Capítulo 01
Aún era temprano cuando Chuuya se despertó, lentamente y con cuidado de no hacer movimientos muy bruscos se fue incorporando hasta quedar sentado en su cama, apenas y recordaba lo sucedido el día anterior, la cabeza y el cuerpo le dolían debido al uso reciente de su poder.
Chuuya lanzó un bostezo y comenzó a frotarse los ojos para despejar por completo el sueño que aún insistía con apoderarse de él, si no mal recordaba después de la misión que tuvo con Dazai Anne-San se había hecho cargo de él, y había sido ella quién lo regresó a casa el día anterior... Si había algo más estaba borroso.
El timbre de su celular sonó indicando que tenía una llamada entrante, aún medio dormido Chuuya se apresuró a coger el aparato y contestar.
-¿Si?-
"-Chuuya, cielo...-" La voz de Koyo se escuchó dulce igual que siempre.
-Hola, buen día Anne-San.-
"-Buen día corazón, solo te llamo para recordarte que tu celo empezó ayer y que debes tomar los supresores para evitar problemitas indeseados... Las pastillas están sobre tu mesa de noche.-"
A Chuuya se le paró unos segundos el corazón al escuchar eso, odiaba estar en celo por la única razón que eso alteraba al idiota de Dazai haciéndolo ver aún más irresistible... Chuuya maldijo en voz baja mientras Koyo seguía dando indicaciones e instrucciones para que todo saliese bien durante esos días, después de un rato hablando ambos colgaron y Chuuya tuvo que alistarse para dar comienzo a un nuevo día.
-Maldición...- Chuuya comenzó a vestirse intentando quitarse de encima la preocupación que traía consigo el inicio de su celo. -¿Por qué a mí?-
De mal humor acabó de arreglarse y antes de abandonar su residencia tomó la pastilla indicada por su casi madre, Koyo, y se aseguró de llevar consigo algunas extra por si llegaba a necesitarlas más tarde.
Cuando llegó a la base de la Port Mafia Chuuya se sintió un poco intimidado con todos los que veía, cosa que solo le ocurría en días como este, esa era otra de las razones por las cuales odiaba su celo; la mayoría de los miembros de la mafia eran alfas y que él fuese un omega representaba que tenía que aguantar sus hormonas y sus voces que lo alteraban cuando se encontraba en este estado.
-Chuuya-San.- Una joven que era parte de los subordinados de Anne-San se acercó a él haciéndolo sentir aún más nervioso e incómodo. -¿Se encuentra bien? Está muy pálido.-
Chuuya parpadeó rápido por unos segundos, luego intentó controlarse y fingió una sonrisa para no preocupar a la chica.
-Estoy bien, creo que solo es el clima...-
-Pero está soleado...-
Chuuya se percató de su error muy tarde y el pánico en él aumentó aún más.
-Por eso, ahora... Creo que yo debería irme, aún tengo mucho trabajo por hacer y...-
-Oh si, claro.- La joven sonrió amablemente. -Por cierto Chuuya-San.-
-¿Si?-
-Le hice el almuerzo.- La joven le entregó a Chuuya una pequeña canasta con comida. -Espero sea de su agrado.-
Chuuya ya había desayunado pero no tuvo el valor de decírselo a la chica, así que simplemente tomó la canasta, agradeció el gesto y salió corriendo hasta su oficina.
Una vez allí cerró la puerta con seguro, dejó el desayuno sobre uno de los escritorios y corrió al baño para intentar recuperarse.
-Vaya, vaya...- La voz traviesa y coqueta de Dazai llegó desde la puerta del baño y Chuuya maldijo por no haberse percatado antes de su presencia. -Pero qué tenemos aquí.-
-Lárgate maldito... No estoy de humor para tus estúpidas bromas.-
-Mmm.- Dazai entró al baño y tomó la gargantilla de Chuuya haciendo que este se girase para verlo cara a cara. -¿Qué mierda te pasó? ¿Te arrolló un tren de camino hacía aquí? Chuuya estás terrible.-
El pelinaranja hizo una mueca y de un rápido movimiento se liberó del agarre de Dazai.
-Déjame imbécil, estoy bien...-
-No me digas.- Dazai observó como su compañero salía del baño. -¿Cuándo te darás cuenta petit que no sabes mentir?-
-¡NO ME LLAMES PETIT DESPERDICIO DE VENDAJES!-
El grito de Chuuya le indicó a Dazai que esté efectivamente no se encontraba bien, naturalmente Chuuya habría regresado y habría intentado darle una paliza por haberle dicho pequeño.
Aún más molesto y cansado Chuuya decidió centrarse en su trabajo ignorando por completo a Dazai quién intentaba hacer hasta lo imposible por fastidiar a su compañero.
No pasó mucho para que Dazai se aburriera de no lograr su cometido con Chuuya y decidido a buscar algo más interesante que solo checar aburrido papeleo se levantó con la intención de irse.
-¿Adónde vas?- Preguntó Chuuya sin levantar la vista de sus papeles.
-¿Importa?- Dazai estaba por salir cuando una oleada de esas feromonas que lo volvían loco inundó el lugar, inmediatamente giró para ver a Chuuya quién se había vuelto a poner pálido.
-Mierda...- Chuuya soltó los documentos que estaba examinando y buscó entre sus cosas los supresores que había llevado consigo, sin embargo para cuando los encontró Dazai ya había abandonado el lugar incapaz de permanecer cerca de aquel joven a quién odiaba demasiado por el simple hecho de alterarlo.
[...]
Horas más tarde Chuuya seguía haciendo su papeleo y el de su compañero quién no había vuelto después del incidente con las feromonas de Chuuya. Era casi la puesta de sol cuando una llamada lo sacó de sus monótonos movimientos que realizaba al checar los papeles que les habían encomendado.
-Diga...-
"-Chuuya-Kun, tengo una misión para ustedes.-"
-Adelante jefe.- Chuuya centró toda su atención en las palabras de Mori para no perder detalle alguno de lo que este iba a decirle.
"-Necesito que acaben con un pequeño problema de pandillas en uno de nuestros casinos, será fácil.-"
-Bien, entiendo... -
"-Los sospechosos se reúnen en el casino del centro y se encargan de estafar a algunos de nuestros clientes más fieles, así mismo mataron a uno el día de hoy a las doce, por lo cual son un estorbo para nuestro progreso, además de que afectan la seguridad que garantizamos a la hora de los tratos, así que quiero que los erradiquen... No me importa como, solo mátenlos.-"
-Recibido, nos haremos cargo.-
"-Sé que sí, buena suerte de todos modos.-"
-Gracias, voy a colgar...- Chuuya terminó la llamada y se puso de pie dispuesto a ir de una vez a checar ese asunto de pandillas. Tomó su saco y una vez en el pasillo marcó con la esperanza de contactar con su compañero, tres veces tuvo que llamar antes de que el imbécil de Dazai le contestara. -Hey idiota, el jefe quiere que nos encarguemos de unas pandillas en el casino central, sí... No, Dazai... Estoy hablando enserio... Bien, te veo allí.-
[...]
-¿Quién era?- Oda miró de reojo a Dazai quién se veía levemente decepcionado.
-Chuuya, quiere que lo vea en el casino del centro para no sé qué...-
-En ese caso deberías ir, ¿no?-
-No.- Dazai alzó su copa ya vacía. -Él solo puede hacerse cargo.-
-Dazai...- El tono de Oda era de advertencia pero aún así Dazai lo ignoró por completo.
-Sé lo que te digo, hay veces en las que mi presencia no hace falta, Chuuya puede encargarse solo de ese pequeño problema.-
-¿Cómo estás tan seguro?-
-Es mi compañero, lo sé mejor que nadie.-
-Quizá lo mejor sería que vayas.- Oda seguía insistiendo debido a que hacía tiempo notaba lo importante que se había vuelto Dazai para Chuuya, y el hecho de que este lo dejase solo sin explicación laguna iba a poner mal al pelinaranja.
-No, como ya te he dicho él solo puede hacerse cargo.-
Oda finalmente se dio por vencido, simplemente observó su hielo deshacerse en su bebida y suspiró.
-Bien... Si tú lo dices, está bien.-
[...]
La luna llena ya se había alzado sobre el cielo nocturno cuando Chuuya finalizó su trabajo. Estaba furioso, molesto y con ganas de matar a alguien... Dazai le había mentido, le había dicho que llegaría y nuevamente había vuelto a dejarle todo el trabajo a él, Chuuya se colocó su sombrero y apretó las manos en puños.
No sabía si quiera porqué se molestaba, últimamente Dazai actuaba así, se lo dejaba todo a él, no hacía más que observar y detenerlo cuando usaba corrupción, fuera de eso su participación en las misiones era casi nula.
-Eres un lindo omega... ¿No lo crees?- Uno de los sobrevivientes del ataque comenzó a hablar desde el suelo. -Quizá en vez de estar matando a los míos, ¿no querrías estar calentando mi cama?-
Eso fue la gota que derramó el vaso esa noche, Chuuya reactivó su poder y le torció el cuello al hombre matándolo de una vez por todas.
-Uno..- Chuuya se acomodó sus guantes. -No soy una puta para ir calentando camas a cualquier alfa que me lo pida, Dos... Mi trabajo es matar a las sanguijuelas despreciables como tú y los tuyos, y tres...- Chuuya se tocó de forma sutil la gargantilla que llevaba. -Hay un alfa al que quiero y aunque él no sienta lo mismo yo jamás sería capaz de traicionarlo.-
Una vez dicho esto el pelinaranja comenzó a caminar dejando detrás una masacre de carne, huesos y órganos desparramados en un callejón.
Chuuya estaba por cruzar una esquina cuando la voz de Dazai nuevamente lo tomó de imprevisto.
-Ya sabía que mi perro podía hacerlo por sí solo.-
El enojo de Chuuya creció aún más.
-No soy tu perro...- Gruñó apretando los dientes, no estaba de humor.
-Oh vamos...- Dazai se acercó a él de forma juguetona y de un rápido movimiento le desabrochó la gargantilla dejando ver una mordida cerca de la glándula omega de Chuuya. -Esta marca no dice lo mismo.-
-Dame eso.- Chuuya le arrancó de las manos la gargantilla a Dazai y volvió a ponérsela. -Esa marca no significa nada.-
-Quizá no.- Dazai sonrió tranquilo. -Pero yo la hice...-
-Fue un accidente...-
-Pero la hice, quizá no sea la de unión pero aún así...- Dazai tomó la cara de Chuuya entre sus manos y le besó la frente. -Eres mío... No lo olvides.-
-Imbécil...-
-Lo soy, pero al menos este imbécil tiene al perro más sexi de la historia.-
Chuuya se apartó bruscamente y comenzó a caminar sin importarle si Dazai lo seguía o no, una vez que estuvo a una distancia prudente del castaño se giró mostrándole el dedo medio de ambas manos y le gritó:
-¡VETE A LA MIERDA DAZAI!-
-¡¿PUEDES MOSTRAME EL CAMINO CHUUYA?!-
-¡JÓDETE IMBÉCIL!-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro