JungKook no podía creer que el hombre que estaba en su sala era el desgraciado que había abandonado a su pareja con dos niños pequeños, sin importarle nada de ninguno. ¿Es que no tenía vergüenza? ¡Su hijo había estado al borde de la muerte y ni rastros de él! Hubiera deseado poder levantarse y romperle la cara de un golpe, de verdad que hubiera querido eso. Ese intento de hombre no tenía derecho a siquiera volver a ver a Seok Jin, no lo merecía.

Observó a su novio, quien seguía mirando sorprendido al hombre que desviaba la mirada, al menos tenía la decencia de mostrarse avergonzado. Se preguntó qué pasaría por la mente de Jin en ese momento, qué era lo que lo mantenía en su lugar, sin ir a golpear a la persona que lo abandonó cuando tenía solamente cinco años de edad.

Su madre se quedó estupefacta junto a Joseph y Elizabeth, ninguno atinaba a decir algo, aunque a Kook le sobraban palabras para dedicarle a ese hombre sabía que no debía entrometerse en algo que le correspondía a Seok Jin. Él simplemente estaría a su lado para apoyarlo, sea cual sea su reacción.

Pronto Jin se movió de su lado, caminando hacia el hombre que seguía sin levantar la mirada, y sorpresivamente lo abrazó, rodeándolo con fuerza. Todos, incluido el señor Kim, abrieron los ojos ante la inesperada acción.

-Seok Jin.-a pesar de seguir sin creerlo, correspondió al abrazo con la misma fuerza, sintiendo la calidez del hijo al cual abandonó hacía ya casi diecinueve años.

-Papá, me alegra volver a verte.-murmuró y JungKook no comprendió cómo podía alegrarse por volver a ver a un cretino como ese.

Segundos más tarde ambos se separaron, Seok Jin sonreía con sinceridad al mismo tiempo en que se giraba hacia el resto.

-Noona ¿podría dejarme a solas con papá?-Eun Yeong asintió y se marchó junto a Joseph y Elizabeth, pero JungKook se quedó.

-Lo siento, pero pienso quedarme.-dijo antes de que Jin comentara algo, su novio simplemente lo aceptó y volvió a girarse hacia su padre.

-Espero no te moleste que él esté aquí.-ambos se sentaron en uno de los sillones.

-Oh, no, no tengo motivos para molestarme con él por eso. Yo...quería pedirte disculpas, por todo, no debí...no debí abandonarlos, ni a ti, ni a tu madre, ni a JiSoo. Pero...una familia significaba una gran responsabilidad para mí y...fui un cobarde, no debí irme así...por eso, perdón, perdón por todo y estoy aquí para poder pagar por mis errores, para no perder más años de tu vida ni la de tu hermana. Quiero ser el padre que no pude ser.-Kook pensó que estaba llegando demasiado tarde para eso.

-Comprendo.-Jin parecía tan calmado con todo que era difícil de creer-estoy seguro que a JiSoo le encantará volver a verte.

-¿No estás enojado?-JungKook agradeció que preguntara eso porque él tenía la misma duda.-yo...creí que me gritarías por volver después de tantos años y que te comportes así...me parece extraño, Seok Jin.-el menor suspiró mirando el suelo antes de hablar.

-Sinceramente, al principio, cuando te vi...recordé el día que te fuiste, el día que nos dejaste. Recordé las noches de llanto de mamá y su ausencia para mantenernos al ya no estar tú para ayudarla. Inevitablemente sentí enojo, no lo negaré pero...si no fuera por ti, yo no estaría aquí. No diré que mi vida fue color de rosa, porque no es así, pasamos por muchas cosas con mamá y JiSoo, pero es parte de vivir, de aprender. ¿Acaso no venimos a eso? yo...tuve que aprender a vivir sin un padre durante mi infancia y adolescencia al igual que JiSoo, pero tú tuviste que aprender también de tus decisiones, de tus errores y aciertos. Y está bien, porque al fin de cuentas hoy estás aquí conmigo.-la mano de Jin acarició la mejilla húmeda del señor Kim por las lágrimas-lo último que supe de ti fue hace años, y fue que tuviste una nueva esposa y un hijo ¿es cierto?-asintió-¿vives con ellos?-de nuevo asintió y Jin sonrió-¿ahora comprendes? No estabas listo para ser nuestro padre antes, pero el destino te dio la oportunidad de aprender a serlo para volver hoy aquí. Me alegra saber que ese chico te tuvo como padre.

JungKook pensó que jamás comprendería la mente de Seok Jin, pero sin duda alguna podía decir que el corazón del menor era tan puro y amable como el de un ángel. Si él hubiera estado en su lugar hacía rato hubiera golpeado al cretino que es su padre y le dedicaría un diccionario de insultos. Pero Jin no era él, era un ser tan hermoso que comprendió a ese hombre y le dio una nueva oportunidad de formar parte de su vida. Sentía que tanta pureza y perfección no debería ser su pareja, sin embargo así era y, aunque a veces lo atacaran las dudas, amaba saber que era suyo.

El señor Kim abrazó su hijo, llorando mudamente en su hombro mientras él lo acariciaba dulcemente, correspondiendo al gesto con los ojos cerrados. Kook sentía que ese hombre tenía la suerte de tener al hijo que tenía. Se cuestionó qué hubiera pasado si él jamás hubiera abandonado a Cho Hee con sus dos hijos, quizás Jin no sería el chico amable que era, o tal vez sí. A lo mejor ni siquiera lo hubiera conocido, pero no podía saberlo. Como dicen, el "hubiera" no existe y lo mejor era no pensar en eso.

Al separarse, Jin secó las lágrimas en el rostro del señor Kim antes de volver a hablar.

-¿Cómo me encontraste?

-Yo...no fue sencillo, hace más de un año que te estoy buscando a ti y JiSoo. Desde aquí es difícil pero logré ver las listas de la universidad y supe lo que habías estudiado. Basándome en eso pregunté en varios restaurantes por ti, hasta que uno me dijo que te habías ido a trabajar a Seúl, a una casa de familia: los Jeon. Así que con ayuda de mi hijo, averigüé hasta dar con este lugar.

-¿Tu hijo te ayudó?-preguntó curioso Seok Jin.

-Sí, tuve que decirles la verdad a mi esposa y a mi hijo antes de empezar la búsqueda. Ellos...se enojaron conmigo por eso, les pareció malo que los haya abandonado y se ofrecieron a ayudarme en todo lo que pudieron. Hee Sook tiene conocidos en distintas universidades así que pudo conseguir las listas de estudiantes. Jae Hwan se encargó de conseguir los números de restaurantes por internet, sabe que soy malo con la tecnología. Él tiene dieciocho años y está emocionado por conocer a sus hermanos mayores, es hijo único y siempre anheló tener hermanos, así que lo haría muy feliz conocerte, a ti y a JiSoo.

-A mí también me encantaría conocerlo.

JungKook decidió que era mejor ya dejarlos solos, no había un motivo por el cual quedarse, después de todo Seok Jin estaba bien con su padre.

~Sonríe~

En la noche Seok Jin fue a ver a JungKook tras un mensaje que este le envió comunicándole que lo esperaba en su habitación. Luego de que su padre se fuera no compartieron ningún momento juntos y sospechó que el mayor querría alguna respuesta de sus dudas. Así que al llegar ingresó al cuarto viendo a Kook esperarlo en su silla de ruedas frente a la cama.

Caminó hasta sentarse en el borde del colchón, sintiendo la mirada del mayor sobre él. Pero antes de hablar, él tomó su mano jalándolo suavemente. Entendió el mensaje rápidamente, levantándose y sentándose en sus piernas, sintiendo una de las manos acariciar su muslo.

-Eres un ángel, Seok Jin, definitivamente lo eres.-murmuró, los ojos oscuros lo veían con tanto amor que sentía su corazón latir desenfrenado.-cualquier otro en tu lugar hubiera golpeado o ignorado a tu padre, pero tú no lo hiciste.

-Si hubiera aparecido años atrás, probablemente hubiera reaccionado así, pero he pasado por tantas cosas. Estar al borde de la muerte te hace reflexionar sobre tantas cosas que pronto te das cuenta que vivir resintiendo a una persona o enojada con ella no vale la pena, además nadie está exento de errores, todos podemos cometerlos, digamos lo que digamos nadie sabe cómo va a reaccionar a algo hasta vivirlo.-acarició la mejilla de Kook-viví casi diecinueve años sin un padre, sólo con una madre que fue más que suficiente para mí. Pero ahora la vida no sólo me devolvió a mi papá, sino que también me dio un nuevo hermano. Y estoy feliz por eso.

-¿JiSoo qué piensa?

-Al principio no me creyó, pero cuando le conté todo se emocionó al saber de Jae Hwan. Siempre quiso tener un hermano menor al cual consentir.-contó apoyándose en el hombro del mayor, las caricias suaves aun en su muslo.

-Tú y JiSoo son únicos, de verdad. Ese hombre no se merece tener dos hijos tan maravillosos.-Jin le dio un ligero golpecito en el pecho.

-No seas cruel, JungKook malo.-la corta y grave risa de Kook lo erizó.-me gusta estar así contigo.

-A mí también me gusta, amo estar así contigo...te amo a ti.-un rubor suave pintó sus mejillas.-y sin duda alguna amo tus sonrojos, ramé.

-Ya, JungKook-ocultó su rostro en el hombro ajeno-por cierto...le dije a papá de lo nuestro. Quiere que vayamos a cenar a casa, para conocerte.

-Ya veo.-Jin comprendió la sorpresa en los ojos de su novio, después de todo él también pensó que su padre no se tomaría del todo bien su relación, pero al fin de cuenta fue todo lo contrario.-Por cierto, mañana tengo un tiempo libre a la tarde ¿te gustaría que vayamos a algún lado?-Jin bajó la mirada triste y culpable-¿Qué pasa, Jin?

-Yo...mañana tengo otra cosa que hacer y no podré...-se mordió el labio, realmente quería salir con JungKook pero mañana no podría ser.

-Está bien, ramé, si quieres podríamos ir a cenar, tú eliges el lugar ¿Qué dices?-sonrió enamorado ante la oferta, estaba feliz de saber que el mayor aun así quería salir con él después de lo que habían pasado. Saber que JungKook comenzaba a tomar confianza, o hacía el intento era algo que lo alegraba.

-Me encanta la idea, JungKook.-rozando sus narices, casi mezclando sus alientos, agregó-te amo, mon ciel nocturne.

-¿Desde cuándo eres bilingüe, mi niño inefable?-sonrió aun cerca de Kook, con sus ojos cerrados disfrutando de la cercanía

-Desde que estoy locamente enamorado de ti...y desde que la madre de Alex me enseñó algo de francés cuando tenía diez años.

-Por poco y me sentía especial, ramé.-los labios finos del mayor se acercaron más, rozando los suyos-¿vamos a besarnos o seguiremos así, tentándonos hasta explotar?

Seok Jin sonrió antes de cortar la distancia uniendo sus labios en un lento beso, sus manos enredándose en el cabello oscuro, sintiendo las contrarias sujetarlo de la cadera con necesidad y deseo.

Al abrir la boca y sentir la lengua del mayor supo que la sesión de besos sería larga.

Bien, en un principio no tenía planeada la aparición del padre de Jin, pero me pareció bueno cuando oí en la radio a un hombre que se encontró con su padre muchos años después y no reaccionó mal, sus palabras me inspiraron a hacer la parte de Jin con su papá (aunque usé distintas palabras)

Espero que les haya gustado el capitulo n.n nos vemos! besos💋💋💋