Cuando Akira entró a su casa el agua de la lluvia le había empapado por completo la ropa haciendo que dejase pequeños charcos con cada paso que daba.

-Hola amor.- Chuuya le sonrió desde uno de los sofás de la sala. -¿Qué tal la escuela?-

Akira hizo una mueca y apartó la mirada, no soportaba ver a sus padres a los ojos, sentía que no tenía ese derecho, que había perdido ese derecho, sentía que les había fallado...

-¿Akira?- Dazai se levantó del regazo de Chuuya y miró preocupado a su hijo. -Ven aquí.-

Akira dudó un momento antes de ceder y acercarse a donde se encontraban sus padres, una vez que estuvo frente a ellos Dazai se levantó y lo abrazó, Akira se quedó en blanco por unos momentos, las muestras de afecto por parte de sus padres eran muy comunes pero aún así recibir una de ellas en un momento difícil como el que estaba pasando lo hacía sentir un poco mejor.

-Te amamos.- Dazai se separó de su hijo mientras Chuuya también lo abrazaba. -No lo olvides, cuando decidas contarnos lo que sientes o lo que estás pasando aquí estaremos para ayudarte, para escucharte y sobre todo para consolarte.-

-Tu padre a veces es un idiota.- Chuuya le regaló una de sus habituales sonrisas a Akira. -Pero en esta ocasión está en lo cierto, cuando decidas decirnos lo que te está pasando aquí nos tendrás para escucharte, en cualquier momento... Por que eres y serás siempre nuestro pequeño y te amamos mucho.- Chuuya sostuvo la cabeza de su hijo y la llenó de besos sacando una ligera sonrisa en Akira.

-Gracias...- Akira también abrazó a sus padres. -Cuando sea el momento, lo prometo.-

-No te presiones.- Dazai acarició la mejilla de Akira. -Todos necesitamos tiempo para asimilar algunas cosas, nosotros estamos dispuestos a esperar.-

-Por todo el tiempo que necesites.- Chuuya recostó su cabeza en la de su hijo. 

-Soy muy afortunado de tenerlos.-

-Y nosotros a ustedes.- Chuuya se separó de Akira y le revolvió el cabello. -Ahora ve, cámbiate esa ropa húmeda, no quiero que te vayas a enfermar.-

Akira asintió, se separo de sus padres y subió las escaleras hasta su habitación un poco más tranquilo, sabía que su familia era genial y lo entendería, o más bien entendería lo que le había ocurrido, era bueno contar con ellos.

Una vez en la soledad de su cuarto Akira observó su reflejo en el espejo y tuvo que armarse de gran valor para comenzar a desvestirse para poder cambiarse, lo primero que se quitó fue su sudadera y su camisa, ambas prendas dejaron ver las miles de vendas que cubrían su pecho. Cuando el resto de ropa fue retirada Akira procedió a quitarse las vendas para cambiarlas por unas que no estuvieran húmedas, durante el proceso no pudo evitar apartar la mirada de su piel marcada y llena de chupetones.

Después de que nuevamente estuvo cubierto por las vendas se colocó el resto de ropa que, al igual que las prendas que había usado el día anterior buscaban cubrirlo por completo para que pudiera de cierta forma sentirse más a gusto y seguro.

Akira terminó de arreglarse y estaba por ponerse a leer cuando la ventana de su habitación se abrió y apareció Kai, igual de empapado que él momentos antes y usando sus poderes de parca para subir.

-Tenemos que irnos.- Anunció Kai mientras buscaba algo de ropa seca en sus cajones.

-¿Qué?- Akira dejó de lado su lectura, parecía que esa tarde iba a ser de todo menos tranquila. -¿Irnos? ¿A donde?-

-A casa de tío Aku, ellos y nuestros padres van a salir a comprar un regalo para el cumpleaños de tu madrina así que la cas a va a estar sola.-

-¿Ajá? ¿Y luego? Eso no debería de interesarte a menos que vayas a robar.-

-¡No imbécil!- Kai se cambió tan rápido como pudo. -Vamos a hablar, Masako me acaba de llamar y dice que ya sabe quien...-

-Kai.-Akira se había puesto serio, muy serio. -¿Usaron su poder aún cuando yo les dije que no lo hicieran?-

Kai vio su muerte cerca pero aún así decidió responder con la verdad.

-Este... ¿Sí? Pero antes de que me mates déjame explicarte, Yasushi creía que no era el capitán de boxeo así que le suplicamos a Masako que usara "no hay donde esconderse" y al parecer dio resultados, como la droga ya perdió sus efectos pudo usar nuevamente su don y encontró al culpable, así que vamos... De prisa, ya.-

La puerta de la habitación se abrió y Dazai entró.

-Niños.-

-¡Papá!- Kai se apresuró a recoger su ropa regada y la aventó al bote de ropa sucia. -Tu no has visto nada.-

-¿Okeeey?- Dazai hizo una mueca y luego recuperó la compostura. -Su padre y yo iremos con Akutagawa y Atsushi a comprarle algo a Anne-San por su cumpleaños así que...-

-No tenemos ningún problema en quedarnos.- Kai se puso los zapatos. -Iremos a ver a los hijos de tío Aku para algo nada importante.-

-¡Yo si tengo un problema!- Fumiya entró echo una furia. -¿Por qué ellos se quedan y yo tengo que ir? Es injusto.-

-¿Quién quiere que le compremos un horrible sombrero?- Preguntó Dazai cruzándose se brazos, aún no podía creer que uno de sus hijos hubiese sacado el mal gusto de Chuuya por aquellas prendas detestables.

-Bien, solo por eso...- Fumiya comenzó a retirarse lanzando insultos y malas palabras.

-Se ve que es tu hijo.- Kai miró a su padre. -Es igual de mal hablado que tú.-

-Mira quien habla.- Dazai sonrió de medio lado. -Uno de los angelitos de la casa.-

-Si no se calman le diré a papi.- Amenazó Akira.

-No, ya.- Dazai se sacudió el saco y antes de salir les sonrió a sus hijos. -Lleven un paraguas, si se enferman Chuuya se pondrá loco.-

Akira y Kai esperaron en silencio a que su padre se fuera y una vez solos nuevamente se miraron de reojo.

-Es hora.- Dijo Kai.

-A veces realmente te odio.- Akira extendió una mano. -Poder... Límites rotos.- 

Al instante un círculo azul aparecíiófrente a ellos y comenzó a agrandarse hasta tener el tamaño suficiente para que ambos cruzaran sin problemas.

-Tú primero.- 

-No.- Akira se colocó bien su sudadera. -Tú primero por idiota.-

-Bien.- Kai tragó saliva y cruzó el portal, Akira lo siguió minutos después.

Abajo Dazai se había quedado pensando seriamente mientras esperaba que Fumiya acabase de arreglarse para salir.

-¿Sucede algo?- Chuuya le acarició una mejilla a Dazai.

Dazai inclinó la cabeza recibiendo mejor la caricia por parte de su esposo y con sus manos comenzó a quitarle el guante que envolvía su mano para posteriormente repartir pequeños besos sobre la piel desnuda de esta.

-Nada mon amour.-

-Osamu...- Chuuya sonrió ligeramente. -¿Desde hace cuántos años nos conocemos?-

-Desde hace muchos mi amor.- Dazai dio otro suave beso a la mano de su pareja.

-¿Y cuantos llevamos siendo pareja?-

-A decir verdad desde la época del caldo.-

-¿Lo ves?- Dijo Chuuya. -Es demasiado tiempo, incluso puedo presumir que te conozco maso menos como la palma de mi mano y justo por eso sé que estás mintiendo, así que... ¿Qué sucede?-

Dazai besó la frente de Chuuya.

-Creo que ya sé que es lo que le pasa a Akira.-

-¿De verdad?-

-Sí, pero no es algo de lo que quiero hablar en estos momentos, realmente es un tema complicado y... Será mejor que lo hablemos en familia, él debe de estar pasando un muy, muy mal momento.-

-Dazai...- Chuuya se había puesto preocupado. -Por favor...-

-No quiero que te aflijas.-

-Es mi hijo.-

-Amor.- Dazai abrazó a Chuuya. -Créeme que no es algo que un padre quisiera ver sufrir a su hijo.-

-Por favor... ¿Qué descubriste?- Chuuya alzó la mirada para ver a los ojos a Dazai.

-Akira... Akira fue abusado sexualmente.-

Chuuya tomó unos segundos para procesarlo y luego, poco a poco miles de lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas.

-Por eso...-

-Sí.- Dazai abrazó más fuerte a Chuuya. -Por eso reaccionó así ayer.-

-Papá...- Fumiya apareció con Dai en brazos. -¿Por qué está llorando papi?-

Chuuya simplemente se aferró más al pecho de su esposo.

-Papi...- Dazai también comenzó a llorar, pensar que su hijo había sufrido abuso era... Era una tortura. -Papi y yo estamos pasando un momento difícil, al igual que tus hermanos  mayores... Hay algo que pasó y no pudimos evitar y eso duele.-

Fumiya asintió y corrió a abrazar a sus padres.

-¿Duele mucho?-

Dazai intentó calmarse pero las lágrimas seguían insistiendo en salir.

-Demasiado...-

[...]

-Antes de que les diga lo que acabo de descubrir quiero que me prometan una cosa.- Masako pasó su mirada por todos los presentes que se encontraban sentados en su sala. -No quiero que nos matemos entre nosotros porque de lo contrario todo va a acabar muy mal, además escuchen lo que tengo que decir hasta el final.-

-Bien.- Kai cruzó las piernas. -Escucharemos todo lo que nos vayas a decir sin atacarnos, ya luego veremos que procede.-

-Okey, en ese caso...- Masako lanzó un suspiro y observó a Akira. -Ya sé quien te marcó, pero antes de que diga el nombre de esa persona y lo que sucedió quiero preguntarte algo.-

-Adelante.- El tono de Akira era distante.

-¿Por qué te dejaste someter ante Camille?-

Todas las miradas cayeron sobre Akira quién se limitó a encogerse de hombros.

-Ya debes saberlo, ¿no es así?-

-Quería escuchar que tú me lo dijeras.- Masako bebió un poco de su té. -Comenzaré por el inicio, cuando Kai y Akira llegaron Camille hizo un trato con Akira, no se metería con ninguno de nosotros a cambio de que él fuera su perro faldero.-

-Así que eran ellos.- Takeshi se recostó en el sofá. -Fui un tonto por no darme cuenta antes.-

-Akira aceptó y comenzó a ser acosado a nuestras espaldas, de ahí que comenzara a mostrar más heridas. Luego de eso durante la fiesta Camille obtuvo unas pastillas que sirven para desatar el deseo sexual tanto en Alfas como en Omegas, planeaba utilizarlas en la fiesta como un tipo de entretenimiento pero necesitaba un plan para no ser descubierta y no levantar sospechas. Obviamente su objetivo principal era lograr que mi don acabase inutilizado para que yo no pudiera interferir lo cual logró hacer con unas gotas que vertió en la bebida que unos chicos me entregaron.- Masako hizo una pausa y luego procedió. -Mientras esto pasaba conmigo a Takeshi le dieron un pastel que contenía una de las pastillas lo cual hizo que su alfa interior se despertase y su deseo sexual se pusiera al máximo, aprovechando que yo estaba atontada por la bebida los chicos se llevaron a mi hermano a uno de los niveles inferiores del lugar donde se suponía era zona restringida. Al mismo tiempo Akira había sido afectado por la pastilla debido a la mismísima Camille quien también lo llevó a los niveles inferiores y lo ubicó en una habitación ya que estaba "listo" para servir a algún alfa.-

Todos permanecían en silencio, atentos a lo que Masako estaba diciendo, sin embargo Akira y Takeshi tenían la mirada perdida en la nada, ambos eran lo suficientes listos y astutos para intuir por donde iba el asunto.

-Luego de esto Camille se dedicó a encontrar más alfas y omegas, su único fin era divertirse y sobre todo crear un escenario que le permitiese desestabilizar a Akira para poder activar su poder posteriormente y así romperle la mente.- Mazako hizo una mueca. -Camille odia demasiado a Akira, diría que incluso su odio es irracional y enfermizo. Ahora, siguiendo con esto... Akira se encontraba demasiado afectado por la pastilla debido a dos motivos, el primero es que normalmente cuando se avecina su celo lo anula con los supresores por lo cual al momento de tomar la pastilla de Camille sus feromonas y su cuerpo se descontroló reclamando placer sexual, el segundo motivo es por la presencia de los alfas igual de alterados que él, esos dos factores hicieron que Akira perdiera la cordura y el dominio de su cuerpo y su mente.-

-Esto...- Kai se frotó la cien. -Es demasiado.-

-Y hay más.- Masako tomó un respiro. -Takeshi tampoco había estado tan expuesto a las feromonas de tantos omegas y si a eso le sumamos que últimamente su cercanía con Akira a aumentado lo cual hizo que reconociera de forma inconsciente su olor acabó perdiendo la cabeza. Fue entonces cuando Camille se preocupó debido a que no pudo hacer nada para calmar a Takeshi quién buscaba desesperadamente a Akira, no tanto por el deseo sexual sino porque su instinto de amigo y alfa le indicaban que debía de protegerlo. Camille desesperada por no saber que hacer comenzó a meter a Takeshi a diferentes cuartos intentando que algún omega pudiese calmarlo pero Takeshi ni siquiera les hacía caso, fue allí cuando contrató a una beta para que usara sus "encantos" para calmar a Takeshi, la beta comenzó a tocar a Takeshi pero este no le dejó pasar a más.- Masako apretó las manos en puños. -Camille viendo que no daba resultados el calmar a mi hermano optó por forzarlo a estar con un omega y así terminó llevándolo con Akira, en cuanto las feromonas de ambos se mezclaron la poca lucidez que les quedaba se perdió y una vez que se quedaron solos todo fue caos. Tanto Akira como Takeshi de cierta forma estaban locos por entregarse al otro, y al ver al omega que había estado buscando Takeshi no pudo contenerse y lo marcó...-

La sala quedó en silencio incómodo, Akira y Takeshi se miraron sin expresión, ambos lo habían visto llegar pero aún así, que Masako lo confirmara era demasiado...

-Entonces...- Yasushi tragó saliva, sus manos temblaban. -¿Estás diciendo que Takeshi es quien abusó y marcó a Akira?-

-No.- Masako se había puesto muy seria. -Ninguno abusó a ninguno, ambos fueron las víctimas aquí, víctimas de Camille pero sí, no puedo negar el hecho de que fue Takeshi quien marcó a Akira.-