Keegan's POV 

Sus labios sabían agridulces. No entendía por qué. Esto merodeaba mi cabeza mientras mis brazos estaban cruzados sobre su pecho y ella estaba acostada entre mis piernas. Los dos en el sillón de la sala de estar. Todo mi departamento se encontraba intranquilamente silencioso. Según sabía Ethan por fin decidió visitar a su hermana. Sonreí al recordar las palabras de Sam, de hace unos días.

"—Más te vale que algún día me presentes a Claire. Quiero conocer a la chica con la que me mentiste durante meses".

Apenas sus labios soltaron todas esas palabras, Sam sonrió de una forma que, sí, lo diré, aceleró mi corazón. No era un secreto para mí ni para ella—bueno, eso esperaba—que me volvía loca. No pude resistirme de darle un beso. Yo la quería, siempre lo supe. Pero ahora que estaba con ella, yo estaba cayendo rápidamente al vacío. Normalmente me daría miedo, me paralizaría, que alguien pueda ver a través de mí, tan vulnerable, como lo hacía Samantha Jenkins. Pero luego veía sus hermosos ojos marrones, aunque ella siguiera contradiciendome, vestida con sus típicos suéteres holgados y una sonrisa de oreja a oreja, y caía felizmente al vacío.

Era como si de repente, todas esas dos mil billones canciones de amor que no entendía, cobraban sentido. Y me aterrorizaba, pero también me encantaba.

—Sam...—traté de llamar su atención. Ella miró hacia arriba, sus ojos estaban puestos en mí pero sentía su mente en otra parte. Me ponía nervioso, ¿acaso tenía dudas?—, ¿estás bien?

—Sí.—Le hubiera creído sino hubiera tardado tres segundos en responder.

Maldición. Esto no me gustaba. ¿Dejé de gustarle? ¿Alguna vez siquiera lo hizo? Guardé el caos para mí mismo, como siempre lo hacía en mi vida, pero de verdad me carcomía. Mierda.

Quiero que ella se enamore de mí. Pensé que lo estaba.

 —Le prometí a mamá que cuidaría de los dos anticristos hoy.—Se quejó con una sonrisa un poco falsa. A este punto yo ya estaba entrando en pánico—. Uhm... ¿te veo mañana?

Asentí aunque ella no lo notó, no volteó a saludarme que ya había salido por la puerta. Estaba asustado de que nunca más volviera.   

***

Sam's POV

Estaba perdida, no sabía que hacer. Las palabras del día de ayer seguían rebotando en mi cabeza. No dejaba de dar vueltas y caminar nerviosamente por mi habitación. Mis hermanos ya habían venido dos veces a preguntarme si al final me volví loca y si tenían que llamar al hospital. Por suerte mi madre no estaba presente, de lo contrario, me daría uno de esos tés verdes y me diría que diablos me pasaba. Bueno, tal vez no con esas palabras exactas.

"—¿Quieres lo mejor para mi hijo, Samantha?—cuestionó con cinismo—. Ya sabes lo que tienes que hacer"

Las palabras del papá de Keegan no dejaban descansar mi mente por un segundo. ¿Yo sabía lo que tenía que hacer? No, no lo sabía. Lo único que entendí es lo que ese hombre quiere.

"—Mira, es simple.—Se encogió de hombros y torció una sonrisa—. Keegan es un chico brillante, un poco perdido e idealista para mí gusto, pero es mi hijo. Y aunque también lo son Sebastian y Kencie. Pero, bah, Kencie quiere enseñar arte y Sebastian solo se la pasa revolcando por ahí, no tiene sentido de responsabilidad, ¿ves a lo que quiero llegar?"

Tendría que haberlo mandado al infierno y salir de ese auto en ese momento, pero la curiosidad me mataba. Sabía que Keegan apreciaba aunque sea un poco a su descarado padre. Era su padre al fin del día, aunque lejos de ser el padre del año, él lo apreciaba.

"—Keegan tiene que seguir con el negocio, debe hacerlo.—insistió y sonrió amargamente—. Antes de que... bueno, se fuera de casa, él me ayudaba, ¿sabes? Muy listo y ágil. No son cualidades que puedo observar en mis otros herederos. ¡Incluso hablábamos de cursos previos a la universidad que podía hacer en la empresa! No es ningún capricho de este viejo hombre, Samantha, al chico le gusta los negocios. Pensaba estudiar administración de empresas el año que viene. Soy un veterano, tengo mis años. Sé que Keegan será grandioso si va a la universidad."

"—No entiendo lo que quiere de mí. Sé que Keegan es grandioso pero, ¿qué tengo que ver yo en todo esto?—pregunté confundida."

"—Exacto.—Una sonrisa aterradora surcó su rostro—. Tú no apareces en este cuadro, ¿entiendes? No soy ningún estúpido. Noté cambios en Keegan, de repente era más soñador, iluso, idealista. Todo comenzó cuando escuché una conversación con la ama de llaves, adivina de que se trataba. De una chica llamada Samantha y cómo Keegan iba a decir a ser mas abierto y cambiar por ti."

Gemí con frustración al recordar las palabras que habían salido de ese malvado hombre. ¿Ser soñador y abierto a sentimientos de repente te convertía en un idiota e ingenuo? Mordí mi labio por la furia contenida y terminó lastimándose y sangrando.

"—Tú arruinaste a mi hijo, ¿quién sabe? Tal vez incluso al futuro de mi empresa, no la liderará alguien débil y vulnerable, que solo sueña con el amor y cambia su fuerte personalidad por una simple chica."

"—Primero que nada, yo no arruiné nada. Keegan siempre fue la maravillosa persona que es, que lo haya ocultado por vivir en una casa con un hombre tan frío e insensible como usted, es diferente. Él puede ser lo que quiera hacer y lo hará genial.—No sabía de donde estaba sacando toda esta valentía para escupir todas esas palabras. Pero lo iba a defender, por que yo lo quería—. Y si usted no puede ver eso, usted se lo pierde."

Recuerdo haber tenido la intención de abandonar el vehículo en ese momento, pero sus siguientes palabras me detuvieron, y me asustaron.

"—¿Y que hay de su futuro? ¿Eh? ¿Qué pasa con la universidad? ¿Quién la pagará? Apenas puede pagar la pocilga en la que vive ahora, ¿cómo hará con todo, eh? No puede, y mi esposa no puede darle todo ese dinero a escondidas como sé que lo hace, y lo más importante, la dejo hacerlo."

Me quedé paralizada, todo lo que había dicho era verdad. Por más que me doliera, era cierto. La vida que tenía Keegan no era la mejor, su departamento, sus gastos... Yo sabía que él quería ir a la universidad y hacer algo grande por sí mismo, pero no importaba en cuantos talleres de autos trabajara, nunca lo conseguiría. Era demasiado para un muchacho de dieciocho años.

"—¿Qué quiere que haga?—pregunté con un hilo de voz."

"Déjalo, rompe con él. Que vuelva a ser el chico duro que yo crié. Ese chico al que con gusto le conseguiré un agradable departamento, uno al que con gusto cubriré los gastos de la universidad. Uno al que le daré un futuro sólido."

Me dio unos días para que lo pensara. Dijo que sabía que yo haría lo correcto para el bien de todos. Pero yo solo veía corazones despedazarse, no solo sería el de Keegan... ¿que pasaba con el mío? Mis átomos ya amaban a los suyos, las galaxias de sus ojos ya colisionaban con las mías. Separarlas... solo causaría una supernova. Y una supernova destruye todo a su alrededor.

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Hola, ya sé, ya sé. Lamento desaparecer un mes. Pero recibí mucha inspiración y directamente me puse a escribir este capítulo. Agh, como me estresa toda la situación que tienen que atravesar ahora. ¿Cómo están ustedes? Sé que querían un cap hace mucho así que aquí está. ¿Que creen que hará Sam? Voy a leer sus comentarios, muchas gracias por votar, compartir y comentar. Lo aprecio muchísimo :)

  —Mitch