Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 52: Dragón marino

Con los anillos en su mano miraba el vacío fondo el agua de aquel rio al que había ido luego de meditarlo por varios días, estaba cansado, aburrido, su vida se había arruinado más de lo que estaba.

—¿Por qué?

Se Preguntaba al aire, viendo con cierta molestia y tristeza los objetos que tenía en su mano izquierda, la que le dolía demasiado después de aquel sueño que había tenido noches atrás, con una marca azul, que solo parecía amargarlo más.

Ya no importaba nada, era mejor entregarlos a ese tipo de cabellera dorada para que los dejara en paz, y no continuará arruinando vidas por buscar aquellas joyas malditas.

—Hasta nunca, anillos del demonio.

Los tiró al agua, viendo cómo desaparecían entre la corriente fuerte del afluente, solo quería volver a su vida de antes, aún si seguía siendo un hombre descontrolado y negado a su realidad.

La noche era su compañera, ya vendría un nuevo día de su nueva pesadilla, solo pudo caer de rodillas al suelo y llorar en silencio por todo lo que le hasta ahora solo podía destruir su alma.

Odiaba a Radamanthys, lo había dejado solo, ya había pasado un mes desde entonces que no había volvió, confirmando su corazonada de que todas aquellas palabras solo habían sido una ingrata mentira, solo para entorpecerlo, y convencerlo de algo que no duraría mucho tiempo.

Está vez ya se había quedado solo por completo.

Al parecer solo podía seguir aquel ofrecimiento que le habían hecho para mantener a salvo a su familia de un conflicto en el que fueron involucrados.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

Dias después.
Madrid- España.

...

—¿Que tal está Izō?

—Esta de mejor, afortunadamente.

—Me sigo preguntando cómo se habrá enfermado así de grave, hiciste venir a tu hijo de Reino unido para que lo cuidara por ti.

—No tengo el tiempo suficiente como para ir a verlo.

Un par de pelinegros estaban allí sentados atendiendo su propio restaurante, ambos hermanos, compartiendo tiempo como estaban acostumbrados.

—¿Que harás de tu vida?, ¿Vivirás de amargado por lo que te queda de existencia o superarás el hecho de que tienes literalmente a una persona inalcanzable?

—Zaphiri, no comencemos con este tema.

—El cid, por favor, desde que murió tu esposa te has encerrado en ti mismo y llevas por el mismo camino a Shura.

El nombrado solo miraba perdido a los números de la libreta en dónde hacía cuentas, ni quería pensar en eso, ni pensar en lo mucho que había Sido rechazado formalmente por su mejor amigo, daba igual, mejor se controlaba.

—mmh...~ ¿Por qué no buscas a alguien más acordé a ti?, ¿a tu forma de ser?

—¿ahora me das consejos a mi?

—solo quiero dejar de tocar este tema, a demás estamos hablando de alguien que también es inalcanzable para ti y que vive en Francia, ¿Que edad tiene?, ¿50?, ¿No crees que terminarás viudo antes de que si acaso le dé un infarto?

La mención dejó callado al de cabello oscuro, quien hizo una ligera mueca de fastidio por el comentario que había hecho, mejor lo dejaba pasar y dejaba de molestar.

El silencio reconfortó a el Cid, quien con un tema menos de conversación seguía haciendo sus cuentas, zaphiri solo encendió la pequeña pantalla que tenía como televisor para ver si había algo interesante en las noticias.

Los dos empezaron a hacer cosas separadas, hasta que la puerta sonó y las risas de varios jóvenes se hicieron presentes, cosa que llamó la atención del mayor, levantándose para ir a ver de quién se trataba.

—El Cid...

—¿Mmh?

En una mesa se sentaron cuatro personas, una mujer rodeada de tres hombres, casi todos rubios, a excepción del más alto que tenía cabello de color plateado.

—¿Crees que sean gringos?

El de cabello azabache se asomó junto a su hermano para ver de quienes se trataban, pero al ver quienes eran se congeló, la chica la conocía, era una pesadilla vuelta realidad por segunda vez.

—¿El Cid?

—Zaphiri, retrocede.

Ordenó, aún quieto y hablando en voz baja, allí estaba la zorra que le había robado y drogado ya hace un un mes, no sabía que hacía allí, siendo una persona descarada y molesta, el de cabello negro obedeció a su hermano, evitando salir para que lo notarán.

Pero claro que esto no pasó desapercibido por los cuatro que estaban allí.

—¿Ah?, ¿Que nadie saldrá a atendernos?, que maleducados son.

Con eso intentaron llamar la atención de alguien pero al ver que no resultaba entonces decidieron tomar medidas.

Tenían un plan y una venganza, y nadie lo evitaría.

—que mal, al parecer no quieren salir como las ratas que son.

Eso ofendió a los dos que estaban allí ocultos tras una pared, pero que se contuvieron para no hacerles caso.

—yo me encargo de ellos, ve a la cocina el cid.

—ni hablar, si te hacen algo no tendré como defenderte.

Comentaron entre si, aún sin decidirse solo permanecieron allí esperando algún movimiento sospechoso de los invasores.

Aunque con eso terminaron aburriendo a la rubia quien se levantó de su lugar y con una mueca fastidiada por lo impertinentes que estaban siendo allí escondidos como animales fue hacia donde ellos estaban.

—Me temo que está vez ya no podrás cortarnos y acabar con nuestras vidas como en aquella era, Capricornio.

Sus demás hermanos la siguieron, dando con los ocultos que al verlos encima no pudieron defenderse de ningún modo.

Agarrando al Cid entre tres, y el mayor, Oneiros dejó inconsciente en el suelo de la cocina a Zaphiri quien tampoco tuvo oportunidad de hacer nada por su hermano.

...

Volvieron a casa.

Buscaron por la mansión al de cabello negro, mientras tenían a rastras a un azabache quien estaba algo desorientado.

—¿Mmh?

Thanatos al verlos se preguntó mentalmente que estaba pasando, sin embargo no le importó demasiado.

—¡Queremos una mascota, así como tienes a la tuya!

Replicaron los tres menores, al peliplata no le importaba pero si le gustaría ver convertido en un animal a la persona que lo había destruido en pedazos aquella vez.

Un daño a un dios como el era imperdonable.

—Asi que trajeron a este hombre... ¿Seguro lo quieren como una mascota?, es alguien bastante resistente.

— ¡si!

—bien entonces será su responsabilidad de ahora en adelante.

Los tres jóvenes sometieron a su prisionero para que mirara a la misma muerte, obligado a firmar un contrato de inmortalidad donde luego de hacerlo inconscientemente recibió la estrella oscura del pelinegro en su frente

—Bueno, no quiero que hagan un desastre aquí, así que llevenlo afuera y disfruten de su nueva responsabilidad.

Los cuatro agradecieron, arrastrando a su nueva marioneta hacia afuera para ver en qué se convertiría.

Pero al llevarlo a afuera no ocurrió nada, El Cid los miró molesto, sin embargo más allá no ocurrió ningún cambio.

—¿Por qué no funciona?

Se preguntaron entre los tres menores, Oneiros lo miro con desconfianza por lo que para ver qué ocurría terminó metiéndose en su cabeza, para ver por qué la brujería del dios de la muerte no había funcionado.

Aunque aún ingenuo se dió cuenta de en dónde se había metido no había nada, era un gran espacio en blanco dónde no había nada.

—¿Que demonios?

Sus hermanos afuera  al ver que oneiros no regresó rápidamente se confundieron por lo que también decidió entrar Phantasos junto a ikelos.

Pero pasados algunos minutos el último que quedaba se había dado cuenta de que no volvían, no lo comprendía hasta que el azabache sonrió muy levemente.

Morpheus lo entendió.

—¿Que les has hecho a mis hermanos?

—Tuve la suerte de contar con que volvieron a buscarme como personas resentidas y vengativas que son, Oddysseus planeó todo esto desde un principio, y no me arrepiento de haber participado en su plan.

El escuchar aquel nombre alertó al ultimo pues habían Sido engañados de la forma más estúpida posible, siendo de más ingenuos al no pensar que al no se había transformado por qué tenía un plan detrás.

—ahora que firmé ese contrato, no podrán salir de mi cabeza nunca más, ya que adentro está el sello de Athena.

El rubio intentó sacar por sus medios a sus demás hermanos, sin éxito pues también terminó adentro de dónde no podría salir nunca más, y no tendría forma de como avisarle a los dioses gemelos del tipo de trampa que les estaban tendiendo.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

Después de aquel incidente pasaron los días, los demás no eran idiotas como para no darse cuenta de que los cuatro hermanos habían desaparecido de la nada, probablemente por algún tipo de trabajo que les habían colocado, sin embargo ya había pasado mucho tiempo como para que solo se esfumaran así como así.

Radamanthys ya se sentía completamente recuperado, podria irse a menos de que lo obligarán a dar una explicación de su forma de romper las reglas que les habían impuesto.

Solo quería ver a Kanon y así hija.

—¿Radamanthys?

—¿Que ocurre?

—Has sabido algo del hermano de tu novio?

—¿Por qué la pregunta?, sabes que no he salido de aquí y me quitaron mi teléfono.

—Tengo la ligera sospecha de que tú amado ya no está aquí en el pais

—¿Disculpa?

El de ojos ámbar miraba incrédulo a Minos, quien lo acompañaba y se le veía más tranquilo y preocupado por el, era obvio luego de que casi lo destrozaba en un arrebato de ira.

—Solo digo, tengo gente que me ha dado información de ellos, y lo que ha pasado creo que no es muy bueno.

El rubio se levantó de su lugar, dispuesto a recoger sus cosas para irse a  buscar al peli azul, que llevaba tiempo sin verlo, si los rumores eran ciertos no dudaría en buscar respuestas de por qué y que habia ocurrido para forzarlo a ello.

—Si de nuevo esto fue provocado por los jefes no dudaré en matarlos, ya fue suficiente de lo que han hecho para arruinarle la vida solo por mi, y se que el dueño de esta mansión no los tolerará más si se enteran de sus planes.

—No puedes estar seguro de ello, y enloqueciste si piensas que eres suficiente para ir en contra de dos a la vez, ¡ellos son más fuertes que tú!

—no me importa, me las pagarán por lo que hicieron.

Sin decir más se fue, irritado y molesto, aunque también le preocupaba haber roto sus promesas o palabras, pero había sido acorralado entre la espada y la pared, solo podía mantener alejado por un tiempo para no causar más daño, sin embargo solo hizo todo lo contrario.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

—Nos iremos de aquí, no te preocupes, seguiré buscando a lo hermano, pero por ahora lo mejor es que dejemos todo atrás y que comencemos de nuevo.

—Pero Hijo...

—Madre, es lo mejor que puedo hacer por todos, así mismo por mi propia salud mental, encontraré a saga y lo llevaré conmigo hasta Canadá, por ahora solo pienso en que primero los debo dejar a salvó en un lugar seguro, confía en mí, se lo que hago.

La mujer de cabello oscuro lo miró con preocupación, siendo así cuando lo vio con los ojos cristalizados, y en el fondo del brillo de sus ojos: destrozado por dentro.

—Vayanse, iré en cuanto encuentre a saga.

Con aquella promesa determinada Chris se fue, con un par de maletas que un taxista le ayudaba a llevar, con rumbo al aeropuerto, así mismo luego de que kanon se quedará solo empuñó su mano siendo así que ahora tenía puesta la armadura del dragón marino, apenas dejándole la cabeza descubierta, la que pronto ocultó una vez se colocó el casco.

—Aqui vamos de nuevo.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

En aquel frío hospital se encontraba tendido, jamás había visto un joven con tal maldición de no poder ni despertar ni morir, un terrible destino para cualquiera que haya caído entre las garras de esos monstruos.

—Ya es el segundo que encuentro así, en menos de una semana.

Aquel hombre de cabello alborotado y de color blanco entró a la habitación mientras sostenía una tabla con papeles importantes, a si mismo para mirar el rostro del pelo violeta de raíces azules quien tenía un rostro intranquilo.

—Solo necesito un tiempo para encontrar la solución a tu problema y al de el, así sacarlos de esa maldición a la que fueron sometidos sin piedad.

Sus ojos ámbar miraron con lastima al muchacho que allí estaba tendido, lo que había pasado en Italia no tenía precedentes, pero era claro que la policía no tuvo piedad ni paciencia para contraatacar a lo que en su momento era un mounstro, llevándolo a su límite.

—Intentaré traerlos de vuelta para que vayan y cuiden a esas personas que quieren en lo más hondo de su alma.

...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro