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Capitulo 47: Nightmare.

[-¿No crees que sin ese peso estarias mejor?

-¿A qué te refieres?

-a un hecho que tarde o temprano te alcanzará.]

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Los hechos no se comparaban a lo que realmente ocurría entre ellos, su corazón estaba invadido de dudas y desconfianza, arrodillado en medio de la oscuridad solo le miraba al suelo, agachando la cabeza mientras frente a el estaba una persona de más poder que el, uno que solo le hablaba con calma y serenidad, como queriendo llegar a buenos acuerdos con el manteniéndose en paz a cambio de un contrato.

No sabía como proceder, ni siquiera confiaba en su propia sombra, ¿Cómo había llegado tan lejos a eso?

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

[Flashback.
Tres semanas antes de volver al santuario.
Venecia, Italia.

-¿me odias?

-me hiciste venir a una misión falsa, ¿crees que cuando se enteren de esto no me empezarán a molestar?

-Crei que era la mejor forma para que aceptarás venir a mi cita.

-¡no pensaste en las consecuencias!

-lo lamento, enserio.

Intentó el wyvern calmarlo, había dado un mal paso sin pensar en lo que realmente habría sido lo mejor para ambos.

Fin del flashback.]

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

[Un par de días después del incidente.]

...

Ahora comiéndose como animales, solo intentaban despojar cualquier inquietud y duda en sus corazones.

El peliazul estaba debajo del cuerpo de aquel rubio que devoraba su cuello, y que con sus manos recorría su abdomen y bajaba lentamente para deshacerse de aquella prenda que les estorbaba.

Sentía que era la primera vez en la que ambos habían consentido para aquel acto de fervor y entrega total, con el fin de que toda esa inseguridad y frustración se fuera de ellos.

-Kanon...

El nombrado solo se mantenía en silencio, aún preguntándose muchas cosas, que casi siempre estaba ido de si mismo mirando a un punto muerto del techo.

-¿Kanon?

-Estoy bien...

Este jadeaba muy lentamente, pero en ese momento en concreto le hacía recordar como fueron encontrados por saga la primera vez.

De como un par de tragos solo llegaron a una clase de atracción sexual y terminaron haciéndolo en su cama, la que era testiga nuevamente por no cambiar de sitio por la cercanidad que quería tener el peliazul con su hija y madre.

Pero Kanon también no parecía querer molestar a su hermano por una segunda vez.

Ya les habían advertido que se fueran a un motel.

Pero no sé sentía a gusto con lo que ahora hacían aunque su cuerpo correspondía a cada toque y agarre que el de ojos ámbar.

No quería recordar más de ello.

Aún así lo hicieron, pero para el día siguiente las distancias entre ellos continuaban siendo graves.

Chris estaba bastante alegre con su nieta, quien también reía y se sentía bastante cómoda comiendo lo que su abuela le preparaba con cariño.

Se sentaron a desayunar los tres, sin la compañía de Radamanthys.

Saga bebía café con calma sonriendo de vez en cuando al ver a la niña, en ocasiones le dirigía esa misma sonrisa a el.

Se sentía una familia completamente diferente.

-¿Que hay del idiota de Radamanthys?

-No lo se, me desperté y ya no estaba.

El de cabello azul oscuro hizo una ligera mueca de molestia, recordando de nuevo que llevaban así desde ya un par de semanas.

-sabia que ese imbécil iba a salir con excusas estúpidas.

-Calma ambos, ese rubiecito tendrá sus razones pero aún así me parece un buen hombre, me dió una muy linda nieta.

-Mamá, por favor...

Kanon se aborchonó con semejante comentario, ni siquiera quería pensar en todo ese dilema para terminar trayendo al mundo a pequeña que no tenía la culpa de nada.

El mismo comentario también ofendió a Saga quien solo le lanzo una mirada poco convencida a la mujer de cabellos oscuro.

Pero dejaron de discutir sobre el tema.

A lo que el mayor decidió continuar con otra cosa.

- El tío defteros me ofreció trabajo con el en la policía.

-¿En la policía?

-Si, bueno, es para la parte de contador, ya que lo que yo estudie fue administración de empresas, y no me aceptarán en otro lado con mi status de mafioso.

El peliazul quedó atónito por unos segundos pero se alegró por su hermano mayor, al final estaba en el camino del bien, y no haciendo atrocidades como lo planeaba su padre en su momento.

-me alegró de que sea así, Saga.

-mijo, me alegro que vayas a trabajar con el hermano de tu padre, serás de bastante utilidad, además no seré la única que te espere.

-si, eso veo, y me alegro de que ya estemos juntos.

Terminaron el desayuno con ánimos, luego de unos minutos se fue el de cabello azul oscuro, quedándose Kanon junto a su madre para darle atención y tiempo a su hija, luego de eso también se iría a trabajar.

-Hijo, ¿Estás bien?

- Si estoy bien, gracias, creo que no deberías hacerte cargo de Mai por esta semana.

-¡Ni que lo digas!, me encanta estar con Mai, es una niña muy linda que tiene los ojos de su padre, pero que si te das cuenta su pelusilla es del mismo color de tu cabello.

Decidió no objetar a nada de lo que decía, pues no podía negar algo que era cierto, terminó resignandose, si eso hacia feliz a su madre entonces dejaría que la cuidara.

Aunque intentaba ejercer como podía su posición de madre y padre a la vez.

-Bien, bien... Si algo me llamas, tampoco te eches una responsabilidad que realmente es mía.

- ¿desconfías de tu madre?

-no, no es eso.

No sabía cómo explicarlo pero dejó hasta ahi el tema, arreglándose para ir a trabajar.

Su nuevo lugar de entretención se trataba de una cafetería, donde no solo atendía, si no también aprendia a servir y a cocinar manjares.

Pero en el tiempo que había estado allí se dió cuenta de un cliente bastante habitual, quizás no tanto por el capuchino o los postres que allí se vendían, si no por un gato negro que habitaba en la cafetería y se había vuelto la adoración de todos los visitantes que entraban.

Llegó al lugar para abrir y empezar a adelantar trabajo en lo que sus compañeros llegaban, no pasó mucho tiempo para que aquel sujeto de que se mencionaba mentalmente apareciera y directamente fuera a saludar al gato mimoso que aceptó las caricias.

Fue a la cocina evitando interactuar con el.

Pero en cuanto llegaron algunas de sus compañeras encargadas de aquel sitio lo echaron de allí.

-Ni modo.

Eso llamó la atención de aquel hombre de cabello oscuro y ojos celestes claros, por lo que carraspeó para dejar de lado al minino y pedir su orden.

-Lo mismo de siempre.

-¿Tarta de fresa y un café oscuro?, de acuerdo.

Aunque hablaba con cierta ironía intentaba ser lo más amable posible.

Después de eso el cliente volvió con el gato.

-¿Que tiene con los gatos?

Se preguntó mentalmente, aunque se limito a verlo desde donde estaba, poco a poco el lugar empezó a llenarse con rapidez.

No tendría un dia fácil.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

Las horas pasaban con rapidez, el rubio masticaba chicle mientras hablaba con su compañero, Minos, vivía demasiado en la ignorancia como para no haberse enterado desde más antes de que Aiacos estaba completamente perdido, dudaban mucho que pudiera recuperarse luego de lo que le había pasado.

-¿Buscan qué?

-al parecer hay una "joya" valiosa en cada familia, no se para que las quiere el jefe, pero se están haciendo con ellas, al parecer es un conjunto de trece.

-¿Cuantas llevan?

-según por lo que me he enterado, siete.

-¿tienen alguna relación con lo que le hicieron a Aiacos?

-en efecto.

Eso le preocupó a Radamanthys, recordaba que Kanon tenía un anillo, pero no tenía ni la menor idea si se trataba de aquel tipo de joyas que estaban buscando.

Solo pudo pegar un suspiro pesado.

- ¿Que hay de tu noviecito?, ¿Todo bien?

- si, si... Eso creo.

-como digas.

El albino se encogió de brazos, mejor se mantenga alejado de los problemas para que no le hicieran lo mismo que su otro amigo.

-Si te sirve de consuelo... Pandora es una linda y sensual mujer, quizás pueda convencerte.

-no es lo que busco, ¡a demás no te metas en mi vida amorosa!

-¡Bien, bien!, solo intento ayudarte.

Minos retrocedió al ver la reacción de su contrario, no estaba a gusto con su comentario.

Al final se relajó, notando como Radamanthys pegaba un bufido y miraba a otro lado indignado.

-bueno si no le encuentras nada para resolver a tu relación... lo mejor es que la dejes así, no te hará nada bien, y tal vez te ayude para que no haya resentimientos con el jefe que nos quiere cortar el contrato y matarnos, yo personalmente estoy a gusto con mi vida, ¿Y tú qué piensas?

-¿De que sirve vivir si no tienes a la persona que amas?, ¿para vivir como un siervo que obedece sin pensar un poco lo que hace?

-¡Al demonio!, ¡Eres el maldito dragón del Averno!, el que no debería tener sentimientos por ningún mortal, por esto es que pagamos nuestro castigo en el pasado, ¡Y todo por tu maldita culpa!

Eso fue la gota que derramó el vaso para el de ojos cenizos, quien se alzó con una terrible aura oscura y de su frente una estrella de cinco puntas apareció en su frente.

-¿¡Minos!?

En otra habitación una de las piezas de ajedrez que tenía cierto dios de la muerte en su mano la miró con curiosidad al ver que había resultado su experimento, aunque eso le costaría grave internamente a su conejillo de indias, no le interesaba demasiado, solo era la primera prueba que hacía.

-"dale una buena paliza Minos, pero fuera de la casa, si hacen un desastre aquí no responderé por lo que Hypnos les haga."

El albino recupero su poder sellado de la pesadilla de Phantasos, obteniendo ahora sí armadura completa con la que agarró del cuello al de ojos ámbar y se lo llevó consigo de un buen golpe.

No era demasiado, pero aún siendo inmortales, las heridas que se hicieran tardarían demasiado en curarse por si solas.

El Griffon lo embistió con un fuerza estrelladolo contra el suelo, y de sus manos salieron unos muy finos hilos de agarraron del cuerpo a Radamanthys y lo levantaron el polvoriento crater que habían hecho con el.

-d~detente... Minos...~

El nombrado gruñía como una bestia sedienta de sangre, el deseo de acabarlo por arruinar todo lo que pensaba hacer por el simple hecho de estar desobedeciendo órdenes, cada día, cada semana, hasta llegar al punto en que tendrian que pagar las consecuencias de sus actos por su rebeldia.

Incluso lo que le habían hecho al de cabello violeta y raices azules había sido culpa completamente de el.

Pero aún resistiéndose vio como este también sacó su poder oculto, pero mucho mas débil que el que ahora poseía.

-¡MUERE!

Las partes de la armadura del wyvern que habían salido a protegerlo se rompieron en miles de pedazos con el estrujón fuerte que los hilos causaban, y en consecuencia rompiendo sus huesos.

-¡TE HARÉ LO MISMO QUE LE HICIERON A AIACOS POR TU CULPA!

Volvió a aventarlo al suelo con fuerza, buscando alguna roca cercana para causarle el mismo agujero que el Garuda tenía en su poco cerebro y que lo mantenía en cama por toda la eternidad.

Pero antes de siquiera hacer algo en el lugar intervino Pandora, quien cortó los hilos con su lanza y le dió un golpe en la frente a Minos dónde tenía la estrella para sacarlo de aquel nefasto control en el que lo tenían sometido.

-¡Basta!, Thanatos, ¡no busques que vaya yo misma y te reviente la cara por andar causado estragos sin el permiso del dios Hades!

No hubo más respuesta, dejándole en claro a aquel sujeto que ya había sido suficiente sus pruebas, lo de manipular le iba mejor a su hermano gemelo.

El albino recuperó la conciencia, su armadura desapareció por completo y solo pudo ver cómo estaba en el suelo escupiendo sangre su compañero.

Y con varias marcas de hilos sobre sus brazos y cuello.

-¿Que demonios...?

Se había dejado llevar por su molestia e ira.

-agh~ demonios.

Radamanthys sentía su garganta llena de sangre, solo intentaba mandársela como si fuera saliva, pero el daño era un poco grave.

La mujer decidió llevarse a rastras a ambos para que curarán sus heridas a manos de algunas personas expertas.

Pero ahora que se daba cuenta no encontraba a quien necesitaba.

-seguramente se habrá ido a tomar café en esa cafetería de gatos.

No le preocupaba que se perdiera, solo que mantenía demasiado tiempo esos sitios.

- señor Hades, ¿Acaso se le pegó el gusto por el pelo de gato?

Preferían mantenerlo a raya para que no atentará en contra de ellos, aún por el resentimiento que este le guardaba a los dioses gemelos por lo que le hicieron.

El volvería pronto, lo sabía.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

Toda la mañana había estado allí, ¿Acaso no tenía más ocupaciones que estar allí sentado en algún rincón con el gato encima de sus piernas?

Pobre animal debería estar estresado de tener a ese hombre encima, pero no podía juzgarlo, por lo que a veces solo se limitaba a verlo desde el mostrador.

También estuvo parte de la tarde, le daba un poco de mala espina pero se veía tan amigable y tranquilo que a su vez le causaba curiosidad.

Ya había pedido tres cafés y dos tartas de fresa, lo bueno es que pagaba una vez le entregaban.

Verlo allí todo el día le hizo cuestionar a sus compañeros el por qué no se llevaba el gato.

-no, no... Ya lo intentamos una vez y dijo que no podía tener mascotas en casa, ya que tenía dos perros que eran demasiado celosos y acabarían con el gato en un santiamén.

-pero se ve demasiado encariñado con ese gato, ¿No?

-deberias acostumbrarte a verlo todos los días así.

Las horas siguieron pasando, mientras atendía a las personas y entregaba pedidos, no podía quitarle la mirada de encima aunque intentará enfocarse en otra cosa.

Ya cuando era la hora de la salida ahi si lo vio partir, oscureciendo cerraron y recogieron sus cosas para marcharse a sus casas, pero de nuevo aquel sujeto de cabello negro bastante largo parecía esperar a alguien y ese era el.

-Buenas noches.

-buenas noches...

Contestó amablemente, un tanto intrigado por la particularidad de la situación.

Pronto vio que le extendió una tarjeta.

-me gustan tus capuchinos pintados con gatos, si quieres puedes trabajar para mí, así me puedes traer más de seguido al señor pickles.

-¿Señor Pickles?

El nombre para ser estúpido le pegaba bastante bien al gato negro de ojos verdes.

-asi es, yo le llamé así.

Recibió la tarjeta, asintiendo con la cabeza, no se veía como alguien poderoso pero realmente se sentía interesado por el aura de misterio que este hombre emanaba.

-llamamé cuando te interese.

-Claro...

Luego de eso lo vio partir, volviendo a su casa miró la tarjeta, al parecer era algún tipo de abogado, o bueno no lo sabía por qué no comprendía griego del todo.

Pero si le interesaba ir a trabajar para el con tal de conocerlo un poco más.

Nada podría salir mal... ¿No?

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