Capítulo 18
*Noveno mes de embarazo y parto.
El último de los meses de embarazo fue por mucho el más complicado, no solo por los repentinos y constantes cambios de humor por parte de Chuuya sino también por los fuertes cólicos y dolores que esté padecía.
Durante ese tiempo Dazai tuvo que concentrarse en cuidar de su esposo con mayor empeño ya que su estado le impedía realizar varias actividades de su rutina diaria, pero eso no fue nada en comparación a lo que tuvo que experimentar el día del parto.
Eran altas horas de la madrugada, pequeñas gotitas de agua y la niebla de una reciente llovizna hacían que el ambiente se tornará frío, las calles estaban silenciosas y en la ciudad rondaba la tranquilidad. La pareja dormía plácidamente hasta que algo despertó a Chuuya.
-Dazai...- El pelinaranja puso una mano sobre el hombro de su esposo. -¡Dazai!-
El castaño se removió entre sueños hasta que lentamente fue despertando.
-Chuuya... ¿Tienes idea de la hora que es?-
-¡No es momento para bromas Dazai, los bebés ya vienen!-
Los ojos de Dazai se abrieron de par en par y en menos de un segundo ya se encontraba de pie haciendo malabares para cambiarse, cambiar a Chuuya y obtener la pañalera de sus hijos para irse al hospital.
-Mierda, mierda, mierda...- Dazai cargó a Chuuya hasta el auto, una vez allí buscó desesperadamente las llaves y arrancó.
Lo bueno fue que a esas horas de la madrugada no había nadie porque de lo contrario Dazai hubiera sido arrestado por atropellar gente, incumplir varias señales de tránsito y saltarse los semáforos.
-Dazai...- Chuuya hacía pequeños gestos que indicaban que dolía. -No es necesario que vayas tan rápido... Yo...-
-No lo digas.- Dazai tomó una de las manos de su pareja y la besó. -Sé que puedes aguantar otro rato pero aún así... No hay que arriesgarnos.-
-Já...- Chuuya no pudo evitar reír. -¿No crees que igual nos estamos arriesgando al ir tan rápido?-
En respuesta Dazai solamente aumentó la velocidad.
-Tengo que llamar a Anne-San, y a Mori.... Y a Yosano.- Dazai soltó una maldición antes de marcar.
"-Sí llamas a estas horas solo puede significar una cosa.-" La voz de Yosano al otro lado de la línea era calmada, ni siquiera parecía que acabase de ser levantada. "-Dime Dazai... ¿En cuanto llegan?-"
Dazai observó el reloj en la pantalla del auto y luego respondió.
-En diez.-
"-Estaré allí en quince.-" Luego de eso Yosano colgó.
-Vaya...- Chuuya apretó la mano de su esposo al sentir otra oleada de dolor. -Esa mujer es admirable.-
-Lo es.- Dazai marcó el segundo número.
"-Dazai...¿Qué rayos? ¿Sabes la hora que es?-"
-Anne-San, Chuuya está por tener a los bebés.-
"-Llego en diez.-"
-Oh por todos los astros... ¿Esta gente se cree flash o qué demonios?-
Dazai sonrió ante el comentario de su esposo y marcó el tercer y último número.
"-Dazai-kun... ¿Qué podrás necesitar para llamarme tan temprano?-"
-Chuuya está por...-
"-Me lo imagino.-" Mori soltó un bostezo. "-Parece que esta noche no podré dormir, Atsushi-Kun acaba de llegar hace una hora... Aún no va a dar a luz pero ya está teniendo más dilatación... Me preguntó quién nacerá primero...En fin, prepararé el quirófano.-"
-Vaya, vaya... Al parecer no estarás solo mon amour... Atsushi ya está también allí.-
-Eso parece.- Chuuya se estremeció ante el dolor que comenzaba a experimentar.
Dazai volvió a aumentar la velocidad acortando el tiempo de llegada al hospital, una vez allí Mori ya los esperaba en la puerta con una silla de ruedas preparada.
-Vamos, vamos... A simple vista se ve que esos bebés se mueren por salir.-Dijo Mori al ver el estado en el que se encontraba el pelinaranja.
Con cuidado Chuuya fue llevado a una sala especial a la cuál Dazai no pudo ingresar.
-Espera aquí, Yosano ya está esperando en el quirófano, nos haremos cargo... Cualquier cosa te mantendremos al tanto.- Y sin más Mori se fue dejando a Dazai desesperado y preocupado.
En la sala de espera Dazai se topó con Akutagawa quién estaba igual de alterado que el castaño.
-¿Atsushi?-
-Acaba de entrar en labor de parto, ¿Nakahara-San?-
Dazai se dejó caer en una de las sillas del lugar.
-Igual, realmente esto es desesperante, ¿No?-
Akutagawa imitó a su mentor sentándose a su lado.
-Lo es.-
-¡Dazai!- Koyo apareció en una de las puertas que conectaban con la sala de espera, ni siquiera porque acaba de levantarse aqyella mujer estaba desarreglada, era todo lo contrario, lucía perfecta e impecable, igual que siempre. -¿Chuuya?-
-Acaba de ingresar al quirófano.-
-Entiendo, oh... Akutagawa-kun... ¿Atsushi también?-
-Sí.- Respondió el menor intentando mantener la calma.
-¡Akutagawa!- Gin también hizo acto de presencia seguida por su esposa.
-Gin...-
-Uff...- Higuchi se estiró un poco. -Esto de correr diez cuadras segundas fue toda una aventura.-
Akutagawa frunció el señor y miró a su hermana.
-¿Y tú auto?-
-Lo chocamos a diez cuadras de aquí, casi nos estrellamos con un maníaco que iba a toda velocidad.-
Ante ese comentario Dazai se puso pálido.
-En... Gin, Higuchi... Creo que les debo un auto.-
-Nah.- Higuchi le quitó importancia al asunto con un ademán de muñeca. -Fue divertido ver cómo se hacía pedazos, ¿Por cierto y Atsushi y Nakahara-San?-
-En labor de parto.- Respondieron los respectivos esposos al unísono mientras volvían a sumirse en los nervios.
Así pasaron todo el rato que les tocó esperar hasta que finalmente Elisse hizo aparición.
-Atsushi Nakajima Akutagawa dio a luz el 24 de Noviembre a las tres y media de la mañana a la pequeña Masako, a Takeshi lo tuvo a las tres y treinta y dos minutos.- Elisse pasó a la siguiente hoja que llevaba consigo para leerles al resto. -Chuuya Nakahara Dazai dio a luz a Akira el 24 de Noviembre a las tres y veinte minutos, y a Kai a las tres con veinticinco minutos. El estado actual de los cuatro bebés es vivos, sus signos vitales están estables y Rintarou dio el permiso para que los padres puedan pasar a verlos, lo único que pide es que no hagan mucho ruido, tanto Nakahara como Nakajima necesitan descansar, su labor de parto fue exitosa sin embargo perdieron energías. Ahora, Dazai, Akutagawa, síganme.-
Elisse se dio la vuelta y comenzó a caminar con ambos padres siguiéndola de cerca. Cuando llegó a un pasillo solitario se detuvo y giró para ver a los hombres que la habían seguido.
-Akutagawa tercera puerta, Dazai... Segunda puerta.- Elisse les regaló a ambos una amplia sonrisa. -Felicidades, sus hijos son todo un encanto...-
Luego de esto la pequeña se alejó dando pequeños trotes dejando solos a ambos padres, los cuales se acercaron a sus respectivas puertas de forma lenta y tímida.
Akutagawa tenía ansias y alegría, pero sobre todo felicidad, Dazai tenía felicidad y miedo... Miedo por ver a sus hijos por primera vez, miedo a que no pudiera ser el padre que ellos necesitaban, miedo a arruinar su primera impresión...
Con extrema lentitud Dazai giró la perilla que daba al interior de la habitación y entró. Lo primero que llegó a él fue un gemido, un suave gemido de un bebé hermoso.
Chuuya se encontraba nuevamente en una camilla, pero a diferencia de las veces anteriores en esta ocasión tenía compañía, dos hermosos bebés envueltos en suaves mantas de seda, un regalo que obviamente había sido de Koyo.
Dazai se quedó inmóvil al contemplar la escena, allí, frente a él estaban las tres criaturas que más amaba en el mundo, su esposo... Con el cabello revuelto y una enorme sonrisa en el rostro, y dos niños que se removían reclamando la atención de su progenitor.
-¿Solo vas a quedarte allí mirando?- Preguntó Chuuya al ver que Dazai no se había movido.
-¿Cómo te sientes?- Dazai se acercó a la camilla y depósito un delicado beso en la cabeza de su esposo.
-Me siento de la chingada.- Respondió con sinceridad Chuuya. -Pero también me siento feliz... Aunque el dolor es como si me hubiera arrollado un tren.-
-Me imagino.- Dazai se quedó viendo a sus hijos y sonrió.
Chuuya observó esa sonrisa y se sintió completo.
-¿Quieres cargar a uno?-
Dazai parpadeó y luego negó repetidamente con la cabeza.
-Es una mala idea, estoy casi seguro de que lo dejaría caer.-
-Oh vamos, no lo harás.- Chuuya le entregó uno de los bebés a Dazai quién lo tomó como si fuese la reliquia más valiosa de la galaxia, y para él si era de tal modo. -Este es Akira, fue el primero en nacer...- Chuuya soltó la manita de Akira para que Dazai lo tuviera. -Akira mi amor, este es tu otro papá... Dazai...-
Akira se removió entre los brazos de Dazai y luego estiró una de sus manitas.
-Es divino...- Dazai estaba embelesado con su pequeño.
-Obviamente.- Chuuya se apartó un mechón de la cara. -Es nuestro hijo.-
Dazai sintió y estiró uno de sus dedos para que Akira lo envolviese con una de sus manitas.
-Ambabba...- Balbuceó Akira mientras jugueteaba con el dedo de su padre.
-Hola mi amor...- Dazai frotó su nariz con la de su hijo. -Ah Chuuya... ¿Cómo jodidamente haces que todo lo nuestro sea perfecto?-
-Pues...- El castaño se encogió de hombros. -Ya sabes lo que dicen, lo que es hecho con amor siempre sale bien.-
Dazai soltó una carcajada y volvió a entregarle el bebé a su esposo.
-No tienes remedio petit.-
-Toma, este es Kai...-
En cuanto el segundo de los hermanos tocó los brazos de Dazai comenzó a llorar.
-Vaya Chuuya, pero si se parece a ti...-
Kai comenzó a calmarse poco a poco al sentir como Dazai lo mecía.
-Es dramático.- Chuuya besó la cabecita de Akira. -Yo diría que se parece más a ti.-
Dazai analizó a su pequeño que había vuelto a quedarse dormido.
-Sé parece a ambos, porque es una mini mezcla de nosotros.-
-Vale, con que ninguno haya sacado tus gustos suicidas todo estará en orden.-
-Chuuya, son mis hijos así como tuyos... Realmente no me sorprendería que en unos años ambos estén corriendo por allí con una soga y un cuchillo buscando el lugar ideal para cometer suicidio doble.-
-Dazai no vas a enseñarles eso a tus hijos.- Reprendió Chuuya.
-Dazai sí.-
-Dazai no.-
-Dazai sí.-
-Dazai, NO.- Chuuya miró de forma asesina a su pareja.
-Dazai NO.- Dazai se sentó a un lado de Chuuya y observó a su pequeña familia.
-Dazai...- Chuuya recostó su cabeza en el hombro del castaño. -Te amo.-
Dazai también recostó su cabeza sobre la de su esposo.
-Chuuya, yo también te amo.-
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