I. Prodigio
ACLARACIONES
Hace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gusto.
Puede que no te guste mi contenido, el principio está más centrado en como Blair, mi patrona, vive su vida y actúa en consecuencia a sus circunstancias, cuidando de Shisui, su hermano menor y viviendo con el peso de saber que su Alma gemela es alguien que claramente está enamorado de otra persona.
Blair es un personaje complejo, incluso diría que es un poco autodestructivo y no sabe como relacionarse con las personas, por lo que no tomará siempre tomará las decisiones correctas. Es humana, una niña emocionalmente atrofiada, con traumas en su mente y fantasmas en su cabeza, definitivamente no es una buena persona, pero intenta serlo con las personas que la rodean.
Obito en su infancia era un mocoso inseguro, orgulloso y engreido, no es fácil para él conectar con personas torpes con 0 interacción social como Blair que son "mejores" que él
Así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto, para mi es un trabajo muy importante porque es uno al cual le estoy poniendo todo mi corazón sangrante y es un proyecto en el cual estoy trabajando luego de un gran bloqueo de autor que me sigue acosando hasta el día de hoy y amenaza con hundir sus feas garras sobre mi nuevamente.
Sin más preámbulos, les dejo la historia.
-----------------------------------------------------------------------------
Prodigio.
Blair no conocía el verdadero valor de esa palabra, el porqué debería sentirse orgullosa de un título que es tan inmisericorde, el porqué había tantas personas que acudían en masa hacia ella buscando favores, buscando aferrarse o simplemente alejarse de ella por envidia. No sería capaz de entender porqué la gente deseaba que la mirara y observara cuando al final del día ponían una línea invisible entre ellos que los separaba del resto del mundo.
No entendía porque una palabra como "prodigio" podría ser un cumplido cuando solo significa grandes cadenas de encarcelamiento, de soledad constante, de exclusión social y una horrible y pesada responsabilidad.
Y si para ser un prodigio tenía que sufrir, ella prefería simplemente entregarle el título a alguien más y huir cobardemente con las personas que amaba.
No era más que una cobarde y para ella eso estaba bien, si ser cobarde significa proteger a quienes ama, con mucho gusto sería la persona más cobarde del mundo.
La primera vez que fue llamada prodigio, aunque fue un susurro que nunca le quisieron dirigir, fue cuando por primera vez sostuvo a su hermanito menor en sus brazos, el día que vio a su padre llorar lágrimas de sangre mientras gritos agonizantes escapaban de su garganta desgarrada que no podía soportar el peso del dolor de perder a su esposa, su otra mitad, la madre de sus hijos, el ser que más amaba y su alma gemela.
Sus ojos ardían mientras lágrimas silenciosas caían de su rostro y su corazón se apretaba dolorosamente, su dulce madre con la que jugaba y no tenía que preocuparse de nada más que preguntar y preguntar, que no tenía que hacer nada más que abrir su pequeña boca para obtener respuestas de preguntas, para saciar su curiosidad infantil, que con solo utilizar su vocecita su madre acudiría a ella buscando heridas o de quien protegerla o solo jugar con ella.
Ella, la luz que iluminaba su hogar había muerto mientras daba a luz a su hermanito menor.
Shisui.
Susurró bajamente, sus ojos cada vez más claros en contraste con el negro abisal que todos los Uchiha de sangre pura compartían, señal de que su vida se iba apagando lenta y constantemente, pero en contraste con su cada vez más fría piel, sus ojos ardían furiosamente con el amor más intenso que jamás haya visto en los ojos de su madre.
Eran cálidos como el sol y abrasadores como el fuego, una determinación de entregar una vida por otra, la resolución de dar su vida a cambio de la de su hijo, ojos que no temían a la muerte y la aceptaban con los brazos abiertos si eso significaba que su bebé viviera.
Y Blair, por primera vez en su vida, comprendió el peso de ser un adulto, comprendió, a su pequeña edad de cinco años lo que significaba amar a alguien incluso más que tu propia vida, aprendió lo que era el amor y sacrificio maternal, aprendió lo que eran capaces las madres por sus hijos, las mujeres por quienes amaban.
Pero también comprendió que los hombres eran frágiles.
Vio a su padre caer en la desesperanza, de primera mano fue el testigo omnisciente que presenció cómo un hombre adulto podría quebrarse y nunca recuperarse. Blair fue testigo de cuanto afectaba a una persona el perder a un alma gemela... y temió.
Temió terminar tan adolorida como su padre que gritaba con ojos blancos llorando lágrimas de sangre, volver a sentir el vacío que experimentó mientras observó como espectador silencioso las cuerdas vocales del hombre desgarrarse ante sus gritos amargos por la desconexión de la mitad de su ser, vio como el fuerte cuerpo de un hombre adulto endurecido por la guerra se derrumbaba como una frágil hoja en otoño bajo el peso de un zapato humano que presionaba su débil existencia hasta pulverizarla.
Sosteniendo a Shisui en sus brazos e intentando calmar al bebé que lloraba, volvió a dirigir sus ojos adoloridos a su madre la cual la miraba con una infinitamente amorosa y pidiéndole algo silenciosamente.
Protege a Shisui.
No hacía falta siquiera que lo pidiera, incluso sin que ella le hubiera dado esa mirada, Blair lo habría cuidado y no solo por el hecho de que compartían misma sangre, sino por el simple hecho que cuando sus regordetas manos tocaron sus mejillas la cautivaron a un grado que ni siquiera creía que era posible.
Sin saberlo, a los cinco años había despertado el Sharingan y precisamente por eso, la muerte de su madre estaba tan profundamente grabada en su cabeza y los gritos atronadores de su padre estaban profundamente arraigados en su alma.
El funeral fue tan silencioso como podría, ella no encontraba lágrimas en sus ojos y el vacío en su corazón la insensibiliza, sentía como si sus emociones hubieran sido drenadas de su cuerpo, que ya no existía más calor en este mundo y mucho menos color, pero apenas sostenía a su hermanito, parecía que podría recuperar todo lo que había perdido ese día.
El Hokage fue flexible, se suponía que entraría a la academia ese mismo día, pero al ver como su padre no sería capaz de cuidar ni siquiera de sí mismo, le permitió llegar tarde hasta casi un dos meses desde que comenzó la academia (Casi tres si los redondeáramos).
Y ella aprendió tantas cosas en una semana.
Era un prodigio...
¿O solo un niño que se vio obligado a crecer demasiado rápido?
Aprendió cómo cocinar correctamente, incluso si es algo sencillo e insípido, aprendió el dolor de ser cortada por una hoja afilada o como curar las dolorosas ampollas por culpa del fuego o el aceite, aprendió que si juntabas algunos productos de limpieza podías quedar inconsciente o ser intoxicado y llevar a una posible muerte, aprendió que hay algunas manchas que son más difíciles de lavar que otras y algunas solo se tienen que abordar de manera diferente.
Esos dos, casi tres, meses aprendió tantas cosas.
Aprendió a cambiar pañales, a pedir ayuda a extraños para alimentar a su hermano, aprendió cómo cuidar de un adulto, como curar una resaca, limpiar vómitos, ordenar la casa, limpiarla y también aprendió como el perder a un alma gemela arruinaba a un Uchiha de una manera mucho más profunda que a cualquier civil o miembro de clan.
Fue difícil, nadie le puede decir que fue fácil.
Tuvo que aprender a tomar decisiones, tuvo que comprender tempranamente que el dinero se tiene que ganar y gastar sabiamente, que hay cosas que son necesarias y otras que no lo son.
Fue difícil y muchas veces se quiso rendir, tan, pero tan mal.
Había veces en donde ni siquiera se quería levantar de la cama, días en los que no podía respirar y temía ir al hospital y que le cobraran tanto que ella no pudiera pagar la tarifa.
Era un mundo completamente diferente y ella solo era una niña, aprendió rápido porque ya no solo era responsable de su propia vida, sino porque también tenía que cuidar de su padre y hermano menor, aprendió que si ella no daba un paso al frente nadie la ayudaría.
Ni siquiera tuvo tiempo para llorar adecuadamente la muerte de su madre o para siquiera descansar entre los llantos de su hermano, los vómitos y descensos de su padre, no tuvo tiempo para jugar ni mucho menos reír cuando tenía que esconder las armas de su padre, cuando tenía que ir al mercado a comprar utensilios de madera o plástico para evitar tragedias.
Y cuando llegó el día de entrar a la academia estaba aterrorizada, no temía no conocer a nadie, temía el hecho de si su padre y hermano estarían bien sin ella. Temía que si no escuchaba los dolores de su padre atentamente él no soportaría vivir con los monstruos que rondan en su cabeza, que, si no estaba ella presente, nadie sería capaz de darle de comer a su hermano o siquiera cambiarle los pañales.
Estaba tan aterrorizada que temblaba por todas partes, pero ni siquiera lo mostraba exteriormente porque sabía que si se derrumbaba, nadie podría cargar con su familia
Solo tenía cinco años y era tan grande.
En una semana de clases aprendió todo lo que se perdió, se puso al día en los recesos, derrotó a quien se enfrentó en su combate de entrenamiento porque un niño con apenas veinte kilos no se comparaba con cargar los sacos de harina mientras se carga a un infante y se cuida de un adulto demasiado destrozado como para siquiera pensar en querer respirar correctamente.
Un niño de su edad era tan liviano y frágil que Blair se preguntaba cómo demonios llegaban a ser adultos, porque su padre era gigante y pesado, pero nunca era lo suficientemente pesado como para que ella no pudiera cargarlo sobre su diminuta espalda y llevarlo hasta su habitación en el segundo piso.
Esa semana, los profesores la llamaron prodigio.
Sus alumnos se preguntaban constantemente quién era más habilidoso, quien era mejor prodigio entre Kakashi y ella.
Pero Kakashi seguía siendo un niño, uno feliz que corría a los brazos de su padre cuando este lo venía a buscar, que sonreía y tenía esa aura burbujeante infantil mientras era cargado en los brazos de su padre que, aunque cansado como el infierno, sonreía suavemente con ojos amorosos y arrugados por el agotamiento ya sea de las tensiones políticas entre países o el hecho de arrastrar las responsabilidades de un adulto funcional.
Incluso si fue agotador y preocupante, Blair pudo sonreír y actuar un poco como una niña cuando un chico de su mismo clan le tendió la mano presentándose orgullosamente y ella, confundida, estiró su mano como lo hacía el niño que estrechó sus manos.
¿Acaso la palabra prodigio venía con el estandarte de tragedia?
Solo unos meses después de que llamaran a Kakashi de esa manera, el niño cambió completamente asolado por la muerte de su padre.
Y ella le tendió la mano, torpe, pero lleno de significado.
"Perdí a mi madre, por eso ingresé tarde".
Explicó vagamente y palmeó tan torpe y confortante como pudo hacerlo una niña con poca interacción social e intentando ser un adulto para cuidar de su propio padre y de su hermano menor.
Pero a diferencia de Kakashi, que no tenía nada ni nadie a qué aferrarse, ella aún podía aferrarse a su hermano menor mientras su padre era arrastrado nuevamente al incierto campo de batalla.
La guerra hace maravillas en las personas rotas.
Su padre recuperó su brillo cuando hablaba de cómo asesinó a sus enemigos, empezó a vivir de nuevo en vez de solo ser, pero a cambio de vivir empezó a odiar y la rumoreada maldición de odio de su clan hizo de las suyas corroyendo sus entrañas tan feamente que su rostro parecía poseído por los mismísimos demonios cuando veía a su propio hijo, cuando veía al pequeño Shisui que era una copia a papel de su madre, solo que en vez de ser mujer como ella, era un hombre.
Blair tenía la sospecha que su padre no habría odiado a Shisui si hubiera nacido como mujer.
Con la guerra (aun no oficialmente proclamada) en marcha, su padre estaba más al frente que en casa, pero las pocas veces que estaba en esta, ella las aprovechaba al máximo buscando nuevas técnicas para garantizar su supervivencia (ya sea cuando sea una kunoichi hecha y derecha o si con sus jutsus podría encontrar algo útil para ayudar en la casa).
De él aprendió el control de chakra, la caminata en árboles, en agua, clones de sombra y agua, aprendió que tiene 3 naturalezas de chakra, que la principal es rayo, la secundaria agua y, como todo buen Uchiha, la tercera es fuego.
También aprendió que incluso si crees odiar a alguien, tal vez en realidad no lo odias y solo te sientes traicionado porque todo el amor que sentías e inconscientemente sigues sintiendo hacia esa persona fue tan duramente decepcionado que no sabes cómo asimilar ni racionalizar tus emociones.
Meses después de que su padre se viera obligado a reinsertarse a las tropas shinobi, llegó a casa un hombre alto, con algunas vendas recientes en su rostro y le entregó los pendientes de chakra que solía usar su padre junto con un frasco con líquidos de dudosa procedencia con los ojos enrojecidos de su padre.
El hombre parecía devastado, totalmente traicionado y compasivo, como si fuera su culpa que lo asesinaran.
Y Blair no lo podía culpar, su padre era un buen amigo de este hombre, lo recordaba vagamente de algunas juntas de su padre en casa y dándole las condolencias cuando murió su madre, por lo que su padre arriesgó su vida por proteger al hombre, un Nara, de la emboscada que recibió su campamento de avanzada.
El hombre del que no registró su nombre por la impactante noticia, le contó que muchos murieron en el atentado, pero gracias al sacrificio de su padre de seguir moviéndose incluso mortalmente herido muchos otros se salvaron.
Y ella podía ver la culpa, el horror y el dolor en los ojos del adulto.
No sabía qué decir, pero simplemente le brindó su apoyo silencioso y dejó que el hombre llorara en su hombro.
"Sabía que esta noticia llegaría en algún momento, desde que murió mamá, padre empezó a sumergirse en misiones suicidas para acompañar a mamá" dijo ella acariciando reconfortantemente la espalda del hombre agotado "No es su culpa, estaban en guerra y padre priorizó que su vida era importante, jamás se lamente en seguir vivo, aún tiene a su alma gemela y un futuro por delante".
Torpe, pero pareció reconfortar un poco al hombre.
"Entiendo la situación en la que nos encontramos" continuó ella ese día "No se preocupe, he sido auto independiente desde hace algún tiempo. Tengo el suficiente conocimiento y madurez como para que tanto mi hermano como yo podamos vivir, en periodos de guerra hay muchos huérfanos, nosotros solo somos uno más de ellos".
Al día siguiente ella pidió la graduación adelantada, le dieron un mes para prepararse.
_______________________
Hola hola
Eh vuelto de entre los muertos con una historia que quizas no sea del todo correcta, pero que amaré mucho aunque tal vez no se termine, ¿Quién sabe? Tal vez y si la termine si recibe apoyo y amor e inspiración
Tengo escrito hasta el capitulo 13 de esta historia, así que ya ven, amor a la historia si hay
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro