Treinta y dos
Deuz se levantó con dolor de cabeza, y juró por milésima vez que no volvería a tomar.
No había nadie y aún estaba oscuro, al tratar de levantarse pateó una bolsa llena de los dulces que Fred había llevado.
Pero él no lo sabía hasta que revisó.
Salió a la sala de estar, Fred estaba en el sillón, tenía el celular en manos.
Freddy
Me divertí mucho Fred, gracias por lo de hoy ❤
Fue lo que Deuz leyó.
Le hirvió la sangre aún más al leer lo que respondía su novio;
No fue nada, yo también me divertí.
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