(Ultimo capítulo)

Ya había pasado seis meses desde que Gine decidió llevar por primera vez a Gohan a su casa, seis meses desde que Bardock había visto por primera vez a su nieto pero no había sido la única vez que Gine llevo al pequeño Gohan a su casa desde aquella vez todos los fines de semana lo llevaba, Bardock ante la presencia del niño trataba de hacerse el indiferente pero algo dentro de él estaba empezando a cambiar, él sin que su esposa lo supiera observaba al niño cuando este jugaba en el jardín de su casa con ella y parecía que cada vez la presencia del pequeñín le causaba menos molestia.

Milk por su parte ya se había graduado en la universidad, ella seguía enseñando en el gimnasio de su padre pero además de ello ya se estaba preparando junto a su esposo para presentarse en un nuevo torneo que iba a ver en la Capital Central.

Gimnasio Ox:

Un par de pelinegros se encontraban en uno de sus clásicas batallas mientras su pequeño hijo los observaba desde una banca.

Muy bien Milk, sigue así, decía Gokú mientras detenía con sus brazos los golpes que su bella esposa le daba.

Creo que aún me falta mucho para alcanzar tú nivel, decía Milk.

No digas eso princesita bella, tú lo conseguirás además eres muy buena, nunca dejaste de serlo, por eso fuiste una gran maestra para Gohan lo que pasa es que yo adquirí más destreza que tú porque participe en muchos torneos pero tú talento y pasión por las artes marciales es innato y en cuanto empieces a competir en torneos irás ganando más destreza y hasta podrías a llegar a superarme porque eres bastante buena, decía Gokú sujetándola con sus brazos en una maniobra.

Eso lo dices porque me amas, dijo Milk dulcemente.

Si es cierto te amo pero lo que digo es verdad, podrías llegar a superarme con el tiempo claro si yo dejo de entrenar, decía Gokú sonriendo.

Hay Gokú, dijo Milk librándose de la maniobra de su esposo.

No te enfades princesita bella es que yo no pienso perder mi corona pero de algo estoy muy seguro, si yo soy el mejor luchador de artes marciales, tú eres la mejor luchadora de artes marciales, no solo eres bella si no además fuerte, dijo Gokú tomando a la pelinegra de su mano para acercarla a él.

¡Gracias por el cumplido¡ dijo Milk sonriendo.

No es ningún cumplido, decía Gokú acercando su rostro al de la pelinegra.

Gohan, dijo Milk.

¿Gohan?, dijo Gokú girando a ver a su pequeño hijo que se puso de pie.

Voy a llevar esto al almacén, dijo Gohan tomando un pequeño saco de entrenamiento.

¡Gracias hijo¡ dijo Gokú sonriendo.

¡Gohan¡ dijo Milk dulcemente.

Gohan es muy comprensivo, dijo Gokú acercando su rostro al de la pelinegra para besarla dulcemente.

Horas después:

Gokú y su familia fueron a su casita, en donde encontraron a la madre de Gokú en la puerta de la misma esperándolos.

¡Mamá, que sorpresa¡ dijo Gokú sonriendo.

Decidí venir a verlos, dijo Gine.

Abuelita, dijo Gohan corriendo a abrazarla.

Mi niño hermoso, dijo Gine sonriendo mientras lo abrazaba.

Milk y Gokú sonrieron al ver la escena pero no eran los únicos que veían la escena también lo hacía Bardock desde un auto.

Gokú, pensaba Bardock mirando a su hijo y a su pequeño nieto.

Gine entro a la casa de los pelinegros y compartió con ellos algunas horas, luego de las cuales quedo venir al día siguiente por Gohan para llevarlo a su casa.

Al día siguiente:

Gine pasó por el pequeño Gohan para llevarlo a su casa. Los pelinegros se despidieron de él y de Gine.

Nos quedamos solos, dijo Gokú sonriendo.

Pues hay que aprovechar para realizar la limpieza de la casa, dijo Milk.

Milk, dijo Gokú.

Gokú, no seas tan perezoso además el hacer la limpieza de la casa también es un gran entrenamiento, dijo Milk sonriendo.

Está bien, aunque yo tenía otros planes para hoy aprovechando que nos quedamos solos, decía Gokú sonriendo.

Pues luego que acabemos con la limpieza de la casa hacemos lo que gustes, dijo Milk dulcemente.

¿En serio?, dijo Gokú sonriendo.

Si en serio, pero empecemos ya sino no tendremos tiempo para tus planes, dijo Milk sonriendo.

Si tienes razón, empecemos ya, dijo Gokú.

Horas después: "Capital Central – Casa Son"

Gine se encontraba en el jardín jugando con Gohan mientras Bardock miraba la escena desde el balcón de su habitación cuando en un determinado momento su esposa dejo solo al niño y entro a la casa.

¿A dónde fue Gine?, se pregunto Bardock.

Luego de varios minutos de espera y al ver que su esposa no volvía con el niño, Bardock decidió ir a ver donde estaba su esposa. Bardock salió de su habitación y camino con cautela por los pasadizos de su casa hasta poder localizar a su esposa, después de varios minutos de búsqueda la vio en la cocina preparando algo con ayuda de una de sus empleadas.

Parece que demorara, pensó Bardock continuando su camino hacia el jardín.

Bardock al llegar a este y al ver al pequeño Gohan jugando con unos carritos se acerco a este.

¿Y tú abuela?, dijo Bardock para dar inició a la plática a pesar que sabía donde estaba su esposa.

¡Buenos días abuelito¡ la abuelita Gine fue a prepararme un pastel, dijo Gohan sonriendo.

Ya veo, dijo Bardock.

Abuelito, dijo Gohan con temor.

¿Dime?, dijo Bardock.

¿Es cierto qué tú también luchas como mis papis y mi abuelito Ox Satán?, decía el pequeño Gohan con dulzura.

¿Quién te dijo eso?, dijo Bardock con molestia al escuchar el nombre de su rival.

Mi papi, él dice que tú fuiste su primer maestro y que su amor por las artes marciales se lo debe a ti pues tú le enseñaste a amarlas desde muy chico, decía Gohan.

¿Eso te dijo Gokú?, dijo el Bardock.

Si, dijo Gohan con una dulce sonrisa.

Pues es cierto, yo fui su primer maestro, dijo Bardock con orgullo.

¿Combatirías conmigo entonces?, es que con la abuelita Gine no puedo combatir y a mi me gusta jugar mucho a las luchas, antes de que mis papitos se casen, las jugaba con mami o mi abuelito Ox Satán, pero ahora también las juego con papi, decía Gohan dulcemente.

¿Quieres jugar a luchas conmigo?, dijo Bardock.

Si, dijo Gohan sonriendo.

Bardock miro hacia la entrada de su casa mientras pensaba: Gine va a demorar por lo menos un par de horas en la cocina y la verdad estoy tan aburrido como este niño creo que no es mala idea un pequeño entrenamiento.

¿Qué dices abuelito?, dijo Gohan.

Está bien, pero vamos a otro lado, dijo Bardock.

Si abuelito, dijo Gohan.

Bardock y Gohan fueron a un pequeño salón vació que había en la casa y allí entrenaron por algunos minutos luego de los cuales ambos cayeron al piso rendidos por el cansancio.

Eres muy bueno abuelito, decía Gohan.

Tú también pequeño, sin duda llevas la sangre de un Son, dijo con orgullo Bardock.

¿Abuelito cada vez que venga aquí jugaras conmigo?, decía Gohan dulcemente.

Solo si prometes no decirle a nadie que jugamos juntos, dijo Bardock.

Está bien, lo prometo dijo Gohan sonriendo.

Entonces siendo así cada vez que vengas yo estaré aquí esperándote para entrenar juntos, dijo Bardock con una ligera sonrisa.

¡Gracias abuelito¡ dijo Gohan dándole un inesperado abrazo que Bardock no puedo resistirse a corresponder.

Horas después: "Capital Este"

Gokú y Milk se encontraban en el jardín de su casa acomodando uso platillos sobre un mantel.

Hubiera querido llevarte al campo pero ya no nos alcanzo el tiempo, decía Gokú sonriendo.

No te preocupes lo importante es que estamos juntos y que nos amamos, dijo Milk dulcemente.

Si eso es muy cierto, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra para que se sentara junto a él.

4 meses después:

Ya habían pasado cuatro meses desde que Bardock y el pequeño Gohan entrenaban juntos cada vez que este iba a su casa. Gine ni sospechaba de la amistad que había nacido entre su esposo y su nieto, mucho menos lo sospechaban Gokú y Milk quienes entrenaban arduamente para el torneo en el cual ambos participarían.

Gimnasio Ox:

Gokú y Milk entrenaban arduamente bajo la mirada de su pequeño hijo que sonreía al ver a sus padres combatir.

Sigan así papitos, ustedes son los mejores, decía Gohan sonriendo.

Gohan será nuestro fans número uno cuando nos presentemos, decía Gokú sonriendo mientras la pelinegra asentía.

Dame tú mejor ataque Gokú, uno que yo nunca lo hay visto, porque quiero ver si estoy mejorando más, decía Milk.

Claro princesita bella, dijo Gokú lanzándose al ataque bajo la mirada de Gohan.

El ataque Son, dijo Gohan haciendo que Gokú detuviera su ataque y girara a ver el rostro de su pequeño hijo que se encontraba cubriendo su boquita con sus pequeñas manitos.

Gokú, ¿por qué te detienes?, dijo Milk dulcemente.

Princesita bella, ¿cómo es qué Gohan conoce el ataque que te iba a lanzar si yo nunca se lo e mostrado?, dijo Gokú intrigado.

Pues no lo sé, dijo Milk intrigada.

Gokú y Milk caminaron hacia su pequeño hijo quien al mirarlos solo sonrió.

¿Cómo sabías el nombre del ataque que usaría en contra de tú madre?, dijo Gokú sonriendo.

No puedo decírselos, dijo Gohan dulcemente.

¿Por qué no puedes decírnoslo cielo?, dijo Milk dulcemente.

Es que se lo prometí al abuelo Bardock, dijo Gohan llevando sus manitos nuevamente a su boca.

Gokú y Milk se miraron y sonrieron.

¿Tú abuelito, te enseño esté ataque?, dijo Gokú sonriendo.

Si, dijo Gohan bajando la cabecita.

No te preocupes no le diremos nada a tú abuelito, él no sabrá que nosotros sabemos que el te enseño este ataque, dijo Milk dulcemente.

¿En verdad mami, no le dirán nada al abuelito?, dijo Gohan feliz.

No hijo, no le diremos nada, dijo Milk sonriendo.

Dime algo hijo, ¿desde cuando tú abuelito y tú entrenan juntos?, ¿por qué están entrenando juntos, verdad?, dijo Gokú dulcemente mientras miraba a su pequeño hijo.

Si, entrenamos juntos desde hace mucho, dijo Gohan sonriendo.

Bueno, entonces ya que sabes el nombre de mi ataque, pon mucha atención porque con él derrotare a mami, dijo Gokú sonriendo.

Bueno ya quiero ver tú ataque entonces, porque yo no dejare que me derrotes tan fácilmente, dijo Milk sonriendo.

Gokú y Milk volvieron a tomar su posición de batalla bajo la mirada de su pequeño hijo que veía a su par de padres discutir como niños antes de dar inicio a su enfrenamiento.

Este es el ataque Son, dijo Gokú lanzándole una patada seguido de un golpe en el estómago a la pelinegra que cayo al piso.

¿Estás bien princesita?, dijo Gokú acercándose a ella.

Si, si estoy bien, mediste tú fuerza nuevamente, dijo Milk con reproche.

Es que no puedo hacerle daño al amor de mi vida, dijo Gokú con tanta dulzura que hizo sonreír a la pelinegra.

Luego de la batalla la familia Son volvió a su casa, cenaron juntos y luego como desde que se casaron ambos fueron a acompañar a Gohan hasta que este se duerma.

Ya durmió, dijo Gokú mirando con ternura a su pequeño hijo.

Si, dijo Milk dulcemente.

Nunca imagine que papá y Gohan se hablaran, esa si que fue una gran sorpresa.

Tú madre tuvo razón, con el tiempo y por medio de Gohan tú padre iría cambiando, dijo Milk dulcemente mientras Gokú tomaba su mano.

Si es cierto, la vida te da sorpresas, Gohan logro lo que yo no pude hacer que mi padre lo acepte, dijo Gokú mientras salía con la pelinegra de la habitación de su hijo.

Así es solo es cuestión de tiempo para que tengamos una familia unida y sin rencores como siempre soñamos, dijo Milk.

Así es mi bella princesita, dijo Gokú tomando en su brazos a la pelinegra.

¿Qué haces?, dijo Milk.

Llevo a mi esposa bella a su alcoba como lo que es una princesa, dijo Gokú sonriendo antes de darle un dulce beso a su esposa que esta correspondía con la misma dulzura.

FIN

Nota:

Esta bella historia de amor GoChi hoy día llego a su fin, no puedo extenderla más lamentablemente pues yo cuando bosquejo en mi mente la historia que escribiré imagino el trama que esta tendrá a lo largo de los capítulos que yo le planteó para ella y pues no soy de las personas que tiendo a cambiar lo que ya tengo pensado para una historia, lamento no poderlos complacer en ello pero no descarto en un futuro hacerle una secuela o una historia navideña, ya lo veré con el tiempo. La verdad siempre me duele hacer concluir una historia pero ello tiene que ser así para poder empezar a redactar una nueva.

¡Gracias a todos los que siguieron, votaron y comentaron cada capítulo de esta bella historia de amor GoChi que me fascino escribir y espero haya sido de su agrado¡

El día de mañana estaré publicando el epílogo de la misma.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.