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Capitulo 16: Culpa

El viaje tomó algunas semanas, en ellas los recuerdos que se crearón fueron divertidos y con ello Kanon se veia más animado de costumbre, por lo que esperaba que el viaje nunca acabara, sin embargo su destino estaba tan cerca que la sensación de algo malo por pasar estaba bastante cerca.

El juez del inframundo, Radamanthys lo acompañó todo el tiempo sacandole una risa de vez en cuando y haciendo lo contrario con este.

visitaron lugares juntos, algunos reconstruidos luego de la gran inundación, dando a ver como en poco tiempo podian recomponerse las ciudades sin demasiado problema.

Los dioses subestimaban demasiado a las personas que habitaban la tierra.

El peliazul ya ansiaba ver a su hermano y disculparse por todo lo ocasionado anteriormente, era lo primero que haria una vez llegaran a los limites fronterizos del Santuario de Athena.

De solo pensar lo cerca que estaban se ponia nervioso, seguramente no seria recibido de buena forma, pero como se decia a si mismo, con solo ver a Saga era suficiente.

—Rada...

—¿Que pasa?

—Te llevarás bien con Saga, ¿no?

—No es alguien que me agrade, pero vale la pena hacer el intento.

El rubio contestó a aquello sin mucha importancia, la ultima vez que lo vio se trataron de forma decente y a la negativa de quedarse con aquella orbe que contenia el alma del ex caballero de géminis prefirió no insistir más para que no lo decapitaran como El sucio espectro que era, según ellos.

continuarón su camino hacia el Santuario, Radamanthys decidió tomar al contrario de la mano para tratar de relajarlo, después de todo quisiera o no habia estado al lado de el aún bajo las sombras.

—Me sorprende que tu sapuri aún no haya decidido abandonarte.

—No me he separado de la orden de Hades, ni me he aliado con el enemigo, tu no eres ya un caballero dorado, Wyvern reconoce lo que son mis ideales y que tan lejos llegaria por ellos, entre una armadura y su portador no hay secretos, solo guardan parte de lo que hicimos y nos recuerdan con ello, ¿jamás quisiste ver que memorias guardaba la armadura de Dragón Marino o la de Géminis?
La pregunta puso pensativo a Kanon quien con un poco de sorpresa tambien se preguntó lo mismo.

pero de alguna forma sabia que esas dos armaduras lo odiaban, la de Dragón Marino por su engaño a un dios como Poseidón y la de Géminis por... ni siquiera sabia por que ella lo odiaba.

Después de todo si hacia parte de ls estrella del mal de esa constelación zodiacal.

El juez lo vio pensativo por lo que decidió cambiar de tema:

— Ejem... y luego de ver a tu hermano, ¿que harás después?

— Me quedaré tranquilo para ir a donde sea, y ya pensaré como continuar mi vida.

— Ni un gracias por devolverte la vida, ¿no?

—Realmente... siento que el descansar por la eternidad y volver en otra vida seria lo más adecuado para mi.

Radamanthys se ofendió por ese comentario, creia que se habia esforzado lo suficiente como para que Kanon al menos le agradeciera por aquel acto bondadoso que habia hecho solo por el.

pero no se arrepentiria tan facil solo por eso, no habia sido en vano todo su esfuerzo para que volviera.

El silencio se apoderó del momento, no dijerón nada durante unos segundos hasta que el peliazul volvio a hablar.

—No te sientas mal, agradezco tus intenciones por volverme a la vida.

— No importa.

Podria parecer que los espectros solo eran como perros siguiendo ordenes de su rey y que no mostraran más sentimiento que el egoismo, el enojo y la soberbia, pero cuando conocias uno, en el fondo apesar de seguir sus ideales tambien se llegan a sentir tristes y desanimados, como si tambien fueran personas vivas.

Radamanthys parecia uno de los más convencidos de su creencia, pero que habia desarrollado un sentimiento de cariño y respeto a aquel santo que lo habia derrotado, aquella devoción se reflejaba en todo lo que habia hecho aún contradiciendo sus normas propias.

El sentir que lo que habia hecho no habia servido para nada lo hacia sentir un poco frustrado de sus intentos.

—Yo... te amo, no sabria que hacer si ya luego de todo esto volveria a perderte en medio del viento, suena estupido, pero...

dió un suspiro y se resignó, no era el momento y el lugar para decir semejantes estupideces, soltó su mano y desvió la mirada, estaba siendo demasiado apresurado y quizas solo pensaba en sus objetivos.

debia soltarlo.

—Lo lamento, no se que cosas digo.

Por segunda vez habia escuchado una disculpa de ese modo de parte del Juez del inframundo, sonaba bastante serio como para una simple broma.

—Radamanthys...

—Kanon, esta bien, quizas... debi habertelo preguntado antes.

Aquella culpa era perjudicial para el rubio, nunca, jamás en su vida se habia sentido de tal manera, un espectro podia sentir muchas más cosas de las que podria imaginar.

llegaron al Santuario, el ambiente habia dejado de sentirse familiar a una extraña y pesada aura desolada.

— está sensación... No me gusta.

—Al parecer el santuario ha cambiado demasiado en estos años.

Comentó el juez para adentrarse junto al peliazul en territorio del santuario, era de noche por lo que los aldeanos dormían profundamente.

Lo único que buscaban era ver cómo se encontraba Saga, luego de eso jamás volverían a tocar aquel sitio.

—ya no se siente tan familiar como antes.

—quien sabe que cosas han ocurrido por aquí.

Su presencia no pasó desapercibida, la brillante estrella del mal de la estrella celeste de la ferocidad delataba la presencia de Radamanthys en aquel lugar.

—" por fin llegaron..."

En el templo de Géminis, Paradox soltó una leve risa al sentir la cosmoenergia oscura de un espectro y la misma de un desaparecido.

Sus predicciones iban tan bien que en el pequeño lugar que se acomodo dentro de la técnica de la otra dimensión dejó su taza de té para tocar por un momento el rostro de su prisionero que no había visto la luz desde hace ya bastante tiempo.

—Oh Saga... Ese gemelo tuyo es bastante ingenuo, tranquilo, te hará compañía en un momento.

Vestida con la armadura de géminis salió de su lugar cómodo y salir a la salida del templo, primero se encargaría del espectro enviándolo a otra dimensión para que no interrumpiera en sus asuntos.

Oculta tras su cabello estaba el escudo de Perseo con el que convertiria en otra bonita estatua para su jardín al traidor que le encomendaron acabar.

—Señorita Athena, sus deseos serán realidad.

El mal presagió alertó a Radamanthys, aunque seguían caminando por el pueblo para llegar al coliseo sintió un cosmos dorado que se encendió como el fuego, y que probablemente iba tras ellos.

—Kanon...

— ¿Sentiste algo?

— Si.

El peliazul sabía que iban a ser descubiertos pero no sabía de quién se trataba por su ahora nula capacidad de reconocer cosmos ajenos.

No tardaría en mostrarse a ellos para enfrentarlos o darles una no muy grata bienvenida.

—se acerca... Es rápido.

—¿Quien tendría tanta prisa por venir a ver de quién se trata?

—probablemente alguien que nos quiere muertos.

El rubio se detuvo e hizo detener al contrario para protegerlo con las alas de su armadura, tal vez se estaba alarmando demasiado por quién se acercaba, pero su instinto le decía que se mantuviera quieto.

—Oh miren... Un par de visitantes.

Burló, la voz femenina atrajo la atención de Kanon que intentó apartarse un poco del Wyvern pero este no se lo permitía.

—creo que mi deber es acabar con ustedes, Soy la nueva santos de géminis, Paradox de Géminis.

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