Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 15: De vuelta.

Jamás se habían sentido tan juntos como en ese entonces, el volver de la muerte por segunda vez era extraño, incluso aún sabiendo que por un favor el Dios del Sueño Hypnos lo había dormido hasta que pudiera tener un cuerpo nuevo.

—¿Cuanto tiempo he estado dormido?

—un par de años.

—¿Que demonios ...?

Estaban a solas en una de las habitaciones de aquella cabaña que había guardado secretos hasta bastante oscuros.

Kanon apenas podía recordar algo, pero a aquel espectro enemigo aún lo recordaba como si fuera ayer que fue su último encuentro real.

— Radamanthys...

—¿Que?

— ¿Que ha pasado con el santuario?

— Realmente no lo sé, la última vez que me acerqué a ese lugar fue para buscar a tu hermano.

—¿A Saga?

El silencio se dió por un instante, con todo lo ocurrido era difícil saber que había sido del los demás dorados y del paradero del gemelo de Kanon.

—¿Por que a mí hermano?

— Larga historia, te lo diré después.

—No deberías estar... No sé, ¿En el Inframundo?¿Trabajando?

—Tranquilo, las cosas han cambiado desde que Lord Hypnos logró dormir a Hades por unas... Décadas, ojalá no despierte, me matará y a ese dios también.

Apenas El de cabellos azules se burló por aquello, Hades estaba dormido y si despertaba despediría al Wyvern por haber hecho tal cosa aquel día de su muerte.

— No es gracioso... Pero, debo de admitir que me alegra que hayas vuelto en si.

El rubio lo abrazó con cuidado cosa que dejo de hacer reír al ex caballero de géminis para llegar a corresponder a aquel gesto.

—Ni te emociones de a mucho.

Le dijo al contrario que apenas con un sonido de afirmación lo soltó.

Compartieron algo de aquel dulce silencio para que luego, ambos sentados sobre la cama comenzarán a juzgarse con la mirada.

—¿Quien es esa mujer?

Comenzó primero Kanon, mientras lo miraba un tanto fastidiado luego de recordarlo.

—¿Cual mujer?, ¿Por que carajos te pusiste frente a Hypnos cuando Poseidón lanzó el tridente?, ¡de solo ser que lo hubieras empujado y tú cayeras al suelo seguirías vivo!

— ¡Si no lo hubiera hecho Poseidón hubiera inundado la tierra!, ¿Dónde demonios creías que íbamos a vivir?, ¡No iré al Inframundo ni loco!

Ante lo que este último dijo ambos se callaron con un ligero sonrojo en sus mejillas para desviar la mirada, ofendidos.

—Ya, enserio ... ¿Quien es la chica?

Dijo calmado Kanon sin dejar la desconfianza de lado, de hecho no le importaba pero le molestaba de algún modo.

Radamanthys lo recordó, hablaba de aquella mujer del supermercado.

—mmh... No lo sé, no me tomé la molestia de preguntar su nombre, solo me la topaba cada vez que salía en la noche para conseguirte comida, yo como espectro no necesito comida para sobrevivir.

Explico el juez para volver a mirarlo con su mirada sería y un tanto preocupada.

Tan malo no era lo que hacía, solo tenía ojos para el, la belleza femenina solo le recordaba a Pandora y eso no era de su agrado.

El ser presionado cada vez más por aquella mujer era horrible para su mentalidad.

El peliazul dió un ligero suspiro para saber que estaba equivocado, tal vez estaba exagerando un poco.

— así que era eso.

—¿es malo?

—no, no, da igual.

Alzo su mano y la movió un poco para negar lo que fuese que le habían dicho en ese momento, se sintió un poco frustrado.

Pero se le pasó rápido cuando recordó por un instante a su hermano, no sabía en qué momento había sido, solo pudo recordar unas palabras.

No vuelvas al santuario, solo te quieren muerto, ten cuidado con que caballero dorado te topas.

Se confundió por eso pero con lo obstinado que era tenía un mal presentimiento, algo había pasado con el y por eso su conexión se había perdido de repente.

—Las estrellas de géminis.

Se levantó de su lugar para mirar por la ventana y observar el cielo, lastimosamente no se alcanzaba a ver siquiera la constelación de Tauro.

—demonios.

—¿Que ocurre, Kanon?

— Algo paso con Saga... No me gusta para nada esto, necesito ir al santuario.

—¿Estás loco?, Ahí solo te quieren muerto, ¿Acaso quieres volver a morir por tercera vez?

— Necesito ir a ver a mi hermano, Radamanthys.

Su voz decidida dió impacto en el Wyvern que no dió más negativa, si el iría se encargaría que acompañarlo, no quería que le hicieran algo de nuevo como aquella vez que los otros dorados traidores desaparecieron como si la tierra se los hubiera tragado.

Los más probable era que estuvieran muertos a manos de sus compañeros por su traición a Athena.

—¿Por que será que Athena me sigue dando mala espina?

Dijo con ironía, para levantarse de su lugar y acercarse a Kanon.

— A primera hora, mañana.

— Mejor vámonos ahora.

Ambos asintieron entre si para alistarse, iban en paz, no tenían la menor intención de matar o lastimar a alguien, pero, si alguien de osaba a herir a ex caballero de géminis el juez del Inframundo Radamanthys se encargaría de hacerlo sufrir en mil maneras diferentes.

—Gracias por acompañarme.

— como sea, de igual forma no podrías defenderte.

—tampoco era necesario decirme inútil.

El rubio sonrió un poco como burla, para que una vez listos dejarán el lugar que los aguardó en medio del caos que ellos mismos habían ocasionado.

Pero también eran esperados con ansias, pues lo único que querían de ellos eran sus cabezas.

Santuario - Grecia

Los pocos caballeros antiguos que aún permanecían cedieron su puesto a los nuevos que la diosa Athena había escogido personalmente para ocupar el puesto que según ella "sus inútiles caballeros" habían abandonado por el abuso laboral que sufrían por todo lo ocurrido.

De los que ejecutaron a sus compañeros tiempo atrás el único que no logró soportar la carga psicológica fue Shura, quien al revivir el amargo pasado cuando hizo lo mismo con Aioros y repetirlo con uno de sus mejores amigos y ver morir a otros dos solo pudo pedirle a Milo de Escorpión que acabará con su sufrimiento, quien también consternado aún por ver morir a acuario bajo sus manos cumplió aquel deseo como desahogarse apagando la vida del capricornio que hasta ese momento llevaba casi tres meses muerto.

Que oscuros tiempos habían sido luego de finalizar aquella guerra contra Hades y el resugir del mismo junto a Poseidón.

Ninguno de los caballeros dorados restantes quería saber más de eso.

Aioros de Sagitario cedió su puesto a Seiya para luego el convertirse en el patriarca del santuario.

La mano derecha de la diosa Athena y dirigente del santuario.

Los demás caballeros fueron a sus países natales, alejándose lo mayor posible de aquel santuario que solo había causado hasta el momento amarguras entre los pocos que aún permanecían creyentes a los ideales de Athena.

Lo mejor era hundir ese recuerdo en el pasado y tratar de enfocarse en otra cosa que les hiciera olvidar todo lo ocurrido.

Mü de Aries siguió entrenando a su discípulo Kiki quien ocuparía su lugar en cuanto pasará la prueba de caballero.

Aldebarán de Tauro volvió a su país para enfocarse en la gastronomía, y aprender de nuevo de las costumbres de su tierra natal, Brasil.

Aioria de Leo se quedó junto a su hermano en el santuario para entrenar a los aprendices.

Shaka de virgo volvió a la India, para profundizar su conexión con buda y repartir su conocimiento a aquellos que desearan seguir su camino y su religión.

Del caballero de libra no se volvió a saber nada, solo se llegó a saber que este había vuelto a los cinco picos para darse su descanso junto a Shiryu de Dragón quien ocuparía su puesto.

Milo de Escorpión fue a Francia, donde se establecería, donde sería como sentir cerca a Camus, con el invierno que llegaba y duraba hasta los dos primeros meses del año.

Kanon no estaba seguro de lo que le esperaría, pero lo único que quería saber era el paradero de su Gemelo, Saga de Géminis.

— si encontramos a tu hermano ... ¿Aceptarás salir conmigo?

—Algún día tendría que darte una oportunidad ¿No?

Aquella afirmativa fue suficiente para Radamanthys de Wyvern, quien con una leve risa asintió.

Estaban de vuelta,solo querían que nadie los separará y que les dieran las respuestas que merecían.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro