—¿Ahora que le hiciste a SeokJin?—Una Soyeon muy molesta y sarcástica se recargó en el casillero de a lado de su mejor amigo.

—¿De qué hablas?—Se detuvo en seco para mirarla con extrañeza.

—Ayer me habló en la madrugada llorando, me invitó a una pijamada que estaba haciendo en la casa de JiMin con el objetivo de olvidarte.

—Pfff, ¿De cuando acá te llevas tan bien con SeokJin?—Preguntó con algo de curiosidad, al mismo tiempo que cerraba el casillero y comenzaba a caminar.

—¡Qué te pasa, es mi amigo del alma!—Exclamó mientras le seguía el paso a quien sabe donde.

—Lo odiabas en la preparatoria porque salía con tu ex-crush.

—Pfff, no hablemos de eso. Lo pasado ya pasó. Además me enteré de que Mini no valía tanto la pena.—Hizo un puchero cuando su mente se comenzó a  inundar de viejos recuerdos. Pero rápidamente sacudió la cabeza para deshacerse de ellos.—Pero ese no es el tema, el tema es que JiMin y Suga te odian. JiMin, por haber lastimado a su Hyung y Suga por haber hecho que SeokJin arruinara su noche de novios con su presencia.

—No es mi culpa que SeokJin no tenga a alguien más para irle a llorar.

—Cállate.—Lo amenazó con sus ojos entrecerrados.—Yo también te odio por haberlo hecho llorar, otra vez…

—SeokJin siempre llora.—Respondió en su defensa, como si estuvieran hablando de algo para nada nuevo. Alzó sus grandes hombros y después siguió con su camino.

—Solamente cuando algo le pega bastante duro. Tú y yo sabemos que SeokJin no es de esos que lloran al golpe de un balón. Así que no mientas.

Una risita escapó de los labios de NamJoon ante un recuerdo que se fugó en su mente y se maldijo por eso.

Había quedado totalmente flechado por SeokJin cuando este recibió un balonazo en la cabeza y SeokJin, (un ya declarado abriertamente homosexual), en lugar de llorar o quejarse, devolvió el balonazo con el doble de fuerza.

Soyeon tenía razón.

—Bien, sí, fue mi culpa, yo lo hice llorar.—Declaró.—¡Pero el también me hizo pasar un mal momento y nadie se preocupó por mis sentimientos ni me hizo una pijamada!—Se quejó con un mohín en sus labios, logrando causar ternura en la chica.

—Pero, ¿Qué fue lo que sucedió?—Inquirió.—Ayer estaban muy bien, ¿No es así? Hasta se veían más enamorados que de costumbre. Hoseok y yo apostamos a que durarían más de un día.—El pelinegro viró los ojos.

—Ayer confirmó que se acostó con Ken, ¡Con Ken! ¡Lee Jae Hwan, mi rival! ¡¿Qué tiene él que no tenga yo?!

—Pero eso fue hace mucho tiempo tengo entendido. ¿Por eso terminaron? ¿No pudieron hablar y arreglar las cosas?

—También le confirme que me acosté con Younha, su enemiga de bachillerato.—Suspiró cansino, para luego tratar de olvidar el tema, pero al parecer Soyeon no lo daría por olvidado hasta saber todo y hasta haberlo regañado por sus idioteces.

—Eso sí fue reciente y fuiste un completo imbécil. ¿Por qué lo hiciste?

—Cállate, tú me dijiste que si no podía terminar directamente con él, buscara la manera de hacer algo imperdonable para terminar con la relación automáticamente.

—¡Sí, pero no meterse con su enemiga, idiota!—Le dió un golpe en la nuca, provocando un quejido del contrario.

—Ya, Soyeon, puede que sí la haya regado, pero él también tiene culpa. Ambos lo arruinamos.

—Exactamente, ambos actuaron como imbéciles, así que deberían de perdonarse mutuamente.

—No lo creo, las cosas aún están muy tensas.

—Aaah, ya entiendo el porque son tan idiotas, es porque eres hombre y él también. ¡Par de idiotas, son él uno para el otro!—El pelinegro viró los ojos mientras su amiga reía a carcajadas.—Espera aquí, iré al baño.—Le entregó su mochila una vez que se encontraron fuera de los baños, para después caminar hacia el baño de mujeres.

—¿Qué pasa si no te quiero esperar?

—No te pasaré la tarea de física.

—Agh, está bien.—Gruñó el pelinegro, para después aceptar. Necesitaba esa tarea, ya que había olvidado hacerla después de todo lo que había sucedido.

Mientras esperaba a Soyeon, sacó su celular para distraerse un poco. Gruñó cuando miró la hora y se dio cuenta que llegarían muy tarde a la clase, otra vez…

De pronto, una conversación le hizo levantar la cabeza y poner atención a su alrededor.

—Escuché que SeokJin y Eunwoo irán juntos al baile.

—¿Kim SeokJin? Pero,¿qué acaso no es el novio de Kim NamJoon?

—Lo más seguro es que ya hayan terminado. Hubiera sido una sorpresa que hubiesen durado más de un dí…

—Oh.—Soltó una de ellas cuando conectaron miradas con el mismísimo Kim NamJoon. Mismo que las miraba hostilmente.

Rápidamente las chicas se alejaron de ahí, actuando como si no hubieran dicho nada, dejando a un NamJoon enfurecido.

—¡Listo, vamonos!—Habló la recién llegada.

—¿Es verdad que SeokJin y Eunwoo irán juntos al baile?—Preguntó con molestia, misma que se reflejaba en la forma en la que apretaba su mandíbula.

—¿Quién dijo?

—Escuché por ahí…—Desvió su mirada con vergüenza al verse como un entrometido.—¿Es verdad o no?—Pero ahora eso le daba igual.

—Pues sólo son rumores. Dicen que Eunwoo se le declaró a SeoKJin en medio del partido de fútbol de esta mañana y que SeokJin al sentirse observado por todos, aceptó.

—Pfff.—Bufó con molestia, llamando la atención de la pelinegra.

—¿Por qué? ¿Acaso no te gustaría verlos juntos? ¿Eh?—Le codeó juguetona, tratando de provocar a su amigo.—¿Tienes miedo de perder a tu chico?

—Que tonterías dices. SeokJin aceptó al sentirse presionado, así que no vale. Pero no lo necesito, tengo más opciones para ir al baile.

—¿A sí?—Arqueó una ceja.—No te creo nada.

—No necesito que me creas, es real..

—Quiero ver que lo intentes, Kim NamJoon. Quieras o no, estás tan acostumbrado a estar con SeokJin. ¿Acaso no recuerdas la tercera vez que terminaste con SeokJin? Invitaste a Sunmi a una cita y dijiste que era muy falsa, no como SeokJin que era directo en cada cosa que decía. O cuando invitaste a Irene, dijiste que no tenía sentido del humor como SeokJin y que no se había reído en toda la noche. O cuand-…—Fue interrumpida por NamJoon, quien puso su mano en la boca.

—Ya entendí, ya entend-… ¡Auch!—Exclamó cuando la pelinegra mordió su mano.

—Eso te pasa por callarme, aún y cuando digo la verdad.

—Pfff, no me ayudas mucho, ¿sabes? Deberías estarme apoyando en esta etapa de superación, en cambio, me recuerdas a cada segundo que SeokJin es la mejor opción.

—Porque lo es.

—Puede que lo sea, pero tengo más opciones.

—Sí, ajá.—Cruzó sus brazos, mostrando una mueca de ironía.

—Te lo probaré.

Rápidamente se dirigió hacia uno de los casilleros. El casillero que permanecía abierto pertenecía a Im Na Yeon, una chica tímida que siempre pasaba desapercibida, pero que era todo un cerebrito.

Se encontraba ordenando su casillero, aprovechando que tenía una hora libre, lo que no esperaba era que un puño se impactara en los casilleros, provocando que soltara un chillido de miedo y cubriera su rostro con un libro.

—¿Eres Im NaYeon?

—S-sí.

—¿Quieres venir al baile conmigo?

Aquello tomó por sorpresa a la pobre chica, que casi se le olvida como respirar.

Kim NamJoon no era para nada su tipo, pero era uno de los chicos más codiciados de la universidad y del equipo de fútbol americano.

Sabía acerca de sus preferencias, pero eso no le quitaba el hecho de que desbordaba testosterona al caminar. Y el que le estuviera proponiendo aquello, por supuesto que le había dejado sin el habla.

—Habla.—Demandó el más alto, causando qué una apenada Nayeon saliera de su trance.

—E-eh, s-sí.—Respondió lo más que su tartamudez le permitió.

—Bien, te veré más tarde. —Fue lo último que dijo, para después marcharse con ambas manos en su chaqueta deportiva, luciendo tan victorioso y seguro de sí mismo.

—Eres un idiota, Kim NamJoon.—Fue lo primero que le susurró su mejor amiga una vez que llegó hasta su lado.

—Te dije que tenía más opciones. Nadie puede decirme que no.

—Entiendo esa parte, pero, ¿Nayeon? ¿Es enserio?

—¿Acaso hay algún problema con que sea nerd?—Arqueó una ceja, cuestionando a la pelinegra. —La chica es linda, sólo debería arreglarse un poco. No es su culpa no encajar en los estándares de belleza por pasar la mayoría del tiempo estudiando.

—Wuau, no sabía que te gustaban las nerd.—Mencionó sorprendida por el comentario de NamJoon.

—Por supuesto que sí, yo fuí nerd.

—Wuau, cada vez me sorprendes más, Kim NamJoon…—Exclamó sorprendida.

Ambos amigos tomaron rumbo hacia su salón de clases, si bien, ya iban un poco retrasados, pero no tenían prisa alguna, ya que si no los dejaban pasar, fácilmente podrían perderse en algún pasto de la institución.

Mientras que los amigos se marchaban, una chica sonrojada a no más poder, los observaba desde su casillero.

Creyendo que aún se encontraba en un sueño.

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Perdónenme la vida, yo sé que estoy tardando siglos, pero volveré poco a poco, lo prometo🥺✨