Freddy buscaba donde cargar su teléfono, los domingos su madre trabajaba por la tarde y saliendo se iban a cenar(sólo a veces).

También sabía que la madre de Fred bebía como loca, y él quería llamar a Fred para ver sí estaba bien.

Ya había pasado bastante tiempo desde que ocurrió el incidente de su confesión.

Parecía no afectarle a Fred, pues se llevaban como siempre lo habían hecho. Se trataban de la misma manera, incluso era más cariñoso.

Freddy estaba seguro de que lo hacía por compasión.

— Freddy, ¿quieres calmarte un poco? — Le preguntó su madre al verlo tan inquieto.

— Lo siento mamá, estaba buscando donde... — olvidó como decir "cargar" en señas, así que terminó la oración apuntando a su teléfono.

La mujer trató de adivinar lo que significaba, lo supo sólo cuándo vio la batería en color rojo.

— Allá hay un enchufe.