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Capítulo 19


*Anécdotas de los primeros años de vida...


Edad de Kai y Akira: 3 años

-¡Tengo miedo!- Kai siguió escondiéndose debajo de su cobija temeroso de los sonidos que hacían los rayos al caer. 

-No hay porque.- Dazai a su lado en la cama siguió leyendo uno de los aburridos libros de poesía de Chuuya. -En la vida pasarás por cosas que dan más miedo que un simple rayo.-

-Estoy seguro de que sí pero de todas formas tengo miedo.- 

Dazai observó al menor de sus hijos envuelto en la sábana y suspiró.

-Kai, entiendo que tengas miedo, apenas tienes tres años pero... Es solo un sonido que se produce cuando las cargas negativas y positivas chocan, no tienes nada que temer.-

-¿Qué son las cargas negativas?-

-Eso son... Digamos que... ¿Cómo te lo puedo explicar para que me entiendas?- 

-¿Cómo se lo explicarías a Akira?-

Dazai parpadeó y luego sonrió levemente.

-Kai, está bien que pienses que tu hermano es muy listo pero se lo explicaría de la misma manera que a ti.-

-Akira no es solo listo...- Kai asomó su cabeza desde debajo de su sábana y miró a su padre. -Akira es como tú, o eso dice papi... Es todo un genio.-

-Tu padre exagera a veces corazón, tu hermano y tú tienen las mismas capacidades pero cada uno demuestra su talento en su área, por ejemplo, es verdad que Akira capta rápido y es bueno y ágil con la mente pero... Tú lo complementas con tu fuerza física, agilidad y resistencia.- Dazai estiró una de sus manos y le revolvió el cabello a su hijo.

-Pa...-Kai se acercó a Dazai y se subió a su regazo. -¿Podemos ver una película?-

-Claro, ¿qué quieres ver?- Preguntó Dazai mientras dejaba de lado el libro que había estado leyendo.

-La película que Akira y yo vimos ayer con papi...-

-Vale, vale...-Dazai se levantó mientras cargaba a su hijo hasta la sala, una vez allí encendieron la televisión y comenzaron a ver la película.

Más tarde, cuando Chuuya y Akira regresaron después de haber ido a comprar se toparon con una escena algo tierna y graciosa.

-Bruce... Él, está detrás de tí....- La joven en la pantalla señaló las espaldas de su compañero.

-¿Wendy?-

-Bruce...¡Bruce!-

-¡AAAAAAAHHH!- Dazai y Kai se abrazaron temblando mientras gritaban por el monstruo que acababa de aparecer en pantalla.

-Son patéticos.- Akira sonreía al ver a su padre y a su hermano asustarse con una película de terror. -Papá ni siquiera está asustado, solo lo hace para calmar a Kai.-

Chuuya sonrió y asintió.

-Tu padre comprende lo que es temerle a los monstruos, pero al menos esto ayuda a que Kai no le ponga atención a los truenos.-

En eso un trueno retumbó sobresaltando a Akira quién dió un pequeño saltito.

-Quizá también hay que distraerte a ti.- Chuuya comenzó a desempacar lo que habían comprado.

-Creo que iré con ellos.- Akira se acercó a dónde se encontraban su padre y su hermano y sin decir nada se acomodó junto a ellos.

Cuando Chuuya volvió a ingresar a la sala no pudo evitar echarse a reír, su pequeña familia estaba amontonada con los ojos muy abiertos mientras observaban la pantalla sin parpadear.

-Bruce...-

-¿Anna? Pero si tú estabas... Estabas...-

-¿Muerta? Oh no cariño... Solo, mira debajo de tu cama.-

La tensión del momento fue aumentando conforme la pantalla mostraba lo que se encontraba escondido bajo la cama del chico, una vez que mostraron lo que había, los tres que estaban viendo la película volvieron a gritar.

-¡AAAAAAAHHH!-


Edad de Akira y Kai: 3 años

-Papi...- Kai dejó los cubiertos con los que estaba comiendo. 

-¿Sí mi amor?- Chuuya alzó la mirada de los documentos que estaba examinando y la centró en su pequeño.

-¿Ustedes tienen poderes?-

-Claro qué sí Kai.- Akira removió el agua de su vaso. -¿Por qué crees que ambos tienen trabajos super cool?-

-Buen punto.- Dazai le guiñó un ojo a su hijo y siguió comiendo.

Chuuya por su parte lo pensó un momento antes de responder la interrogante de su pequeño con otra.

-¿Por qué lo preguntas mi amor?-

-Bueno, porque... En la escuela la mamá de Katy controla el hielo.-

-Y solo por eso Katy es una insoportable presumida.- Akira hizo una mueca de disgusto. -¡Ah no la soporto! ¡Mis padres tienen poderes, uno es uno de los líderes de la Port Mafia y el otro lo fué y además es un detective y no por eso ando presumiendo!-

Dazai sonrió ampliamente y le revolvió el cabello a su hijo intentando calmarlo.

-Los poderes no son para presumir.- Agregó Chuuya en tono calmado. -Así como nosotros hay muchos y no por eso nos creemos superiores, nosotros al igual que la gente normal somos iguales, nadie es mejor o peor por tener o no poderes.-

-Lo que dice su padre es verdad.- Dazai pasaba su mirada de Kai a Akira y viceversa. -Los poderes no nos hacen mejores o peores, solo son parte de nosotros y va a depender de lo que hagamos con ellos la reputación que nos ganemos.-

-No entendí.- Kai se rascó la cabeza. -¿Esto que tiene que ver con qué si tienen o no poderes?-

-Pues es que... ¿Sabés qué? Olvídalo.- Akira volvió a concentrarse en su comida.

-¿Pero si tienen no?- Preguntó Kai aún confundido.

-Sí.- Respondió Dazai mientras luchaba a muerte con una de las trenzas de su cangrejo.

-¿Y cuáles son?-

-Yo anulo poderes, tengo algo así como un antipoder... Y su padre maneja la gravedad gracias a que en su interior guarda a un poderoso dios.-

Akira soltó sus cubiertos y miró a Chuuya.

-¿Eso es verdad?-

-Lo es, y justo por eso mi poder es peligroso.-

-¿Podemos verlo?- Los ojitos azules de Kai resplandecieron motivados.

Chuuya intercambió miradas con Dazai y luego asintió, con sumo cuidado elevó a sus hijos y los mantuvo en el aire por unos segundos.

-¡Aaah! ¡Ya, ya! ¡Bájame, bájame, bájame!- Kai comenzó a patalear haciendo lo posible por volver a su sillita.

Chuuya los regresó poco a poco.

-Eso fue increíble...- Kai ya más tranquilo sonrió ampliamente. -¿No Aki? ¿Verdad que fue super?-

-Yo...- Akira se levantó del comedor. -Creo que iré a vomitar...-


Edad de Akira y Kai: 4 años

Kai adoraba ir a visitar a su padrino a la base de la Port Mafia porque el lugar era tan grande y amplio que servía perfectamente como una pista para probar nuevos trucos. 

En esta ocasión estuvo aún más feliz de que sus padres tuvieran que salir y los dejarán allí solos bajo muchas recomendaciones, ya que eso significa que podía hacer desastre sin ser castigado.

Con un plan trazado en mente se acercó hasta donde su hermano hojeaba uno de los libros de medicina de Mori y lo llamó.

-Akiraaaaaa.-

-No.- Su hermano ni siquiera alzó la mirada de su lectura.

-Pero si no he dicho nada.- Se quejó Kai.

-Déjame ver... ¿Implica una rampa?- 

-No.-

-¿Fuego? Si no mal recuerdo la última vez casi arrasas con la bodega de explosivos.-

-Tampoco.-

-¿A Kanjii? Entre tú y ese loco son capaces de cualquier cosa.-

-No, no implica a Kanjii ni a ningún otro miembro de la Port Mafia, quizá solo a Masako y a Ella.-

-Me niego.- Akira cerró de golpe el libro. -No vas a involucrar a ninguno de los hijos de tío Aku en esto, la última vez Takeshi acabó malherido por tú culpa, y casi matas Yasushi.-

-Fue un accidente.- Kai se cruzó de brazos.

-¡Es un bebé! Si vas a hacer algo que ponga en peligro la vida de alguien llama a papá, aunque papi te mataría...-

-Akiraaaaaaaa.- Kai rogó. -Solo nosotros... ¿Si?-

-No.-

-Por favor...-

-Que no.-

-Akiraaaaaa.-

El castaño suspiró y giró para ver a su hermano, quién no iba a parar hasta obtener lo que quería.

-Bien, pero si alguien más sale herido juro que te voy a matar.-

Kai sonrió triunfante y asintió.

-Vamos hermano, el triciclo nos espera.-

Más tarde cuando Dazai y Chuuya regresaron a traer a sus hijos se toparon con un Akira pálido como un fantasma y con un temblor por todo el cuerpo.

-¿Qué pasó aquí?- Preguntó Chuuya mientras abrazaba a su hijo que parecía estar en blanco.

-Los dejé sin supervisión quince minutos.- Respondió Mori sobándose la cabeza. -Kai tuvo la grandiosa idea de manejar triciclo por las escaleras con una serie de retos que implicaban, un lanza llamas, granadas, explosivos y cierras eléctricas, creo que Akira no la pasó muy bien a la hora del paseo.-

-¿Kai?- Dazai miró seriamente a su hijo. 

-En mi defensa diré que no aguanta nada.- Agregó Kai de forma inocente mientras se encogía de hombros.


Edad de Akira y Kai: 7 años

-Es mi turno...- Kai intentó arrebatarle el control de la televisión a su hermano, pero este al ser unos centímetros más alto pudo evadir su ataque de un rápido movimiento.

-Perdiste una apuesta, es mi turno.-

-Eso es injusto.- Kai comenzó un puchero. -¿Cómo iba a saber que había distintos tipos de galaxias en el universo? Eso aún no lo hemos visto en la escuela.-

-Podrías saberlo si leyeras un poco.- Akira sonrió victorioso y luego encendió la televisión. 

-Odio que seas como papá, ambos son unos cerebritos... Ahora que veremos, ¿Otro documental de guerra?- 

-Nop.- Akira sacó una caja llena de discos, los cuales tenían anotados algunos números y títulos algo extraños.

-¿Qué es eso?- Kai se acercó a su hermano y comenzó a sacar los discos leyendo lo que tenían escrito.

-Son videos, los saqué del cuarto de nuestros padres.-

-¿No crees que esto nos meterá en problemas?-

-Kai, hermano... Eso es lo último que debería preocuparte, normalmente tú nos metes en problemas cada dos días.-

-Eso es verdad, pero dime... ¿Para qué quieres estos vídeos?-

-Curiosidad.- Akira tomó uno de los discos y lo colocó en el DVD esperando paciente a que se reprodujera. 

-Oh...-Kai volvió a sentarse en el sofá y se recostó con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja. -Ese es del día de su boda, he visto muchas fotos.-

-Yo igual.- Akira se colocó junto a su hermano y comenzó a comer unas palomitas que había sacado de quién sabe dónde. -¿Te parece si vemos este o ponemos otro?-

-¿Qué otros hay?- 

-Mmm, tenemos uno que dice... "Etapas de la pancita de Chibi", "El cumpleaños del suicida", "Un viaje donde Koyo casi me mata", "Los gatitos en el ático", "Sombrillas en primavera", "Boda de mis subordinados", "Cumpleaños del adicto al trabajo", "Pequeños recuerdos de Aki", "Kai y sus locuras", "Mini soukoku", "Guerra de..."-

-¿Qué hacen niños?- La voz de Chuuya llegó desde la cocina.

-¡Nada Papi!- Respondieron ambos niños al unísono.

-Espera, espera...- Kai aprovechó que su hermano se había distraído y adelantó la grabación para toparse con una escena de un beso muy, pero muy apasionado.

-¡KAI!- Akira se puso pálido. -¡Quítalo, quítalo! ¡Kai!-

-¡Eso intento!-

Una vez que el menor pudo sacar el disco ambos se miraron, eso había sido traumante.

-Mis ojitos....- Kai se frotó sus ojos intentando borrar la imagen de sus padres en medio de un beso. -Eso me generará un trauma de por vida.-

-Y que lo digas.- Akira se puso de pie. -Será mejor que veamos un documental.-

-Definitivamente.- Kai le entregó el control a su hermano. -Prefiero aburrirme con armas que ver eso de nuevo.-

-¡Niños a comer!-

-¡Vamos papá!-

Los dos hermanos se apresuraron a acomodar su pequeño desastre y mientras iban al comedor Akira le dijo a su hermano en tono bajito.

-No digas nada o estaremos fritos.-

-Entiendo.-

Cuando llegaron tomaron asiento en sus respectivos lugares y esperaron a que sus padres también se sentasen para que empezarán a comer todos juntos.

-Oh Chuuya...-Dazai abrazó a su esposo por la espalda y lo besó en la mejilla. -Estoy tan hambriento que podría comerte a besos.-

-¡NOOO!-

Chuuya y Dazai parpadearon sorprendidos y miraron de forma divertida a sus hijos.

-¿Por qué no?- Cuestionó curioso Chuuya.

-Em...- Kai se rascó la cabeza.

-Hay menores presentes.- Agregó Akira intentando mantener la calma. 

-¿Y qué?- Dazai acarició algunos de los mechones del cabello de su esposo. -Son mis hijos, y estoy en mi casa... Y es mi esposo, puedo besarlo tanto como quiera.-

-Dazai basta...- Chuuya sonreía ante la repentina lluvia de caricias y besos por parte del castaño. -Imbécil me haces cosquillas.-

-No veas Kai.- Akira cubrió los ojos de su hermano. -Kai al menos tú conserva tu inocencia.-

-Dazai...- Chuuya atrapó el rostro de su esposo. -Te amo pero basta ya.-

Ignorando a Chuuya, Dazai se acercó a sus labios y lo besó, en un inicio Chuuya no quería ceder pero los labios de su esposo eran simplemente irresistibles.

-Oh por Dios.- Akira cerró los ojos. -Realmente iba enserio cuando dijo que iba a comérselo.-


Edad de Akira y Kai: 7 años

-Disculpe, ¿pueden sonreír un poco más?-

El señor que era el encargado de la sesión de fotos de la familia soltaba indicaciones y peticiones para que las fotos saliesen perfectas.

-Yo ya me harté...- Kai molesto por posar y sonreír como bobo se alejó de la toma y fue a tumbarse en uno de los sillones del estudio. 

-Jovencito, vuelva por favor, aún no hemos terminado.-

-No va a volver.- Dazai suspiró. -Tienes el carácter de mi esposo, una vez que algo lo irrita es difícil que siga cooperando de buen humor.-

-Pero su esposo es un encanto.- El señor señaló donde se encontraba Chuuya abrazando y riendo con Akira. 

-¡La cámara!- Dazai le quitó el aparato al señor y corrió hasta ponerse enfrente y obtener una toma perfecta de su esposo y su hijo.

-Eso fue raro.- Comentó el señor una vez que Dazai le regresó la cámara.

-Rara vez mi esposo anda de buen humor, naturalmente se la pasa regañándome por intentar suicidarme o inculcar le malos hábitos a nuestros retoños.-

-Me lo imagino.-

-Papá...- Kai se acercó a Dazai, venía arrastrando los pies y con una cara de pocos amigos. -¿Ya nos vamos?-

-Ya falta poco corazón, unas más y ya, ¿Te parece?-

-No.-

Dazai sonrió de medio lado y se agachó hasta quedar a la altura de su pequeño.

-No a mí pero hagámoslo por Papi y por Aki, ¿va?-

Kai hizo un puchero pero finalmente cedió.

-Bien, pero a cambio quiero un helado.-

-Hecho.-


Edad de Akira y Kai: 9 años

-¡Papá! ¡Papi! ¡Papá!- Akira entró corriendo a la habitación de sus padres despertándolos. 

-Akira...- Dazai se frotó los ojos. -Primero Chuuya me despierta y, ¿ahora tú? ¿Qué rayos les pasa? Familia tenían que ser.-

-Amor...-Chuuya se levantó somnoliento. -¿Qué pasó?-

-Eso podría preguntar yo.- Respondió Dazai mientras miraba a su hijo. -¿Qué necesitas Aki?-

-¡Kai! ¡Está... Raro!-

-¿No ese es que atado natural?-

Chuuya golpeó a Dazai en la cabeza.

-No digas eso de tu hijo.-

-Pero es la verdad.- Se quejó Dazai.

-No, esta vez sí está muy, muy raro...- Akira se veía preocupado lo cual le indicó a los mayores que no estaba mintiendo.

-¿Raro cómo?- Dazai se puso de pie seguido por Chuuya.

En eso una criatura vestida de negro, con varias cicatrices por el cuerpo y una enorme nube de humo ingresó al lugar.

-Raro así...- Akira señaló a Kai y se escondió en la cama de sus padres.

-Oh ya veo.- Dazai se acercó a la pequeña parca y le agarró el brazo. -Poder... Indigno de ser humano.-

Al instante Kai recuperó su forma habitual.

-¿Pero qué?- Chuuya se acercó a su hijo y lo revisó de arriba a abajo. -¿También tiene poderes?-

Dazai sonrió y asintió.

-Eso debe ser, aunque ahora el asunto es que aprenda a controlarlos.-

-Pa...- Akira se miraba las manos asustado. -¿Si él tiene poderes yo igual voy a tener?-

-Eso sería lo más probable, aunque aún no demuestras signos de ello, por ahora mantente tranquilo... No hay prisa para desarrollarlos.- Respondió Dazai en tono tranquilo.

-Kai, Kai...- Chuuya abrazó a su hijo. -¿Te encuentras bien?-

-Me mordí la lengua...- Fue todo lo que dijo el pequeño antes de recibir un sermón por parte de su padre pelinaranja acerca de los poderes.


Edad de Akira, Kai, Masako y Takeshi: 9 años

Edad de Ella: 8 años

Edad de Yasushi: 7 años

-¿Pueden dormir conmigo?- Ella miró de forma suplicante a Atsushi.

-Pequeña, van a dormir todos en la sala, así que de una forma u otra dormirán contigo.- Respondió el albino con una sonrisa.

-Eso no se vale, Takeshi, Masako y Yasushi siempre se la pasan llamando su atención, yo quiero que solo duerman conmigo.-

-Amor, no seas así... Por favor.-

-¿Prepararás galletas?-

Atsushi asintió.

-Dos bandejas.-

La pequeña, que era una versión mujer de él, sonrió ampliamente.

-Bueno, solo por esta vez.-

-Eso suena bien, ahora anda... Ve con ellos.-

Una vez que la menor abandonó el lugar Atsushi sonrió y comenzó a cocinar.

-Ustedes se parecen demasiado.- Akutagawa observó a su esposo medir los ingredientes para la masa de las galletas.

-Era necesario que al menos uno de nuestros hijos saliera a mí, los otros tres pueden parecerse físicamente pero en el carácter salieron a ti.-

Akutagawa negó con la cabeza.

-Por cierto, vamos a tener que cuidarlos por unos cinco días.-

-Oh, no hay problema.- Atsushi sonrió amablemente. -¿Dazai-san y Nakahara-San van de vacaciones o algo así?-

-No exactamente Jinko, digamos que es el celo de Nakahara-San y Dazai-san tiene que hacer lo suyo.-

Las mejillas de Atsushi comenzaron a tornarse rosas.

-Ah, ya entendí.-

Mientras esto ocurría en la cocina los pequeños en la sala jugaban con sus poderes.

-Mi turno.- Kai cerró los ojos, desde que había descubierto que tenía un don no podía evitar para mostrarlo. -Poder... Corrupta oscuridad asesina.-

Al instante un humo negro lo envolvió y al disiparse su cuerpo se encontraba lleno de marcas y vestía una ropa holgada de tonalidades oscuras.

-Wow...- Ella aplaudió. -Eso es increíble.-

-Bueno, bueno...- Takeshi sonrió. -Voy yo, poder... Sombras de desgracia.- 

Las luces en la habitación parpadearon y luego un aura negra rodeó el cuerpo del menor tomando forma de tentáculos.

-Genial...-Ella volvió a aplaudir. -Masako, te toca.-

La otra niña alzó la mirada de su libro e hizo una mueca.

-Poder... No hay donde esconderse.- Una luz azulada salió disparada por todos lados y luego volvió al cuerpo de Masako quién observó a su gemelo y dijo: -Takeshi, tus guantes están guardados en el tercer cajón del cuarto de invitados, Ella los escondió allí como venganza a lo que le hiciste con su sombrero, Yasushi tus dulces los desechó papi porque ya estaban vencidos, Kai, no tienes que preocuparte por tu cepillo dental, viene en el tercer bolsillo de tu maleta tu hermano se encargó de meterlo.-

-¿Encerio?- Kai buscó su cepillo y cuando lo encontró le sonrió a Akira.

-¿Qué escondite mis guantes en donde?- Takeshi reactivó su poder y sarandeó un buen rato a su hermana hasta que Akira los calmó.

-Bien, creo que me toca...- Yasushi suspiró. -Poder... El precio de los dobles.- 

En cuanto dijo eso un orbe de luz apareció a su lado para posteriormente transformarse en una copia idéntica a él.

-¡Ahora voy yo!- Ella sonrió orgullosa. -Poder... Magia y energía... Campo de fuerza...- Ante la orden una burbuja rodeó a todos los pequeños protegiéndolos de una amenaza inexistente.

-Bueno, acabamos...- Takeshi se dejó caer en la montaña de cojines que habían construido. -Akira, ¿Aún no hay nada de tu parte?-

Akira se puso pálido.

-No, aún no...-

-Mi papá tiene una teoría sobre eso.- Dijo Kai orgulloso de su hermano. -Dice que puede ser que la revelación de su poder esté tardando por el hecho de que es tan fuerte que recién comienza a finalizar su desarrollo.-

-Eso es increíble.- Ella observó a Akira. -¿No sería genial tener un poder así de fuerte?-

-No.- Akira se abrazó las rodillas. -Todo gran poder conlleva un gran pago, por ejemplo la corrupción de mi Papi... No quiero sufrir por cargar algo así.-

-Esa es una forma muy profunda de pensar para alguien de nuestra edad.- Comentó Masako.

-Esa es mi forma de pensar, realmente no quiero un poder grande.- 

-Hermano mío...- Kai le sonrió a su gemelo. -Tu camino grita grandeza así que ve acostumbrándote a que todo en tu vida venga en tamaño jumbo.-


Edad de Akira y Kai: 10 años

-Papá...- Akira se aferraba al torso de Dazai, de sus ojos escurrían ríos de lágrimas y su cuerpo temblaba aún más que una hoja al viento.

-Tranquilo mi amor, ya pasó... Ya pasó, no fue nada, papá está aquí... - Dazai acariciaba lentamente el cabello de su hijo.

Chuuya llegó a dónde ambos se encontraban y sin decir nada rodeó a su pequeño intentando tranquilizarlo.

-Papá...- Akira se apegó aún más a Dazai. -Lamento haber arruinado la fiesta... Yo...-

-Tranquilo.- Kai llegó sonriendo para hacer sentir mejor a su hermano. -Todo está bien, no pasó nada... Los demás siguen festejando, lo importante aquí es que tú estés bien.-

-Papi, papá...-Akira buscó la mano de Chuuya. 

-Mi amor, calma... Todo está en orden.- El tono de Chuuya era dulce y calmado. 

-Akira...-Dazai alzó un poco la cabecita de su hijo para que esté lo mirase a los ojos. -Tienes poderes.-

-No los quiero papá... No los quiero...- Akira sacudió su cabeza intentando resistirse a la verdad.

-Mi tesoro, no los niegues...- Chuuya besó la mejilla de Akira. -Son parte de ti...-

-No... Por favor no...-

Dazai intercambió miradas de preocupación con su esposo y luego simplemente se dedicó a cuidar de su pequeño.

-Akira...-

-Límites rotos...-

-¿Qué cosa?- cuestionó Chuuya.

-Así se llamará la abominación de poder que tengo...- Akira observó a sus padres. -Límites rotos... Porque mi don es desenfrenado, sin límites y yo me siento roto...-

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