XIII. Parque
Blair miró tontamente a su hermanito menor hacer un desastre en la mesa, era su primer día libre en meses y por fin podía ver a Shisui sin ser un clon de sombras, por lo que ver a Shisui preparándose su cereal con leche era muy bonito (y desastroso a la vez).
-¿Qué pasó, Shishi? ¿Se te derramó un poco de leche en la mesa? -preguntó suavemente Blair señalando el pequeño error de su hermanito y Shisui frunció el ceño ligeramente desconcertado- ¿Por qué no limpiamos la leche derramada?
-Hum...
-¿Y con qué se limpian la leche derramada?
-Mmm... con trapo -respondió Shisui.
-¡Excelente! ¿Vamos a buscar un trapo para limpiar la leche derramada? -cálidamente, Blair miró a su hermano sonreír y asintió tomando su mano mientras la guiaba hacia donde estaba el trapo de cocina, haciendo señas para que ella lo cargara y tomarlo él mismo.
Al ver a su lindo Shisui limpiar el desastre que hizo, Blair sintió un hormigueo en su pecho mientras una sonrisa boba amenazaba con escaparse de sus labios, ¿Por qué su hermano menor era tan adorable? Si seguía así, podría comérselo a besos.
-¡Nee-chan! ¡Vamos al arque! -exclamó Shisui una vez que terminó de comer su desayuno.
-¿Quieres ir al parque? -preguntó con una sonrisa suave.
-¡Hum! -respondió el pequeño Shishi asintiendo.
-Entonces iremos al parque, pero ¿Qué debemos hacer primero? -preguntó Blair mirando con ternura a su hermanito.
-¿Limpiar casa? -preguntó frunciendo ligeramente el ceño ligeramente molesto y con un pequeño puchero.
Blair parpadeó sorprendida, eh... se refería a ponerse bloqueador solar y ponerse ropa para salir, no exactamente eso.
-¿Eh? ¿Por qué limpiar la casa primero? -preguntó con curiosidad Blair.
-No sé -Shisui hizo un puchero y se frustró ligeramente, no sabía porque su nee-chan siempre lo hacía, pero siempre limpiaba la casa todos los días y ordenaba diligentemente, luego preparaba el almuerzo y entre el almuerzo y la cena, iban al parque.
-La limpieza de la casa se puede empezar a hacer en la mañana o en la tarde -explicó suavemente Blair mirando a su hermanito menor con ternura-. En lo personal, prefiero hacerla en la mañana para tener todo el resto de día para ti y lo que quieras hacer -continuó Blair-. La limpieza es importante para tener un espacio ordenado en el cual puedas moverte con facilidad sin la preocupación de tropezarte con algo que no viste o no sabías que estaba ahí, también es importante para no tener mucho polvo acumulado en las superficies, así no te molestará el polvo y estornudarás por molestias en tu naricita -Blair tocó juguetonamente la nariz de Shisui y el miró su nariz graciosamente-. La higiene y el cuidado de nuestros entornos es importante para no enfermar ni estar incomodos con un lugar feo, nadie quiere vivir en una casa que huele mal, ¿Verdad?
-¡No! -Shisui hizo una cara de asco al pensar en el mal olor.
-Ni una casa en donde te caes constantemente o está toda sucia.
-EEwww.
-Asqueroso, ¿Verdad? Como no queremos vivir en una casa asquerosa, desordenada y con mal olor, me encargo todos los días de limpiar toda la casa y ordenarla para que podamos vivir más cómodamente -explicó Blair y Shisui asintió.
-¡Hum! -asintió Shisui.
Blair revisó cuidadosamente el bolso que llevaba para ir al parque y asintió de acuerdo consigo misma, tenía todo lo que se pudiera necesitar para salir al parque y asegurarse que Shishi estuviera sano y salvo. Tenía desde bloqueador solar, hasta una segunda muda de ropa, junto con algunos bocadillos y cosas para lavarse las manos y que no comiera con las manos sucias.
El contenido de su bolso consistía en bloqueador solar, repelente de insectos para que no tuviera alguna picadura desagradable, algunos de sus juguetes, una pelota, una cuerda para saltar, una manta por si quería dormir, una toalla de manos, un pequeño bol que se llenaría con un jutsu simple de agua, una botella de agua fría, algunos refrigerios para que tanto ella como Shishi puedan comer, dinero por si se querían dar algún pequeño lujo, una libreta para ella y otra para Shisui, un set de crayones de colores, un bolígrafo para que ella anotara algunas ideas o simplemente dibujara algo, una muda de ropa extra, un pequeño set de primeros auxilios básicos, una chaqueta por si le da frio a su pequeño Shishi y las llaves de su hogar.
Siendo arrastrada por un emocionado niño, Blair caminó medio agachada siendo guiada por su hermanito menor hasta el parque cercano en donde él se emocionó y la dejó abandonada para ir a hacer algunos amigos.
Con una sonrisa suave, Blair se sentó en una banca cercana para mirar a su lindo hermanito menor conviviendo con otros niños pequeños como él, algunas madres incluso estaban chismorreando entre ellas mientras sostenían a sus bebés con sonrisas en sus rostros.
-¡Nee-chan ¡Nee-chan! -exclamó Shisui y rápidamente Blair descartó el mundo a su alrededor y se centró en el pequeño infante en la caja de arena.
Sacando una pequeña pala y un cubo, Blair se sentó al lado de Shisui, dejando su bolso fuera de la caja de arena y miró como su hermanito la incitaba a jugar con él. Sin corazón para negarse, Blair jugó con su hermanito incluso si detestaba la arena que se metía por sus sandalias ninja y le incomodaba como la arena se le metía debajo de la ropa.
Un gemido lastimoso escapó de la garganta de Blair cuando el pequeño Shisui pensó que era una buena idea lanzarle arena y cubrirla con esta... ahora, estaba derribada en el suelo arenoso mientras miraba el cielo con una expresión de derrota fatalista mientras Shisui enterraba sus piernas en la arena y empezaba a hacer una forma de pez.
Los adultos aullaron ante la tierna escena, era obvio que Blair era bastante grande y aun así jugaba con su hermanito menor para hacerlo feliz, llegando tan lejos como para soportar ser enterrada viva mientras su rostro es claramente uno que grita que, si se libera, se suicidaría de inmediato.
Mientras su hermano encontraba divertido enterrarla en la arena y sus nuevos amigos se le unían para crear un poso donde meterla y que solo su cabeza quede libre, Blair empezó a pensar en qué le podría regalar hoy a Obito.
Sinceramente, no tenía idea de qué regalarle, pero de alguna manera, siempre se las arreglaba para encontrar algo que pudiera ayudar al chico de una manera u otra, por lo que empezó a buscar algo funcional que podría regalarle y que lo ayudase a no quedar como el último muerto... e incluso si terminaba como el último muerto, al menos tendría formas de sobrevivir.
Entrecerrando sus ojos, mientras era desenterrada por un grupo de niños y era cargada con esfuerzo por sus diminutos cuerpos con un interesante trabajo en equipo, Blair se decidió que le entregaría un libro sobre plantas salvajes de la nación del fuego que podrían servirle para comer si en algún momento se quedaba sin sus raciones.
Asintiendo para si misma mientras era depositada sin darse cuenta en un foso mientras pequeños demonios enterraban sus pies y las madres la miraban en una expresión mixta de preocupación y diversión, Blair pensó que esta semana le regalaría a Obito distintos libros para la supervivencia básica a los alrededores y fuera de Konoha.
Tal vez, incluso podría leer los libros para si misma antes de entregárselos a Obito, siente que sería bastante provechoso leer mapas con la topografía del lugar y sus distintas propiedades, después de todo, si en algún momento se separaba de su grupo y tenía que sobrevivir sola, tendría que encontrar lugares únicos para ocultarse de los enemigos sin ser percibida.
Había muchos lugares interesantes en la nación del fuego.
Parpadeando, Blair se concentró en su entorno cuando sintió como arena se deslizaba por su cabeza y tenía una pequeña pirámide de arena sobre su cabello.
Mirando interrogante a su hermano, Shisui asintió con aprobación hacia los demás niños, los cuales celebraban su nuevo éxito de enterrarla viva sin oposición.
-Oh... no puedo moverme -murmuró Blair mientras intentaba mover sus extremidades infructuosamente.
Si quería salir de allí, tendría que controlar su chakra para aumentar su fuerza sin destruir el lugar con algún jutsu estúpido, por lo que tendría que ser cuidadosa.
Mirando estoicamente a su hermano menor, Blair vigiló a Shisui para que no se hiciera daño mientras una mujer que parecía embarazada se le acercaba lentamente. La mujer era claramente del clan Uchiha, era simplemente hermosa y sospechaba que podría ser una de las mujeres más hermosas del clan, si no fuera porque en su corazón y ojos, su madre era la más bella de todo el planta y universo.
La mujer sonrió suavemente con impotencia y diversión mientras se arrodillaba sobre la arena, quitando suavemente la pirámide sobre su cabeza.
-Deberías haberte negado a dejar que te enterraran -habló con diversión la mujer y Blair la miró analíticamente, parecía que su embarazo recién estaba comenzando, lo podía sentir ligeramente en el enroscamiento de chakra a su alrededor, como se dispersaba y se alejaba al mismo tiempo.
El niño era cálido, la mujer era cálida, pero tenía cierto toque eléctrico en ella, por lo que sospechaba que tal vez la mujer tenga naturaleza mixta de fuego y rayo mientras que el niño que lleva solo tenga naturaleza de fuego o tal vez aun no desarrolla más naturalezas de chakra o simplemente es su naturaleza predominante al ser un Uchiha.
-No podría negarme a algo que hiciera feliz a Shishi, mi hermano es mi corazón -respondió Blair mirando a la mujer que la miró con una sonrisa divertida e impotencia.
-Aun así, tienes que establecer límites o te seguirán enterrando bajo la arena -comentó divertida y un poco burlona.
-Si eso lo hace feliz, con gusto dejaré que me siga enterrando... -Blair miró fijamente a la señora y sintió una gota de sudor bajar por su rostro antes de desviar la mirada-. Aunque odie la arena.
Si, si antes solo le molestaba la arena, ahora definitivamente la odia.
¡Estaba en todas partes! ¡Blair sentía que la arena estaba en partes de su cuerpo que ella ni siquiera sabía que existían!
La mujer soltó una ligera carcajada mientras empezaba a intentar ayudarla a salir del lio en el que se encontraba metida. Agradecía el gesto de la amable mujer, pero preferiría que no bloqueara su vista a su pequeño Shisui.
-¿Cómo te llamas? ¿Dónde están tus padres? -preguntó la mujer mientras desenterraba con éxito su cuello, lastimosamente, el cuello de su camisa seguía tan lleno de arena como al principio.
-Uchiha Blair, muertos -respondió tranquilamente y entrecerró sus ojos mirando como pequeños piececitos corrían detrás de unos pies que, si bien no eran pequeños, tampoco eran los de un adulto.
-¡Oh, lo siento mucho! -habló afligida la mujer deteniendo sus acciones y moviéndose un poco para alejarse, pero aun con la intención de ayudar.
-Es lo que hace la guerra, la gente muere -habló indiferentemente con una sensación de satisfacción al ver como su Shisui estaba nuevamente a la vista mientras el empezaba a desordenar el bolso en busca de un juguete de dinosaurio.
-Oh... fue insensible preguntar eso de mi parte -habló la mujer sintiéndose culpable.
-No te preocupes, madre murió al dar a luz a Shisui, padre murió porque no pudo superar su muerte -la mente de Blair se mantenía ocupada en otras cosas en vez de lo que decía tan indiferentemente.
No es que no le doliera o que lo haya superado, es solo que no tiene tiempo para llorarles correctamente, había demasiadas cosas que hacer, demasiado de que preocuparse y, a pesar de que hoy día era su día libre, mañana tendría que volver a ir a una misión nuevamente y luego a otra y a otra hasta que termine esta guerra o hasta que ella muera, lo que sucediera primero.
Sabía racionalmente que no era bueno simplemente bloquear sus emociones negativas y cerrarse a ellas o simplemente huir como cobarde de estas, pero sentía que eso era preferible a hundirse en el dolor de estar sola, sin guía, tener que tener tantas presiones entre la vida de ser shinobi y un intento fallido de madre soltera cuando en realidad es solo una niña huérfana con un bebé a cuestas.
Había muchas cosas por las que llorar, muchas cosas por las que enojarse y, sinceramente, Blair sentía que, si no se hundía en la desesperación y tristeza, se elevaría en el odio y amargura que intentaría destruir este jodido mundo, por lo que simplemente intentaba mantenerse en un estado de huida constante para no afrontar sus sentimientos.
Prefería ser autodestructiva que lastimar el mundo en donde Shishi es feliz, gracias.
-¡Shisui! -exclamó Blair y rápidamente canalizó chakra a su cuerpo mientras pequeños rayos la rodeaban y salía disparada de su desagradable entierro para tomar en brazos a Shisui y saltar a la rama de un árbol cercano, evitando exitosamente que ese perro enojado, desnutrido y desesperado mordiera ferozmente a su suave y blando hermanito menor.
Los otros niños no tuvieron tanta suerte, algunos corrían llorando aterrorizados hacia sus padres mientras intentaban huir del perro rabioso que se cernía como una presencia amenazante sobre los niños más desafortunados. Al menos, antes de que ocurriera una desgracia terrible, un par de personas del Clan Inazuka aparecieron y se llevaron al perro mientras que una persona extra se llevaba a los heridos al hospital preocupados por los niños desafortunados.
La mujer que estaba ayudando a Blair se quedó pasmada sintiendo la electricidad rondar el aire ligeramente. Actualmente estaba cubierta de arena por la ligera explosión que provocó Blair en su desesperación por alcanzar a su hermano menor y salvarlo del cruel destino de ser la comida de un perro callejero y maltratado.
Ese niño... no parecía tener más de ocho o nueve años, ¿Cómo tenía ese control tan perfecto del chakra, esa velocidad y ese control elementario tan fino? Que monstruo...
La mujer miró como Blair creaba un clon para que recogiera los juguetes esparcidos de Shisui y cargara con el bolso mientras ella cargaba a Shisui intentando consolarlo de esa experiencia semi traumática.
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