Cincuenta y tres
— De–Deuz... — jadeó Fred al sentir su cuerpo ser acariciado por el contrario.
Los besos de Deuz se esparcían por todo su cuerpo, en especial en el cuello; — No hemos estado juntos en todo este tiempo bebé, te extraño... — Le dijo entre beso y beso.
— Yo... ahg, quítate de encima.
— Sólo quiero saber qué estamos bien. — susurraba en su oído mientras metía su lengua, a Fred no le parecía asqueroso, pero le hacía sentir escalofríos en la espalda baja.
— Deuz, ya... basta.
— Por favor dime — detuvo las caricias, la camisa de su novio ya estaba levantada y uno de los botones de su pantalón estaba desabrochado, su rostro estaba algo rojo, y parecía disfrutarlo pero, no parecía lo que quería —, Dime que estamos bien... Por favor.
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