-CAPITULO NUEVE-

 Los siguientes días se me dividieron en pasar tiempo con Kiart, trabajar, empacar y ayudar a los chicos a empacar. En la cafetería nos estábamos preparando para cerrarla cuando Wyatt llego con la noticia de que los de último año harían una fiesta para festejar que al fin se graduaron.

―¿En dónde será?―pregunto Bou metiendo algunos vasos en las cajas.

―Va a ser en la casa de Patrick, la regla principal es que se debe llevar traje de baño ya que al parecer el chico tiene una piscina enorme―el pelinegro estaba bastante emocionado.

―No es lo único que dicen que tiene enorme...―bromeo Maggie elevando ambas cejas.

―Oh no fueguito, ese chico este detrás de Venus―Bou le lanzo una servilleta hecha una bolita―¡Aleja tus feroces garras del plan de contingencia!

―¡No es mi plan de contingencia!―intervine―Nadie merece ser el plan de contingencia de nadie.

Inedra rodo los ojos.

―Por dios Bou sabes que Venus no tiene ojos para nadie que no sea Kiart―hablo la rubia.

―Ay dios mío si pelean ustedes―Wyatt bufo―Bou, que bueno que defiendas a los pretendientes de tus amigas―la señalo―Maggie, no todos los chicos lo tienen grande solo por los rumores, no siempre los creas―la pelirroja se rió―Y Venus, tú tienes razón, nadie merecer ser el plan de contingencia de nadie.

―Gracias―alargue la palabra.

―Como sea no importa, solo importa que terminemos esto rápido y nos vayamos a esa increíble fiesta―Inedra dio aplausos de emoción.

―Mmmm...―todos voltearon a verme―No lo sé chicos, mañana tengo un viaje de tres horas a casa de mis padres y no...

―Ah no empieces Venus, por favor―me interrumpió Maggie―Deja el peo chica porque nos vamos a ir de fiesta a lo desgraciado esta noche, ¡Claro que si como de que no!

Todos nos reímos.

―Y dejando eso de lado, tienes que ir a cuidar de Kiart―dijo Wyatt―Muchas quieren quitarte lo tuyo.

Rodee los ojos.

―Yo no tengo que cuidar a nadie, si me quiere tiene que respetarme y darme mi lugar―hable con seriedad―Si lo mío no se hace respetar por sí solo, entonces no es mío y se lo regalo a quien lo quiera. Porque yo, no comparto, de ese plato no comen dos perros y muchísimo menos un gato.

―Jodaa―soltó Bou casi cantando y riendo―Estas que ardes con tus ingeniosas frases mujer.

―Las cosas como son nojoda―dijo Inedra―Así mismo es.

Volvimos a reír.

Al cabo de un par de horas ya todo estaba empacado, las maquinas apagadas, algunos que otros artefactos estaban en el auto para llevarlos a nuestro departamento, vaciamos la caja registradora, se pagaron los salarios y los bono de vacaciones más las cuentas pendientes y concluimos todo poniendo la alarma de seguridad antes de cerrar por completo el establecimiento.

―Tenemos que mudarnos a un departamento más grande―se quejó Wyatt acomodando las cosas en el maletero del auto.

―Eso sería en serio increíble, así dejaría de turnarme de cama y tendría una propia―estuvo de acuerdo Maggie en tono de cansancio―Bou me saca de la cama, Inedra me patea al dormir y Venus me abraza como si fuera un oso.

―Oyee―me queje―Tu adoras dormir conmigo.

Me miro con los ojos entrecerrados y puso un dedo sobre sus labios.

―No me dejes en evidencia―susurro solo para nosotras.

Los demás igual pudieron escucharla por lo que todos soltaron quejas. Nos subimos en el auto de Wyatt en el siguiente orden; Wyatt de piloto, yo en asiento de acompañante y Maggie, Bou e Inedra en el asiento trasero.

―¿Luke ira esta noche?―le pregunte cuando arranco el auto.

El pelinegro se encogió de hombros y soltó un suspiro.

―No tengo ni idea, hace unos días tuvimos una pequeña discusión y ahora no me contesta―note la tristeza en su mirada―Pero sé que lo hace porque yo tenía razón, su ex lo ha estado rondando y sé que ha tenido dudas, soy un chico inseguro, me tomo mucho tiempo que el por fin aceptara hacer nuestro amor público como para que ahora lo mandemos todo a la mierda.

―Wyatt solo debes tenerle paciencia, sabes que Luke estuvo mucho tiempo teniendo citas y novios a escondidas―fruncí el entrecejo―Tu lo ayudaste a vencer su miedo y enfrentarse al mundo, tu marcaste su vida y él te adora, no creo que quiera perderte así como así.

Sonrió un poco, aun con tristeza.

―Si―murmuro con los ojos en el camino.

―Ustedes tienen que ser como yo―intervino Maggie colándose entre los asientos―De piedra, chicas malas que no lloran por pendejos.

Eleve ambas cejas en su dirección.

―Obvio, igualitas a ti―el sarcasmo en la voz de Inedra era evidente.

―Maggie, bueno. Ella llora y le hace funerales a cada pene que se come―dije sin pensarlo―Y quiere que yo la acompañemos en cada velorio.

―Perra―Bou escupió la palabra de una forma muy divertida.

Wyatt se rio, mejorando su estado de ánimo.

―Ustedes todo el tiempo dejando mal a una―exclamo con fingida indignación―Déjenme vivir mi fantasía―se mordió el labio inferior para no reírse.

―Sabes que nosotros no te dejaremos vivir en una mentira Maggie, eso sería muy mal visto cuando nuestro deber es serte sinceros en todo momento―Inedra le beso la mejilla mientras le acariciaba el cabello.

―A veces los odio.

―¡Eso no es cierto!―exclamo Bou.

Algo que me encantaba de nuestro grupo es que todo el tiempo nos estábamos divirtiendo y todo suele ser risas y más risas, casi nunca peleábamos pero cuando lo hacemos suele ser bastante en serio. Igual siempre estamos los unos para los otros, es imposible sentirse solo rodeado de estas increíbles personas.

Siempre pienso que la vida nunca hubiera sido la misma de no haberlos conocidos, sin ellos todo sería más difícil.

Mi teléfono vibro en el bolsillo de mi chaqueta indicando un mensaje.

Sonreí al leer el nombre de Kiart en la pantalla.

Al leer el último mensaje guarde el teléfono de vuelta en la chaqueta volviendo a concentrarme en la conversación que mis amigos estaban teniendo sobre esta noche.

―Yo creo que me pondré el bikini negro con lentejuelas―Inedra puso sus manos sobre sus senos―Me levanta los pechos y será esplendido en mi piel blanca.

―Por otro lado, sé que el bikini blanco de dos piezas resaltara el color de mi piel morena, ¡Tendré a muchos locos por mí!―exclamo emocionada Bou.

Me reí.

―Yo no tengo que pensarlo mucho, cualquier cosa que me ponga me hará lucir genial―Maggie sonrió abiertamente―¿Y tú Venus? ¿Qué te pondrás?

Todas las miradas cayeron sobre mí.

―No tengo ni puta idea―sincere aun sonriendo.

Wyatt se rió mientras que las chicas solo pusieron los ojos en blanco ante mi respuesta. Unos minutos después Wyatt se estaciono frente al edificio de tres pisos, en las escaleras de entrada se encontraba un cabizbajo Luke con la mirada perdida en un ramo de algo que parecían ser flores, solo que las flores no brillaban con el sol.

―Oh vaya, eso sí que es una sorpresa―Inedra sonrió.

Observe a Wyatt quien tenía ese brillo de incredibilidad y sorpresa en los ojos, su respiración se volvió un poco lenta e irregular mientras se bajaba del auto para caminar hasta Luke.

Mientras las chicas guerreaban atrás por poder observar desde la única ventana que tenía vista hacia ellos, yo solo tuve que voltear a la derecha para verlos con claridad.

Luke se puso de pie lentamente para encarar a Wyatt, no podíamos escucharlos pero veíamos los labios de ambos moverse en una corta conversación que acabo cuando el pelinegro se acercó para besar al rubio con una desesperación increíble.

Empezamos a gritarles, silbarles y aplaudirles con una gran emoción mientras los veíamos compartir saliva entre ellos. ―Esto es hermoso―Maggie parecía estar al borde de las lágrimas.

―Denle un pañuelo a la nena llorona―se burló Bou.

Afile mi vista para poder ver bien de que era ese ramo que ahora se encontraba en la mano de Wyatt, una vez reconocí los empaquetes metálicos brillantes mis ojos se abrieron grandemente.

―¿ESOS SON CONDONES?―mi grito salió ahogado, estaba incrédula y sorprendida.

Los chicos se separaron y nos asintieron con unas enormes sonrisas en sus rostros antes de volver a besarse. Bueno, ellos sí que son románticos. Nos quedamos viéndolos un par de minutos hasta que por fin se separaron, nos ayudaron a bajar todo lo que estaba en el auto y llevaron al departamento entre los dos.

El ramo de condones reposaba en la mesa mientras que Maggie y yo nos encargábamos de hacer el almuerzo para todos.

Maggie freía algunos trozos de pollo empanizado en el sartén mientras que yo me encargaba de picar el tomate, pepino y las cebollas en rodajas para la ensalada.

―Y cuéntame Venus, ¿Cómo va todo con Kiart?―pregunto con su habitual entusiasmo.

―Bastante bien―sonreí―Nunca pensé que él y yo pudiéramos congeniar tanto cuando somos completamente distintos, pero hasta el momento las cosas parecen ser bastante fáciles cuando estamos juntos―la sinceridad en mis palabras la hizo sonreír.

―Te veo bastante ilusionada―en sus ojos verdes se veía ese usual brillo de emoción al ver a alguien que amas feliz―Solo espero que no te lastime, porque en serio que voy a destrozarle el culo si lo hace.

―Créeme, tengo tanto miedo como ustedes de que esto no funcione, me siento muy cómoda con él pero a veces siento que no es el mismo en todo momento.

―¿A qué te refieres?―pregunto pinchando uno de los trozos de pollo con un tenedor para inspeccionarlo.

Me encogí de hombros.

―No sé si sea por todo lo que me han dicho sobre él, pero siento que no siempre se comporta como el mismo. Antes de empezar a salir todos me decían que el fumaba, se drogaba, bebía y cuando está conmigo hay momento donde parece distraído...―me quede en silencio un momento, mordí mi labio inferior y negué con la cabeza―No sé, siento que no se muestra completamente.

La pelirroja apoyo una mano sobre mi hombro regalándome una sonrisa.

―Quizás no se siente listo para que lo veas realmente, a simple vista eres muy correcta, capaz tiene miedo de cagarlo todo sabiendo lo mucho que le gustas...

―¿Y cómo estaré segura de si de verdad quiero estar con él si no termino de conocerlo?―la interrumpí, tomando una de las cebollas para ponerla sobre la tabla de picar―He estado pensativa los últimos días, sino quiere que lo conozca entonces, ¿Qué demonios estamos haciendo?

―Dale tiempo Venus―arrugo la frente―Estate tranquila, solo necesita saber que aun sabiendo esas cosas de él no vas a apartarlo como lo hiciste al principio, sin haberte dado la oportunidad de conocerlo.

Suspiro.

―Supongo que tienes razón―un repentino ardor se hizo presente en mis ojos que con los segundos empezaron a derramar lágrimas a causa de la desgraciada cebolla―Odio picar las malditas cebollas―gruñí con los labios fruncidos.

Pase el dorso de mi brazo bajo mis ojos para apartar las lágrimas mientras Maggie se reía de mí. Wyatt apareció sonriente frente a nosotras, pero su sonrisa se desvaneció al ver mis ojos llorosos.

―Oye―su voz se apagó un poco―¿Qué le sucede a mi rayito de luz?―hizo un puchero pinchando con uno de sus dedos en mi mejilla.

Levante la cebolla frente a su rostro.

―Esta puta me hizo llorar―sorbí mi nariz y sonreí ligeramente.

―¿La puta de Maggie o la puta cebolla?―no pude evitar reírme ante su pregunta.

―La cebolla, la cebolla―respondí.

―Eres un imbécil―Maggie le mostro su lengua.

Luke se posiciono junto a Wyatt y le tomo la mano antes de darle un beso en la mejilla, no pude evita preguntarme si algún día Kiart y yo tendríamos esa misma clase de problemas y luego estaríamos igual de felices que ellos dos o si, siquiera intentaríamos solucionarlos.

―¿Estás listo para utilizar ese ramo de condones?―la pregunta de Luke me hizo dejar de picar la cebolla y observarlo con mis ojos de par en par.

Se veía inocente a primera vista, pero era todo un pervertido.

―Oh dios mío, por lo menos ten la decencia de susurrárselo al oído―me queje forzando una risa―No, digo, para que tengan privacidad.

Luke se rió.

―Es imposible tener privacidad con ustedes como amigas―soltó divertido el rubio.

―Imposible negar eso―Bou estuvo de acuerdo.

―¡Un momento!―grito Inedra levantándose del sofá de un salto.

Corrió por el pasillo hasta su habitación, se escucharon gavetas abrirse y cerrarse, algunas cosas caerse, unas maldiciones de la rubia y luego de unos minutos volvió con un montón de cosas en las manos. Ropa, su toalla, su perfume, sus cremas y otras cosas más.

―Bueno, ya tiene la habitación para ustedes solos―suspiro agotada―Esto es todo lo que necesitare para arreglarme para esta noche―lo dejo caer todo sobre el sofá.

Luke sonrió de oreja a oreja y tiro del brazo de Wyatt.

―¡No nos molesten en horas!―grito el rubio antes de cerrar la puerta de la habitación con un fuerte portazo.

―Si esos dos fuera una pareja heterosexual tendríamos como mínimo unos dos sobrinos a los que cambiarles los pañales―dijo Bou de la nada.

Asentí.

―Mientras que ellos estarían en la habitación buscando él bebe número tres―bromee.

Todas nos reímos mientras Inedra se acercaba al estéreo en la esquina del living y lo encendía poniendo música, subió un poco el volumen y rodo los ojos antes de dejarse caer sobre el sofá.

Una tarde bastante normal con mis chicos.