El año nuevo Seok Jin la pasó al lado de Cho Hee y JiSoo (a quien tuvo que regalarle otro peluche distinto al que tenía planeado, pero igual de adorable). Y dos días después celebraron el cumpleaños de su hermanita. Fue un momento algo...tenso si se tenía en cuenta que NamJoon y Alexander estuvieron ahí, pero gracias a Christopher y Jennie el día fue tranquilo y sin peleas de por medio. Aunque veía a su primo tensar la mandíbula cada vez que Chris abrazaba a Alex, pero no dijo nada al respecto. Agradecía eso.

Durante ese día JiSoo estuvo a su lado, sacándose una y mil fotos con él y regalándole unas cuantas para que llevara a Seúl. En ese momento se dio cuenta que si ella no le recordaba que debía volver a trabajar con los Jeon, no recordaría a JungKook. Notó que pasó días sin recordarlo por los buenos momentos que pasaba con su familia, de alguna forma se sintió mal por olvidarlo. Pensó esa noche en llamarlo, pero consideró que no era necesario después de todo volvería en dos días más a Seúl así que lo vería pronto.

A quienes sí llamó fue a Tae y YoonGi. Su mejor amigo le contó que pasó año nuevo con la familia Jung ya que JiMin lo invitó, dijo que fue muy bonito todo y que se había dado cuenta de que le gustaría pasar la fiesta del próximo año al lado de JiMinnie. Seok Jin no dejó de hacerle mil y un preguntas con respecto a qué pasó entre ellos, pero se decepcionaba cuando YoonGi le confirmaba que nada, simplemente el mayor contacto íntimo que tuvieron fue un beso en la mejilla.

Su primo, por otra parte, le confesó que comenzó a salir con HoSeok. Un interrogatorio y medio después supo que aún no eran novios, pero que al parecer el mayor no amaba a Chae Young como creyeron antes y que ella estaba en total acuerdo con respecto a su relación. Momo también se veía muy feliz de que él fuera su otro papá, por lo que en definitiva la relación parecía ser muy linda, aunque aún no fueran pareja oficialmente. Jin se alegró mucho por Tae, ni contar de JiSoo quien al instante comenzó a enviarle mensajes para saber más de la reciente pareja no oficial.

El resto de los días pasaron tranquilos, salió a pasear con su hermana y a cenar con ambas. Alex había recurrido a él en dos ocasiones para hablar de su problema con NamJoon y su indecisión de ir a verlo después de lo que hizo. Tuvieron conversaciones largas, de horas, en las que siempre llegaban a lo mismo: nada. Hasta que en la segunda ocasión, Jin le dio un consejo no muy bueno, pero útil quizás: debía hablar con Nam y si este se seguía negando, volver a besarlo. No perdían nada, su relación estaba lo suficientemente rota como para arriesgarse y NamJoon lo suficientemente estúpido como para no darse cuenta de las cosas.

Ahora, después de los lindos días que pasó junto a los suyos, llegó el momento de volver. Terminaba de preparar la maleta, con las cosas que su hermana y su madre le regalaron, y se aseguró de tener todo antes de salir y sentir a JiSoo colgarse de su cintura.

Sonrió besándole la coronilla, iba a extrañarla mucho.

~Sonríe~

Eun Yeong miró el reloj de la sala, preguntándose por qué el tiempo no pasaba más rápido para ir por Seok Jin. Desde que el chico se había ido, su hijo parecía con un humor mil veces peor que antes de conocerlo. Estaba bastante arisco, renuente a hablar y portando casi siempre un peluche redondo, esponjoso y rojo que no supo cómo terminó con él. Lo único que sabía era que si alguien intentaba tocarlo o sacárselo, se ganaba la ira de su retoño. Parecía un niño caprichoso.

-¿A qué hora dijo Jin que vuelve, cariño?-preguntó a su esposo quien ingresaba recientemente en la sala, él miró el reloj antes de ver a su esposa.

-En una hora.

-Bien, vamos por él a la estación, nos quedamos tomando un café o algo, pero ya no soporto estar aquí.-dijo ella, tomando un abrigo del perchero y su bolso-vamos, ¿Qué esperas?

