-Sonríe XXVI-
Estaban a cuatro días de navidad. Seok Jin estaba escribiendo la posible cena de ese día ya que Eun Yeong se lo pidió el día anterior. Así que ahora estaba viendo lo que prepararía, haciendo un sinfín de menús para luego presentárselos a la mujer y que ella aprobara el que más le agradara.
En esa tarde, mientras los señores Jeon no estaban, escribía las distintas comidas en la cocina al mismo tiempo en que comía unos cupcakes que había hecho en la mañana. Recordó a su madre y a su hermana. No podría verlas en navidad, pero sí en año nuevo. Eun Yeong le dio a elegir alguna de las dos festividades y él, sin dudarlo, eligió pasar fin de año con su familia. Quería recibir el nuevo año con las dos mujeres a las que amaba.
Sonrió inconscientemente al pensar en la bonita sonrisa de JiSoo cuando lo viera ese día y los ojos iluminados en felicidad que Cho Hee tendría. Ya quería que el 31 de diciembre llegara para verlas.
Sintió que picaban su frente, devolviéndolo al mundo real para ver a JungKook mirarlo fijamente.
-¿Pensando en tu novia?-preguntó con un tono entre burlón y serio, como si no quisiera hacer la broma pero al mismo tiempo había sido inevitable.
-Puede decirse que sí.-sonrió divertido, Kook no supo por qué.
-¿Tienes novia?
-Mmm...podría decirse, ella decía cuando era pequeña que sería mi novia.-al ver el claro desconcierto del mayor terminó riendo-hablo de JiSoo, mi hermana.
-Oh... ¿pensabas en ella?-tomó un cupcake sin mirar al menor.
-Pienso ir a festejar fin de año con ellas.-jugando con la lapicera en su mano, agregó-las extraño mucho.
Kook no dijo nada, simplemente miraba su cupcake como si fuera lo más interesante del mundo, dándole vueltas como si analizara el decorado.
-Podrías decirle a tu madre y a tu hermana que vengan a quedarse en casa para navidad.-propuso fingiéndose desinterés, pero Seok Jin podía ver el dulce gesto del mayor tras esa mirada de "no me importa realmente lo que te dije".
-Gracias, JungKook, pero tus padres...
-Son mis invitadas.-interrumpió, dejando lo que tenía en su mano para mirarlo-si quieres puedo pagar sus pasajes, es lo de menos. Avísales hoy y si lo desean mañana en la mañana estarán aquí.
-JungKook-dulcemente acarició la mejilla del mayor-¿Por qué haces esto?
-¿Por qué no?
-Solamente...me da curiosidad.-descendiendo tomó la mano contraria, acariciando con el pulgar el dorso.
-Te hace feliz ¿no? no hay otro motivo.-desvió la mirada aunque dejó que ambas manos siguieran juntas.-además...tú...me ayudas a volver a ser feliz...es lo menos que puedo hacer por ti.
JungKook al principio se negó a mirarlo, pero al fin de cuentas terminó girando para verlo de reojo y saber la expresión de Jin. Jamás pensó encontrarse con una sonrisa tan hermosa como la del chico, con las mejillas levemente sonrojadas y los ojos brillando en ternura.
Seok Jin se levantó de su asiento, caminando pocos pasos hasta estar frente a Kook quien seguía sin querer mirarlo. Lo tomó del mentón para girar su rostro, los ojos aun sin querer tener contacto con los suyos. Sus dedos dejaron esa zona para que la palma pudiera acariciar la mejilla derecha con cariño hasta llegar a la frente y correr los mechones de cabello negro que lo cubrían. Al hacerlo se inclinó, dejando un dulce beso.
-Gracias, JungKook.-dijo al separarse, viendo el ligero sonrojo, apenas notable, del mayor.
~Sonríe~
Durante la cena JungKook le dio la noticia a Eun Yeong de que Cho Hee y JiSoo irían a casa para navidad. Seok Jin se los había comunicado esa tarde y, aunque al principio ninguna de las dos quería para no generar molestia alguna, terminaron aceptando luego de tanta insistencia.
Pensó que su madre diría algo o, al menos, dudaría de la repentina decisión. Pero en cuanto ella escuchó quienes irían a pasar navidad con ellos, gritó emocionada para llamar a Elizabeth y comunicarle que en esos días debían preparar dos habitaciones para las invitadas, aclarando que ella se encargaría del cuarto de la pequeña JiSoo. Byeong Ho sonrió ante la efusividad de su esposa.
Al terminar, Seok Jin salió con JungKook al jardín nevado, bien abrigados, y el mayor con una almohadilla en su silla de ruedas para evitar que las escaras empeoraran. La voz del médico recordándole que debía cambiar de posición cada dos horas se reprodujo en su mente de manera inconsciente.
Giró a ver al menor jugar con la nieve, tomándola entre sus manos enguantadas y admirándola como si fuera lo más hermoso del mundo. Quizás lo era, no lo sabía, ya estaba cansado de ver nevar en invierno así que no solía verla de manera tan extraordinaria.
-Miras la nieve como si ahí hubiera un pueblo de duendes encantados.-se burló aunque Seok Jin pareció no escucharlo-hey, te estoy hablando.
-Shh, los duendes encantados me están diciendo algo.-frunció el ceño al saber que simplemente lo había ignorado conscientemente, pero aun así le siguió el juego.
-¿Ah sí? ¿Y qué dicen?
-Dicen que...sí, ajá...-fingía hablar con alguien de la nieve, haciendo muecas y dejando su oreja cerca de sus manos-ajá...dicen que hay un chico llamado Jeon JungKook que tiene cara de amargado.
-Pues diles a esos duendes que se pueden ir a la mierda.-contestó viéndolo con fingido enojo.
-Oh, se ofendieron, mira.-Seok Jin acercó la nieve al rostro de Kook, quien iba a seguirle el juego haciendo que miraba a los duendes, pero repentinamente sintió el frío hielo en su piel.- ¡Oh, no! ¡Los duendes han atacado, JungKook!-comenzó a reír, alejándose unos pasos del mayor.
JungKook se quitó la nieve del rostro, frunciendo el ceño para, posteriormente, sonreír de manera maliciosa. Tomando un puñado blanco, de las montañas que se habían formado, miró a Seok Jin quien había dejado de reír.
-Jinnie-llamó con voz dulce, moviendo el dedo índice en señal para que se le acercara-ven aquí, los duendes y yo queremos hablar contigo.
-No, gracias, ya perdí comunicación con ellos. Me tengo que ir.-pasó por al lado de Kook, pero tan pronto como lo hizo, lo sintió tomarlo de la muñeca y jalarlo hacia él.
Perdió el equilibrio, lo cual aprovechó el otro quien estampó la nieve en su mejilla. Sintió el frío en su piel, recordándole a esas veces que se golpeaba y su madre colocaba hielo en el golpe para que no se hinchara. Aunque ahora no había sufrido ningún golpe. Bueno, al menos eso fue hasta que comenzó una infantil pelea donde atacaba a Kook con sus manos. Todo iba bien, pero no supo en qué momento tropezó, empujando a JungKook y logrando que ambos terminaran en la fría nieve.
Se quejó escuchando al mayor hacer lo mismo sobre él. La silla con suerte terminó a un costado de ellos.
Abrió los ojos, Kook había dejado de maldecir para quedarse mirándolo con una seriedad extraña que no supo descifrar. Simplemente lo miró desconcertado, el viento helado chocando contra ellos y la suave nieve siendo como un colchón de invierno. La respiraciones de ambos eran calmadas, por algún motivo Jin sintió sus corazones sincronizados golpear contra sus pechos. Se sintió en un dorama.
-Eh...creo que los duendes fueron muy bruscos esta vez.-comentó intentando aligerar los nervios que habían empezado a nacer en su interior.
Kook no dijo nada, se quedó en silencio mientras subía su mano para quitar los mechones castaños de los ojos chocolates, contemplándolo con cierto brillo de cariño que, a pesar de sorprenderlo, le hizo sentir un calorcito agradable en el pecho.
No cortó el contacto visual, no podía hacerlo tampoco, los ojos oscuros del mayor tenían una especie de imán que lo atraía sin quererlo. Eran hermosos, cautivadores, con un toque de dulzura y madurez, incluso algo de dureza, aunque ya no era tanta como en el principio. Ahora podía vislumbrar más al hombre que JungKook era y no en el que se transformó por el accidente.
-Seok Jin.-murmuró, sus dedos enguantados pasando por la fría y rojiza mejilla.
-¿Sí?
-¿Te confieso algo? Eres el chico más hermoso que he visto en mi vida.-esta vez, el tono rojo de las mejillas del menor fueron por vergüenza y no frío.-aquí en la nieve, sonrojado...pareces un ángel.
A decir verdad, no sabía qué contestar al respecto. Era la primera vez que JungKook le decía un halago tan bonito como ese, además de mirarlo como si fuera una obra de arte delicada y única. Quizás el pelinegro había cambiado un poco en el último tiempo, sin embargo jamás se esperó algo de ese tipo de su parte.
Agradeció cuando Elizabeth los encontró y los ayudó a levantarse porque, sinceramente, su cerebro había dejado de funcionar después de lo que Jeon le dijo.
~Sonríe~
Estaba en su habitación con el pijama puesto. Ambos se habían ganado un regaño por parte de Eun Yeong por ser irresponsables y estar jugando en la nieve, aunque luego terminó por prepararles chocolate caliente para evitar un resfrío. Para él ya había sido tarde y ya podía sentir el malestar en su nariz que le avisaba de un futuro resfriado. No debió quedarse como idiota meditando las palabras de Kook con el chico encima sobre la nieve. El chico no sufriría demasiado, quizás algo leve por estar en el frío, ambos en la nieve, aunque el que tuvo mayor contacto con eso había sido él.
Terminó de darse una ducha caliente, por pedido de la señora Jeon, y había tomado la taza de té que Sook le había dejado. Ahora hacía unas grullas sentado en su cama, pensando en que su madre lo regañaría si lo veía así por estar jugando (aunque en realidad no había jugado) en la nieve. No quería imaginarse la reacción de JiSoo, ella, además de darle un golpe por irresponsable, se haría en su mente una historia de amor parecido a alguno de los libros que leía. Su hermanita era especial para malinterpretar y crear relaciones donde no las había.
Dejó la sexta grulla que hacía sobre el colchón, suspirando aun sintiendo el calorcito en su pecho, ese que Kook le hizo sentir con su cercanía. ¿Muy cursi? Probablemente, pero así se sintió, tan cliché todo y tan fantasioso que lo creía mal. ¿Estaba bien sentirse así con JungKook? Independientemente de su sexo, era lo que menos le importaba. Se consideraba a sí mismo pansexual, el género de la persona era lo menos importante para él a la hora de enamorarse. Pero no estaba enamorado de él, a Kook lo veía como un amigo, un chico bueno al que quería ayudar y el cual le causaba ternura. Tal vez sólo se estaba dejando llevar por la situación que vivieron.
Sí, seguro era eso.
Sólo espero que Wattpad no trollee a nadie y publique esto 7-7
Como ven, los dos están comenzando a caer lentamente 7u7 Aunque Jinnie no lo quiere aceptar del todo...y Kook...bueno tampoco...pero ya veremos en los capitulos que siguen 7u7
nos vemos en el proximo! besos💋💋💋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro