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-Sonríe XLVII-

JungKook pensó que no había nada mejor que despertar con Seok Jin entre sus brazos. Desde aquella noche le había pedido, casi obligado, al menor que durmiera con él. A pesar de la negativa inicial, terminó por aceptar y ahora llevaban más de cuatro días compartiendo su cama, a pesar de que solamente Jin había llevado su pijama a la habitación, el resto estaba en su cuarto. Pero no importaba, porque lo que realmente quería era tenerlo entre sus brazos por la noche y así despertar con la hermosa imagen de su novio tranquilo. Aunque eso conllevaba a despertar antes de lo que acostumbraba.

Sus dedos bailaron casi superficialmente por la sedosa piel, pasando por sobre los gruesos y tentadores labios por donde escapaba un hilo de saliva que lo hizo reír en silencio (y sacarle una foto). Contempló casi con adoración la completa imagen de su pareja, pensando en lo afortunado que era de tener a alguien como él a su lado. Movido por el amor que sentía por Jin besó ambos párpados logrando que el chico se removiera y comenzara a abrir los ojos con dificultad ante la luz que ingresaba por la ventana que estaba a espaldas de Kook.

-Buenos días, bebé-murmuró con voz grave y rasposa, vio las mejillas contrarias ruborizarse y descender la mirada.

-Buenos días.-tímidamente se ocultó cerca de su pecho, pudo sentir la oreja de su novio contra su piel a la altura del corazón.

-¿Sabes? Estaba pensando en que hoy podríamos ir a cenar, esta vez prometo que no cancelaré por nada del mundo nuestra salida, bebé.-bromeó besando la coronilla pero Jin no respondió-¿bebé? ¿No te gustó la idea?

-No es eso, lo siento, sólo pensaba-el menor salió de su escondite para mirarlo a los ojos-me encantaría que vayamos a cenar.

-Últimamente has estado más callado de lo normal ¿Qué ocurre? ¿Es con respecto a JiSoo o Cho Hee?

-No, es...el tratamiento, nada más...no te preocupes.-JungKook no se creyó para nada la sonrisa dulce con la que Seok Jin le mentía.

-Dime la verdad ¿Qué pasa?-nuevamente volvió a esconderse en su pecho, negando contra él-Seok Jin.

-No es nada importante, de verdad.

-Seok Jin...-estaba por reclamarle, pero en un movimiento inesperado el menor lo besó acallando cualquier queja.

Cuando quiso decir algo, cuando podía hacerlo, el chico estaba sobre él besándolo con mayor pasión, enredando sus labios y acariciándose íntimamente.

~Sonríe~

-Me acabo de dar cuenta que los besos en las mañanas no son tan agradables como muestran en las películas-comentaba el menor terminando de hacer el desayuno con JungKook al lado.

-Me hubieras dejado lavarme los dientes antes, pero me atacaste sexualmente antes de poder hacerlo.-Jin se sonrojó ante eso.

-No digas eso, no te ataque sexualmente.

-Yo diría que sí, sentí tu mano rozar mi pene e hiciste que mis manos fueran a tu trasero-el rojo en su cara no podía aumentar más-por cierto-bien, sí podía ponerse más rojo, la mano en una de sus nalgas apretando con fuerza se lo demostró-bonito trasero, bebé.

-¡Jeon JungKook!-exclamó casi explotando de lo rojo que estaba, arrojándole con unas tostadas que había hecho, su novio comenzó a carcajearse.

Como un niño comenzó a golpearlo con las manos, repitiéndole que era un tonto y que no volviera a hacer eso. Kook parecía importarle poco y para fastidiarlo más volvía a tocarle el trasero riéndose y diciéndole que estaba esponjoso. A pesar de que lo avergonzaba tanto los comentarios de su pareja aun así se divertía internamente, pareciéndole hermoso ver al mayor reír con tanta naturalidad, algo que anteriormente no hubiera pasado y que, por lo general, no se veía muy seguido.

Terminaron el desayuno entre sonrojos y risas. Su día pasó normal, sin contratiempos, realizando sus tareas de todos los días, hasta que Eun Yeong lo interceptó a mitad del pasillo cuando iba a su habitación a descansar. Ella se veía realmente afectada de que no le dijera nada de la cena y, prácticamente, lo arrastró hacia el centro comercial para comprar un bonito traje que pudiera usar esa noche. Para Seok Jin era completamente innecesario ese gasto, sin embargo ¿Quién podía llevarle la contraria a la señora Jeon? Por supuesto, nadie.

Pasaron dos horas en las tiendas, eligiendo camisas, pantalones y zapatos, hasta que terminaron con un traje azul marino, además de otras cosas que Eun Yeong compró pero no le mostró alegando que era una sorpresa. No preguntó más y simplemente volvieron entre conversaciones casuales y sin importancia. Cuando lo hicieron ella subió con él, ayudándolo con las bolsas hasta que al llegar le pidió que mirara las otras bolsas que eran un regalo de su parte, uno muy especial. No supo por qué sería especial, hasta que al abrirlos descubrió camisas grandes con medias largas, unas bragas (algo que jamás en su vida pensó usar) y ligueros. Ya entendía por qué eran especiales.

Dejó las bolsas a un lado antes de ir a darse una ducha. Según la señora Jeon no haría la cena esa noche por lo que solamente debía prepararse para la cena con su hijo.

Tardó alrededor de cuarenta minutos en prepararse para esa noche, mirándose en el espejo para asegurarse de estar, aunque sea, presentable.

No lo diría, pero estaba ansioso por volver a salir con Kook ese día.

~Sonríe~

-Recuérdame no volver a ese restaurante.-decía JungKook en el auto mientras Lee conducía, la marca de una mano en su mejilla.

-Pero fue tu culpa, tú le arrojaste tu copa de vino e insultaste a esa chica que se me insinuó.-recordaba Seok Jin con una sonrisa divertida-y ni siquiera era demasiado bonita como para dejarte por ella.

-O sea que si era más bonita hubieras considerado ir con ella.-Kook se cruzó de brazos mirándolo molesto.

-Depende ¿conoces a alguna chica que te supere en belleza?-aunque su novio se resistió, lo vio esbozar una pequeña sonrisa en contra de su enojo.

-Claro que no, nadie me supera.-al girar vio a Jin mirando hacia arriba.-¿Qué buscas?

-Tu ego, como que se te fue a las nubes.-mordiéndose el labio para aguantar la risa, le dio un golpe en el brazo-hey, no tienes derecho a golpearme en el auto.

-¿Y en la cama sí?-Seok Jin se sonrojó ante esa insinuación-oh, ¿tu silencio quiere decir que tengo permitido nalguearte? Será un placer hacerlo.-vio al mayor guiñarle un ojo y esta vez fue él quien le dio un golpe en el brazo-¿No quedamos que en el auto golpes no?

-Tú a mí, nunca dije nada de no golpearte yo a ti.

-Eso es trampa, cuando lleguemos a casa te voy a castigar.-la sonrisa insinuante lo hizo voltear e ignorarlo lo que quedara de viaje.

Aunque por dentro consideraba usar la ropa que Eun Yeong había comprado especialmente para él.

~Sonríe~

Al llegar a casa, Seok Jin subió a su cuarto, alegando que debía ir por algo antes de dormir. Agradecía que al menos le arrojó el vino a la chica cuando casi habían terminado de comer y que llegaron a casa cuando era lo suficientemente tarde como para que su madre no preguntara nada respecto al golpe en su cara.

Tras despedirse de Lee se fue a su habitación, desabrochando la corbata y quitándose el saco al estar adentro. Con la experiencia de esos años se quitó los zapatos y suspiró al ver su pierna. Era tan delgada y horrible que le provocaba repulsión, cada vez que recordaba su estado se sentía indigno y feo, incapaz de seguir con alguien tan maravilloso como Jin. Pero hacía un gran esfuerzo para no pensar en eso, no tenía que hacerlo, después de todo él lo amaba y lo aceptaba tal cual era. JungKook tenía que aprender a hacer lo mismo consigo mismo.

Con esfuerzo se subió a su cama y esperó a Jin ahí, aun no tenía sueño y planeaba ver una película con su novio, a menos que él si tuviera sueño. En ese caso no le molestaría mimarlo hasta dormirse.

-¿JungKook?-se giró al ver a Jin asomarse por la puerta.

-¿Ocurre algo? ¿Por qué no pasas?-preguntó desconcertado al verlo asomarse como si temiera entrar.

-Yo...necesito que cierres los ojos y...cuando te diga ábrelos ¿sí?

-Bien, lo haré.-igual de desconcertado que antes cerró los ojos y esperó a que su novio le diera la orden para abrirlos.

-Ya puedes hacerlo... ¿Qué tal me veo?

JungKook se quedó de piedra ante la imagen que Seok Jin le ofrecía. ¡Por Dios! ¡¿Es que acaso podía ser más hermoso de ser posible?! ¡Seok Jin era una obra de arte hecha a manos de Afrodita! Tan candente, inocente, dulce y tierno que era imposible de pensar que existía.

Su mirada pasó desde el chocker negro que llevaba en el cuello, hacia la camisa blanca traslucida que le tapaba la mitad de los muslos, hasta los ligueros que sobresalían de la camisa y se unían a un par de medias que estaban poco más arriba de las rodillas. Se mordió el labio, recordando la pregunta que su pareja le había hecho tras decirle que abriera los ojos.

-¿Quieres que sea sincero, Jin?

-Sí-oh, maldito Dios, ¿Por qué el menor tenía que sonrojarse y desviar la mirada avergonzado? ¿Por qué? ¿Acaso no se daba cuenta de que lo había puesto erecto al hacerlo?

-La verdad es que si pudiera caminar, ya mismo estarías empotrado contra la pared gimiendo sin control.-vio el rostro de Jin sonrojarse más.-puedo saber ¿con qué propósito vienes así al cuarto? Porque si es sólo para mostrarme cómo te queda eso, entonces me enojaré.

-N-no...no es para eso-con pasos tímidos se acercó hasta la cama, subiendo y gateando hasta estar encima suyo-yo...quería hacer algo contigo.

-Jin...yo...sabes que no me molestaría pero...sinceramente por mi estado...

-No-lo interrumpió-no decía de hacer el amor, yo te esperaré para eso...pero...creo que podríamos hacer algo más que besarnos ¿no crees?

-Y eso que haremos... ¿permitirá que mis pantalones sigan en su lugar?

-Sólo si así lo quieres-murmuró, una mano viajando por su pecho.

-Entonces ¿Qué esperas para empezar, bebé?-Seok Jin sonrió antes de estampar sus bocas en un apasionado beso.

JungKook llevó sus manos hacia las piernas de Seok Jin, acariciando la piel cubierta por las medias, apretando los muslos donde sintió los ligueros hasta llegar a la ropa interior, tocando con lujuria las nalgas cubiertas por, lo que podía jurar, unas bragas de encaje. Bien, ahora podía estar completamente seguro que la idea de esa ropa había sido de su madre, ella era la única que sabía su debilidad por ese tipo de prendas. Agradeció la confianza que tenía con Eun Yeong.

Jin suspiró contra sus labios cuando se separaron y apretó su trasero, cubriendo con sus grandes manos los glúteos que palmeó una vez antes de subir y meter ambas manos por debajo de la braga. Su boca acarició la tersa piel de la mandíbula y terminó en el cuello, succionando para dejar su marca, escuchando los suspiros con su nombre que lo excitaban. Las manos de su novio tantearon su pecho hasta tomar los botones de la camisa, sonrió al sentir que se le dificultaba la tarea ante sus caricias y sus besos, tardando casi cinco minutos en desabotonar por completo la camisa. Las palmas lo tocaron, acariciando su pecho para separar la prenda y hacerla caer por sus hombros, separándose para ver el rostro embelesado observarlo con detenimiento.

-JungKook...eres el hombre más hermoso que he visto-el comentario cohibió a Kook, se avergonzó como nunca antes lo hizo en la intimidad con alguien.

¿Cómo era posible que él pudiera lograr eso con tan sólo un comentario? Tal vez era por el hecho de que estaba enamorado hasta los huesos de ese chico.

Quiso decir algo, devolver el cumplido, pero antes de lograrlo los labios de su novio jugaron con el lóbulo de su oreja, succionando y repartiendo besos por las zonas de alrededor. Sabía que ese era su punto débil. Sus manos dejaron su lugar para subir por la cadera y acariciar los costados del torso, subiendo la camisa. Suspiró el nombre de su amado, dejándose llevar por las sensaciones maravillosas que le generaba. Desabotonó la camisa, pero apenas había logrado sacar tres botones cuando una succión en el lóbulo de su oreja lo hizo separar al menor para poder besar sus hombros y parte del pecho visible. Su lengua pasando juguetonamente por sobre el pezón hasta llegar a la clavícula donde mordió dejando la ligera marca de sus dientes. La parte de la cicatriz la besó con adoración.

La cadera de Jin se movió sobre él, sacándole un pequeño gemido que ahogó tras una mordida en el hombro. Sus manos tomaron la cadera y lo obligó a moverse más, sin temor ni vergüenza, y cuando el menor consiguió el ritmo que quería apretó los muslos consiguiendo un melodioso gemido.

-No eres el único que sabe los puntos débiles del otro, bebé.-murmuró con una sonrisa, deleitado por el sonrojo, los ojos brillosos y los labios hinchados de Seok Jin tras sus besos.

¿Cómo hacía para ser cada día más perfecto que el anterior?

Se besaron y se tocaron en el silencio y la penumbra de la noche. Kook acarició zonas de Jin que nunca antes había tocado y sintió cosas que nunca antes sintió con alguien. No pasaron a cosas demasiadas íntimas, no tocaron esas zonas tan privadas, pero no hizo falta para sentir el placer quemar en sus pieles. No hizo falta penetrar a Seok Jin para hacerle el amor.

Al finalizar, el menor estaba sobre su pecho desnudo luego de desechar su camisa, haciendo círculos invisibles con los dedos. Ambos en silencio pero satisfecho tras la experiencia. Kook sonreía acariciando por debajo de la prenda la espalda de su novio, le gustaba sentirlo de esa manera sobre él, tan tranquilo, tan en paz.

-Y...¿cuándo podemos repetir?-lo escuchó reír cansadamente contra su pecho.

-Cuando gustes.-antes de mirarlo depositó un beso en el medio del pecho.

JungKook lo besó en los labios con cariño pensando que nunca antes había sido tan feliz.

Este Seok Jin travieso 7u7 y Eun Yeong que lo ayuda XD

Espero que el capitulo les haya gustado n.n nos vemos en el otro! besos💋💋💋

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