"Tock Tock"

Resonó por todo el lugar.

— Cruz, cariño, ¿Podrías bajar ha abrir la puerta? — esperó unos segundos, pero nunca recibió la respuesta. Le molestaba cuando su hijo hacía eso.

Dejó de lado la aguja que estaba usando para juntar los trozos de tela. Se quitó las gafas que necesitaba y salió de aquella habitación, dirigiéndose a la de su hijo.

— Cruz, hijo. — tocó la puerta.— ¿Puedo pasar?. — esperó un rato, pero nada. Ese pequeño ya le estaba agotando la paciencia.

Tomó el pomo de la puerta y la abrió, entrando después a la habitación. Pudo ver un bulto en la cama, de seguro era su hijo y no una almohada troll. Se acercó a la cama, sentándose en el bordillo y movió al pequeño para que este reaccionara.

— Uhm..... — fue lo que soltó el pequeño.

— Hasta que dices algo. ¿Te sientes bien? — el menor asintió. En ese momento la puerta fue tocada de nuevo. La madre se levantó de la cama para dirigirse a la salida. — Si necesitas algo dímelo, ¿Está bien? — volvió ha asentir el pequeño. Después la mujer mayor salió de la habitación.

[. . .]

— Anda, ¿Qué haces aquí? 

— ¡Ruxandra! Cuanto tiempo sin vernos, ¿No? — dijo, ignorando la pregunta de la recién nombrada.

— Si, Ionela, cuanto tiempo. ¿A qué viniste? — se echó a un lado, para que la joven dama pudiera pasar.

— Hace tiempo que no nos vemos, y me pareció buena idea venirte a visitar.

Las madres empezaron a hablar entre ellas, pero había otro invitado, quien estaba molesto.

— Me obligas a salir de la casa para ignorarme, olé tú. — Se acomodó las prendas.—  Me piro con unos amigos, no me busques. —dicho esto, salió de la casa, cerrando la puerta para irse de ahí.

— ...... ¿?

— Déjalo, está en sus cambios de humor.

— Parece una chica con la regla así. — Ionela rió.

Aunque fueran damas que no debían hablar de esa forma, lo hacían. Se saltaban las "normas de la sociedad" como hacían de pequeñas.

[. . .]

El menor se encontraba bajo las sábanas de su cama. Estaba muy calentito ahí abajo y confortable. No estaba enfermo, solo no tenía ganas de levantarse de la cama.
En su cabeza aún seguían rondando los insultos de los demás niños por su cicatriz y la pedazo regañina que le metió su madre por escaparse de la casa a altas horas de la noche.

Cerró sus ojos, tratando de dormir, pero por las voces de las mujeres no podía olvidarse de la realidad para entrar en el mundo de los sueños.
Cuando ya estaba medio dormido y cómodo en la cama, otro sonido más fuerte lo despertó.

"Tick, Tick"

Se escuchó.

Lo ignoró, pero el sonido seguía y seguía, no se iba aunque se tapara la cara con la almohada. Con mala gana se levantó de la cama y se dirigió a su ventana, el sonido provenía de ahí y pensaba que era algún pájaro molesto. Quitó las cortinas y abrió la ventana, cuando iba a mirar se llevó un gran susto, que lo hizo caer al suelo. Una carcajada se escuchó en la habitación.

— Tardaste mucho, ya estaba por bajar a por una roca y tirarla a la ventana.

— ¿Q... Qué haces aquí?

— Vine a visitarte, mintiéndole a esa bruja. Quería darte un susto y si entraba por la puerta ya sabrías que alguien estaba.— estiró su mano hacia el contrario, esperando a que este lo tomara. Lo tomó y se levantó, seguido de esto para sentarse en la cama.

— Que te den.....

— Yo sí que te daré — susurró.

— ¿Qué? — dijo, no pudo alcanzar a escucharlo.

— Que me daré una cuando me tires por las escaleras. — el menor rió.— ¿Por qué no saliste de aquí? — preguntó, hacía días que el pequeño no salía afuera a hacer el tonto como los niños de su edad.

—..... Estaba enfermo. — que excusa más puta mierda acabas de decir cruz~

— Uy, si. Escúpeme en la cara, que yo también me quiero poner malo con la enfermedad que te inventaste. ¿Por qué no sales afuera?

—..... — apartó la mirada del contrario.

— Es por la cicatriz, ¿No? — Cruz asintió, a la vez que agarraba su sábana y se cubría con ella, como si de un abrigo con capucha se tratase.— Tiene que darte igual lo que digan los demás... O mejor dicho... "Manda a la chingada todo, a la verga." —  imitó la voz de uno de sus amigos.

Este soltó una pequeña risa, le gustaba como imitaba a sus amigos a lo tonto.
Empezaron a gastarse bromas y contar chistes, la mayoría por parte de Macabre. Hubo un momento donde cruz no pudo evitar llorar, uno de los chistes de Macabre le hizo recordar a las burlas de los demás.

— Hey... No llores. Tranquilo, era solo una broma.

—N-No me gustó. — contestó. Sintió como unos brazos le rodearon, juntándolo con el cuerpo del mayor.

Macabre acarició la cabeza del pequeño y empezó a darle mimitos. Caricias, besitos por toda la cara y palabras de consuelo fueron lo que necesitó el pequeño para que dejara de llorar.

— Te morirás de calor con esto. — dijo, quitándole la manta que llevaba como "abrigo"

— Luego tengo frío.

— Tu piel es bipolar. — cruz soltó una pequeña risa.

El mayor colocó una de sus manos sobre el pecho del menor, lo echó a hacia atrás con cuidado, tumbándolo en la cama y se colocó sobre el. Quitó su bufanda y lo abrazó para acercarse después a su cuello.
El menor sentía la respiración del contrario, no pudo evitar soltar una leve risa.

Empezó a lamer su cuello con lentitud, provocando que el pequeño se estremeciera y soltara suspiros. Después de un rato, decidió hacer otra cosa que le haría jadear al menor.
Colocó (?) su boca sobre una parte del cuello, que le parecía ser la zona más sensible para el menor. Empezó a succionar, haciendo que Cruz soltara un leve jadeo a la vez que cerraba sus ojos. Rompió varios tejidos y vasos sanguíneos de aquella zona, provocando una hemorragia interna, estaba claro que se quedaría la marca.

[ Esto te lo haré Diawey2601 askhahjgag. ]

— M-Mhng~..... ¿Q... Qué haces?... — Macabre se alejó de su cuello, para darle un beso a su mejilla.

— Tranquilo... Esto se que te gusta... — susurró en su oído, para seguido de esto volver a su cuello. Le seguiría haciendo aquellas marcas que tanto hacían jadear al menor.

Siguieron así durante... ¿Horas?
Macabre haciéndole chupetones y Cruz jadeando y riendo por las cosquillas que le hacía el contrario.

[ Primera vez escribiendo un chupetón xd ]