Narra Goku.

Sujeto al individuo con fuerza, en un callejón lejano en donde nadie podía vernos. Su rostro sudoroso y su piel tornándose pálida me dan indirectas de que no tardará mucho en soltar la lengua.

Mejor para mí.

Estuve buscando a ese sujeto durante toda la mañana, al menos espero que valga la pena.

El príncipe va a degollarme si se entera que le mentí por resolver un misterio tan absurdo; aunque mi mente no iba cesar hasta encontrar respuestas.

Inclusive tengo jaqueca de tanto crear suposiciones y tener pensamientos ajenos divagando en mi. Parecen pensamientos de marica, no se.

Ese mal nacido me uso en venganza y creó una poderosa maldición en mi contra.

— N-no se donde vive. ¡Ya te lo dije Kakaroto! —titubeó nervioso.

— ¡Mentira! —Respondí al borde de la impaciencia aventando un puñetazo a su lado.

La madera en la que se encuentra acorralado se quebranta con mi tacto. Comienza a llorar, esto es pan comido.

— E-El señor oscuro c-cambio su residencia, n-no s-se donde s-se encuentre —insiste ahogándose con su propio pavor.

Escoria inmunda. Al parecer no comprende la diferencia entre ambos.

— Maldición —reproché exhausto— ¿Puedes dejar de hablar así?. Me pones nervioso.

— S-si, señor.

Doy un suspiro y apollo ambos brazos a sus costados aumentando mi nivel de provocación. Tendré que sacarle la verdad a golpes.

— Bien —acepté creando una bola de ki en una de mis palmas— hagamos lo del modo malo.

Le sonreí de manera tétrica alejándome de el un poco. Se arrodillo a mis pies, suplicando piedad aferrado a una de mis piernas.

Imbécil.

¿Donde está tu orgullo?.

:— Bueno —alegué viéndolo de manera divertida— será malo para ti; por mi parte, voy a disfrutar golpeándote.

— Callejón recinto, cuarto piso, habitación 566 —confieza finalmente.

Uno de los lugares mas retirados del planeta, nuevamente salgo victorioso. Me agachó a su altura y doy un par de palmaditas en su espalda notando como sigue oscilando en el suelo.

— Ves que no era tan difícil —expreso disfrutando como me observa con miedo— A la vuelta hay una pañalera, digo; por si te cagaste. Nos vemos Filiph.

Ni siquiera se toma la molestia en saludarme antes de que me retire. Pero que falta de educación.

Nee, como si me importara.

¿Es manía de brujo buscar los lugares mas lejanos o tediosos para vivir?.

Asciendo dejando atrás al pequeño incompetente, observando los pastizales resecos y el paisaje desintegrado del planeta. Nos han invadido recientemente y ante mis ojos tengo las consecuencias de tales invasiones.

No deja de ser hermoso; aun así, el planeta se está deteriorando de manera agresiva. Si sigue así, tendremos que buscar un nuevo planeta en donde vivir.

Tardo alrededor de media hora evitando todo tipo de contacto visual con cualquier saiyan. Si me ven, mi supuesta enfermedad quedara en evidencia de resultar una falacia.

Solo espero que mis hijos no arruinen todo como de costumbre. Ambos son muy lengua suelta.

Y Gohan, él no sabe mentir.

Recibo indicaciones de parte de la casera para poder encontrar el departamento mas rápido. Avanzo de manera inquieta, visualizo el número indicado frente a mis narices, este es el lugar.

Golpeó repetidamente la puerta, mi insistencia no le dejará alternativa que abrir.

— Oscuro —lo saludo con falsa cordialidad una vez que la puerta se abre— Huele a café,  quiero un café y que no se te ocurra nada estúpido porque te enviaré al otro mundo.

Mi presencia no parece incomodarle. Luce fresco y aliviado. Se hace a un lado dejándome pasar y en plena confianza me echo sobre un sillón cercano.

No me teme ni un poco. No me desagrada; pero tampoco me alegra este echo. 

El desaparece con su bata de dormir de mi campo visual, se pierde en uno de los cuartos de su residencia. Pasan varios segundos, tenía planeado buscarlo de no ser porque regresa con una taza de café en su mano y me la ofrece para que beba un poco.

La acepto y el corresponde mi acción bebiendo de su café y echándose frente a mí, en el sillón paralelo.

No es precisamente la imagen mental que tenía de "maestro en artes oscuras". Es mucho mas joven que yo y aparenta tener la edad de Goten (al rededor de diecinueve años), acomoda los mechones de su cabello y me observa en duda.

— ¿Pidieron mi cabeza o algo así? —cuestiona con naturalidad— Por cierto, ¿usted quien es?.

Carácter valiente, actitud osada. Este niño me resulta agradable.

— No suelo tomar café con la gente a la que asesino —confieso con una sonrisa, dando nuevamente un sorbo—. Kakaroto, la mano derecha del principe— me presento con la intención de intimidarlo, el ni se inmuta por esto.

— ¿Y me está buscando porque...

Rebuscó en mis bolsillos la última anotación registrada en mi cuaderno. Esperó y las palabras estén correctamente anotadas, mi memoria es pésima.

— Me embrujaron aproximadamente hace dos semanas. Necesito que traduzcas esto y me digas todo lo que sabes —le revelo el motivo de mi visita, arrancando la pequeña hoja y extendiendo el papel.

El se acomoda y deja la tasa estampada sobre la mesita ratona. Lee con atención acomodando sus piernas con flojera y yo me remuevo con nerviosismo en mi lugar.

Estoy a nada de descubrir aquello que me obsesiona desde ese día.

— Bueno —emite en tono confundido— el mal de ojo, es una estupidez a la par de esto viejo —me advierte con una sonrisa.

Le dedicó mi mejor cara de culo indicándole que trate el tema con seriedad. Su sonrisa desaparece y prosigue leyendo el texto en voz alta.

:— Anotaste mal algunos prefacios y la pronunciación no es la adecuada —me señala con preocupación— sin embargo, creo que puedo revelar esto. ¿Me das un momento?.

Asiento y el me indica que lo siga a su supuesta "guarida" en la que según el surge "la magia". Al parecer este es el lugar en el que enseña todas sus patrañas.

Ambos caminamos atravesando la sala de estar y llegando hacia una biblioteca. La casa parece bastante costosa y su decoración es ambigua y algo sombría. El desplaza uno de sus libreros en dirección al costado, develando una puerta secreta tras esto.

El lugar parece una bóveda con un conjunto de estudiante (libreros, mesas, un escritorio) y los artefactos e ingredientes que utiliza el brujo desparramados sobre las mesas de trabajo en las cuales también hay frascos y varios inventarios de cosas que desconozco.

Tomo asiento y lo observó trabajar rebuscando en un libro de hechizos y anotando un par de cosas en un papel aparte.

Guardo silencio y al cabo de un rato el se aproxima a mi con una sonrisa socarrona en sus labios y una actitud sabionda que me fastidia.

— ¿Y?.

— Lo logré —presume inflando el pecho— ¿quieres saber que es lo que te hizo?.

— Para eso estoy aquí —bufe con molestia recibiendo el papel que le entregue nuevamente en mis manos.

El se recarga sobre la mesa y comienza a hablar.

— La forma correcta es la siguiente —anuncia en voz alta— clone, duplicate yourself, your worst nightmare will be yourself in feminine. Umbrekeable conexión, umbrekeable conexión.

— ¿Y significa... —interrogué frotando mi cien.

Carraspeo su garganta eh hizo silencio. Niño idiota, quiere crear suspenso para exasperarme.

— Clonate, duplicate. Tu peor pesadilla, serás tu mismo; pero en mujer —traduce con seguridad— Y después, bueno: habla de una conexión inquebrantable entre tu y el otro individuo creado en base a ti.

Escuchó sus palabras anonadado.

No...

Puede...

Ser...

— E-esto —intento interpretar sus palabras— Es como, dicho de forma metafórica. ¿Verdad?.

El niega con la cabeza.

— Nop. Viejo, literal: hay una parte que te complementa que es como tu, solo que en mujer. Esta perdida en una parte del espacio cósmico.

¿Que mierda?.

:— Te hicieron un espejo maldito, con objetivo adicional —me resume con los ojos abiertos excesivamente en sorpresa— No fue un principiante el que te embrujó, es un veterano de la magia eso seguro, para poseer esta magnitud de poder. A comparación de él, mis poderes son un chiste tratándose de un genio así, ¿puedo saber quien te embrujó?, quiero conocerlo —emitió entusiasta.

Osea que...

¿Realmente hay otro yo en alguna parte del universo?. ¿Como?, ¿estará en el planeta?.

— Si te mato, podrás convivir con el.

— ¿Está muerto?.

Asiento en confirmación a su duda. El muchacho coloca una mano en mi hombro y advierte con algo de pena.

— Si fuera tu, buscaría tu sortilegio —aconseja— no te lo tomes a mal pero cada parte del maleficio es crucial y podría lastimarte si algo le pasa a tu entidad alterna. A eso se refiere con lo de inquebrantable conexión.

— Bueno...

— También deberías estar atento al objetivo del conjuro. Una vez que se cumpla, puede pasar algo muy malo y como el brujo está muerto, nada lo puede revertir.

Es por eso que recibo esos pensamientos y mis palabras se oyen tan ajenas en ocasiones. Estoy conectado con la otra parte.

Y podría acabar en desgracia de no encontrarla.

— ¿No hay nada que pueda hacer? —dude con inquietud.

— Buscar un rompe maldiciones —contesta encogiéndose de hombros— aun así, no crearía esperanzas con eso. Están casi extintos.