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Capítulo 16


Dazai se encontraba molestando a Atsushi sobre su embarazo cuando recibió una llamada que haría arder su mundo.

-¿Si?-

"-Dazai...-" La voz de Koyo al otro lado del teléfono era fría, demasiado fría lo cual disparó las alarmas del castaño.

-Oh Anne-San, es un verdadero placer poder escuchar tu divina voz...- Dijo Dazai intentando quitar un poco de la tensión que comenzaba a generar el momento.

"-No es momento para bromas Dazai, hay algo importante que tengo que decirte.-"

-Adelante, soy todo oídos.-

"-Hay tres cosas que quiero que hagas, la primera es que vengas a la base de la Port Mafia, la segunda es que una vez aquí escuches con tranquilidad y sin perder el juicio todo lo que tengo que decirte, y la tercer cosa es que no te contentas una vez que haya finalizado de decirte aquello con lo que necesito que te mantengas cuerdo.-"

Dazai tenía un mal presentimiento, un muy, muy mal presentimiento, algo no andaba bien y eso lo alteraba.

-¿Por qué debería ir a la Mafia en estos momentos Anne-San?

La mujer soltó un gruñido del otro lado de la línea y cuando habló su voz había adquirido un tono asesino.

"-Por Chuuya.-"

Después de escuchar eso no hizo falta más, Dazai se levantó y sin decir nada abandonó la agencia con la base de la Mafia como destino.

-¡Dazai, ¿A dónde crees que vas?!- Gritó Kunikida al ver a su compañero desparecer como si nada. -¡Holgazán te estoy hablando!-

-Kunikida...- Rampo dejó de lado la novela de su esposo que estaba leyendo y fijó toda su atención en el rubio. -Déjalo, hoy tiene una buena razón para irse... Solo espero que pueda contenerse en cuanto se entere, aunque conociéndolo hoy se derramará sangre.-


[...]


Cuando Dazai ingresó a la base de la mafia todos los que estaban custodiando se hicieron a un lado para dejarlo pasar, la mayoría estaba al tanto de lo ocurrido con Chuuya y sabían que cuando Dazai se enterase lo único que habría sería muerte.

El castaño llegó hasta la oficina de Mori y una vez allí entró sin llamar a la puerta. Dentro de la habitación Koyo, Mori y Elisse lo esperaban sentados en un juego de sillones colocados en círculos.

-Dazai-kun.- Mori señaló uno de los sofás. -Toma asiento por favor.-

Por una vez Dazai obedeció sin objeción alguna.

-¿Qué pasa con mi esposo?- El tono de Dazai estaba libre de cualquier emoción humana dando a entender que era peligroso jugar con él.

-Me imagino que estabas al tanto de la misión de Chuuya-Kun en Tokio para solucionar unas redadas en una de nuestras bases, ¿No es así?-

Dazai asintió.

-¿Ocurrió algo durante su misión?-

-Sí, pero vamos por partes.- Mori cruzó las manos y miró directamente a los ojos a Dazai. -La misión era de tres días, no sé si estabas al corriente de esto.-

-No, Chuuya solo mencionó tener una misión, no el tiempo de duración de esta.-

-Bien, pues... Era de tres días lo que implicaba que Chuuya debía de estar de regreso el día de antier, sin embargo no regresó y eso puso en alerta a la organización.-

Dazai se tronó los dedos.

-¿Movilizaron un equipo de búsqueda?-

-Así es.- Mori suspiró. -Anne-San en persona dirigió la busqué y gracias a eso terminaron rápido, Chuuya-Kun fue localizado en un búnker privado en las afueras de Tokio, un hombre había trabajado con algunos de nuestros subordinados para tenderle una trampa y capturarlo, cosa que logró.-

-Eso es imposible.- Dazai estaba furioso. -Chuuya es una de las personas más fuertes y hábiles que conozco, nunca caería tan fácil en una trampa, y si así fuera podría salir sin problema alguno gracias a su poder...-

-Dazai-kun... Chuuya no pudo emplear su poder debido a ciertos cambios en su cuerpo, digamos que... Ambos van a ser padres y Chuuya en este momento carga en su vientre a tus futuros hijos.-

Dazai apretó las manos en puños.

-¿Chuuya está embarazado?-

-Así es, y justo por eso su poder ha Sido anulado temporalmente, dentro de un mes máximo volverá pero por ahora el hecho de que tenga una criatura desarrollándose en su vientre alteró sus células bloqueando su manipulación gravitacional.-

-Entiendo, ¿Cuál es el estado actual de mi esposo y mis hijos?-

Mori intercambió una mirada fugaz con Koyo y prosiguió.

-Cuando Anne-San encontró a Chuuya este se encontraba en pésimas condiciones e incluso estaba a punto de ser abusado sexualmente...-

Dazai golpeó la mesa haciendo que está se perdiera en dos, Mori observó la escena y siguió hablando con más cuidado, estaba en terreno peligroso y eso se podía saber solo con ver los ojos del castaño.

-Para nuestra buena suerte Chuuya no fue abusado sexualmente pero aún así sufrió severos ataques físicos, cuando lo traté y descubrí que estaba en el segundo mes de embarazo temí por la vida de los bebés, ya que Chuuya-Kun no había ingerido alimentos por varios días y desafortunadamente había perdido una gran cantidad de sangre, sin embargo después de hacer pruebas descubrí que los bebés se encuentran en buen estado y Chuuya-Kun está estable, aún no ha despertado pero sus signos vitales se encuentran en perfectas condiciones.-

-Bien.- Dazai oscureció su semblante. -Tengo una última pregunta.-

-Adelante.- Mori sacó su bisturí de alguna parte y comenzó a juguetear con el.

-¿Capturaron al hijo de perra que le hizo eso a mí familia?-

-Tenemos a tres.- Koyo se puso de pie. -Yo misma quise matarlos en cuanto los vi pero... Me conformé con erradicar al resto, después de todo los líderes sufrirían más en tus manos que en las mías.-

Dazai también se puso de pie y cuando habló su tono dejó ver todas las emociones que hasta ese momento había estado suprimiendo, ira, rabia, tristeza, enojo, pero sobre todo una descontrolada sed de venganza.

-Llévame con ellos.-

En cuanto ambos abandonaron la estancia Elisse miró a Mori y suspiró.

-Diría que siento lástima por aquellos hombres pero realmente se merecen lo que Dazai va a hacerles.-

-Oh Elisse-Chan... Eres una hermosa justiciera.-

-¡Cállate Rintarou! Solo espero las buenas noticias de que Dazai haya vengado a Chuuya, nadie tiene porqué tocarlo... Y menos con dos bebés adorables dentro.-


[...]

Dazai se mantuvo callado todo el camino hasta la sala de tortura de la Port Mafia, una vez que ingresó junto a Anne-San no pudo evitar hacer una mueca de repulsión al reconocer a uno de los rehenes.

-Doctor Federic... Pero que agradable sorpresa.- 

El hombre se estremeció al ver los ojos color carmesí de Dazai.

-Yo... Yo no hice nada, por favor... Déjeme ir.-

-Chuuya.- Dazai mencionó el nombre de su esposo haciendo que los tres hombres atados se estremecieran. -Chuuya no es una persona que ruega, pero no puedo evitar imaginarme cuántas veces estuvo tentado a hacerlo solo para que lo dejarán salir con vida, solo para proteger a nuestros hijos...-

-Lo lamento...- El doctor se retorcía intentando escapar en vano. 

-Eso no me importa, una disculpa no va a curar las cicatrices que ahora están sobre la piel de mi esposo... Pueden rogar, háganlo todo lo que quieran pero que quede claro que de aquí no hay salida más que la muerte. Ahora... Anne-San, ¿Quién fue el que planeó todo?-

-El viejo que está atado en medio, el doctor es su cómplice, colaboró con él, desde hace años, cuando Chuuya estaba en coma pensaban secuestrarlo. El que se encuentra atado a la derecha es otro de sus cómplices, fue quién se encargó de azotar con un látigo a Chuuya.-

Koyo se había sentado a un lado, quería estar presente para poder escuchar como aquellos bastardos sufrían y pagaban por haber lastimado a Chuuya. Dazai asintió ante la información que está acababa de darle y luego analizó con bastante detenimiento al hombre del centro.

-Así que... ¿Tú fuiste el que organizó todo?-

El hombre tragó saliva, estaba pálido y tenía temblores por todo su cuerpo.

-S... Sí.-

-Mmm, excelente.- Dazai se acercó a una mesa donde habían distintos utensilios de tortura. -Oh vaya, hacía mucho tiempo que no veía a mis viejos amigos... Veamos, ¿Con qué empezaré? Tengo un montón de ideas para acabar con tu existencia lentamente y creo que voy a aplicarlas todas.-

Dazai se giró mostrando unas afiladas tijeras, lentamente comenzó a acercarse al hombre del centro pero unos pasos y unos gritos lo detuvieron.

-Akutagawa...- Dazai bajó las tijeras.

-Dazai-san.... Atrapé a otro gusano.- Akutagawa lanzó al hombre que llevaba arrastrando. -Supuse que también querría torturarlo, ya que según la información esta escoria fue quién vendió a Chuuya-san al enemigo.-

-Vaya, vaya...- Dazai retrocedió hasta llegar a su nueva víctima, luego se agachó le tomó la cara y de un rápido y brutal movimiento le arrancó un ojo haciendo que el hombre soltase un grito lleno de agonía. -Eso cada vez se pone mejor... Así que...- Dazai volvió a alzar las tijeras. -Vamos a dar inicio, veremos cuanto resisten imbéciles de mierda.-


[...]


Cuando el último de los gritos se extinguió por completo en aquel lugar de tortura Dazai soltó el arma que había estado utilizando y suspiró. Con toda la tranquilidad del mundo se puso de pie y giró para quedar frente a frente a Koyo, quien no paraba de sonreír.

-Llévame con Chuuya.- Dijo Dazai con tono aún frío y letal.

Koyo asintió, se levantó de donde se encontraba y comenzó a caminar.

-Debo de admitir que en esta ocasión te luciste Dazai, siempre escuché de tus hábiles dones de tortura e incluso en varias ocasiones pude presenciarlos pero... En esta ocasión...- Koyo alzó la mirada. -Fue increíble, la mirada de terror que los ojos de aquellos gusanos repugnantes hizo latir mi corazón.-

-Se lo merecían.- 

-Así es.- La mujer siguió andando en silencio hasta que se detuvo frente a una puerta. -Llegamos, hace dos horas despertó... Por favor no...-

-Está bien.- Dazai giró la perilla de la puerta. -Solo quiero verlo.-

Koyo asintió y se alejó de allí para que la pareja tuviese privacidad.

La habitación era bastante amplia y estaba finamente decorada, las cortinas color zafiro bloqueaban las ventanas impidiendo que cualquiera en el exterior viese lo que ocurría dentro, los muebles de madera estaban cubiertos de una ligera capa de polvo indicando que hacía tiempo nadie los limpiaba, sin embargo no fue eso lo que llamó la atención de Dazai, sino la persona que se encontraba sentada en la cama con un libro de poemas en el regazo.

-Dazai...- Chuuya apartó su atención de los poemas y la centró en su esposo quién mantenía un semblante oscuro. -Dazai yo...- Chuuya cortó sus palabras al ver las manos de su esposo llenas de sangre. -Lo siento mucho de verdad, lamento no haberte dicho la duración de mi misión y...-

Dazai cortó la distancia que los separaba y una vez que estuvo a un lado de Chuuya lo abrazó, ante tal gesto Chuuya quedó perplejo unos segundos pero luego correspondió la muestra de afecto sin dudarlo.

-Estás embarazado...- Fueron las primeras palabras de Dazai.

-Yo...- Chuuya se aferró más al cuerpo de su pareja. -Quería decírtelo en cuanto me enteré, quería que fuera una sorpresa pero... Pasó esto y...-

-Tranquilo.- Dazai se separó un poco y besó los párpados de su esposo con dulzura. -No volverá a ocurrir...-

Chuuya asintió, sus ojos se habían llenado de lágrimas que eran una mezcla de felicidad, alegría y tristeza.

-Vamos... Vamos a ser padres.-

Dazai sonrió de medio lado.

-Lo sé petit, lo sé...-

-Creí que no lo tomarías tan bien.- Agregó Chuuya con sinceridad.

-¿Y por qué no habría de hacerlo?-

-Pues, porque la responsabilidad no es lo tuyo y criar un hijo siempre implica eso, y más si son dos.-

El castaño soltó una ligera risa.

-Quizá no llegue a ser un buen padre pero... Al menos quiero intentarlo.-

Chuuya también sonrió y volvió a recostarse en el pecho de Dazai, hacía varios días que no lo había sentido, hacía varios días que no lo había visto.

-Dazai...-

-¿Mmm?-

-¿Por qué tus manos están manchadas de sangre?- Chuuya creía saber la respuesta pero aún así quería estar seguro, simplemente se sentiría mejor sabiendo que Dazai se había encargado de los bastardos que pudieron haber puesto en peligro la vida de sus hijos.

Dazai enterró su rostro en el cuello de Chuuya y aspiró su olor, realmente le gustaba estar con él y el hecho que lo hubieran lastimado... Sus ojos volvieron a adquirir el brillo asesino que había mantenido durante la tortura y antes de que respondiese depositó un suave beso sobre el cuello de Chuuya.

-Porque NADIE se mete con mi FAMILIA.-









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