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YA SABRÁN LA RAZÓN DE LA CANCIÓN 



***

Las 7 comarcas en las que se constituía el planeta dependían del Reino de Sion, cada comarca representaba a un arcángel, quienes fueron los dadores de la vida junto a Dios Creador. Alejandro se sentó con sus padres en una de las mesas acondicionadas para los nobles y Sophía se rindió bajando la cabeza sentándose a la diestra de los reyes, se encontraban todos juntos excepto el pequeño Raphael porque la reunión no era apta para niños y sus otros hermanos vendrían días después, para impedir cualquier barbaridad.

La primera Comarca en hacer presencia fue la del arcángel mensajero Gabrielle que con su gran y potente trompeta llego el represente el padre de Alejandro arrodillándose a los pies de Raphael, Clariz y Sophía. De una manera rápida e incómoda en la cabeza de Sophía paso esta pregunta.

«¿De verdad quiero esto?», miró el techo y suspiro volviendo a ver el espectáculo de a aquellos colores, de aquellas personas que hacían lo mejor para agradar a Dios Creador, a su persona junto a sus padres.

Todas las comarcas, tomaron posiciones adecuadas en sus lugares predestinados, obedeciendo el orden en que ayudaron a dios creador, la última comarca poseía una flecha en diagonal como escudo y su representante acudió con premura después de una presentación entre sensual y colorida.

Era la comarca de Luzbel, que se distiguia por su belleza y distinción además de la hermosura de los hombres y mujeres que era una combinación exagerada, pero .

—Sus majestades — Raphael, Clariz y la princesa esperaron unos segundos aquel hombre vestía un traje de seda rosada, la piel de este era de un color trigueño, era regordete y con una mirada casi verde — les presento al nuevo Duque de la comarca del "Arcángel Luzbel"— todas las personas guardaron silencio y de hecho se esperaba que el anterior Duque dejara hijos, pero había dejado el manejo de la Comarca a un niño adoptado llamado Esteban—Chandraraj* James.

* El rey de la luna.

El hombre presentado era un joven a puesto: alto, piel tostada y con cierto brillo en los ojos, que no era humano. El joven, recién llegado se postro ante sus reyes, quienes conocían el carisma de estas personas y eso de alguna les agrado. De inmediato todos en aquel sintieron la gran necesidad de aplaudir dándole la bienvenida a la comarca de Luzbel junto al nuevo Duque.

Para abrir el banquete... Raphael Y Clariz se tomaron de la mano, dejando unos segundos sola a la princesa.

—Damos las gracias infinitas a Dios Padre Creador —, Clariz habló para todos, pero especialmente para su esposo, que en esos momentos pasaba por una prueba que les exigía compresión, amor, de dedicación para con el Reino de Sion—. Por prestarnos el aliento con que vivir y compartir un año más juntos— los ojos color cielo se posaron en su hija y en el prometido de ella — antes del banquete, quisiera dar la noticia — los dos chicos se pararon juntos, para ir al salón de baile— El hijo del duque Duks y la princesa Sophía han llegado a un acuerdo de matrimonio — las comarcas aplaudieron con efusividad— el enlace, se llevara a cabo el quinceavo día del mes 10.

La futura monarca puso sus manos en los hombros del Duque y la música comenzó a sonar. La verdad, una vez por semana por dos meses habían ensayado esto para que fuese de agrado al altar de dios creador y de los Reyes.

— ¿Te estoy pisando? —el oji castaño, pregunto apresurado y con vergüenza.

—No, hoy lo estás haciendo muy bien — ella subió las manos hasta su cuello, besando su mejilla derecha tan delicadamente.

—Sophía, extraño tanto cuando éramos solo amigos — beso su frente.

—Yo igual, ¿no te molesta que digan lo que tienes hacer o no hacer? — pregunto ella, en un susurro latente. Esa pregunta le pareció rara al Duks.

—Pues no, la verdad no.

De esta manera Alejandro supo la verdad detrás de la amistad con la princesa y siguiendo con las ordenes de sus padres y los reyes, Alejandro como el futuro Rey y ella, Sophía como la esposa de este.

El joven abrió los ojos para que ella también se sintiera cómoda con algo que definitivamente no era su estilo, con el pasar de los minutos los meseros comenzaron llegando con los manjares y comidas que tenían en cada comarca. Todos los que bailaban volvieron a sus lugares. De cierta forma Alejandro sintió que su prometida, no estaba concentrada en él, que Sophía no quitaba los ojos de ese chico nuevo, de aquel desconocido y James tampoco disimulaba la atención de la monarca.

Alejandro que era una persona centrada rápidamente soltó a la princesa y se dirigió a una de las mesas donde se situaba las Comarcas Luzbel. El duque se paró frente a frente, gritando

— ¿Que ves? — de esta manera la música se detuvo, el espía no agacho la mirada antes bien se estiro de silla, notándose. La princesa recogió su vestido y de un momento a otro estuvo con Duks, preguntando

— ¿Qué haces?

Alejandro chasqueo los dientes y grito.

—Este tipo aquí, presente te estaba mirando de una manera poco decente — el que estaba sentado solo guardo silencio.

—Él no estaba haciendo tal cosa —Sophía, se impuso.

—¿Acaso no lo viste María Sophía? — el duque de Gabrielle indignado grito.

—No lo vi — mintiendo, ella sabía que ese chico con ojos encantadores la miraba de una forma no debía. Pero por primera vez, no le importo— si vas a ruinar la fiesta de tu señor, es mejor que te retires.

Duks no podía creer que su prometida estuviera protegiendo a una persona recién llegada.

—Lo lamento mi señor — Esteban bajo la mirada, pero fue asaltado por Duks — no quería causar problemas, ni malinterpretaciones.

Alejandro suspiro, pidiendo a dios creador paciencia, pero no se iba a dejar vencer de un aparecido, que pudiera ser grande que èl y hasta mas fuerte que él, pero contaba con la buenaventura de sus reyes, por eso negó las disculpas, haciendo un escandalo.

—No acepto tus disculpas—levantando la mirada sonrió déspota y arrogante — es más si tuviera mi arma aquí —. El joven de ojos verdes comenzaba a sentir ira, tratando de disimular, después de todo era un ser distinguido en el Infierno y el Duque de una las Comarcas Aliadas a Sion. Pretaba los dientes y su mirada se quedaba en los ojos de la princesa que sentía la energía que se habia oscurecido de inmediato —llevaría este asunto a un duelo.

—¡Ya basta! —grito de una manera ordenada, la princesa observando a sus padres —. Por favor, vete Duks— a lo que Alejandro decidió obedecer.

—Nos vemos mañana — quien dirigió sus pasos hacia la reina, la reina estaba sorprendida por la escena que había presenciado.

***

Después de aquel momento, continuaron la fiesta en una calma tensa, porque todos y cada uno de los participantes parecía decepcionado y/o disgustado. La princesa por obvias razones salió, para encontrar tranquilidad, en su espacio favorito, el jardín se desinflo de una manera poco apropiada para una Heredera al trono.

—¿Por qué no estás aquí? — los minutos pasaron disimulando las ganas de irse, de allí de volver con su abuela, pero ella sabía que aquel era su mundo, de igual manera no era lo que soñaba.

—Su majestad — hablaron desde su espalda haciendo que Sophía volteara. Ella abrió los ojos y espero a que ese chico de ojos verdes se acercara — pido disculpas, no era mi intensión dañar su baile... de compromiso — Sophía, lo interrumpió en un susurro.

—No, pidas perdón — le miró detenidamente a los ojos, sintiendo un escalofrió diferente—antes bien te debo una.

—No, no, no — limpio sus ojos por la tristeza que le causaba dañar el baile de su soberana— debo disculparme con usted y el duque Duks.

La princesa pregunto.

—Entonces, ¿Por qué me estabas mirando con tanta insistencia? — Ella enmarco las cejas diciendo — sí, sabes bien que está prohibido.

—La verdad, es que me perdí en su infinita belleza —la joven princesa sonrió sonrojada —estoy seguro que su figura fue esculpida por las manos de Dios.

— ¡Wow! —exclamo observando como su acompañante se acercaba de una manera calmaba con mucha seguridad y una sonrisa pícara— nadie nunca me había hablado así. Es mas si los reyes te escucharan te matarían.

—Me imagino como deben saber sus labios—la fémina de la realeza se encontraba en shock, ante esta insinuación, bastante grave. En ese momento el joven agarrando el rostro de Sophía y le robo un beso.

Él se había atrevido a besarla en los labios a la princesa inexperta, en un beso que le hizo mover las fibras a la joven. Sophía al tiempo empujaba a ese chico que le robo el primer beso sintiendo como el rostro ardía como brazas.

— ¿Qué hiciste? ¿Por qué eres tan atrevido y me das un beso? — alzando la voz y luego sus labios fueron mordidos, por Esteban James. Percibiendo la oscuridad del joven que la atrapaba de una manera diferente a las demás.

— ¡Disculpe su majestad! — se fijaba en ella con una mirada lasciva y latente. Tanto que se acercó a ella tomándola de la cintura, diciendo —su belleza nubla mi razón — volviendo a los labios de Sophía saboreando la inocencia de aquella chica.

La princesa, por primera vez respondió a esa acción desconocida para ella, puesto que era el primer hombre que la veía como mujer y uno como la Gran Reina De Sion.

Esos segundos fueron eternos y tuvieron que ser disueltos ya que en el salón había una fiesta esperando por ella hasta ese instante no le importaba mucho. Algo en ella no quería separase de aquel tacto y más cuando sintió que las manos de ese chico comenzaron a moverse; una pasaba por la nuca de la princesa, otra de repente viajo hasta su trasero.

— ¿QUE CARAJOS HACES?! — frunció el ceño dándole una bofetada al joven, tan fuerte que le tumbo al piso.

Esteban con la respiración agitada se dio cuenta del desastre que había creado, primero no debía besar así a la futura reina y segundo tampoco disfrutar la cercanía de su cuerpo con el suyo. Aunque muy en el fondo la soñó todos días en 23 años.

— ¡Vete de aquí! — levanto la voz, mirando hacia tras, intranquila — y agradece que no te mando a matar — su pecho se mostraba agitado — ya tu deuda está pagada.

El oji verde, solo limitaba a observarla con una mano en la mejilla.

«Puedo ser mucho peor» pensó él. «Querida Sophía serás mía»

— ¡He dicho que te vayas! — alzo la voz de nuevo, esperando que su primer beso se fuese de allí.

Con una reverencia después de volver en sí, estiro el cuerpo escapando de allí.

En el dormitorio de Sophía, después del banquete las puertas del palacio de Sion cerraron ya que era muy tarde para los jóvenes herederos de las distintas comarcas. La verdad no quería preguntas de nadie, además estaba en una sintonía de éxtasis por lo que acaba de vivir con aquel desconocido.

"¿Quién es ese chico?, ¿por qué permití que me besara e incluso tocara?, y ¿Por qué me gustó tanto?".

— ¡No me puede gustar!, no es debido — negó con la cabeza ya subida en la cama con las sabanas en la cabeza — pero me gustó tanto — sonrió—ya mi primer beso no será para el idiota de Duks.

***

Días antes del compromiso de la princesa y el duque. En un establecimiento de comida, se encontraban dos hombres. Un rubio de algunas canas y un joven pelinegro, de ojos azules y una chispa divina en su aura.

Estaban colocando un piano de cola en color blanco, después se sentaron a comer un sándwich de atún, favorito de ambos, cuando el hombre más joven pregunto a su padre, que estaba sentado detrás de una pared de vidrio.

—¿Crees que ella está lista para saber quién es?

—Hijo mío las cosas se complicaron desde que salimos de la Orden —el joven bufó intranquilo, sabía que su misión iba más lejos de proteger a la princesa de los cielos, la cuestión era el amor que tenía por ella. —Estuve averiguando y la reina desea casarla con un hijo de la Comarca de Gabrielle, para de esta manera traer la paz entre Sion y las comarcas que han estado encontrá de los Reyes.

—La Reina Clariz, solo está haciendo lo que Dios Creador ha mandado —habló con rencor —, pero yo tengo una misión en la Tierra. Y lastimosamente la cumpliré.

—Conquistar a la hija de mi primo.

—Fue una promesa que hice, desde hace muchos años.

—Lo sé, Daniel una pregunta —Gerard, tomo fuerzas y hablo —¿Que tienen que ver los arcángeles con la niña? —se refería a Sophía.

—Sabes que hay cosas que ustedes los humanos no deben de saber, pero lo único que puedo decirte, padre es que todo depende quien se acerque más rápido a la princesa.

—¿Como es eso?

—No puedo decirte más.

***

Dedicado a: @IVelez1 :3


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