, he estado muy cerca estos días. — Sonrió de forma escalofriante y Momo temió. — Por cierto tu chica también es muy linda si me lo preguntas, es una pena que la luna azul aun tenga esos efectos, pero es mas triste por los pobres inocentes que pagan las consecuencias.
Momo apretó sus puños cerrando sus ojos temiendo lo peor por Nayeon, que poco tenia que ver con el. — Dejala fuera de esto ¿Me entiendes? Ella no tiene nada que ver. — Exigió escuchándolo reír de nuevo.
— Pero si no planeo tocarla, a no ser de que tu me provoques. — Amenazó.
— ¿Que es lo que quieres? — Pregunto entre dientes observándolo sonreír triunfal.
— Ya empezamos a entendernos, eso esta mucho mejor. — Le dio una palmada en la mejilla. — Solo quiero que mi mensaje llegue a la pequeña Minita, tu encargate de que eso ocurra y no le pasara nada a tu linda bunny.
Momo sintió como su interior se contraía al escuchar el nombre de la menor salir de la boca del peliblanco y estaba segura de que si hubiera podido llorar las lágrimas de rabia habrían salido de sus ojos sin control, el solo imaginar que aquel sádico se acercaba a la castaña, que le tocaba uno de sus cabellos, que apagaba su sonrisa, solo la hizo odiarlo mucho mas. — Habla de una vez.
— Ya que en esas estamos, puedo decir con total seguridad que ya se que ninguna es rival para mi, y cuando ella se entere de que fui yo quien se metió en la mente de su chica, sera divertido ver su rostro de miedo. — Rió. — Pero puedes decirle que no volveré a tocarla si es ella quien me busca y no al contrario.
Momo rió con ironía. — ¿De verdad la crees tan tonta?
— Bueno, fue suficientemente estúpida como para meterse conmigo y pensar que en algún momento me vencería ¿No? Esa es una prueba irrefutable de su poca cordura.
— Eres una basura. — Dijo Momo.
— Una basura que las tiene en sus manos, y que a cualquier truco, no dudara en quitarles aquello que mas aman. — Respondió el peliblanco sonriendo divertido. — Pero como confío en que poseen al menos un poco de racionamiento, se que las dos obedecerán mi petición, sin involucrar a nadie mas.
— Ojala Mina te asesine con sus propias manos.
— Lo dudo mucho pero gracias por los buenos deseos. — Se acerco a ella oliendo su cabello. — Esto es lo que harás, llegaras con Mina y le dirás que en la ultima noche de luna azul la esperare en el claro del este, una hora antes de la media noche, y que si no llega, sola y puntual, no solo su linda avestruz saldrá herida, pues ni siquiera su poderosa madre podrá liberarse de mi.
Momo sonrió divertida negando. — Debes estar tonto. — Se burlo logrando confundir al mayor que no dudo en darle una cachetada.
— Y tu sorda, no juegues conmigo. — Amenazo frunciendo el ceño. — Ya te dije que no quiero trucos.
— No le harán falta, estoy mas que convencida de que todo lo que ella deberá hacer sera mirarte. — Dijo Momo sonriendo. — ¿Dices que nosotras te subestimamos? — Pregunto en un tono burlón. — Tu nos subestimaste a ambas. — Rió recuperando su movilidad al fin liberándose del hechizo del mayor sin mucho esfuerzo.
— ¿Que demonios? — Murmuro el peliblanco confuso retrocediendo un par de pasos mientras la chica caminaba hacia el.
— No tienes idea de nuestro poder Jeonghan. — Amenazo viéndolo fruncir el ceño.
— No son rivales contra mi. — Dijo el tratando de sonar firme. — Y cuando tenga los poderes de Mina, no habrá nadie que pueda detenerme.
— Te confieso que también lo creí. — Contó Momo haciendo una mueca. — Pero fue antes de investigar mas sobre el verdadero potencial de... — Suspiro sonriendo.
— No me importa lo que creas, no eres rival para mi, y tampoco Mina y se los demostraré. — Amenazo seguro. — Ya que quieren retarme.
— No te confundas Jeonghan, si llegas a tocar uno de sus cabellos te arrancaré la cabeza, y disfrutaré cada maldito segundo del placer que eso me provoque. — Dijo Momo con una expresión seria.
Y al ver como otra vez había ganado su atención el peliblanco sonrió. — Ya veremos pequeña justiciera. — Fue lo ultimo que dijo el hombre antes de desaparecer frente a ella.
Fin Flashback
— Minari ¿Estas segura de que quieres hacerle caso? — Pregunto Momo a la menor una vez el resto de su familia las dejo solas. — Sabes que es una trampa ¿No?
Mina tomo aire y apretó sus labios. — Preferiría haber evitado esto Moguri, de verdad. — Confeso. — Pero el quiso que fuera de este modo, y ya no solo se trata de mi o sobre ti, Nayeon y Jeongyeon son las mas inocentes en todo esto, no es justo que sean las más afectadas.
— Yo... — Suspiro Momo. — Te entiendo, y de verdad tampoco espere que hiciera eso con Jeongyeon. — Rasco su nuca. — Ni siquiera quiero imaginar que sentiría si algo así le pasara Nayeonie.
— Y yo que creí que jamas llegaría este día. — Sonrió Mina feliz de escuchar a su mayor verdaderamente enamorada.
Momo hizo un puchero que ocultaba su sonrisa y después respondió. — No se que paso, ella solo se metió en mi ser de una manera que ni siquiera con todos mi años de existencia puedo explicar.
Una nueva sonrisa volvió a dibujarse en el rostro de Mina que se acerco a la mayor y le dio una palmada en el hombro. — Me alegra oír eso. — Dijo sinceramente. — Y no te preocupes por Yoon, tenemos algo que el no. El elemento sorpresa. — Termino de decir antes de dirigirse a su habitación donde Jeongyeon estaba encantada con la pequeña Nina, que no paraba de hacerla reír con sus anécdotas y su manera tan singular de ver la vida.
Ahora la ojiverde entendía porque su hermanita no paraba de hablar sobre la Myoui menor, cada uno tenia su propia manera de conquistarles, como si no pudieran resistirse a sus encantos. — No le digas a mi Unnie pero yo ya sabia que ustedes terminarían juntas. — Dijo la Myoui menor de pronto sorprendiendo a la coreana y a la pelinegra que aun permanecía detrás de la puerta.
Jeong la miro sorprendida y humedeció sus labios ocultando su sonrisa, aunque su sonrojo no pudo ocultarse con nada. — Yo... — Tartamudeo nerviosa.
— Nina, sera mejor que vuelvas a tu habitación, me pareció ver a Octo fuera de su caja. — Dijo Mina refiriéndose a una de las mascotas de ocho patas de la menor, entrando con calma a la habitación aunque se quedo parada junto a la puerta observando a la Myoui menor con una ceja elevada.
Nina se levanto rápidamente de la cama mirándola con miedo, aunque algo le decía que algo sospechoso detrás de aquellas palabras. — ¿Estas segura Unnie?
— Puedes verlo por ti misma, sabes cuanto le agrada Octo a Minho. — Siguió hablando con calma, sin embargo un grito del castaño y las risas de Momo la hicieron reír suavemente.
— ¡Tu lo hiciste! — Acuso la menor saliendo rápidamente de la habitación.
Mina se volteo cerrando la puerta detrás de si antes de suspirar y mirar a la coreana sin dejar de sonreír divertida. — No tenia idea de lo mala que eras. — Comento esta ultima sonriendo y Mina camino con calma hasta ella, sentándose del lado contrario al suyo recostándose de cabecera de la cama.
— Ser la mayor es una ventaja a la que pocas veces le saco provecho, además... — La miro acercándose más a ella. — Ha sido por una buena causa, si dejaba que Nina siguiera aquí, probablemente ya tendrías mas de un sonrojo en tu rostro. — Agrego sin dejar de sonreír divertida, por lo que Jeong se puso nerviosa. — Y no me habría gustado eso, porque solo yo quiero ser la responsable de cada uno de ellos. — Sus rostros estaban demasiado cerca, lo suficiente como para que la menor contuviera la respiración al sentir aquel suave aroma a menta de la japonesa.
— Eso tiene solución. — Susurro Jeong armándose de valor para mirar sus ojos y perderse en su color grisáceo, sintiendo como su corazón se aceleraba solo por tenerla tan cerca.
— Lo sé. — Respondió Mina antes de terminar de acercarse a ella y juntar sus labios en aquella suave danza al igual que la primera vez, y que por mucho estaba convirtiéndose en su cosa favorita.
Ninguna entendía porque les costaba tanto estar cerca de la otra sin poder controlar aquellas ganas de sentirse, pero sin duda lo estaban disfrutando, aun cuando ni siquiera hubiera pasado un día desde que la coreana terminara su relación con la pelirroja, sin embargo Mina no tenia intensión de seguir conteniéndose ahora que sabia que el único límite que existía entre ellas era la verdad sobre su identidad, y de la cual esperaba que aun faltara mucho para que la menor se enterara.
Jeong subió sus manos hasta el cuello de la japonesa sintiendo por primera vez su suave cabello negro entre sus dedos, y no paso demasiado para que los recuerdos de aquel sueño llegaran a su mente y le hicieran separarse abruptamente de ella, mirándola confundida reposando su mano en su hombro.
No había notado que la japonesa también se había cambiado de ropa y ahora vestía una camisa de cuadros celeste con un par de vaqueros y sus vans negras. Mina la miro analizando cada uno de sus movimientos y cuando sintió como la mano de la coreana subía a su mejilla cerro sus ojos disfrutando de su caricia.
— ¿Que es lo que hiciste conmigo Myoui Mina? — Susurro Jeong suavemente juntando sus frentes. — Es como si no pudiera resistirme a ti y...
— Tal vez ya ha llegado el momento de que empiece a demostrarte lo mucho que he esperado para darte este amor, que siempre ha sido para ti. — Le respondió Mina.
— ¿No va contra tus principios salir con una chica que apenas salio de una relación hoy? — Bromeo Jeong mirándola con una sonrisa divertida en su rostro acariciando su cabello.
— Creo que, seguir ocultando que amo a una maravillosa mujer, seria lo peor que podría hacer contra mis principios en este momento. — Fue la respuesta de la japonesa que tomo su mano y dejo otro beso en ella para después sonreírle con cariño.
La noche había caído hace poco y la luna empezaba a hacer su aparición mas allá de la espesura del bosque, mismo donde el castaño de orbes verdosas esperaba una misteriosa cita junto a su auto.
— Tan puntual como siempre, es lo que mas me gusta de ti cuñadito. — Dijo un castaño de ojos negros al llegar a su lado, ajustando su chaqueta negra y su placa de detective sobre su cinturón.
— Dejate de juegos Jihoon, no estoy de humor. — Hablo Changjoon con hostilidad lanzando el cigarrillo que tenia en su boca para pisarlo con su bota. — Dime que es lo que averiguaste.
— Bueno, tranquilo, pareciera que te mordió un perro rabioso. — Se burlo el contrario. — Es una pena que no te tenga buenas noticias. — Changjoon lo miro expectante. — He recibido varios reportes de nómadas en la ciudad, aunque al parecer solo uno de ellos esta ocasionando desastres, ese infeliz me ha hecho tener que cubrir tres escenas esta semana, es un animal. — Dijo con desprecio.
El ojiverde amplio sus párpados imaginando lo peor, si el contrario tenia razón entonces su pequeña Jeong corría peligro. — ¿Estas seguro de eso? — Pregunto alarmado.
— No soy el Jefe de los cazadores, o el comandante Im Jihoon por nada mi querido Chang. — Bromeo Jihoon sonriendo aunque pronto su expresión se torno seria. — Pero no me citaste aquí por eso ¿No es así?
El ojiverde tomo aire antes de hablar otra vez. — Jeongyeon esta desaparecida Jihoon y si hay un sádico suelto en la ciudad temo que algo le haya sucedido. — Dijo preocupado.
— ¿Y esperas hasta ahora para decírmelo? — Reclamo el detective. — Este loco no solo es un vampiro sádico y sin respeto por la vida Changjoon, uno de los nuestros detecto rastros de magia en los cuerpos, así que lo que sea que hace demuestra que no es uno mas.
— Por eso necesito tu ayuda Jihoon, necesito encontrar a mi hija. — Dijo Changjoon mirándolo suplicante.
Jihoon lo miro con los ojos entrecerrados antes de pasarse la mano por el cabello con frustración. — ¿Porque no has usado tu magia?
— ¿Me crees tan estúpido? — Pregunto el ojiverde frunciendo el ceño. — Es lo primero que hice, y ahora que me cuentas sobre esto, entiendo porque no me ha funcionado para encontrarla, ni siquiera entiendo porque Jeong no ha usado sus poderes para defenderse y escapar.
— ¿El gran hechicero Yoo Changjoon tiene problemas de magia? — Bromeo Jihoon. — Hombre eso si que es alarmante para los mortales.
— Por supuesto que lo haré, también quiero a Jeongyeon como a una hija, aunque hayas decidido no dejarla recibir mi entrenamiento de cazadora.
— Tu mismo comprobaste que tu hija es la mejor de su generación, además necesitábamos mas hechiceros en la familia, y sabes que solo Jeongyeon y Ryujin tenían los dones. — Dijo el ojiverde con orgullo.
— Si tu lo dices. — Rió Jihoon. — Lo que importa ahora es encontrarla, vamos a la estación y no cites a nadie, haré unas llamadas en el camino. — Dijo caminando hasta su auto. — Hay que darnos prisa, mientras mas tiempo perdamos menos oportunidad tendrá Jeong de volver a casa a salvo.
— Te veo allí. — Dijo el ojiverde volviendo a su propio auto para salir a toda prisa de vuelta a la ciudad, sin percatarse de una presencia a varios metros del lugar en el que se encontraban.
— Esta definitivamente es una linda casualidad. — Rió Jeonghan. — Tal vez le de una sorpresa a Minita ¿Debería usar a su amada chica o a su ingenuo suegro? — Sonrió. — Si que será interesante.
...
No fue una sorpresa que la búsqueda de los cazadores y el hechicero fallara en sobremanera, pues por mas que siguieron los rastros de la castaña no fue sino hasta la mañana siguiente que esta bajo del auto de la japonesa que volvieron a tener noticias de ella.
Changjoon abrió la puerta apenas las vio dirigirse a la entrada de la casa y no dudo en rodear el cuerpo de su hija en un protector abrazo, y al corroborar que estaba bien dirigió su mirada a la pelinegra tras ella. — Tú ¿Donde tenias a mi hija? — Pregunto mirándola con rabia, aunque Mina ni siquiera se inmuto aun cuando el castaño camino de forma amenazante hacia ella.
— Papá, detente, Mina no me hizo nada. — Dijo Jeong poniendo una mano en el pecho de su padre intentando calmarlo mientras la japonesa permanecía tranquila, pues sabia por boca de la misma Jeong lo sobre protector que era el mayor. — Al contrario, ella me ayudo.
El castaño la miro curioso al oír sus palabras en espera de una explicación. — ¿Que? ¿Como?
— Si, sólo... Después te explico ¿Esta bien? — Dijo con calma y una sonrisa que hicieron suspirar al mayor quien sin despedirse o disculparse se giro en dirección a la casa.
— Te espero en mi despacho en 5 minutos. — Fue lo único que dijo.
