Cuarenta y tres
Comían pescado con ensalada, arroz, y plátanos fritos.
Fred nunca los había probado, le parecía extraño, pero en realidad estaba todo muy rico.
Le mujer castaña debía ir a trabajar, estaba en turno doble.
Así que salió llevando con ella una porción de la comida.
— Pueden acabarse el resto. — fue lo que dijo antes de marcharse.
Y así lo hicieron, quedaron tan llenos que decidieron quedarse a ver televisión hasta que llegara la hora de ir a clases de lenguaje.
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