Treinta y uno
— Levantate, flojo. — dijo Fred al sentarse en la orilla de la cama con las piernas cruzadas; — No vine hasta acá para verte dormir.
Una risa ronca salió del moreno; — Ven recuestate conmigo.
Lo hizo, inmediatamente fue abrazado por el otro, quien parecía querer dormir; — Te traje las golosinas qué querías. — Al no recibir respuesta volvió a hablar —, ¿Por qué bebiste?
— Estaba triste...
Deuz era sin duda un sentimental, era algo que siempre había pareció tierno a Fred, ahora era más bien molesto.
— ¿Por qué?
— Fred no me presta atención por salir con ese tal Freddy...
Suspiró de nuevo.
Los ojos azules del castaño se cruzaron por su mente, lo penetraban hasta el alma.
Y se sintió mal.
Pensando en Freddy mientras era abrazado por Deuz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro