1
El ángel no podía creer que su amante se hubiera dejado besar de Lucifer; ahí estaba él con la cama caliente y la dicha desecha. Las cosas iban demasiado rápidas y sin control, ¿por qué los presentimientos eran más latentes y la mirada de la princesa ya no brillaba como antes?
Lo único que alguna vez deseo, volvió con fuerza envuelta en ganas de ser amada, debía de regresar a Sion y encontrarse con su contraparte Esteban y así lo hizo, al verse con el demonio que estaba aun junto a Luzbel.
El siempre respetuoso Daniel tuvo una reverencia ante su señora, cuando se siente empujado por James que lo tira contra la pared.
Esteban había olido al imbécil del ángel a muchos kilómetros a la distancia comprendiendo que la chica también se entregó al guardián.
—¡Tonto! — El ángel escuchó el grito del demonio, mirando como las paredes se nublaban por el humo del fuego de este— ¿Crees que el Infinitium se casara contigo?
El ángel saco su espada y sonrío ante James. Después de todo antes de cuidar a Sophía fue un ángel guerrero.
—Daniel, no vengo a pelear — le da una sonrisa hipócrita — pero si quieres bueno, te destruiré — le tiró un puño en la cara—acuérdate que Lucifer fue ángel antes de convertirse en mi padre, ¿Crees que Sophía no hará lo mismo?
—Lo sé — le devuelve con un gran golpe — estuve allí cuando Lucifer traiciono al padre Yahvé.
— ¿Entonces que te hace creer que la princesa no va a traicionar "al salvador"? —El demonio lo provocaba, pues tampoco deseaba que el Rey del Infierno estuviera con ella.
E guardián recordó como su chica besaba al bastardo primogénito de Yahvé y aquello hizo que el aura aumentara de una manera singular y fuerte. De esta manera Daniel le pego en la boca.
—El ángel tiene miedo—limpió su boca observando cómo salía un líquido purpura de su labio — ¿tienes celos? —Esteban se puso de pie, su labio se cicatrizo rápidamente en una pequeña línea sesgada.
—Ella es Dios — observó como Esteban hizo que las vértebras de su cuello traquearan — gobernando sobre nosotros y los hombres — lo empujo con ira, pues le era inevitable doloroso, pensar que ella se convertiría en su enemiga mortal—ahora, dime ¿Quién tiene miedo?
—Yo no, podría tener miedo ante esas piernas— se acerca más y el ángel lo empuja.
—Entonces, ayúdame a encontrarla.
En ese momento Luzbel, hablo parando la batalla campal, separándolos antes de que destruyeran el local.
—Ese será su castigo, ayudarte a encontrarla, tenemos pocos días antes de sus 19 años humanos.
Esteban tenia una pregunta y sin necesidad de preguntar el ángel respondió.
—A sus 19 años, recuperará todas sus memorias y créeme no es nada bonito. —suspiro con el aliento de su niña de ojos verdes en la piel—, recordara también su muerte como Sara.
Ambos se miraron con hipocresía, aún sabiendo el odió latente obedecieron a Luzbel, cuando la princesa celestial salió de cuarto Daniel le apunto con su arma a Esteban, aún se debían una treta a muerte. Y él tenía que pagar la muerte de Sophía el próximo Apocalipsis
—Daniel, no juegues con el demonio—el demonio observa los ojos de su contrincante— que te puede desplumar.
—Es ella el Infinitium — le grito acercándose aceptando — está en todo su derecho en escoger.
Esteban, sonrío, de verdad Sophía se la había puesto difícil, ya que nunca creyó que el "maldito guardián", la amara tanto.
— ¿Qué harás si ella se une al mal? — observando con odio —¿la seguirás?
—Sí, la seguiré — le miró — hasta el fin del infierno.
Vuelve a arremeter sin más, con una fuerza descomunal tanto fue que Daniel tosió sangre.
—La he perdido miles de veces — grito el ángel, mientras que se recuperaba rápidamente — no la volveré a perder.
—Perfecto — Esteban abre su palma una bola de fuego —muere por ella.
Daniel pone sus brazos en X para protegerse del fuego, pero de repente se congela el tiempo.
Ana Genius, apareció caminando entre los dos para hablar y advertirles de algo preocupante.
—Chicos la princesa no aparece—miró Esteban y le dio una cachetada muy fuerte—debe de estar en la comarca de los exiliados, con Lucifer con tu querido padre, maldito demonio—. La joven Suprema le habló duro a su superioridad o sea Daniel—solo te pido que traigas a nuestra Señora, con vida.
***
La princesa había caído desmayada, pues las fuerzas oscuras le arrebataron todas sus energías y poder, apenas estaba aceptando quién era y qué rol cumplía en la humanidad.
Cuando pudo percatarse de donde estaba el primogénito de Dios apareció, con su pelo largo suelto, su pecho descubierto y en su espalda un par de alas desplumadas y quemadas. Lucifer en cuestión de segundos, recorrió todo el salón hasta llegar a ella, esa chica se estaba convirtiendo de a poco en su perdición.
En aquel sitio había una gran cama, alrededor de ésta en las paredes se contaba una leyenda llamada "la caída de Lucifer" donde las imágenes y los dibujos contaban la historia que nadie sabía de ese día. El rey demonio necesitaba sobremanera que la princesa celestial se uniera a él, para seducirla, enamorarla y que de igual manera ella le entregará su poder más sencillamente.
Pero a él se le olvidaba algo que esa princesa y Sabiduría eran totalmente distintas tanto como para rebelarse a Emmanuel y a él mismo.
—¿Por que te saliste de Sion y te acostaste con ese ángel? —ella no respondió nada—sabes que por eso te pueden matar.
—Me dijiste que para ser feliz no necesitaba obedecer —los ojos verdes de Sophía brillaban con una intensidad recordada por el rey. Se veía a él mismo de alguna manera fuerte—. Y tenlo por seguro que me voy a convertir en tu dolor de cabeza más grande, mientras me tengas aquí, como "tú Reina".
Sí definitivamente era diferente a Lilith y a Luzbel, por el contrario de disgustarle le encantaba.
El príncipe del mal a pesar de ser el rey de los pecados; El rey de todos los males de la humanidad. Era un hombre controlado y solamente, dejaba desatar sus instintos con Lilith o con cualquiera de sus millones de consortes, que habían sido delegadas a este tipo de trabajo durante milenios. Pero algo había en ella en la princesa algo de inocencia convertido travesura algo qué quería descubrir.
—¿Qué miras Lucifer? —sintiendo como las manos de ella, picaban por la necesidad no tocar.
He iba hacerlo, hasta que se percató que tenía las manos amarradas, que la ropa tenía no era igual era de color negro una clase de baby doll negro que dejaba ver sus alas y sus rosados pezones.
El Rey demonio sonrío al ver cómo la joven pasaba de astuta a nerviosa, entonces le recorrió el cuello con una de sus garras afiladas rasgando la piel de la chica para ver como Sophía se retorcía de dolor, pero rápidamente la cortada se cerró, Lucifer supo que ya tenia los poderes de su padre, después con su dedo lleno de sangre le soltó el pequeño amarre del pecho para probar el líquido vital en su dedo.
—Sabes, eres exquisita—de repente la cama se levantó—. Es por eso que haré que ruegues por tocarme. —El aliento de Lucifer, era semejante al alcohol más fuerte, aquello la embriagaba, él hombre se acercó a besarla y ella lo esquivo —déjame ver tu cara de niña buena, no quiero obligarte...—sonrió al ver los ojos verdes de aquella mujer, atrapando el rostro de Sophía, le beso metiendo su mano derecha entre el cuello para profundizar el beso.
Sabía que no podía dejar que lo tocará, por que lo podría quemar vivo, pero realmente deseaba despertar ese lado oscuro en la princesa.
Acariciando sus labios juveniles con su lengua, segundos más tarde su mano izquierda se deslizó por la cintura en la princesa pegándola al bulto que comenzaba a formarse en sus piernas, de esta manera, ella no podía tocar, pero él sí a ella, para a torturar un poco, tocando a la chica, por todos lados. Ella sintió las manos de Lucifer como lija, era algo molesto qué le estaba gustando mucho, su cuerpo le decía que era él, su "Conexión": es una manera de decir que el alma de Sophía y de Lucifer eran predestinadas en todos los sentidos y más cuando ella soltó un gemido, suave pero diciente generando un poco de fuerza en los besos el Rey.
***
Sophia volvió en el momento de la muerte de Sara, mientras que el Rey infernal se situaba en su entretención propia.
La mujer divina, estaba acomodando los platos y la cena, organizando todo para la comida, cuando apareció un gran halo de luz rojo frente a ella.
— ¿Eres Sara de Nazaret, esposa de Nathaniel de Judea? — halo de luz se convirtió en un hombre hermoso con unas alas gigantes parecía un santo—llevo años buscándote, eres hija del que se proclamó cristo. ¿verdad?
—¿Que necesita? —preguntó ella, sintiendo una pequeña presión en el pecho, seguro era miedo.
—Tu sangre —el hombre se transforma en un alacrán que media una estatura parecida a —sabes sobrina, ahora que te veo, ¿por qué no te unes a mí?
—Lucifer, acaso no recuerdas escrito: está que el hijo del hombre andaría por las tinieblas y saldría convertida en flor de desierto—, se plantó allí como una mujer digna.
—No me vengas con eso a mí, que soy un arcángel—la miro como un regalo que desprecia —te matare.
—Matadme, después de todo. volveré y yo seré la que acabe con tu vida.
«Me laspagaras, desgraciado», .se dijo volviendo del recuerdo.
***
—Yahvé te hizo tan hermosa y apetecible —, acercó una de sus rodillas a la entrepierna de la prisionera apreciando lo cálido y mojado que estaba ese lugar —o debo decir mi hermano, Emmanuel.
—No seas blasfemo—gruño cerrando sus ojos al escucharlo, era sexy y malditamente profano.
—Querida, tu existencia es una blasfemia —, le mordió el labio volviendo acostar la cama, gateando hasta llegar al obligo de su Nueva Reina—que merece ser adorada hasta por su padre. Nazarena, entregate a mi y te daré el poder absoluto.
Realmente Sophía, también deseaba semejante locura, por eso no dijo nada, solo lo beso con fiereza como respuesta afirmativa tratando de soltarse de los malditos amarres, por eso de una forma ligera le desató con una mirada entonces con sus manos atrapándola le exigió que lo mirara, creando un camino o mejor dicho un puente entre la magia y los deseos de ambos.
—Mirame Sophía, te deseo tanto—le apretó las manos y beso su cuello. Esa era la llave que tenía para poseerla—nos casaremos ya mismo.
Corto su muñeca derecha y le dio a beber de su sangre a la princesa. Ella succiono con poder mientras que sentía como la sangre de Lucifer bajaba por su cuerpo, por arte de magia ella alzó su mano derecha para que la mordiera y así probará de nuevo su liquido rojo, observándolo antes de perder el control, cuando escucho el pantalón de Lucifer caer.
Al entrar en el centro de Sophía, ella grito y un temblor de tierra hizo que los humanos entraran a sus casas.
—Mi Dama Dios—estrujando el cuerpo de la casi Diosa con lujuria, dejo las manos libres de la chica y percibió la magia y fuerza de la mujer a tomarlo de la espalda—, eres la más poderosa de todas las mujeres.
—Sabes que iré por el trono de Lilith y el trono de Emmanuel—, se voltearon, ver a la Sophia de Nazaret sentada sobre él, era una gran obra arte —y yo gobernare—hace salir la Daga del Destino, mientras que Lucifer movía sus caderas hacia la abertura de la mujer —sobre ti también.
Cuando ella sacó el arma lo atravesó para volver a mandarlo al infierno de nuevo mientras que el orgasmo aparecía de nuevo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro