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Capitulo 23: destrucción.

Solo habian tres dioses que tenían la capacidad de revivir a los muertos, Hades, Abel y Odin.

Y al revivirlos, estos muertos estaban firmando un acuerdo con aquel dios de que estarían de su lado y no los traiciona rían, teniendo que doblegarse a su voluntad sin poder hacer nada en contra.

la gravedad con la que infligian sus propios principios e ideales era más de lo que podian soportar.

pero era la defensa que Abel decidio para evitar que alguien se acercara al santuario, el caballero de capricornio , geminis, acuario, cancer y piscis.

ellos estaban más heridos en su alma por lo que han tenido que hacer.

solo querian descansar, pero no les era permitido en ningún momento, maldecian su vida por vivir en una agonia que parecia eterna.

y ahora alli estaban con un collar en el cuello que no les permitia usar su cosmos en contra de aquel dios que los tenia en cautiverio.

Al igual que permanecían en silencio, pues tampoco se les permitia, el solo ver a la diosa que protegían ser manipulada por otro dios los desilusionada demasiado, y los hacia pensar que todo lo que habían hecho había sido en vano.

Apenas hablaban entre ellos, alguna que otra palabra, pero si el patriarca los escuchaba aquel collar que tenían lo iban a torturar de forma lenta para que no siguieran hablando.

Hasta el punto de que eran incapaces de decir algo si no querían quedarse sin aire.

—Atrevanse a revelarse y les esperará un infierno peor del que viven ahora.

Advirtió de nueva cuenta Abel, mientras se mantenía serio y a su vez dudaba bastante de aquellos a los que con su poder revivió.

Previendo que en algún momento se revelarían a su mando.

Luego de eso se retiró de la habitación en la que ellos estaban apenas mirándose entre si y bastante desanimados de lo que les tocaba.

Por su parte Saga no quería ver cómo mataban a su hermano si este decidía entregarse.

Shura se sentía alegre de tener a sus amigos de vuelta pero a su vez se sentía devastado por saber que Aioros, su compañero y amigo estaba de lado de aquel dios que controlaba a Athena.

Quizás Camus sentía que no sería capaz de darle la cara a Milo, terminaría por desilusionarse de el por su participación de lado del ejército enemigo, una vez más.

Ni siquiera había aceptado por voluntad, ninguno de ellos había aceptado por voluntad seguir órdenes de Abel.

Pero ahora allí tenían que hacer el trabajo sucio por el de eliminar a cualquier enemigo o rebelión que se presente.

◈ ━━━━━━━ ⸙ - ⸙ ━━━━━━━ ◈

El grupo de excaballeros dorados había logrado llegar hasta Grecia, donde iban a buscar a Athena y aquel dios que estaba controlandola.

Por desgracia no sería tan fácil, sin sus armaduras doradas no podrían sobrevivir a un ataque de alguno de los nuevos santos de oro nuevos en el santuario.

Si no lograban su objetivo, estaban cada vez más cerca la perdición de toda la humanidad.

Pero no sabían la razón del por qué Athena había logrado ser engañada y encontrada, al menos la mayoría no lo sabía, aioria tenía una idea del por qué.

—tengo una teoría...

—habla, leo.

—supongo que alguno de ustedes aún recuerda a Seiya.

El resto lo pensó por un momento hasta recordar por completo de quién se trataba.

—ah, si, Seiya... ¿Que hay con el?

—quizas el sepa como traer de vuelta a Athena.

—Pegaso sigue bastante débil, no hay forma de traerlo aquí.

contestó Aldebarán, hace mucho que mucho que lo habían visto y no había mejorado demasiado desde entonces.

—¿entonces que hacemos...?

—tendremos que buscar a Kanon.

—el está desaparecido ya hace bastante tiempo, casi todos dicen que está muerto luego de la gran inundación.

—no creo que sea así.

Shaka decidió hablar para entonces, jamás había sentido que alguna estrella de la constelación de géminis se hubiera apagado desde la muerte de saga.

Si, el sabía lo que le pasó con su remplazo.

—¿Cómo lo hallamos entonces?

—hablen con el juez del Inframundo, Radamanthys.

Los que estaban allí presentes miraron con ironía al rubio por aquello, sonaba loco y estúpido, si ni siquiera sabían dónde estaba el gemelo menor de géminis mucho menos dónde estaría un espectro de la orden de Hades.

—¿Radamanthys?, vaya uno a saber dónde este el.

Milo recordaba haberlo visto una vez junto a Kanon en Italia, cuando lo enviaron a el a buscarlo por el tiempo que se había tardado en llegar de su misión, quizás tenía un conflicto con ese enemigo que podía ayudarlos.

—pues tal vez solo el sabe dónde se esconda Kanon.

—no nos queda demasiado tiempo pero deberíamos intentarlo.

—milo, deberías ir tu.

—¿y~yo?, ¿Y por qué?

—quizas logres encontrarlo en el menor tiempo posible, nosotros intentaremos convencer a mü que nos ayude a infiltrar nos en el santuario aunque el no quiera participar de nuestro plan.

Sin forma de negarse tuvo que aceptarlo, por lo que se levantó de su lugar y miró a los presentes.

—¿y como lo encuentro?

—¿donde crees que lo encontrarias si fueras Kanon?

Para nadie era un secreto de los encuentros nocturnos entre el ex caballero de géminis y el juez del Inframundo.

Aunque el peliazul se creyera que nadie los veía en las noches.

—¿Cabo Unión?, el solo aparecerá en la noche... A esta hora es muy poco probable que aparezca.

Los demás lo miraron y eso solo hizo que al final Milo terminara por aceptar ir a cuestas.

Para la noche fue hasta aquel sitio en su búsqueda del juez del Inframundo que alguna vez le partió su madre junto a mü y a aioria.

Estuvo buscando el punto específico donde Kanon solía hacerse a esperar, aunque seguía sin encontrar ese sitio.

Poco después sin darse cuenta puso en un lugar muy cerca de la costa de aquel lado, sintiendo un cosmos conocido.

—¿Kanon?

—¿Aiacos?

-/los dos se miraron y con incomodidad el de pelo violeta oscuro iba a retirarse pero fue detenido con su contrario.

—¡espera!, ¿donde está Radamanthys de Wyvern?

—¿Radamanthys?, recibió un castigo por parte de los dioses gemelos por desobedecer órdenes, no queremos más problemas con ustedes, solo me dijeron que si Kanon volvía a este sitio viniera y lo llevará conmigo.

—¿Por qué?

—no lo se... Órdenes de Hypnos sama.

—¿saben lo que ocurre en el santuario no?

—tu como caballero de oro deberías saberlo más que nadie.

Después de eso se fue dejando más confundido al escorpión, ya no era caballero de oro, pero si le habia dicho eso era por algo.

Pronto sintió una gran cantidad de cosmos que luego se reflejo en una gran explosión en un templo de los doce, exactamente de Aries.

—¿Que demonios?

Tres cosmos cayeron en ese momento.

— No puede ser...~

Acababan de hacer polvo de estrellas a sus camaradas.

—Shaka, Aioria, Aldebarán...

Los habían encontrado, y los eliminaron.

—este poder es mounstroso... ¿Está es la ira de un dios contra la humanidad?

Se preguntó aterrado, apenas era uno de los pocos que sobrevivían, no era capaz de enfrentarse solo ante Athena o al otro dios que ahora moraba dentro del santuario.

—athena nos ha abandonado...

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