Byeong Ho suspiró antes de tomar la llave de su auto y seguir a Eun Yeong hacia la salida.

~Sonríe~

Sólo han pasado seis días desde que te has ido y no puedo creer mi cambio drástico en tu ausencia. A veces me sorprendo cuando le gruño a mi propia madre por tocar el peluche que me has regalado, pero es involuntario, lo juro. Esta actual irritabilidad por tu falta no la puedo controlar, inconscientemente me molesto más fácil y busco mermar todo ese horrible sentir alejándome del resto. Pero mientras más solo estoy, peor me siento y peor me comporto.

Kim Seok Jin ¿Qué has hecho conmigo? ¿Cómo has logrado volverme tan dependiente de ti? ¿Acaso es tu encanto de ángel que hipnotiza y atrapa, como el canto de una sirena? Creo que sí, que ese es el motivo por el cual me siento tan perdido sin ti, tan irritable y molesto con todos. Ninguno de ellos eres tú, ni mis amigos y familiares podrán calmarme como tu sola presencia lo logra hacer. Es como si mi desequilibrada alma necesitara de la tuya para estabilizarse y no crear desastre.

Sé que esto va mucho más allá del sentimiento de gratitud y cariño por tu ayuda, sé que mi corazón, al verte, late mucho más allá del sentimiento de amistad que me provocan mis amigos. Sé que lo que generaste en mí, Seok Jin, va mucho más allá de lo que alguna vez sentí por Tzuyu. Perderte a ti sería mi final, porque reconozco que sin ti las cosas ya no serían iguales, independientemente de lo que lleguemos a lograr en un futuro.

¿Sería demasiado pronto decirte lo que siento? ¿Decirte que en estos días sin ti he logrado darme cuenta de lo que verdaderamente siento por ti? Dime ¿cómo tomarías mi deseo por besarte y tenerte siempre a mi lado? ¿Me creerías un enfermo por sentir esto por un hombre? ¿O sería un egoísta al querer atarte a mí teniendo la posibilidad de tener a tu lado un hombre sin limitaciones? Dime, Jin ¿sería demasiado pronto, posesivo, egoísta y enfermo de mi parte confesarte que te amo?

¿O acaso está mal que un hombre como yo ame a un hombre como tú?

Miró lo que había escrito en una hoja de su cuaderno, hizo una mueca de disgusto y ocultó la carta. La lapicera negra con la que había plasmado cada palabra quedó olvidada sobre la superficie de madera mientras él se hacía hacia atrás y contemplaba el peluche rojo frente a él. Sus adorables ojos enormes lo miraban en silencio, quizás juzgándolo por no ser lo suficientemente valiente para darle eso a Seok Jin, o tal vez sin pensar en nada. Después de todo era simplemente un objeto inanimado.

Lo picó con el dedo pero la bola esponjosa simplemente rodó unos milímetros. Frunció el ceño, tomándolo con una de sus manos para examinarlo. ¿En serio se había puesto celoso porque ese peluche iba a ser regalo de JiSoo? Pensó que la próxima vez se pondría celoso si se trataba de un regalo mejor que ese, una pelota peluda, roja y con orejas.

-¿Todo por esto?-se preguntó dejando el peluche sobre el escritorio.-no...no fue por esto.-una sonrisa entre triste y divertida surcó sus labios.

No, él no había querido el peluche porque era súper bonito, suave y adorable. Sólo lo quiso por Jin, porque era un regalo que le haría a otra persona y no a él. Lo quiso porque no soportaba que JiSoo recibiera más regalos que él, quien sólo recibió un reloj en navidad por parte de Seok Jin, mientras que la chica había recibido un hermoso suéter, un conejo de peluche, una cartera y un almohadón con forma de corazón. Todo de parte de su hermano, el hombre al que amaba y el cual sólo le había dado un insípido reloj plateado. Reloj que tenía muy bien guardado y cuidado, pero eso no debía saberlo nadie.

Se preguntó qué tan idiota se vería haciendo estas escenas de celos a sus veintisiete años. De seguro era estúpido.

-Joven Jeon, Seok Jin ha vuelto-comunicó Aoi del otro lado de la puerta.

Sin poder evitarlo sonrió feliz. Lo había extrañado demasiado.

~Sonríe~

Alexander suspiró antes de abrir la puerta, sabía quién estaba del otro lado. Hacía media hora se había dignado por enviarle un mensaje a NamJoon, pidiéndole que fuera a su departamento a hablar. Pensó que tardaría aún más en ir, pero diez minutos después de ver el mensaje, tardó otros veinte en llegar. Y ahora estaba ahí, esperando a que él le abriera la puerta. Tuvo que tomar aire tres veces antes de hacerlo.

-Pasa.-pidió serio dándole lugar.

NamJoon ingresó, sacándose los zapatos, antes de llegar a la sala. Sintió su mirada oscura sobre él, analizándolo y esperando a que fuera el primero en hablar. Pero se dio cuenta que no lo haría, no por nada lo conocía desde que tenían cinco años.

-Vine para que hablemos de nosotros-dijo Nam empezando con la conversación.

-Sí...yo...quiero que seas sincero-suspirando se acercó más a él-las últimas veces has atacado a Chris ¿Por qué?

-Yo...me he puesto celoso al verlo contigo y...no me pude controlar.-fue sincero, podía verlo en sus ojos.

-¿Celoso? ¿Por qué?

-No lo sé-también supo que era sincero-no lo sé, Alex, simplemente...odié que estuviera contigo. No me gusta que sea tu pareja.

-No es mi pareja.-lo vio sonreír débilmente.

-Lo sé, Jennie me lo dijo.-conectaron miradas, sintió que le temblaban las piernas-Alex...no me gusta que tengas pareja.

-¿No es muy egoísta eso de tu parte?

-Lo es, sé que lo es...pero no soporto verte con alguien más...yo...no estoy seguro del por qué sólo que...no me gusta-Alexander suspiró sonoramente.

-Eres un idiota-dio dos pasos hacia él, seguro y con el consejo de Christopher y Seok Jin en su mente aunque no sabía si era buena idea o no-siempre lo has sido, un idiota terco sin remedio.

NamJoon no lo vio venir o eso imaginó, no supo cuál fue su reacción cuando se acercó a él y lo tomó del rostro para besarlo. Simplemente lo hizo, cerró los ojos y esperó su reacción. Agradeció que lo tomara de la cintura y correspondiera casi con su misma intensidad. Bien, quizás no eran los mejores consejos que podía seguir, pero era lo mejor que se le había ocurrido en ese momento. Por lo que dejó que su mente viajara lejos.

En especial cuando terminaron acostados en el sillón de la sala.

~Sonríe~

Seok Jin abrazó a Eun Yeong, quien lo recibió como si hubieran pasado años sin verse. Byeong Ho sólo se limitó a darle un pequeño abrazo.

En el camino la señora Jeon no dejó de preguntarle mil y un cosas de lo que había hecho en Daegu. Incluso cuestionándole si había encontrado a una chica o algo parecido, aunque esas preguntas sentía que las hacía con cierto desagrado y que se emocionaba con las respuestas negativas. Tal vez eran imaginaciones suyas.

Al llegar todos los recibieron, incluso Aoi y Joseph quienes habían vuelto hacía unos días a la residencia Jeon. La más joven se había mostrado realmente emocionada al volver a verlo, dándole unos regalos que había comprado en Japón para él. Elizabeth y Sook se mostraron tan felices al verlo que lo abrazaban y le ofrecían de los pastelillos que habían hecho. Joseph, por otro lado, no dejaba de preguntarle cómo había pasado año nuevo y lo que había hecho. Se sintió feliz de estar de nuevo con ellos.

-Jin-la voz de Kook lo hizo voltear, viendo al chico acercándose en su silla de ruedas, un rostro serio que no le sorprendía.

-JungKook, que bueno volver a...

-No llamaste-lo interrumpió el menor, su voz denotaba molestia.

-Oh, lo siento, es que me distraje en Daegu.-por el rostro del mayor supo que aún seguía enojado.

-Bien.-no dijo nada más y se quedó en silencio entre medio de los demás que decidieron seguir con sus preguntas.

Aoi le daba sus pequeños regalos ya que era el último que le faltaba. Seok Jin recordó lo que había comprado para la chica y, luego de ir a buscarlo, le dio un bonito monedero de panda que hacía juego con una cartera. La chica se había puesto tan feliz que lo abrazó y le dio un beso en la mejilla, gesto por el cual ambos se sonrojaron para luego reír avergonzados.

Cuando la bienvenida terminó Jin subió hacia su habitación para dejar sus cosas. Guardó cada prenda de ropa y, al terminar, se dio cuenta de que aún faltaba más de una hora para la cena. Se preguntó qué haría antes de bajar a la cocina y preparar la comida, pero sus pensamientos se cortaron al escuchar el sonido de su celular. Había recibido un mensaje, así que corrió a tomarlo recordando a su madre quien le había dicho que le enviaría un mensaje cuando llegara. Pero al ver que era de JungKook lo abrió desconcertado, no sin antes avisarle a Cho Hee que ya estaba en la residencia de los Jeon.

El mensaje era corto y claro: quería verlo en su despacho. Así que tras acomodar unas pequeñas cosas salió y bajó la escalera, cruzándose con Sook y Aoi en el camino, hasta que al llegar simplemente ingresó viendo al chico a un costado de su escritorio, observando a través de su ventana el frío del exterior.

-¿Pasó algo, JungKook?-preguntó pero él negó.

-Aoi y tú...-suspiró, imaginándose hacia donde iba el chico con eso.

-JungKook, ya hablamos de esto, estás confundiendo las cosas y...-había visto que JungKook se acercaba a él pero no pensó que era para tomarlo del brazo y jalarlo hasta tenerlo sobre sus piernas-JungKook...

-Tengo veintisiete años, Seok Jin, la madurez suficiente como para saber que lo que siento son celos pero no los que se pueden sentir por un amigo. Me costó darme cuenta, pero ya no puedo seguir siendo tan ciego como lo he sido...y creo que sabes de lo que hablo.-su voz no había pasado más que de un murmullo, pero el mayor lo sostenía de la cintura con una mano y del brazo con la otra manteniéndolo cerca.-no estoy confundido, sé que lo que siento por ti va mucho más allá de la gratitud y el cariño fraternal.

-Yo...creo que...-los nervios lo habían atacado al sentir el aliento cálido tan cerca de su boca y la mirada profunda del mayor sobre él.

-Sé que está mal...maldita sea, sé que está mal pero Jin ya no puedo seguir ocultándolo. Soy un hombre posesivo por temor y celoso por mis inseguridades, incluso sé que si no te hubiera visto tan cerca de Aoi no tendría el valor de hacer lo que estoy haciendo...pero era cuestión de tiempo para que lo sepas.-la mano que lo sostenía del brazo subió hasta la nuca del menor, tembló al sentir los dedos de Jeon en ese sector.

-JungKook...estás...confundiendo...

-No-interrumpió-no confundo nada, sólo reconozco lo que quiere mi corazón...y mi corazón te quiere a ti, Kim Seok Jin.

Sintió sus mejillas arder cuando los labios finos de Kook presionaron contra los suyos. Sus manos temblaron, aferrándose al suéter marrón del mayor, sus ojos abiertos ante la sorpresa, su corazón latiendo desenfrenado, como si hubiera esperando durante mucho tiempo para ese momento. Como si supiera algo que él ignoraba y no veía tan fácilmente, o que quizás no reconocía como JungKook había hecho.

Con los segundos cerró los ojos, relajándose lentamente mientras sentía el movimiento de los labios ajenos sobre los suyos. Sus labios siguieron el suave ritmo, sus manos comenzando a tomar confianza y colocándose sobre los hombros del mayor hasta que se separaron, mirándose a los ojos ambos con un sonrojo aunque el del menor mucho más pronunciado.

-Te amo, Seok Jin.

Y después de meses juntos, de pensar, de confundir las cosas y demás, JungKook logró saber lo que sentía por Seok Jin

Me tardaré con el proximo capitulo ya que quiero ponerme al día con Monster city XD 

La ansiedad me pudo otra vez ._.

espero que el capitulo les haya gustado n.n

Nos vemos! besos💋💋💋