-Muy bien.- Koyo dejó de lado la taza de té que estaba bebiendo y centró toda su atención en los dos chicos que se encontraban sentados frente a ella. -¿Qué es eso tan importante que tienen que decirme?-
Dazai y Chuuya intercambiaron miradas.
-Pues...- Comenzó Chuuya quien fue inmediatamente interrumpido por su pareja.
-Antes de que te digamos eso Anne-San déjame alabar tu hermosa figura de diosa, ese hermoso pelo que causa envidia en boca de muchas estúpidas, ese porte tan elegante y felino que llega a ser letal, esos ojos tan deslumbrantes como lo son los primeros rayos de sol en un día nublado, ese buen gusto de la moda que... Lamentablemente no le pasaste a Chuuya.- Ante este comentario Dazai recibió un golpe en el brazo por parte de pelinaranja.
-Basta de halagos Dazai.- Koyo había endurecido su mirada. -Si tan necesitado estás de ganarte mi perdón significa que hiciste algo realmente malo, así que ya fue suficiente, hablen por las buenas o los haré hablar por las malas.-
Chuuya suspiró y tomó una de las manos de Dazai para intentar tranquilizarlo.
-Anne-San, verás... Dazai y yo... Ya sabes, somos pareja desde hace un tiempo.-
-Así es, desgraciadamente estoy al tanto de su lamentable unión.- Koyo se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.
-Sí, bueno.... Pues ya sabes que cuando una pareja se quiere mucho...-
Dazai se cubrió la cara con una mano, realmente Chuuya lo estaba haciendo todo más incómodo y sin duda alguna él acabaría muerto, bien, bien muerto.
-Chuuya amor, no soy una niña para que tengas que explicarme de esa manera.- Dijo Koyo con una ligera sonrisa ante el intento de explicación por parte de Chuuya. -Simplemente dilo.-
-Bueno...- Chuuya tomó aire y sin más lo soltó todo. -Dazai y yo tuvimos relaciones y le permití marcarme.-
Ante esas palabras Dazai temió por su vida.
-Chuuya amor...- La voz del castaño era un poco temblorosa. -Creo que acabas de firmar mi sentencia de muerte.-
Koyo tardó unos segundos en procesar la información y luego pasó su mirada de Chuuya a Dazai y viceversa.
-Aguarden.... !¿Qué hicieron qué!?-
-Sip.- Dazai se apretó más contra el sofá, en su cabeza comenzaba a planear una ruta de escape para salir de la que se avecinaba. -Ya valí....-
-Anne-San...- Comenzó Chuuya quien también estaba temiendo por la vida de su pareja.
-No digas más Chuuya.- La mujer se sobó la frente y sonrió ante las caras de perplejidad de la pareja. -Yo apunté por este resultado desde un inicio, aunque no me agrada del todo, realmente sigo diciéndome que Chuuya merece más sin embargo Dazai...- Koyo miró fijamente al castaño. -Vi como lo cuidaste en el hospital, vi que realmente debía darte una oportunidad y eso hice, así que está bien.-
-¿De verdad?- Cuestionó inseguro Chuuya, había esperado que Anne-San comenzara a regañarlos o algo por el estilo.
-Sí, solo tengo algo más que agregar.-
-Adelante.- Dazai se sentía un poco más tranquilo, solo un poco.
-Bien, Dazai... Tengo unas cuantas advertencias para ti ahora que eres oficialmente pareja de mi Chuuya.-
Dazai tragó saliva y apretó con mayor intensidad la mano de su pareja, tenía una mala corazonada acerca de lo que se avecinaba.
-¿Ajá?-
Koyo volvió a tomar su taza de té y bebió un sorbo antes de hablar.
-Si lastimas a Chuuya considérate hombre muerto, si lo traicionas me encargaré de buscarte, castrarte y luego matarte, si lo dejas embarazado y no te haces cargo te castro y luego te mato, si lo abandonas te mato, si le rompes el corazón yo te rompo el tuyo, si lo obligas a hacer algo en contra de su voluntad te torturaré y luego te mataré.-
El castaño sintió una ligera gota de sudor escurrir por su frente, había veces que esa mujer realmente sabía como dar miedo.
-Anne-San...- Chuuya también se había puesto pálido. -¿No crees que es un poco excesivo?-
-Para nada.- Respondió tranquila la mujer. -¿Y bien? ¿Entendiste Dazai?-
-Sí señora, entendí que básicamente hacer cualquier cosa que afecte a Chuuya y sea mi culpa me condenará a una tortura y una muerte seguras.-
-Así es, ahora... Tenemos que hablar sobre otros asuntos.-
-¿Cuáles?- Preguntó Chuuya intentando esparcir el ambiente tenso que se había generado a causa de las amenazas de Koyo.
-A decir verdad no tengo objeción alguna en ser abuela pero... Aún no me gustaría tener nietos, primero, Chuuya es muy joven y un embarazo podría afectar su salud e incluso poner su vida en riesgo, segundo, ninguno tiene la madurez suficiente para criar a una criatura, por lo cual debo pedirles que cada que vayan a tener relaciones usen protección para evitar un bebé. Más adelante, cuando ambos ya sean mayores podrán parir de a docenas si quieren pero por ahora está prohibido... ¿Entendieron?-
-Sí.- Respondió la pareja al unísono.
-Bien, si ya no hay más que deban decirme creo que hemos acabado aquí.-
-Aguarda, Anne-San...- La voz de Dazai demostraba que este ya estaba calmado como siempre. -Quiero pedirte un favor.-
-Dime.-
-He estado pensando, y llegué a la conclusión de que si en algún momento decidimos tener hijos vamos a necesitar un lugar más grande, y no solo en ese momento sino que ahora que empezaremos a vivir como pareja. Ya que aunque podemos compartir, opino que también es primordial que cada uno tenga su espacio para que no todo sea un amontonadero de cosas como ves aquí, así que...-
-¿Quieres que les consiga una casa?-
Dazai asintió.
-Sí, quiero que tengamos nuestro propio hogar, nuestro propio mundo.-
Koyo se levantó de la sala y rodeó la mesa que se interponía entre ella y los jóvenes a los cuales envolvió en un cálido abrazo.
-Entiendo, yo me haré cargo de todo.-
-Gracias.-
-No hay de que.- La mujer se separó y les regaló una sonrisa. -Ahora debo irme o si no Mori se pondrá loco porque no encuentra a Elisse.-
-Te acompaño a la salida.- Dazai también se levantó y comenzó a guiar a Koyo hasta la salida del departamento.
-Dazai...- Koyo giró antes de irse.
-¿Si?-
-Creo que Chuuya hizo bien en escogerte.-
-¿Cómo lo sabes?- Dazai bajó la mirada. -Ni siquiera yo estoy convencido de eso.-
-Lo sé porque te conozco, puedes decir que no eres lo que él merece pero... Eres lo que él quiere, hay veces que el corazón nos traiciona pero en esta ocasión el de Chuuya lo está guiando por buen camino, sé que fue una buena elección porque al ver tus ojos veo en ellos el mismo brillo que tienen los de Chuuya. Tu amor por él es igual al que siente por ti, no creo en el concepto de almas gemelas, ya que cada persona es una propia alma que no necesita de otra para estar completa, sin embargo ustedes dos, son almas que llegaron a encontrarse y sentir con la misma intensidad logrando fusionarse como uno.-
-No sé que decir.- Dazai nuevamente observó a los ojos a Koyo. -Siento que puedo fallarle.-
-No lo harás, tú nunca podrías fallarle y él tampoco a ti.-
-¿Cómo estás tan segura?-
Koyo le dio unas palmaditas en el hombro a Dazai y antes de que la puerta se cerrara tras ella dijo:
-No lo sé, es solo una corazonada...-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro