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-Sonríe XVII-

TaeHyung miraba su cámara, completamente perdido en la conversación que tuvo con JiMin tres días atrás. Recuerda haber ido a su casa, a pasar la tarde, y entre charla y charla terminaron hablando de HoSeok, ChaeYoung y Momo. Hasta que no supo la razón, JiMin terminó por gritarle que debería confesarse sin temor, sin importar su hermana ni su sobrina. Tae no supo por qué se veía tan molesto y frustrado cuando todo ese tiempo se guardó sus sentimientos para no arruinar la amistad y la bella familia de su amor imposible. Pero cuando pidió una explicación, su amigo simplemente le dijo que no quería hablar del tema.

Ahora no podía sacarse la reacción de JiMin ni sus palabras de la cabeza. Haciéndolo dudar con respecto a una confesión que llevaba años guardada para sí mismo.

-Debo mantenerme al margen, HoSeokie no puede saber lo que siento.-se dijo a sí mismo retomando su camino de nuevo a casa, al final de cuentas sacar fotos no lo había hecho sentir mejor.

-¡TaeTae oppa!

Tan pronto como escuchó esa aniñada voz, giró viendo a la pequeña Momo correr hacia él. La recibió en brazos (teniendo cuidado con la cámara), algo preocupado por ver a la niña sola, pero en cuanto vio hacia el frente pudo notar a Chae Young corriendo hacia ellos.

-¡Tae! Lo siento, pero es que esta niña se me escapó en cuanto te vio.-decía un poco agitada, una sonrisa en su rostro.-me alegra verte por aquí.

-Oh, a mí igual...pensé que estarías trabajando.-dijo algo desconcertado, sintiendo los pequeños bracitos de Momo alrededor de su cuello.

-¿Un domingo?-preguntó con una pequeña risa y TaeHyung se sintió algo avergonzado-veo que estás perdido en el tiempo ¿algo en especial que te tenga así?

HoSeok. Momo. Tú. Pensó, pero no tuvo el valor de decirlo.

-El trabajo-una pequeña sonrisa ocultó la mentira más tonta.

-Ya veo, deberías trabajar menos, TaeHyungnie, te hará mal sino-con el cariño típico de una madre acarició su cabello.- ¿Quieres venir a casa a tomar algo? Así te distraerás un rato.

TaeHyung entendió, entre esas suaves caricias, esa mirada cálida y esa amable sonrisa, la razón por la que HoSeok la había elegido como su pareja.

-¡Sí! ¡Oppa, por favor, ven a casa a comer galletas!-Momo sonreía en grande, extendiendo ambos brazos.

Le sonrió con algo de tristeza, en su mente deseando poder haber sido él el afortunado de criar a esa hermosa niña junto a HoSeok.

-Gracias, pero me gustaría descansar en mi hogar.

-Entiendo, pequeño.-tras darle una última caricia, tomó a Momo entre sus brazos.-descansa y no te agobies con el trabajo.

La última sonrisa falsa del día, TaeHyung se la dedicó a Chae Young cuando está agitó su brazo, junto a su hija, despidiéndose de él.

~Sonríe~

Jennie notó extraño a NamJoon mientras veían una película juntos en la sala de su casa. Su novio le había enviado un mensaje de verse, comer algo, pasar el tiempo. Y como hacía días que no se veían no le pareció mal.

Pero ahora sospechaba que la idea de verse era sólo una excusa de Nam para distraerse de algo que le molestaba. Lo notaba en sus dientes que se apretaban y en las palabras que siseaba (y que no entendía) casi con odio. Lo miraba de reojo de vez en vez, pensando en si lo mejor sería preguntarle qué le pasaba o bien dejar que fuera él quien le contara su problema. Aunque teniendo en cuenta que NamJoon sólo le contaba por iniciativa propia sus problemas a Alexander, entonces no podía esperar demasiado.

Pausó la película y se acomodó mejor en el sillón donde estaba, cruzándose de brazos.

-Suéltalo, algo pasó o pasa y estás mal por eso.-fue directa, como solía ser siempre con él.

-No sé de qué hablas.-el tono molesto del mayor la hizo rodar los ojos.

-¿Con quién peleaste? Y sé sincero, no puedes ocultar que algo te molesta.

-No pelee con nadie.-por sus ojos, Jennie supo que no mentía.

-¿Entonces?

-Alex se fue a Seúl con JiSoo y Christopher.-ella abrió los ojos sorprendida.

-¿Con JiSoo? Yo...pensé que se iba en las vacaciones, no mientras aún tiene clases.-lo pensó y se dio cuenta de que si la chica había elegido esa fecha fue porque aún no se acercaban los exámenes y trabajos más pesados, por lo que prácticamente estaría tranquila, al menos, una semana.

-Eso no importa, el caso aquí es que Alex se fue con Christopher, su estúpido amigo, y a mí no me dijo de ir.-soltó molesto y Jennie sonrió divertida al notar los celos en la voz de su novio.

-Bueno, quizás porque ese amigo es más importante que tú.-dijo con fingido desinterés, mirándose las uñas como si fuera lo más interesante del mundo-o quizás no sea sólo un amigo.

-Lo sé, él me dijo que no, pero sé que algo se traen.-decía entre dientes NamJoon, mirando un punto fijo de la película pausada.

-Oh, ya veo...Alex se está divirtiendo con un hombre y, teniendo en cuenta sus gustos, debe ser muy hermoso.-cuando vio de reojo la expresión de Nam deformarse por la furia, sonrió de lado.-no me extrañaría que aprovecharan estar solos para tener sexo, digo, dejan a JiSoo con Jin y listo.

Jennie estaba a nada de reírse por la expresión de clara furia y celos de su novio. Aun se preguntaba cómo era tan ciego para no darse cuenta de lo que sentía hacia su "mejor amigo". La hacía sentir una completa villana por estar a su lado sabiendo que eso dañaba a Alex, aunque este ya supiera sus razones.

-Él no se acostaría con alguien como él.-su voz grave y ronca dejaba más que en claro el mar de celos que lo invadía.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?-NamJoon no supo qué contestar ante eso-la única forma de saberlo...es ir a Seúl.-soltó como si fuera una idea que justo se le vino a la mente y decía sin pensar.

Aunque esa idea la tuvo desde que Nam le dijo que Alexander estaba en Seúl.

-Tienes razón.-sin mirarla se levantó del sillón, tomando sus cosas para irse.

-¡Que tengas buen viaje, cielo!-deseó escuchando a los pocos segundos, con una sonrisa, la puerta cerrarse.

Puso play a la película y siguió mirando, pensando en que quería volver a ver a JiSoo pero que ante su trabajo no podría.

Ah, a veces odiaba ser profesora.

~Sonríe~

Jin preparaba la cena feliz, cantando una pegajosa canción que Alexander le había contagiado esa tercera tarde que pasaban juntos. Habían ido al parque y a un acuario a pasar unas horas antes de que tuviera que volver a la casa Jeon a preparar la cena. Se había divertido mucho, incluso llegó a considerar a Christopher un amigo en tiempo récord y es que el chico era sumamente simpático y divertido. Hacía buena pareja con su amigo aunque este le dijera una y mil veces que no eran nada.

-Aun debo hablar con Alex con respecto al tema de Nam.-se recordó a sí mismo, cortando unas verduras.

Y es que, desde que habían llegado, no había logrado hablar con él a solas sobre ese tema importante. Aunque se pudiera sospechar algo por el actuar de Alex, aun así quería escucharlo a él decir lo que sentía por su primo. Era necesario para aclarar algunos problemas.

Se quejó repentinamente ante un pequeño corte que se hizo en el dedo por estar perdido en sus pensamientos. No se había dado cuenta el momento en que el cuchillo fue demasiado cerca de su piel como para abrirla. Fue hacia el lavabo y dejó el agua fría correr para lavar su diminuta herida. Sonrió al recordar como en sus inicios se había cortado incontables veces, muchas seguidas. Era un niño torpe en aquella época.

-Jin, pregunta mi madre cuándo estará la comida.-la voz cansada de JungKook se escuchó detrás de él.

Terminando de lavar su cortada, se giró para contestarle a JungKook.

-Dile que estará a la hora de...

-¿Qué te pasó?-interrumpió, acercándose más al menor al ver su mano con unas gotas de sangre.

-No es nada, sólo un pequeño corte ¿sabes dónde hay banditas?

Kook asintió y le pidió que lo siguiera. Lo hizo casi al instante, pasando por un pasillo hasta llegar al baño de la planta baja donde Kook entró y sacó, de un mueble cercano, el botiquín de primeros auxilios. Le señaló a Seok Jin que se sentara sobre la tapa del inodoro y se volvió a acercar a él, viendo la pequeña cortada.

-Qué torpe.-comentó tomando una pequeña mota de algodón para mojarla un poco con el agua del lavabo y así limpiar las pocas gotas de sangre que habían escapado.

-Lo sé, debí concentrarme en la cocina.-suspiró viendo como el mayor tiraba el algodón mojado, apenas con una mancha rojiza, para tomar la bandita con diseños de Kumamon.

-Mi mamá ama este tipo de banditas, dice que dan un poco de alegría a las pequeñas tragedias.-se encogió de hombros y guardó las cosas en el maletín antes de volver a ponerlo en el mueble.

-Son muy lindas, mi mamá compra unas de Hello Kitty porque a mi hermana le gustan.-comentó con una sonrisa, levantándose para salir junto con Kook del baño.-por cierto, gracias por esto.

-Me dio lástima tu torpeza.

Jin hizo un pequeño puchero, cruzándose de brazos mientras iban juntos por el pasillo para volver a la cocina. JungKook lo miró de reojo y entonces, antes de llegar a destino, Seok Jin supo que el comentario anterior había sido una broma.

Y la forma de saberlo fue la mejor, después de todo, esa había sido la primera vez que veía a JungKook sonreír con sinceridad.

Jennie da buenas ideas, que les digo XD 

Pobre Tae, sufre por HoSeok aunque él no sabe nada, y JiMin quiere que se confiese...

Siento que dejo bastante en suspenso las historias de cada uno....me gusta XD

nos vemos! besos💋💋💋

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