-Capitulo Catorce-
-CAPITULO CATORCE-
Las semanas con mi familia se habían pasado bastante rápido, los momentos habían sido increíbles desde que pise la casa hasta que me vine de vuelta al departamento. No había dejado de hablar con Kiart tanto por llamadas como por mensajes todas las noches en el transcurso de los días.
Hasta el momento estaba todo tranquilo.
Pero ahora siento el corazón abatiéndome el pecho mientras conduzco en dirección a la heladería donde me encontrare con Marnie, la ex novia de Kiart. Durante las últimas semanas habíamos estado evitando el tema como si no hubiera pasado, aunque de vez en cuando algún comentario lo hacía relucir y sabía que por más que lo intentara no lo dejaría de lado hasta darle un cierre.
El olor característico de una heladería es Vainilla. Fue lo que inundo mis fosas nasales apenas cruce la puerta del establecimiento con Inedra detrás de mí luciendo despreocupada. Mi rubia amiga se había ofrecido a acompañarme para evitar cualquier inconveniente.
―Si me dice algo que me enoje mucho con Kiart te juro por dios que llamare al SEBIN y les daré su maldita dirección―comento Inedra una vez tomamos asiento en una de las mesas.
―Te prometo que yo los acompañare―bufe.
―¿Crees que la nena tarde mucho en venir?―pregunto con la vista perdida en su teléfono.
Me encogí de hombros.
―La verdad no tengo ni idea, no sonaba muy convencida de encontrarse conmigo después de que le lance un vaso con Vodka en el rostro y la hice llorar―el solo hecho de recordarlo me hacía sentir culpable―Quiero disculparme por eso, no soy una mala persona y no estuvo nada bien.
―De no haber estado tan ebria la que hubiera llorado durante toda esa noche habrías sido tu―rebatió―Deja de culparte, ella sabía en que se estaba metiendo al ir a un ambiente como ese donde claramente no era bienvenida―estaba en lo cierto―Ahora iré por un par de helados, ¿Chocolate?
Asentí con la cabeza observando atentamente la puerta.
Se alejó para pedir los helados dejándome sola en la mesa, saque mi teléfono revisando las notificaciones que me habían llegado. Intente relajarme dejándome caer sobre el respaldar de la silla donde estaba.
Una foto de Kiart fue lo primero que vi apenas abrí mi instagram. Sonreía a la cámara con despreocupación, parecía muy feliz, su piel resaltaba a causa del suéter azul que hacia juego con el color de sus ojos, tenía un vaso en la mano, un cigarrillo en la otra, el fondo era su departamento y supuse que la foto había sido tomada por Josh.
La descripción era cosa de gracia; "Del malo se quejan, pero del bueno abusan"
―Hipócrita de mierda―solté junto a una risa.
―¿Quién?―esa voz aniñada apareció sonando confundida―¿Yo?
Apenas mis ojos la enfocaron volví a sentirme nerviosa.
―No, no, no es de ti a quien me refiero―apague la pantalla del teléfono y lo deje sobre la mesa―Solo era...bueno mejor olvídalo―sacudí la mano para restarle importancia.
―Entonces está bien, supongo―movió sus hombros con nerviosismo.
Pensé que se sentaría pero en su lugar solo se quedó parada frente a mí con una postura nerviosa, jugaba con sus dedos y en momentos dudaba observando la silla.
―Siéntate por favor niña nos tienes nerviosos a todos los que estamos aquí―Inedra llego por detrás de mí con los dos helados en la mano.
La rubia se sentó en la silla junto a mí mientras que Marnie se sentaba frente a nosotras. Duramos unos minutos en silencio pasando la vista por todos lados, tome dos cucharadas de mi helado para distraerme antes de hablar.
―No vinimos solo para vernos las caras―dije―Quisiera saber, ¿Cuánto hace que conoces a Kiart?
Marnie suspiro.
―Lo conozco hace ya casi cuatro meses cuando empezó a seguirme en instagram y me escribió por privado diciéndome que era muy linda, que llame su atención y muchas otras cosas―intente mantenerme seria comiéndome el helado. Una sonrisa tonta se posó en su rostro―Cuando vi que era mucho más grande que yo fue cuando más me emocione y entonces le dije que nos conociéramos, fue algo muy nuevo porque ¿Saben lo que es que una chica de mi edad salga con un universitario?―pregunto entusiasmada.
―Eso es como un boleto de oro para la popularidad―comento Inedra con brusquedad.
―Exacto―Marnie rio un poco―Pensé que era tan afortunada, al principio ni siquiera me gustaba pero igual acepte salir con él para tener de que hablar con mis amigas. Aunque cuando nos veíamos no era cariñoso, ni tierno, parecía no comprender las cosas que hablábamos...pero igual pensé que solo estaba nervioso―se encogió de hombros.
Conmigo era atento, tierno y bastante cariñoso. Eso me reconforto, pero al mismo tiempo me hizo pensar si es que yo misma me estaba convenciendo de aquello porque era lo que de verdad quería creer.
―Creo que eres bastante tonta―dijo Inedra.
La observe con mis ojos bastante abiertos ante sus descuidadas y abruptas palabras. Marnie quedo en su sitio, en silencio.
―¡Inedra!―la regañe―Por favor―le susurre viéndola de mala manera.
Rodo los ojos.
―Síguenos contando―sonrió falsamente.
Marnie lo dudo pero siguió hablando;
―La verdad es que al principio no me importaba mucho, ni siquiera le vi intenciones de...bueno...ya saben a lo que me refiero―casi me atraganto.
El helado paso con esfuerzo por mi garganta cuando dijo eso y al mismo tiempo un alivio me recorrió el cuerpo. Después de todo, eso era lo que realmente estaba atormentándome de la relación entre Kiart y Marnie, saber si había llegado al punto de tener sexo con ella.
Me alegro, me alegro tanto que quise pararme y largarme de ese lugar.
―Oh por dios―quise evitarlo, pero tuve que sonreír de tranquilidad―¿Entonces jamás se acostó contigo?―le pregunte más animada que antes llevando una mano a mi pecho, inclinándome sobre la mesa.
Negó con la cabeza.
―Intente seducirlo varias veces pero nunca pude, ni siquiera cuando le dije que estaba enamorada de él y que quería que estuviéramos juntos de esa forma―sonaba intranquila tras su confesión y confundida por mi reacción.
―¿En serio te enamoraste de Kiart?―volví a preguntar.
Quise con toda mi alma que me dijeran que no, con todo mi corazón que me dijera que solo lo quería pero que no estaba enamorada de él.
―La verdad es que...no estoy segura―hizo una mueca―Pienso que sí, pero no sé si lo siento de esa forma, sé que lo hubiera perdonado por engañar...perdón digo, por salir contigo de no ser porque me bloqueo de todos lados, no contesta mis mensajes ni mis llamadas...
―Tienes muchos chicos más para tu vida, ¿Por qué estancarte con Kiart?―le pregunto Ine.
―Fue mi boleto para escalar con mis amigas, soy la cool en este momento―la forma en que pronuncio el "cool" me recordó a una vaca mugiendo―Sería capaz de todo...es decir, lo quiero muchísimo y si quería volver conmigo sé que lo aceptaría sin pensarlo dos veces...―se quedó en silencio―¿Tú lo harías?― pregunto observándome directamente.
Me miro con demasiada intensidad, con los ojos bastante abiertos. No había notado lo redondos que eran hasta ese momento, era como un Búho pequeño, indefenso y flacucho.
―Si―fue directa, seca y casi dura. Carraspee―De hecho sí, yo lo disculpe por lo que paso y...estamos, ¿intentándolo?―quise sonar segura, pero dude.
Marnie quedo a media respiración y entonces volví a sentirme muy mal. Sus ojos se empezaron a poner acuosos por las lágrimas, succiono sus labios en señal de no tener más palabras para hablarnos y vi que de hecho en serio le había dolido.
Me sentí culpable un instante, pero la vida es así y no siempre todos obtenemos lo que queremos. Tampoco es como si nosotras fuéramos amigas para tener que alejarme de Kiart porque ella lo quiere para ella, yo no tengo que complacerla así como ella no tiene que complacerme a mí.
Ella había dejado bastante claro que volvería con él si se lo pedía, pero no había sido así, si ella no pensaba en mi entonces a mí tampoco me tocaba pensar en ella.
―Ahora lo entiendo todo―casi murmuro―Por eso no contesta mis mensajes, ni mis llamadas―una lagrima deslizo por su mejilla―Te escogió a ti―sonó celosa al decirlo entre dientes.
Suspire.
―Yo no lo veo como una elección, no me considero la segunda opción de nadie. Soy una tremenda oportunidad―le rebatí de la forma más amable y tranquila que pude―No sé qué concepto tengas de ti misma, pero deberías reconsiderarlo. Porque creo que esa bastante mal planteado.
:::::::::::::::::::
Mis manos estaban temblorosas y sudorosas, no entendí como es que estaba tan nerviosa, solo había pasado unas semanas sin verlo y aun así no dejaba de temblar. El camino hasta el parque se me estaba haciendo casi eterno con todas las crecientes dudas en mi cabeza, pensando en que tan difícil seria ahora al encontrarnos con todo lo que había pasado.
La noche en que fui a socorrerlo había sido incomoda y diferente, me preocupaba que podía pasar esta vez.
¿Por Chat? Claro, por chat no existen vergüenzas.
No puede ver cómo me sonrojo cuando me dice que soy hermosa, o que le encanto, cuando me emociono como niña por sus párrafos de palabras bonitas. Por chat no es capaz de ver cómo me enojo cuando peleamos, en persona será capaz de observar todo eso y más. Hasta podrá ver como mis ojos se ponen en forma de corazón cuando lo veo, igual al emoji del WhatsApp que tanto le gusta enviarme.
En persona podrá observarme, podrá escuchar mi corazón latir, podrá notar todos esos pequeños detalles.
Con cada paso que daba me sentía más insegura, incluso después de haber cruzado la entrada del parque caminando bajo el tibio sol de las tardes hasta encontrarlo sentado en aquella banca de madera.
Quede en blanco, no había espacio ni lugar para las dudas.
Verlo ponerse de pie y caminar en mi dirección me hizo feliz. No tenía idea de cómo saludarlo y agradecí que fuera Kiart quien tomara la iniciativa de pasar sus brazos alrededor de mi torso para abrazarme sorprendiéndome al levantarme en peso y buscar mis labios para besarme.
Le correspondí el beso envolviendo mis piernas alrededor de su cadera. El gesto me pareció encantador y no pudo hacerme sentir más contenta y tranquila, los besos fueron lentos y suaves hasta que al final nos separamos y me bajo.
―Te extrañe demasiado―suspiro luego de hablar pasando sus dedos entre los míos para entrelazar nuestras manos.
Le sonreí abiertamente.
―Yo no sabía cuánto te había extrañado―le dije―Pero si fue bastante.
―¿Caminamos?―cuestiono.
―Vamos idiota―tire de su brazo empezando a andar.
―Sí, sin duda extrañaba lo mucho que te gusta insultarme―se rio despreocupado―¿Cómo te fue en casa de tus padres?
―No puedo perder mis buenos hábitos, eres un bobo y tienes que saberlo―me encogí de hombros mirándolo de soslayo―Me fue bastante bien, mi familia está igual de loca y encantadora que siempre, los bebes de mis hermanas están preciosos. Aun no puedo creer que siendo tan lindos sean sus hijos, luego pienso en que son mis sobrinos y lo entiendo todo―mi broma nos hizo reír a ambos―Pero si bueno, me fue bastante bien, los había extrañado demasiado.
―Me alegro muchísimo por ti, pequeña―el apodo hizo arder mis mejillas.
―¿Y tú?¿Que tal estas semanas sin mí?―pregunte desviando mi vista a otro lado.
―Bastante flojas, horribles, la primera fue la peor―no vi sus expresión, pero su voz sonaba algo apagada―Hasta esa noche que te vi, desde entonces estoy mejor, volví a tener vida y termine algunos asuntos que tenía pendientes.
―¿Cómo cuáles?
―Como Marnie―dijo―Termine todo con ella, ya lo había hecho antes, la noche en que hablo contigo, pero ahora ya no le contesto ni mensajes ni llamadas, no quise explicarle todo el asunto de Josh porque estoy seguro de que podría herirla.
Me quede en silencio.
―Y por más que sea, es una buena chica y no quiero lastimarla―puntualizo.
Sus palabras me reconfortaron al saber que todo lo que había dicho Marnie era cierto, ella no sabía que Josh fue quien había estado escribiéndole y Kiart solo era quien le seguía el juego a su amigo, al menos, eso afirmaban. Y eso quiero creer.
―Me parece bien que no se lo hayas contado, yo tampoco creo que contárselo fuera una buena decisión. Pero eso de lastimarla o no debiste pensarlo antes de engañarla―fije mi vista en su perfil, hundió las cejas frunciendo el ceño―Aunque en un tiempo si deberían de hacerlo, sería algo muy maduro de su parte.
―Estoy seguro de que lo haremos pero por el momento no quiero que nada nos haga pelear a ti y a mí cuando apenas estamos intentando resolver las cosas―le dio un apretón a mi mano―Y estoy seguro que eso solo nos traería problemas.
―No―dije―Siempre que no me mientas estaremos bien, pero si me mientes de nuevo entonces sí que tendremos muchos problemas.
―Lo tengo bien anotado no te preocupes por eso, no pienso volver a ocultarte nada―sonó sincero, pero en el fondo de mí, no podía creerle por completo.
Luego de eso Kiart desvió por completo el tema y nos dedicamos a pasar el resto de la tarde juntos caminando por el parque, sentándonos a conversar o comer helados observando a las personas en nuestro alrededor. Incluso estuvimos un rato en las máquinas de hacer ejercicio donde Kiart intentaba usarlas conmigo sentada sobre sus piernas.
El ambiente a nuestro alrededor era tranquilo, me sentía bien estando juntos y sabía que estaba metiéndome en la boca del lobo con todo lo que podría pasar, pero ya tendría tiempo para pensar en todas esas posibilidades. Ahora debía vivir los buenos momentos que pasáramos juntos.
Preferí no contarle nada sobre mi reunión con Marnie para no arruinar lo bien que nos estaba yendo.
De vuelta en el departamento los chicos estaban atentos pidiéndome cada detalle de todo lo que había pasado mientras que empacábamos para mudarnos a un lugar más grande, habíamos alquilado un departamento más grande donde cada quien tendría su propia cama así Maggie tendría comodidad como todos los demás, también lo necesitábamos, éramos muchos y casi siempre teníamos visitas.
―Es increíble que nos estemos mudando, amo este lugar y no quiero irme―dijo Bou mientras envolvía algunos adornos de vidrio con periódico.
―Yo no podría estar más contenta―Maggie saltaba de felicidad con una caja en sus manos―Al fin ya no tendré que estarme turnando de una cama a la otra, tendré MI propia cama―grito el "Mi" a todo pulmón acompañando sus palabras con un pequeño baile que nos hizo reír a todos.
―Y yo por fin tendré mi propio cuarto―dijo Wyatt moviendo sus cejas de arriba abajo con picardía.
―Por favor Wy, eres el único que realmente tenia privacidad en este lugar y porque no nos quedaba de otra―dije―No queríamos porno gay en vivo.
―Nosotros somos los mejores en lo que hacemos, ustedes se lo pierden, aunque estoy pensando en darles una buena clase―no pude evitar poner los ojos en blanco―Son mis niñas básicas.
Tome lo primero que estuvo a mi alcance y lo lance en su dirección, el trozo de tela lo golpeo en el rostro haciéndonos reír a todos. Estaba más tranquilo y alivianado mi mundo en este instante, solo esperaba que se mantuviera así por mucho tiempo más.
―¡Eres un asqueroso!―le grito Bou.
―¡Así me aman putas!―grito de vuelta.
Inedra se lanzó sobre su hermano aplastándolo, le siguió Bou y luego Maggie, por ultimo me senté sobre la montaña de idiotas que ahora estaban bajo mi precioso trasero riéndose y gruñendo entrecortadamente.
―¡Putas no!―le grite―¡Putisimas!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro