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3

Emmanuel se dispuso a recibir el trono, qué padre había pensado para Lucifer, en esos momentos, dios creador había desaparecido de la faz de la tierra y ya no se sentía la tranquilidad que los cielos habitaba antes. Por otro lado, los arcángeles tenían cierto temor, por el hecho que la tierra ya se encontraba la elegida para tener a su reencarnación. Por supuesto Emmanuel no bajaría como Dios lo hizo hacía unos cuántos siglos atrás, porque él era el hijo primogénito del Creador. ¿Cuál era su plan entonces?

Eso nadie lo pudo negar, por eso y aunque no estuvieran de acuerdo Emmanuel comenzó su trabajo mandando a su reencarnación de el guardián de su reencarnación, lo que él no sabía o no quiso aceptar era el hecho que si enviaba su reencarnación ya el Apocalipsis real estaría cerca de lo imaginado.

Había una leyenda entre ángeles y demonios qué decía que si la reencarnación del hombre fuese por el lado derecho de Dios pasaría una catástrofe, pues por contrario si fuese por el lado izquierdo las cosas serían gloria, para ambos lados, Emmanuel sería al culpable del futuro Apocalipsis de Tierra Media.

Como lo fue en el primer mundo en LA PRIMERA ERA, que por culpa de su doctrina tampoco realista fecundada solamente en supuestos la humanidad murió y los Ángeles de dios creador, tuvieron desde un principio rehacer el planeta Tierra contribuir para las leyes y normas de esa nueva sociedad, por eso Satanás existió Yahveh también, hasta que ellos se esfumaron de la presencia de todos, ahora bien ¿Qué pasaría?

Por orden de los arcángeles, Mariam o sea María, fue tomada como reina de los cielos el universo por dios creador para que no hubiera ningún error otra vez, pero volvió a pasar Lucifer se convirtió en el mismísimo Satanás y Emmanuel, por supuesto se transformó en Dios en ese momento todos los altos mandos tanto, celestiales como demoníacos tendrían la ardua tarea de traer o atajar al Infinitum.

Lucifer el nuevo Rey de las tinieblas sabía que su reina estaba embarazada del súcubo más fuerte, de Asgar usándolo a su beneficio, aún no mataría a la criatura, ya que debía de cuidar a la futura tentación del Infinitum.

—¡Lilith! —la llamo a los gritos, habían pasado algunos meses desde que su esposa trajo a un demonio varón, de piel oscura y ojos verdes, no lo odiaba antes, al contrario, lo veía como una posible victoria bastante importante—trae a Esteban.

La reina apareció con el niño en brazos, dejando ver un poco de su fatiga. Criar era un verdadero problema.

—Su majestad—bajo la cabeza, como muestra de respeto.

Después de Asgar, solo habían estado sexualmente un par de veces, era una norma entre los dos, además ella sabía que su amado esposo, había tentado de una manera tal a un arcángel, porque la amaba. Comprendía que nunca podría tener el corazón de su rey.

—El pequeño Esteban, será mandado a la tierra, para detener el cometido del dios creador—la mujer parpadeó mucho, mientras que Lucifer retenía al pequeño niño en sus brazos —serás mi futuro sucesor si le quitas el poder de Terra Media a su majestad Emmanuel, serás el Astaroth, pequeño—el pequeño niño, miraba a su superior como si entendiera —me asegurare que "Ema", se arrepienta de todo el daño causado.

Lilith, no podía estar más orgullosa, ante el plan de su rey y de que su hijo fuese escogido para tan indispensable labor.

—Mi señor, pero para eso necesitamos de magia oscura, de esta manera traeremos con nosotros el alma más oscura de nuestro Reino.

—¿Cuál es esa alma tan oscura? —interesado pregunto devolviendo a su mujer el hijo que claramente no era de él.

—No es una sola alma, es la unión de los 7 pecados capitales, debe de ser alguien fuerte para acabar con Sion—explicaba la reina.

—De eso me encargo yo —habló el ex arcángel— para eso necesito que los pecados capitales aparezcan —la miro y hablo con peripecia—llama a tu amante y dile que se encargue de traer a cada uno hacia mi presencia—Eso la ofendió bastante, pero Lucifer era el dueño y señor, a pesar que dio libertad.

—Si me señor.

***

Emmanuel, conocía a la perfección a su hermano, habían nacido de la misma luz y era contradictorio pensar que ambos no querían revancha. Obvio que se odiaban; Emmanuel debió tener la responsabilidad de ser el hijo "Unigénito de dios", mientras que su hermano era el príncipe de los ángeles, alimentándose de Luzbel.

Siempre los había envidiado, hasta que conoció a la humana que, para sus ojos, era la mujer de sus sueños. Su nombre era María era de la zona costera de Magdala era hija de un pastor de ovejas. El hijo de Dios, tenía por supuesto ya una misión que claramente no le simpatizaba mucho: Traer paz y luz al mundo, con enseñanzas fuera de serie. De por sí, él no era de los que entendiera el libre albedrío, como si lo conocía su hermano, el más hermoso entre los ángeles.

Entendía que dejar su semilla en ella, le traería muchos problemas a la humanidad, pero no le importo. Emmanuel se había enamorado de una mujer, que más adelante seria llamada la treceava discípula, dejándola embarazada cuando volvió al paraíso cargando el pecado que cometió con aquella mujer.

También conocía a sus discípulos causantes de la mayor desgracia de la humanidad, y más cuando coloco a la mano a alguien con una debilidad en la rabia que no podría ser buena. Estaba recordando su pasado como humano, cuando Gabrielle apareció teniendo su cuerpo humano siendo femenina.

—Emmanuel, ya mandé a un ángel para dar vida al ángel guardián del Infinitium, ahora es cuestión de tiempo—su voz era seria, con un poco de enojo.

—Gracias por avisarme —Emmanuel giro su cuerpo —ya Luzbel, volvió de la tierra.

—Si, está con Ezequiel y tu madre.

—Tengo que hablar con ella.

—¿Para que?

—No te importa— moviendo su capa la dejo hacia atrás.

—Sabes vas a matar a la humanidad de nuevo—grito colando su mano en la cintura girándose hacia él.

***

Mientras esto pasaba en el cielo y en el infierno; en Tierra Media, un hombre rubio de ojos cafés y gran altura llamado Gerard Halle, estaba escribiendo en un pergamino vislumbrando su tranquilidad, dando gracias al cielo y a sus padres que le permitieron otra cosa a la que normal se estipulaba, se encontraba tan concentrado que no se percató, cuando apareció un Ángel terrenal, de grandes ojos azules y cabello extremadamente negro, a pesar del halo de luz blanca se distinguían esas dos características. Este ángel, le diría algo que cambiaría para siempre su futuro. Era una misión: sería el encargado para cuidar y criar al guardián del Infinitum el ángel de dios creador.

Cuando logro tocar el piso respiro profundo para convertirse en una linda mujer de ojos azules pelo negro y cuerpo esbelto; el misionero abrió los ojos y se arrodillo ante ella tan sorprendido se encontraba Gerard, era un hombre culto y muy sabio había sido compañero de prácticas de defensa del Raphael futuro rey de Sion.

—Dios te ha puesto una misión aquí en la tierra, qué es cuidar de mí— la mujer que había desaparecido sus alas se aproximó de una manera delicada, tocando su vientre —tú hijo de Miguel, serás el padre del guardián que protegerá a su señoría, reencarnación de Dios que está a punto de aparecer en tierras de Sion—El joven Gerard, se colocó los anteojos puestos en una mesa de noche, observando a la mujer que desnuda se encontraba; él había renunciado a todo, para ser un servidor de Dios, un sacerdote y guiar con enseñanzas a los hijos— debes de estar conmigo, y casarte—habló la chica definitivamente nerviosa.

—No entiendo—estaba sorprendido y no tenía idea que pasaría después de esa aparición—¿primero cómo te llamas? —la pelinegra alzo los hombros, pues nunca le había designado un nombre propio.

El hombre, era demasiado tímido, aunque extremadamente obediente y más si eran cosas de dios creador.

—¿Cómo quieres que me llame Gerard? — el chico rubio no podía creerlo, dios y sus designios le estaban poniendo una tarea realmente difícil, miró a la ventana y sonrió, dándole paso y asimilando eso.
—Te llamaras Lucia y serás mi esposa— comenzó a planear, lo que diría para salir del monasterio. De seguro algo muy malo en el cielo pasaría para ya estuviera pasando— dedujo a un mirando las estrellas caer—puedo preguntar otra cosa—la mujer o el ser de luz asintió con un poco de timidez, sabía que estaba desnuda, entonces Gerard, recogió sus mantas y se las paso, para que se tapará—¿Por qué yo? y ¿cuándo aparecerá el hijo de Dios creador en la tierra?

La muchacha sonrió, acercándose a pasos ligeros y tranquilos, para contestar con una mano en la mejilla de Gerard.

—Eres un hombre sabio y justo — ella enrollada en las mantas—Cuando el sol y la luna se den el primer beso del año.

Hablaron poco, porque después de esto Gerard volvió a su texto mientras la nueva persona lo miraba con ternura, hasta quedar dormida. Cuando el rubio la observo que se había quedado profundamente dormida.

Fue en búsqueda de su madre adoptiva, Josephine SkyRed, el difunto Benigno, tuvo una hermana que murió al dar luz, el esposo de esta mujer murió en un accidente viajando con rapidez hacia el castillo de su cuñado, al ser avisado que su joven mujer estaba a punto de dar luz.

Camino con rapidez, hasta llegar al trono de Miguel, Josephine lo miro extrañada y pregunto con cariño. Le tenía bastate estima al joven, puesto que lo había amamantado como hijo suyo y hermano de Raphael.

—Madre, dios creador sea presentado— la mujer no entendía lo que decía hasta que su sobrino grito enfadado—mi cuarto hay un ángel.

—Hijo— Josephine de inmediato abrió los ojos, sabía que su sobrino no mentiría con algo tan delicado y si estaba enfadado era porque estaba desesperado—vamos a ver.

Gerard camino al frente de la mujer, para abrir las puertas; cuando llegaron a la habitación de el joven, Josephine abrió los ojos sin disimular. Lucia aún dormía, de esta manera las alas aparecieron de repente y la luz de esta se abrió ante ellos

—Gerard, tienes que irte.

—¿Por qué?

—Debes de cuidarla — la duquesa miro a su sobrino —ese ser de luz traerá al Infinitium—miraba a la mujer. 

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