https://youtu.be/om3KWmuFRAA

La llamada

Selena: ¿Bueno?
Hombre: Soy yo mi amor, antes que me cuelgues, no más
dejame explicar que.......

No me vuelvas a llamar,
Tratando de explicar,
Que lo que vi no era cierto.
Vergüenza debes tener,
Si me quieres convencer,
Que eres fiel y eres sincero.
Oh, te vi con ella no puedes negar,
Que eran tus labios los que la besaban, Canalla
No te sirvió de nada, el disimular,
Que solo, charlaban, no mientas más

Si me vuelves a llamar,
Yo te vuelvo a colgar,
Ya me canse de escuchar,
Oh escusas, y más mentiras.
No me vuelves a llamar,
No te voy a perdonar,
Otra oportunidad,
No te la doy,
No vales la pena.

Vergüenza debes tener
Si me quieres convencer
Que eres fiel y eres sincero
Oh, te ví con ella y no puedes negar
Que eran tus labios los que la besaban
Canalla!
No te sirvió de nada
El disimular
Que sólo charlaban
No mientas más.

Te vi con ella no puedes negar,
Que eran tus labios los que la besaban, Canalla
No te sirvió de nada, el disimular,
Que solo, charlaban, no mientas más

Steve se pasaba las noches dibujando a Tony. Su block de dibujo estaba por acabarse y en este podían apreciarse imágenes del millonario en diversas posiciones, con diferentes ropas y con distintas expresiones faciales.

En algunos, se lograba ver a un Tony, en su taller inventando algo nuevo, en otros a un señor Stark, como elegante empresario. Había otros de Iron Man y también de un Tony, más familiar y hogareño, sonriendo o sosteniendo una dona.

En otros más tenía un chocolate o alguna herramienta. También había dibujos privados que captaban a un sensual castaño sonrojado y con una expresión de placer. En esos, él estaba en la cama envuelto en sabanas.

Pero los últimos dibujos dañaban el corazón del rubio, tanto al mirarlos como cuando los dibujo. Eran imágenes de un Tony, triste, traicionado y herido. ¿Cómo pudo poner lágrimas en esos ojos de Bambi? De veras se merecía ser capturado y torturado por Hydra, o peor, volverse parte de ellos y destruir al mundo, por qué carajo, ya había destruido su mundo y lo que más amaba. Su Tony.

La búsqueda era más difícil de lo imaginado. Nadie quería darle nada. Y estaba ya a punto de perder toda esperanza, cuando recibió un mensaje a su celular de un número desconocido. El mensaje decía:

"Este es el número de Anthony Stark, llámale y arrástrate en el fango de ser necesario para que te perdone y hazlo feliz. Si vuelves a hacerlo llorar, te juro que pasaras una eternidad entre las garras de un augurio de muerte. En un agujero más oscuro que tu trasero"

No tenía idea de quien envió el texto, acaso Visión, Rhodes, Banner, Fury, Peper, ¿Quién?

Le parecía rara esa manera de amenazar, pero no importaba. Eso indicaba que ese alguien se preocupaba por su castaño y él estaba agradecido porque al fin tenía una pista de su amado omega y la confirmación de que estaba vivo.

Lo primero que intento, fue averiguar sobre el número telefónico, ¿a qué compañía pertenecía? Si había una dirección registrada, pero no encontró nada. Entonces tembloroso y mirando uno de los dibujos de Tony, se atrevió a marcar el número y espero, espero, espero...

Pensando que ya no le responderían, estaba por colgar cuando escucho la voz que añoraba oír desde hace meses.

—Alo ¿quién es Bruce, Rodhy, Jarvision o el mocoso?

Su Tony, sonaba Jovial y casi entretenido. Y esa voz le trajo toda clase de emociones, amor, deseo, tristeza, alegría, esperanza, alivio.

Su Tony vivía, su Tony estaba bien. Suspiro aliviado y su corazón pareció cantar en ese momento.

—Bueno, ¿que no vas a decir nada? Sólo te quedaras respirando como Darth Vader. ¿Eres Fenrir cierto? Sigues metido en el papel.

¿Quién carajos era Fenrir? Pensó Steve, con una punzada de celos.

—Tony, soy yo Steve...

Finalmente dijo, luego sólo hubo silencio del otro lado de la línea.

Por su parte el omega se sintió paralizado al oír esa voz, sus ojos se llenaron de lágrimas que limpio furioso con el dorso de la mano, respiro un par de veces como Loki, le enseño.

"Inhala amor, Exhala temor"

—Hola capitán Rogers. No tengo ningún asunto a tratar con usted, así que no me vuelva a llamar.

—Por favor, Tony, amor por favor...

—Amor...

Tony rio con sarcasmo.

—Capipaleta, tengo una canción para ti. "Si me vuelves a llamar, yo te vuelvo a colgar, ya me cansé de escuchar, oh escusas y más mentiras. No me vuelvas a llamar. No te voy a perdonar otra oportunidad, no te la doy. No vales la pena. Vergüenza debes tener, si me quieres convencer que me eres fiel y eres sincero."

Una vez terminada la estrofa, Tony colgó el teléfono y se dejó caer en el sofá y lloro.

Tesla y Nobel, fueron con él castaño al verlo decaído. Ambos brincaron a su regazo. Tesla se quedó sobre sus piernas y Nobel, escalo a su hombro y comenzó a emitir vibraciones mientras ronroneaba en su oído con un relajante prrr.

Tony acaricio a ambos agradeciendo su consuelo. No paso mucho antes de que Loki, apareciera.

— ¿Estas bien? —Pregunto preocupado al ver su triste semblante.

—Steve llamo. Alguien me traiciono y le dio mi número. Todos me traicionan.

—No sé quién fue, pero no creo que quisiera traicionarte, quizá ese alguien pensó que lo necesitabas y en parte así es.

—Puedo sobrevivir sin él.

Dijo testarudo el castaño. Loki, le sonrió y se sentó a su lado. Le tomo una mano entre las suyas y Tony, se volvió a mirarlo entonces el hechicero comento.

—Sobrevivir sí, pero no estoy seguro de vivir. Tu amigo está por llegar, me voy pues no quiero asustarlo, tú le debes una actualización. Sobre tu recién descubierta familia. Nos vemos pronto niño, cuando regrese, podrás conocer a tu tío Jormund.

— ¿Qué hay de la tía Hella?

Loki, negó con la cabeza tristemente.

—Más adelante quizá, con todo lo poderosa que es, tiene sus limitaciones. Ella no puede salir de Helheim, ni recuperar su antiguo cuerpo, espero algún día lo logre. Daría todo mi poder por eso. Pero bueno, ella te enviará sus saludos y protección por medio de un emisario, que será tu guardián hasta el nacimiento de tus hijos. Entonces cada uno de ellos, tendrá su propio guardia ya lo veras.

El oliverde se desapareció y a los pocos minutos el quinjet aterrizo. Bruce corrió a su amigo nada más le vio. Le abrazo con afecto sin presionar su vientre.

—Mírate nada más, estas muy redondo.

—Oh cállate, ya luego recupero la línea.

—Seguro que sí.

Tony guio a su amigo dentro de la cabaña.

—Es acogedora. ¿Estas planeando agrandarla?

Pregunto al ver unos planos sobre la mesa.

—Sí, necesitaré espacio extra para los niños y para sus abuelos.

— ¿Niños?

—Sí, tendré gemelos.

Bruce miro hacia su vientre con atención. En efecto era bastante grande para el poco tiempo que llevaba preñado.

—Dijiste que no te habías echo una ecografía.

—No me la he hecho, pero el abuelo dijo, así que...

— ¿Abuelos?

Bruce miro a Tony, con preocupación pues bien sabía que tanto sus padres como los de Steve, estaban muertos.

—No me mires así amigo, aún no he perdido la chaveta, es una larga historia de enredos familiares y nos remitiremos a la escena más famosa de Star Wars pasando por frozen y un poco de Game of Trones, porque mía es la canción de hielo y fuego.

Bruce lo miro con pesar, como médico sabía muy bien que la locura era una de las consecuencias de la ruptura de un enlace para un omega. Muerte, locura y vacío. No había de otra. Por el momento, sólo le seguiría el juego a su pobre amigo.

—Muy bien príncipe prometido, cuéntame todo mientras bebemos algo helado en el jardín.

Tony asintió y fue por una jarra de té con hielos y pastelillos de limón con nuez. Si era raro, pero estaba embarazado y los antojos raros, eran normales en ese caso. Entonces Bruce noto al fin a los pequeños animales acostados en el sofá que le miraban fijamente, decidiendo si era o no de fiar.

—Vaya tienes mascotas.

—Bueno sí, ya sabes el hombre no es una isla, estaba sólo, pero ya tengo un viernes y no me apetecía crear un lunes. Ellos han ayudado. Los quiero, ellos me quieren y son leales. En fin, deja que te cuente todo comienza con una extraña visita.

Bruce, casi no podía creerse la historia y probablemente no lo hubiese hecho si en ese momento no se hubieran aparecido cuatro hombres en la puerta: El hechicero, un par de gemelos y otro que literalmente ardía en fuego. De inmediato sintiendo la amenaza, Hulk tomo el control.

—Hey, tranquilo, ellos son familia.

Dijo Tony, sonriente y corrió hacía ellos. Se paró frente a uno de los gemelos y le saludo.

—Hola, bueno supongo que tú eres el tío Jor, ah ¿y él es...?

El hombre le miro con curiosidad observándole.

—Sí, eso creo, ¿Eres Tony? Es solo que te vez mayor que Fenrir y...

— ¡Oye! Me estás diciendo Viejo. —Se quejó el castaño.

—No, no, lo siento yo...

—Jormungandr, no lo molestes. —Dijo Fenrir, acercándose a su hijo y abrazándolo. —Él es mi bebé y punto.

—Vale, tu hijo es mi hijo, hermano. Mil perdones, si te ofendí pequeño Tony.

Tony rodo los ojos y se soltó del abrazo.

—No soy pequeño, y sí me ofendiste el ego un poco, pero te perdono y yo no tengo la culpa de no haber bebido de la fuente de la eterna juventud, como ustedes.

Loki, rio y le recordó.

—Cuando tus poderes se liberen, tu envejecimiento se detendrá y aunque sí envejecerás eventualmente, pasarían decenas de años antes de eso. El caso de los gemelos, es especial por que estuvieron detenidos por mucho. Congelados en la infancia, hasta que Hella, se sacrificó para salvarles y creara el helheim.

Tony entendía que todo eso era muy triste para su familia y se sentía agradecido de tenerlos, de saber que no estaba solo y que era parte de unos poderosos guerreros que habían sobrevivido ante mucho sufrimiento que, como él, eran de hierro.

Bruce había vuelto a la normalidad al notar que no había peligro y estaba hablando con el otro hombre, cuyas llamas se habían extinguido y de quien Tony se había olvidado de momento.

— ¿Oh si y tú eras?

—Mis saludos, Lady Hella, me envía a cuidaros, soy Garm, mejor conocido como The Helhount, a tus órdenes Anthony Stark.