-Sonríe XVI-
Eun Yeong y Byeong Ho esperaban en la mesa, con el desayuno ya servido, a que JungKook llegara. Compartían una amena conversación sobre el trabajo, cuando escucharon la silla de ruedas acercarse. La mujer sonrió tiernamente al ver como su hijo ya iba hacia ellos, vestido con un pulcro traje y su cabello bien peinado.
-Buenos días, Kookie.-saludó ella.
-Buenos días, hijo.-su esposo esbozó una pequeña sonrisa también, ambos sabiendo que él no iba a responderle, era costumbre ya.
-Buenos días-dijo JungKook y, aunque fue un murmullo, ambos lograron escucharlo.
La sorpresa duró poco, o al menos eso demostraron, no querían incomodar a Kook, por lo que simplemente siguieron con la conversación y el desayuno, escuchando algunas acotaciones que hacía Kook en medio de la charla que tenían. Con gran alegría escuchaban lo que su hijo decía, eran muy pocas y contadas las veces que él se sumaba a una conversación que tenían en el desayuno.
Aunque Eun Yeong logró ver a Jin en el umbral de la cocina, mirando con una sonrisa la escena. Sonrió, segura de que había tomado una buena decisión de contratar a Jin como cocinero. Sabía que sería el único capaz de ayudar a que su Kookie vuelva a ser el niño que alguna vez fue.
~Sonríe~
Seok Jin abrió los ojos sorprendido, sin creer que ese día a la tarde vería a esas tres personas, una desconocida, en la casa Jeon.
JiSoo corrió y se prendió de su cuello con fuerza, sonriendo en grande. Alex se acercó y los abrazó a ambos, mientras le decía cuánto lo había extrañado en ese tiempo. Christopher, por su lado, se mantenía a un lado viendo la escena con una sonrisa. Aunque Jin aprovechó para ver a la supuesta pareja de su amigo, bien, si era pareja tenía que admitir que Alex tenía buen gusto. El hombre, que seguro tendría unos pocos años más que su amigo, no era asiático, pero era muy lindo. Tenía una bonita piel tostada, cabello castaño oscuro, ojos claros y una barba candado que lo hacía ver como un hombre serio y profesional.
Elizabeth sonrió antes de dejarlos solos.
-¿Por qué no me dijeron que vendrían? Estuve esperando a que me lo dijeran.-decía el pelirosa cuando se separaron, su hermana prendida a su cintura.
-Quisimos que sea sorpresa.-sintetizó Alex con una sonrisa, recordando que había llevado a un amigo, así que lo tomó del brazo y lo acercó a su lado-él es Christopher, un amigo y compañero de trabajo.
-¿Sólo un amigo?-preguntaba Seok Jin viendo como el rubio suspiraba.
-¿Por qué todos creen que Chris es mi pareja?
-Porque nos comportamos como tales.-dijo el castaño y Seok Jin pudo apreciar una voz grave, muy masculina.-deberíamos dejar de hacerlo antes de que todos comiencen a creer que de verdad estamos en una relación.
-¿Se conocen desde hace mucho?-preguntó curioso el pelirosa.
-Desde la universidad, soy tres años mayor que Alex y me pidió ayuda para unas materias, ahí nos conocimos.-explicó brevemente el castaño.
JiSoo se separó brevemente de su hermano y jaló la manga de su fino suéter para llamar su atención.
-"Es un chico muy lindo ¿verdad?"-dijo con una pequeña sonrisa, asegurándose de que Alex no viera los movimientos de sus manos ya que sabía que sabría de qué hablaba.
-"Sí, pero dejará de serlo si se vuelve tu novio."-vio a su hermanita hacer un puchero-"Ya te dije, hasta los cuarenta sin novio."
JiSoo pronunció más su puchero y se cruzó de brazos, bajando la mirada en un berrinche leve.
-Jinnie, no te preocupes, que a Chris no le gustan menores.-bromeó Alex haciendo que su amigo se incomodara un poco al saber de qué hablaban.
-Lo que sea, quitando este horrible tema de lado ¿Dónde se hospedarán?
-Ah, en un hotel, ya lo habíamos decidido. Cerca del departamento de Tae.
-¿Y por qué no aquí? Tenemos habitaciones de más.-decía Eun Yeong apareciendo detrás de Jin.-no nos molestan las visitas, además hace mucho que no los veo, ya extrañaba estar con ustedes.
-Señora Jeon, gracias por la invitación pero preferimos no molestar yendo los tres a un hotel.-Alexander bajó la mirada, algo avergonzado.
Hacía años no veía a esa amable y buena mujer.
-Oh, entiendo, pero si cambian de opinión siempre podrán venir a hablar conmigo.-dijo tomando a JiSoo de los hombros quien la veía con una sonrisa.-vaya pequeña, pero como has crecido, ya eres toda una bella mujercita. -ella bajó la mirada con un sutil sonrojo y una sonrisa en sus labios.-pasen, prepararé té y hay unos postres deliciosos que Jin hizo. Así podremos hablar más cómodamente.
Todos asintieron y la siguieron hacia la cocina donde Eun Yeong prepararía el té.
~Sonríe~
Por pedido de la señora Jeon, los tres se quedaron a cenar ese día para seguir con la entretenida charla. Eun Yeong parecía una niña emocionada cada vez que hablaba con ellos de todo, preguntándole una y mil cosas a JiSoo y Alex. Aunque a su amigo lo torturó con más preguntas con respecto a su relación con NamJoon, tema que él hablaría más tarde con el chico. Habían pasado un gran día, aunque JungKook no estuvo con ellos en ningún momento. Apenas los vio ni se molestó en saludar y, en su lugar, se fue hacia su habitación. Incluso había cenado ahí, ninguno le insistió para salir.
Sin embargo, cuando los invitados se fueron, Jin fue hacia la habitación de Jeon. Sospechaba que su indiferencia hacia los tres presentes no había sido por molestia o algo similar.
-¿Jeon? ¿Puedo pasar?-preguntó tras tocar tres veces la puerta.
Esperó pacientemente, con la oreja pegada a la estructura de madera, hasta que escuchó suavemente la voz de Kook dándole permiso de ingresar. Giró el picaporte y pasó, viendo la pulcra y ordenada habitación, y a JungKook frente a un escritorio de madera oscura.
-¿Qué quieres?-preguntó pero, a diferencia de lo que esperaba el menor, no parecía enojado.
-¿Por qué no fuiste a cenar con nosotros? Acaso... ¿te molestó que haya visitas?
El mayor se quedó perdido, mirando un punto fijo en la pared mientras él, con confianza, se sentaba al filo de la cama grande, observando a Kook y a su debate mental entre decirle la verdad o no.
Fueron minutos largos los que tuvo que esperar, sentado sobre el mullido colchón al mismo tiempo en que jugaba con sus dedos de manera tranquila para pasar el tiempo. Hasta que tras escuchar el suspiro de JungKook, supo que obtendría su respuesta.
-Me avergonzó que me vieran así.-su voz era apenas audible, pero Seok Jin pudo entenderlo perfectamente.-sé...que es estúpido pero...me dio vergüenza que me vieran en este estado tan...patético.
El menor sonrió enternecido, entendiendo el punto de Kook. A muchas personas con sus mismos problemas solía avergonzarles su estado y por ese motivo solían no salir tanto a la calle o evitaban socializar demasiado.
Se levantó de la cama y se acuclilló frente a Kook, tomando sus manos y notando que él desviaba la mirada. Se veía como un niño tímido, no parecía el chico serio y hosco que conoció en un principio.
-No tienes nada de qué avergonzarte.-sus pulgares acariciaron los dorsos de las manos-eres un chico increíble, con gran talento y muy apuesto. No hay motivo por el cual sentir vergüenza.
-Estoy en esta silla, eso es motivo de vergüenza.-sus ojos aun fijos en algún punto que no sea el chico frente a él.
-No, no es un motivo de vergüenza, es una prueba de la vida, una etapa que el destino te envió para hacerte más fuerte. Además, como diría mi madre, vergüenza es robar.-una pequeña risa escapó de sus labios y una diminuta sonrisa de Jeon.
-Aun así...
-Ellos no van a burlarte de ti, ni van a mirarte de forma extraña, ni van a decir nada al respecto. A ellos no les importa si estás en silla de ruedas o no, o si tienes tres ojos y cuatro brazos. Hablarán contigo como lo harían con cualquier otra persona, sin diferencias ni cosas parecidas ¿entiendes?-Kook asintió, aun dudoso-sé que es difícil para ti pero... no tienes que sentirte mal por nada de esto. Tú eres una persona increíble, mejor que incluso aquellos que caminan.
-Sabes que no es así, has conocido lo peor de mi actitud y...
-Pero no eres ese Jeon que muestras.-interrumpió abandonando las manos para tomar su rostro y hacer que lo mirara-eres una persona distinta, más dulce, divertida y amable. Solamente...has creado esta otra parte de ti ante el miedo y el dolor, pero el verdadero tú sigue ahí, sólo tienes que dejarlo salir. Y yo te ayudaré a eso. Simplemente...tienes que permitírmelo.
JungKook vio en los ojos de Seok Jin la completa sinceridad, él no se lo decía como palabras vacías, sin sentido. Él realmente quería ayudarlo en ese duro camino que era cambiar y volver a sentirse el chico que fue. Aun sabiendo las veces que podría recaer y arrepentirse de su decisión.
Sus manos subieron hasta tomar las contrarias y con una pequeña sonrisa, habló.
-Bien, te permito que me ayudes a volver a ser yo mismo, Seok Jin, te permito que me ayudes a volver a ser feliz.
El menor sonrió en grande ante esas palabras y, con sumo cariño, le dio un beso en la frente.
Ando necesitando un Jin en mi vida, que me quiera ayudar ;-; pero chicos así andan escaseando ;-; así que seguiré por mi cuenta XD
JungKook afortunado 7n7
nos vemos en el proximo! besos💋💋💋
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