Todoroki Shouto tomó las rosas que había comprado, aquellas que según él eran del color favorito de Zzio, blancas y algunas rojas. Ella dijo que amaba esa combinación de colores, porque solía decir que ello le recordaba a lo que más amaba, él mismo. 

Pero realmente Shouto no tenía idea que dejó de serlo cuando le dio la espalda.

Todoroki se aferraba a creer que aquel tiempo fue solo una ilusión, una pesadilla de la cual despertaría en breve, pero sus esperanzas cayeron al suelo cuando detuvo su andar delante de la tumba de su amada Zzio, las flores estaban secas, nadie había visitado aquel lugar en un par de semanas, incluyéndolo, pues jamás fue, porque se aferraba a la idea de que en el momento que viera aquel nombre escrito en la lápida, entendería que jamás volvería a verla.

Tomó el jarrón que estaba ahí, con un paño para limpiar la sucia tierra que cubría el mismo. Había un escobillón, barrió el sitio para dejarlo limpio, porque su amada no merecía tener tanta suciedad donde descansaba. Llenó el jarrón de agua limpia y puso aquellas rosas dentro, pudo ver la fotografía que su viejo había elegido para decorar.

"Aquí descansa Zzio, amada hermana, amiga y novia".

Aquél nudo que tenía en su garganta era cada vez menos tolerable, apoyó la palma de su mano en la lápida, agachó la cabeza tratando de no llorar.  Recordó cuando ella le decía una y otra vez cuanto lo amaba y como poco a poco él formó una muralla, construida por sus inseguridades, miedo y desconfianza. La alejó cuando más necesitaba su apoyo y para colmo, jamás le dijo que él también la amaba. 

Yaoyorozu lo miró desde lejos, rio levemente al ver la pésima combinación de colores. Se acercó cuando él se fue, dejó las flores del Todoroki por respeto a que las había llevado, pero Yaomomo sabía que su color favorito siempre fue el anaranjado, porque le recordaba a su hermano. Dejó un par de ositos de peluche, porque sabía que los amaba. 

Contó un par de historias, del tipo romántico porque a ambas les gustaba. Confesó su amor entre lágrimas, porque jamás la vería otra vez.