XVIII. Emocionales
Homare realmente creyó que estos chicos podrían trabajar en equipo, pero mirando a la pequeña mierda furiosa que se acercaba con ojos girando constantemente, supo que sus creencias estaban equivocadas y que estos chicos tal vez no podrían pasar la prueba, por lo que sería parcialmente su culpa que Blair hubiera sido degradada a Genin y tuviera que esperar un año más para recuperar su rango.
Entonces, aprendió que un Uchiha enojado es una mierda terrible porque en más de una ocasión, Blair lo atacó con la intención de matar y tuvo que ponerse serio a luchar con esa mocosa que era más ira que persona, con el claro odio brillando en sus ojos carmesíes que se encargaban de analizar, deducir, copiar y contrarrestar los jutsus que planeaba hacer en cuestión de segundos.
Jutsus de nivel C e incluso nivel A fueron disparados fácilmente por la niña iracunda mientras prácticamente reconfiguraba el entorno del lugar con esos inofensivos papelitos que se volverían una amenaza tangente en el momento en que el chakra corriera por ellos y revelara la tinta que produciría un ataque a gran escala que, combinado con las propias estrategias de la Uchiha, Homare tuvo que huir en más de una ocasión a penas ileso.
Cuando el tiempo de acabó, Homare estuvo a punto de ser atravesado por un jutsu de Blair si no fuese porque ella, al sonar la campana, paró en seco, reteniendo incluso el impulso de su feroz ataque y luego se sentó en el suelo, molesta.
—Oye, no soy experto en Uchihas, pero, ¿Qué mierda fue eso de ahora, Uchiha Blair? —preguntó molesto el hombre.
—Te ataque con todas mis fuerzas, como dijiste —respondió indiferente.
—¡Sabes que no me refiero a eso, Blair! ¡¿Qué mierda fue todo eso de ahora, eh?! —gritó enojado el hombre mirando a la niña la cual lo miraba indiferente.
—¿A qué te refieres? Sé más específico —su cara seguía en blanco, logrando molestar aún más al castaño.
—¡¿Qué mierda fueron esos ataques, jutsus y combinaciones?! ¡Nunca actuarías así antes! ¡¿Por qué ahora?! —gruño molesto Homare.
—Di todo, estaba enojada —Blair cerró sus ojos moviendo la cabeza de un lado a otro.
—¿Por qué estabas enojada? —preguntó calmándose un poco más casi un poco desconcertado, debido a que era extremadamente difícil hacer enojar a Blair.
Más aún sacar una reacción tan agresiva.
—Porque le faltaron el respeto a Obito —respondió la niña sin inmutarse en lo absoluto y mirando a su sensei.
—... —Homare se tomó su dulce tiempo para procesar lo que estaba escuchando.
Porque insultaron a alguien... porque insultaron a su... ¿niño que le gustaba? ¿Niño al que acosaba? ¿Enamorado?
—Atacaste... explotaste de esa forma... ¿Por qué insultaron al chico que te gusta? —preguntó lentamente el hombre intentando procesar las palabras.
—Sí —confirmó sin pestañar.
—¡No puedes simplemente atacar a todo el mundo porque te molestó que dijeran algo malo sobre el chico que te gusta, Blair! ¡No puedes simplemente atacar a diestras y siniestras descargándote así con los demás! ¡No, en primer lugar! ¡Ni siquiera deberías estar molestándote de esa manera solo porque hablaron mal del chico que te gusta! —explotó el hombre mayor— ¡Un tonto enamoramiento no puede sacar lo peor de ti contra tus aliados, Uchiha!
—No es un tonto enamoramiento —habló Blair mientras que, debajo de la tela de su cuello alto, su boca hacía una mueca.
—¡Lo es! ¡Por el amor de dios! ¡Hay muchos chicos en el mundo! ¡No puedes solo centrarte en uno y luego querer defenderlo de todo! —regañó el hombre y Blair nuevamente hizo una mueca en su rostro, pero como tenía la mitad de su rostro cubierto, no se notaba aparte de su ceño fruncido y sus ojos disgustado.
—No reaccionaría así por un chico cualquiera. Él no es un chico cualquiera, es Obito —Blair se cruzó de brazos apoyándose contra el árbol de una manera enfurullada, casi ofendida que su mentor y, casi amigo con una gran diferencia de edad, pensara así de ella.
Ella no era una tonta por los chicos, es solo que era de su alma gemela de la que estaban hablando.
Joder, incluso si insultaran a Shisui, lo más probable es que ella planearía una lenta y tortuosa venganza para destrozarles la vida completamente en vez de reaccionar como un gato enojado intentando proteger su territorio.
Hum, solo Obito tenía ese poder de sacarla tan mal de sus casillas.
—¡¿Y qué?! ¡¿Acaso si el enemigo insultara a ese chico, saltarías descuidadamente sobre ellos?! ¡No puedes ser tan impulsivo, chico! —incluso si no sabía cómo llamarla exactamente, él respetaría que hasta ahora se ha hecho pasar por un chico.
Incluso si eso se viera dificultado en el futuro si es que le crecían sus dotes femeninos, pero eso no era cosa de él, de ello se encargaría su hermana o la próxima pareja que tuviera.
—Hum, como Shinobi, solo estaría cumpliendo con mi deber al asesinarlos. No sería impulsividad, sería una muerte calculada y beneficiosa para la aldea —razonó Blair despiadadamente.
—¡Nogh! ¡¡Tú!! —el hombre se despeinó el cabello con frustración— ¡No hay nada de especial en ese chico, Blair! ¡Ni siquiera te voltea a ver y sus ojos están centrados en su compañera de equipo! —gruñó con fastidio el hombre mientras se dejaba caer al lado de la Uchiha— ¿Por qué te aferras tanto a él, eh?
—... —Blair dudó un segundo y su mirada vaciló ligeramente, entonces, descruzó sus brazos y los volvió a cruzar de manera diferente mientras hundía más de la mitad de su rostro en su cuello alto.
—¿Si quiera sabes porque es tan importante para ti? ¿No? Entonces déjalo ir, esa obsesión tuya no de traerá nada bueno —habló amargamente el hombre cruzándose de brazos y Blair cerró los ojos ligeramente.
—El clan Uchiha ama más intensamente que nadie —empezó Blair, sus ojos cerrados, sintiendo el chakra de sus compañeros de equipo a la lejanía. Por sus repentinos picos de chakra, sabía que muy probablemente estaban discutiendo.
—... —el hombre tenía ganas de decir algo, pero conociendo ya a esta problemática niña, sabía que ella continuaría sola e, indudablemente, ignoraría sus palabras olímpicamente hasta que terminara de contar su relato.
—En palabras citadas del Segundo Hokage, escritas en el diario de mi abuelo, Uchiha Kagami: "No hay clan que sienta un mayor amor que los Uchiha. Tanto, que se vieron obligados a sellarlos" —Blair se tomó su tiempo meditando las palabras a continuación, queriendo guardarse el hecho de lo que Tobirama, en sus palabras, llama una maldición de amor, mientras que, para el mundo, es una maldición de odio—. "Cuando un Uchiha siente amor, es como si sus sentimientos contenidos se desbordaran y despertasen algo más intenso que el amor de los Senju... pero ahí está el problema, su amor es demasiado fuerte y se terminan desbordando..."
Blair cerró su boca y luego miró al que sería su sensei ladeando ligeramente la cabeza, sintiendo como el chakra de sus compañeros intentaba esconderse de ellos mientras escuchaban a escondidas su conversación.
No eran muy sutiles al respecto... o tal vez su detección de chakra estaba demasiado rota, no lo sabía con certeza.
—¿Qué quiere decir el Nidaime-sama con eso? —preguntó el hombre mirándola dubitativamente.
—Continuaré la conversación más tarde —respondió Blair—. Pero que sepas, que, en pocas palabras, el amor Uchiha es como una fogata —Blair pensó detenidamente en sus palabras—. Mmm... es como la madera y el fuego. Una vez que la madera se acaba, el fuego se extingue. Nunca nada más vuelve a ser lo mismo... te pierdes a ti mismo y te hundes en la desesperación.
Los ojos de Blair se perdieron en la lejanía más allá del campo de entrenamiento, en recuerdos oscuros de su padre, los gritos de desesperación y ruegos a su madre para que no se fuera, para que no los abandonara de esta forma, como él sostenía el cuerpo de su esposa con agonía llorando lágrimas de sangre, como las semanas posteriores las botellas de alcohol llenarían el suelo intentando ahogar sus penurias en veneno para su cuerpo y cerebro...
—Te ahogas en tu propia miseria y ya no existen la esperanza en este cruel mundo —los ojos de Blair están borrosos, pero de un gris claro que daba la ilusión de que casi hubiera perdido su vista—. Padre vio como madre moría después de dar a luz a Shisui... padre se perdió a sí mismo por perder a su alma gemela, madre dejó ir padre para que mi hermanito pudiera vivir—Blair podía oler la sangre y antiséptico del hospital, podía escuchar los llantos de su hermanito recién nacido—. No seré como ella, no dejaré ir a mi llama —los ojos de Blair se endurecieron y se apretaron en puños—. Y si la perdiera, no me aferraré a ella al punto de perder mi vida mientras arruino la vida de mis hijos —los dientes de Blair rechinaron.
No odiaba a su madre.
No odiaba a su padre.
En todo caso, los amaba.
Amaba tanto que dolía.
Dolía tanto que se destrozaba.
Pero las tiritas de pegatinas y pegamento a penas la mantenían unida.
Shisui y Obito eran sus tiritas y su pegamento.
—Cuidaré de quienes me importan incluso si me rompo en el proceso. Después de todo, no me importa mi vida —un jadeo se escuchó desde la distancia.
—... No es saludable, no deberías descartar tu vida así de fácil —hombre frunció el ceño molesto y con una mirada complicada en su rostro—. Tú...
—Eso no significa que me iré suicidando por allí o buscando activamente la muerte —descartó airadamente Blair—. Como en la misión en la que nos conocimos años atrás, en donde habríamos muerto sin dudar, lo único que me mantenía con vida era que alguien debía de alimentar, cuidar, jugar y cambiarle los pañales a Shisui, saber que mi alma gemela aun no sabía que yo era la suya.
—... —Homare la miró con una expresión difícil en su rostro y luego cerró sus ojos y decidió concentrarse en otra cosa aparte de la aparente carencia de voluntad de vivir de Blair—. Conoces a tu alma gemela —más que una pregunta, era una afirmación.
—Si —confirmó Blair sin dudar.
—¿Por qué no lo has reportado al Hokage y archivado?
—Konoha no es tan brillante como parece —Blair movió su cabeza de un lado a otro cerrando sus ojos—. Estamos en tiempos de guerra, mis ojos son preciosos porque los desperté a una edad temprana, mi habilidad me convierte en un arma valiosa. Mi carente emocionalidad es bastante útil para los altos mandos —el dedo índice de Blair golpeó ligeramente su brazo—. Mi tasa de misiones completadas sin muchas muertes en mi equipo me hace un activo valioso.
—¿Qué tiene que ver eso?
—Los Uchihas son emocionales —presionó nuevamente Blair—. Un Uchiha no dudaría en tirar su vida y la de los demás por aquellos a los que aman. Si no tienes alguien a quién amar, te aferrarás a quién te trate mejor —Blair abrió sus ojos lentamente, alzando ligeramente su cabeza, sus ojos entrecerrados mirando algo más allá de ellos—. Si un arma tiene sentimientos, es un estorbo. Si ama tan intensamente como los Uchiha, ¿puede seguir siendo leal a la aldea si su Soulmate le pide que la traicione? Entonces su mejor arma volvería el filo que apuntaría a sus gargantas, no es conveniente, practico.
—...
—Veo dos posibles opciones en mi caso —Blair cerró sus ojos nuevamente frunciendo el ceño—. Mi alma gemela es un shinobi y, seguramente para ellos, no soy más que un perro sin su correa —meditando ligeramente entre algunos encontronazos entre el clan Uchiha y algunos miembros del consejo—. Como es un shinobi, pueden actuar de dos maneras... no, tres —pensativamente Blair frunció aún más el ceño y sus manos apretaron aún más sus brazos cruzados—. Uno, utiliza al de menor habilidad como moneda de cambio, lealtad por seguridad. Táctica simple, pero extremadamente útil contra un Uchiha. Dos, manda al débil al frente del campo para que muera, glorifica su muerte como un héroe que daría su vida por su pueblo y mira como el fuerte desarrolla un odio abrumador hacia la aldea que causó la muerte de su ser amado.
—¿La aldea? ¿No los ninjas involucrados? —Homare frunció el ceño.
—Una persona normal odiaría a las personas involucradas, así es —asintió Blair de acuerdo y miró fijamente los ojos del hombre, sin apartar la mirada, continuó—. Los Uchiha no, como el amor de los Uchiha es tan intenso, su odio es irracional. Cala y consume el alma del portador hasta el punto en que ya no se reconoce a sí mismo y solo vive por venganza, por algo es que la guerra en la edad combatiente duró casi dos siglos.
No era necesario agregar el dato innecesario de la época de los reinos combatientes, pero es para dar una idea general de la intensidad del odio que generaría perder a su alma gemela o alguien a quien amas.
El odio no solo consumiría a su portador, sino también a las generaciones venideras.
Bastante aterrador, si le permites opinar.
—Mientras más ama el Uchiha, más odia a quien le arrebate su amor, es un ciclo sin fin —Blair pensó en la rabia ciega que su padre digirió al campo de batalla, desahogándose con sus enemigos—. Si no encuentra algo que odiar, se suicida, así de fácil.
Ellos no le arrebataron a su esposa, pero si ellos no siguieran atacando a su pueblo, él podría estar en casa, en paz, cuidando de su esposa embarazada y el parto no se habría complicado tanto.
Así que, en su lógica irracional, culpó al resto de las naciones.
—... —Homare sintió que las palabras de Blair eran difíciles de tragar, pero intentó hacerlo recordando cada ojo amoroso de una pareja Uchiha.
Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo.
—¿Y la tercera?
—Si mi alma gemela me dijera que ladre y actúe como un perro, con gusto le traeré la pelota, el palo y la correa —habló indiferentemente Blair— ¿Debería utilizar un jutsu de transformación? ¿Qué marca prefieres? ¿Qué tipo de perro quieres? ¿Debería de comprar orejas y cola de perro?
—...
—Claro, sería casi imposible que un orgulloso Uchiha hiciera esto en público, ¿Pero por su pareja a puertas cerradas? Dile un halago, se derretirán como masilla y te obedecerán incondicionalmente —Blair resistió la tentación de sonreír tontamente.
Si Obito le dijera cualquier halago, Blair estaría a sus pies inmediatamente.
—... ¿Realmente irían tan lejos? —preguntó lentamente.
—¿Guaf? —bromeó Blair y el hombre gimió con exasperación mientras se llevaba las manos a la cara, se escucharon risitas desde las copas de los árboles— Hombre, sé que es difícil de asimilar que quienes tengan un palo tan metido en el culo sean así, pero si no lo tienen, se desasen —Blair le palmeó la espalda al hombre.
—¡Mmm! —el hombre gimió lastimosamente— ¡Por favor, borra lo que acabas de decir de mi mente!
—Si eso es lo que quieres... —tarareó Blair activando su Sharingan.
—¡Era una broma, pequeño pedazo de mierda! —gritó enojado el hombre evitando sus ojos y, en vez de estar revolcándose en su miseria y autocompasión estaba haciéndole una llave a la cabeza de su Uchiha despreciable.
—¡Aggghh! ¡Suéltame! ¡¿Qué hice mal ahora!? —gimió Blair intentando soltarse del agarre del Jounin.
—¡Y aun no lo reconoces! —gruñó el hombre apretando su llave.
—¡Solo estaba haciendo lo que me dijiste, bastardo! —Blair empezó a golpear el brazo del hombre.
—¡¿Estás planeando hacerme enojar?! ¡Porque lo estás logrando muy bien! —gruño enojado el hombre mientras derribaba a Blair contra el suelo, sentándose en su espalda y tirando sus piernas hacia sus hombros.
—¡Me vas a partir, bastardo! —gritó Blair desde el suelo— ¡Mi columna se partirá en dos, imbécil...!
Nobu y Osuke miraron con una gota de sudor como el Uchiha inexpresivo y su sensei empezaban a pelearse entre insultos, entonces, se miraron entre sí y soltaron pequeñas risitas.
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Blair y Homare son como:
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