Ambas chicas sonrieron divertidas y compartieron una mirada cómplice. — Creo que ya debería empezar a temer de él. — Comento Mina sonriendo de lado y la coreana no dudo en corresponderle.
Y cuando la japonesa se acerco a ella creyó que la besaría, sin embargo, Mina acaricio sus mejillas y beso su frente antes de abrazarla cariñosamente, algo que la hizo sentir segura, feliz y protegida, como comprobó que lo hacía después de dormir entre sus brazos y despertar con la hermosa sonrisa aniñada de la pelinegra frente a ella.
— Gracias, Minari. — Murmuro en medio del abrazo refugiándose en el cuello de Mina que acaricio su cabello y sonrió.
— Esta noche a tu lado, ha sido hasta ahora la mejor de mi existencia, soy yo quien esta agradecida por ello Yoo Jeongyeon. — Le respondió Mina mirándola, volviendo a acariciar su mejilla antes de tomar una de sus manos y después de dejar un beso en ella haciendo una lenta reverencia frente a ella.
Y a pesar de las ganas que tenia Jeong de lanzarse a sus brazos de nuevo y besarla, sonrió por aquella forma tan formal que tenia la japonesa de hablarle y tratarla, como si fuera de otra época, como un honorable caballero que tenia frente a ella a su princesa.
— Pues ha sido conveniente que al menos yo le agradara a tus padres. — Bromeo sonriéndole.
— Me temo que ahora mi madre te adorara más que a mi. — Dijo Mina haciendo un mohín. — No es justo. — Agrego escuchando como la coreana reía suavemente.
— Pero si no hice nada mas que invadir su propiedad. — Se defendió.
— No te preocupes, la entiendo perfectamente después de todo, fui yo quien se enamoro de ti desde el primer momento que te vi. — Termino de decir Mina antes de decidir marcharse pues no quería ocasionarle mas problemas a la coreana, y su padre estaba suficientemente alterado ya como para seguir provocándolo, aunque no entendía sus razones si la castaña le había informado que no llegaría a casa esa noche.
Pero como le había dicho su madre, las razones del castaño se debían a que Jeong era mas especial de lo que ella creía, algo que la dejo intrigada, pero como estaba acostumbrada a los misterios de su madre decidió no preguntar.
Jeong soltó un suspiro en cuanto cerro la puerta de su casa y empezó a caminar en dirección del despacho de su padre, sabia que tendrían una larga platica al llegar allí, por lo que armándose de valor suspiro nuevamente y al fin entró cerrando la puerta con pestillo para evitar interrupciones.
________________
Bueno, ya quedo claro el misterio sobre quien era la otra persona que observaba a las chicas en el Río Han, y creo que también la verdad tras el comentario de Tzuyu de "magia de cazadores", solo era protección, aunque no le sirvió contra Jeonghan.
Resulta que Jeong tiene de cazadora lo que yo tengo de coreana chicos (es broma) quien resulto ser cazadora fue la pequeña Nayeon, aunque nadie sospecho de ella, nuestra pequeña Jeong solo es ¡tan tan tan! ¡Una aprendiz de hechicero!
¿A que están sorprendidos? Tuve que hacer unas pequeñas modificaciones de último momento pero creo que quedaron bien.
¿Entendieron a lo que se refería la madre de Mina cuando las vio llegar a su casa y sintió cosas raras de parte de Jeong? Sintió la esencia de su magia, aparte del hechizo de Jeonghan, aunque no se lo dijo ni siquiera a Mina, que cosa con nuestra Sachiko y sus secretos. Ahora podemos estar tranquilos porque al menos Mina la tendrá fácil cuando Jeong sepa lo que es.
Aunque no se que pasara con las Namo ¿Creen que su conexión sea lo suficientemente sólida como para superar un verdad así? Humm... Eso estará interesante, el mismo caso sera con los ChangHo, y las Satzu, realmente me gustaría saber que pasara entre ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro