Con la intensión de vengarse de su majestad, Clariz y después que se hiciera público la realización del "enlace" entre los hijos de Miguel y Rafael. Michell decidió levantarse en armas. Llevando el planeta al caos, creando una nueva creencia y teniendo una nueva sede capital en la ciudad principal de la Comarca de Gabrielle, llamada "Lot". Aquel falso rey, obtuvo de algunas regiones adeptos, mientras que Raphael recorría las Comarcas y Clariz lo acompañaban siempre y cuando quedarán cerca de Sion.

Ya no podía dejar el reino solo, pues sus padres al descubrir que la Comarca de la comunicación le había dado la espalda a Sion, se apartaron de su hija.

Los jovenes, necesitaban que el tiempo pasase rápido para poder entre los dos tener el poder absoluto y controlar los pocos entes revolucionarios, que surgieron como arroz, y en ese momento se estaban moviendo por debajo de la mesa, para las personas, que no tenían comodidad al saber que su reina y rey eran tan poco conocidos. Además, sin experiencia alguna.

Los Futuros reyes compartían un momento a solas, el teniente se deleitaba viéndola hablar y haciendo que su rostro estuviera rojo algunas veces, cuando un beso le robaba.

—Dios, eres tan bella —le susurró al oído corriendo un poco su melena castaña —quisiera que me amarás ya... poder amanecer contigo, por el resto de mi vida.

Entre suspiros, se les llevaba el aliento. Habían pasado algunos meses y los encuentros eran inocentes, aunque llenos de pasión.

—Serás el primero y el último —dijo ella, mordiendo su labio inferior para no caer en la tentación—tendrás mi alma Raphael.

Cuando iban a darse otro beso, de esos que dejan las ganas. Ambos príncipes escucharon que alguien se avecinaba haciendo, que se alejarán para prevenir cualquier mal entendido.

—Sus majestades—habló Athos al entrar con pies rápidos hacia la sala de estar, cerca al trono—debemos de sacar a la princesa de aquí.

—Ese Michell me las pagará—de repente se paró tan rápido que su princesa solo alcanzó a pararse y decirle.

—Cuídate mucho y no voy a ningún lado—Miró a su consejero real, para decirle —tráeme una espada.

Athos solo hizo una reverencia y devolvió los pasos para buscar una espada.

El prometido de la princesa se sorprendió bastante, pero le encantaba aquella posibilidad de tener una mujer valiente.

***

La verdad desde hacía, mucho tiempo existían pequeñas comunidades las cuales tenían claro eso que Michell reclamaba con tanto fervor entre esos estaban: científicos y artistas, aquellos se denominaban "INFINITIMUM" "feudalismo tecnológico", pero la única diferencia; entre DEMERITAR LA EXISTENCIA DE Dios Y QUE LOS REYES ESTEBAN MAL ENCEGECIDOS por su miedo... Para estos seres humanos la existencia de Dios Creador, era un cuento vil y descarado.

Los primeros Infinitium, fueron la unión de los principales cantautores protestantes y algunos científicos estudiosos de las leyes del "W-X". (¿Por qué?)

Aquellas causas, eran el detonante perfecto para que Lucifer y sus ángeles caídos, tomarán ventaja en Tierra Media. Sin embargo y a pesar de todo, Emmanuel y su Padre veían aquello y para eso, les dio a los antiguos reyes iluminación para construir campos de concentración, calabozos... De esta manera tendrían a la humanidad controlada y ceñido a los mandatos de Dios.

Lastimosamente los Reyes Jeremías y Antonella, no apoyaban a Clariz y al teniente, traducción estaban solos contra el mundo o más bien contra la Orden de la Lux, de esta manera decidieron de alguna manera demostrar que eran capaces y ante todo que ese amor valía todo.

—Princesa—el teniente agarró a Clariz del brazo y la beso, como si fuera una clase de ritual—Cuidate.

La joven solo pudo acomodarse anonada ante el gesto de su prometido. De esta manera se dieron cuenta que su reinado sería bastante diferente, al de los Richard. Aquella era una de las causales para que los quisieran que los futuros reyes desearan acabar con esa "revolución", matando y desgarrando la libertad de esos que pocos peleadores.

El ser humano, no sabía gobernarse sin él poder de Dios creador, era por eso no tenía ni idea era que el "GRITO" que se avecinaba con el viento en otoño.

***

Lucifer, andaba con la herida que le hizo aquella niña, le recordaba la inocencia y el poder perdido por unirse a Satanás y el amor a su padre. La herida todavía se encontraba en carne viva ardiendo como fuego.

Esa niña le traería algunos problemas si no hacía algo antes que el bastardo de Lilith le tumbara la luz de la mirada. Ya la odiaba, y comenzó a entrar en desesperación cosa que le disgustaba bastante por eso iba a regresar al Paraíso para acabar con eso de una buena vez.

Pero cuando iba a desaparecer, no pudo, lo intentó por algunas horas aquello era una mala señal de que su hermano Emmanuel, no solo uso su preciosa sangre, si no la primera luz del Universo, para convertirla en Dios y así controlar el destino de la humanidad.

—Nunca creí que fueras tan estúpido Emma—sonrió chasqueando los dedos para que le trajeran una copa—si crees que tu preciada hija te obedecerá, estas equivocado—se suavizo la garganta y comenzó a gritar en una risa neurótica, hasta que uno de Lilith apareció, sentándose al lado de su trono—¿Sabes que Emmanuel acaba de darme carta blanca para destruir a la humanidad?

***

Como era de suponerse Gerard, salió de la Comarca Miguel, con algunas cosas y Lucía en las manos. Se dirigieron a la Comarca de Ezequiel pues el solo hacia lo que aquella ojiazul le permitía o sugería. Además, tenía conocimiento de causa que su primo estaba en serios problemas por no declinar el trono de Sion.

Una vez después de su matrimonio con la hermosa Lucia, quien tocaba el piano para crear una atmosfera de paz, Gerard recibió una carta de su primo, avisando con quince días de anticipación la llegada de este y qué iba acompañado con la princesa aquello le alegró el corazón bastante, aunque le preocupaba vista por su mujer, pues él rubio ya sabía toda la verdad de los "Buenas Nuevas" del paraíso.

El embarazo de Lucía era verdaderamente bueno, no había tenia, ningún contratiempo. De verdad parecía que su bebé fuese un ángel, que cuidaba de su madre, para su pronto nacimiento, pues la mujer de cabellos negros aparentaba, tener más meses de los que tenía.

Los médicos que la reciban eran quienes se encontraban mas que sorprendidos, asustados.

Efectivamente los días pasaron y la mujer celestial esperaba con ansias en que su reina apareciera

—Gerard, ¿será que la princesa Clariz recibirá bien los mandatos de Dios Creador? —miraba a su esposo, con gran ternura tejiendo algunas cosas para el ángel que estaba en su vientre.

—Eso espero, querida—le acaricio el vientre sintiendo con amor el divino ser. —Estoy nervioso por mi primo, no se como se tome esta realidad cuando la descubra todo.

—Ella lo hará, te lo aseguro—dejo las agujas y lo abrazo—quiero decirte algo importante...

De repente sintieron algunos carruajes, que traían a su majestad Clariz y al teniente, el cual bajó primero para saludar a su querido primo.

—Me lo dirás en nuestro lecho—tomó las manos de la mujer y la ayudo a pararse de allí para que lo acompañará hacía la puerta.

Así fue que Raphael y su princesa, divisaron a una pareja.

—Clariz—, Raphael habló a su prometida, quien estaba distraída pensando en cuál comarca sería la elegida o más bien... que mujer sería la elegida para traer al vástago de Dios a la vida. —¿Qué te pasa, mi pequeña?

—Estoy algo asustada, por conocer a su primo—sonrió saltando del carruaje siendo atrapada por su querido.

—No te preocupes, el está feliz.

Cuando Clariz observó a Lucía, el ángel susurró a su hijo.

—La ves, es ella.

Los cuatro se vieron al tiempo he inevitablemente Clariz se quedo en el gran vientre de Lucía. El ángel de Gerard se colocó roja. Estaba frente a la Elegida y eso era un honor

—Mucho gusto—habló la princesa siendo maravillada por la fertilidad de esposa del rubio.

Gerard y Raphael se abrazaban con estima, hasta que Lucía dijo a viva voz.

—Bienaventurada, la Magdalena. De ella será el Reino el trono de Dios.

La jovencita Clarizentendió todo, al ver los ojos de Lucía. La esposa del primo era un ser Luz yella era la Elegida.