-Sonríe VII-
Habían transcurrido dos semanas completas desde que TaeHyung recibió a sus primos en su casa y, si las cuentas no le fallaban, hacía alrededor de unos cuatro días que había hablado por última vez con Seok Jin.
JungKook no podía explicar con exactitud cómo ni por qué las palabras de aquella llamada telefónica habían quedado grabadas a fuego en su corazón. Muchos conocidos le habían dedicado palabras similares durante meses, después del accidente. Pero jamás los había escuchado o había siquiera recordado de tal forma sus palabras de aliento.
Tal vez saber aunque mínimamente que el chico había pasado algo similar, suponía, que lo suyo fue suficiente para que quedara grabada en su mente como una canción pegajosa, de esas que escuchas en la radio y terminas cantando durante todo el día.
Salió de la oficina de un hombre importante que pensaba hacer un hotel y que había recurrido a él para eso. El plano ya lo tenía en mente, algo sencillo pero elegante, tal y como ese hombre le había pedido. No sería nada complicado, aunque le podría llevar unos días para que todo quedara perfecto y no tuviera quejas.
Al salir su chofer lo esperaba cerca para llevarlo al auto, el hombre (que seguro tenía la edad de su padre) era de completa confianza, casi como un tío. Uno que nunca tuvo.
-Joven Jeon, ¿Cómo le ha ido con el señor Oh?
-Bien, he aceptado hacer el hotel.-respondió secamente.
El señor Lee se quedó callado al entender que el menor no quería hablar de nada más, así que lo llevó hasta el auto donde se encargó de subirlo para luego ir a su puesto y conducir camino a la casa.
Kook se perdió en sus pensamientos, mirando hacia la ventana sin prestar atención al paisaje que pasaba frente a sus ojos. La frase de Seok Jin presente en su mente: "Hay cosas peores en la vida que vivir sin caminar... Ver a tus seres amados sufrir".
Sin poder evitarlo observó al señor Lee a través del espejo retrovisor y se preguntó cuántas veces había aguantado su mal humor y sus insultos en ocasiones en las que el odio hacia sí mismo era tan insoportable que terminaba por descargarse con el resto. Fueron incontables las veces en que el pobre hombre lo había escuchado en silencio, sin responder a nada, sólo limitándose a ser su chofer. Sabía que bien podría renunciar y conseguir otro trabajo, su padre le daría una buena recomendación, incluso lo ha escuchado pedirle al pobre hombre renunciar antes de seguir aguantándolo. Pero no, el señor Lee jamás ha aceptado la propuesta y ha seguido fiel a él. Y sabía que el dinero no tenía nada que ver con eso, porque el pobre Lee podría recibir mucho más dinero del que le pagaba y estar con una persona más agradable que él. Lo sabía y aun así seguía siendo su chofer.
-Señor Lee.-llamó viendo como el mayor le dedicaba una pequeña mirada antes de seguir viendo al frente.
-¿Sí, joven Jeon?
-¿Por qué sigues siendo mi chofer?-preguntó directamente observándolo a través del espejo retrovisor.
-¿Por qué no, joven Jeon?
-Mi malhumor constante, mis insultos hacia ti, creo que esos son suficientes motivos como para dejar de ser mi chofer.-respondió con calma.
-Tal vez, pero lo conozco desde hace ¿Cuánto, joven Jeon? ¿Veinte años? Sé que no es así.-sonrió paternalmente-lo que ha pasado no es fácil y en muchas ocasiones sé que necesita irradiar su odio de alguna forma para sentirse mejor, así que está bien, no me molesta, joven Jeon. Después de todo usted es como un hijo para mí y mi prioridad es verlo feliz.
JungKook volvió a desviar su mirada hacia la ventana tras esa respuesta sincera. Aún era muy complicado entender a las personas que eran así, tan amables y entregadas a una persona sin importar su carácter, comprendiéndola e intentando ayudarla aun cuando esta no acepta ayuda.
Cuando el señor Lee lo ayudó a descender para volver a su silla de ruedas, tomó su muñeca y sin mirarlo habló.
-Gracias...por todo, señor Lee.
El hombre simplemente tomó su mano con suavidad y le dedicó una sonrisa que logró ver de reojo.
~Sonríe~
JiMin tomó a Momo en brazos, comenzando a hacerla volar como si fuera un avión. La niña reía en sus brazos mientras le pedía que la alzara aún más alto. Él reía junto con ella, llevándola de un lado a otro de la casa para luego terminar ambos sobre el sillón, agitados y sonriendo.
-Tío JiMin ¿Cuándo llegará mamá?-preguntó Momo sintiendo como el pelinegro la sentaba a su lado.
-En dos horas vendrá y te llevará con papá para que cenen juntos.-informaba el chico levantándose-¿quieres que tomemos algo de limonada y comamos galletas?
-¡Sí! ¡Tío JiMin es el mejor!-exclamó ella parándose sobre el sillón para arrojarse a él, enredando los pequeños bracitos en su cuello.
JiMin rio y la llevó con él a la cocina, dejándola sobre la mesada mientras preparaba la limonada y sacaba de la alacena el tarro con galletas que su hermana había horneado el día anterior.
Momo sonreía feliz mientras lo ayudaba, dejando algunas galletas sobre el canasto que su tío le había dado al mismo tiempo en que le comentaba sobre los nuevos lápices de colores que su padre le había comprado para que dibujara y pintara todo lo que quisiera.
El pelinegro la escuchaba feliz mientras preparaba la limonada, riendo cuando la pequeña hacía pequeños pucheros al recordar cuando HoSeok la regañó por haber pintado las paredes. Era muy adorable.
Estaba por bajarla para llevar las cosas a la sala cuando el timbre sonó. Momo iba a atender, ya que según ella era una niña grande, pero JiMin le dijo que mejor llevara las galletas y se quedara esperando en el sillón mientras él iba a ver quién era.
Así fue, tras dejar la limonada, se encaminó a la puerta y observó por la mirilla para saber quién era. Suspiró con una pequeña sonrisa y abrió.
-Que sorpresa.-comentó viendo a TaeHyung sonriéndole-Momo se pondrá feliz de verte.
-¿Está aquí?-preguntó alegremente entrando y viendo a la pequeña sentada en el sillón mientras comía una galleta de chocolate-¡Pequeña!
-¡TaeTae oppa!-exclamó ella dejando la galleta sobre la mesa mientras corría para abrazar al castaño quien al verla correr hacia él se acuclilló y abrió los brazos para recibirla.
JiMin los veía abrazándose con felicidad, hablando con alegría mientras iban a sentarse a comer galletas. Sabía cuánto amaba Tae a la pequeña Momo, esa niña era su adoración, la trataba como su hija.
Suspiró, él conocía perfectamente el amor que sentía su amigo por HoSeok y su anhelo porque esa pequeña fuera hija de ambos, por eso le dolía ver su tristeza en cada ocasión que veía a Momo con Chae Young.
Fingió una sonrisa cuando lo vieron y se encaminó a sentarse con ambos, sintiéndose culpable por no confesarle la historia de su hermana y HoSeok.
~Sonríe~
Seok Jin reía al escuchar el chiste de NamJoon. Ese día habían optado por salir ellos dos a pasear ya que desde que habían llegado a Seúl el único paseo que compartieron fue el de camino al departamento de TaeHyung.
El rubio le comentaba sobre su trabajo hasta que surgió un chiste que hizo reír a ambos con ganas, olvidándose por un instante de lo que estaban hablando y siendo observados por más de una persona como si estuvieran locos. Bien, quizás eso no hubiera pasado si sus risas hubieran sido menos escandalosas...y no hubieran estado en un acuario.
-No puedo creerlo.-dijo Jin tras su risa.-Ay, mira ese pez, es hermoso-repentinamente tomó a su primo del brazo y lo llevó frente al acuario para que viera ese pescado que nadaba de un lado a otro entre sus colegas.
Nam simplemente asintió con una sonrisa, viendo al pez del cual le hablaba su primo mientras pensaba lo infantil que se veía Seok Jin al comportarse de esa forma. Pero bueno, no podía negar que estaba acostumbrado ya a esa actitud.
-Alex ama los acuarios, de seguro cuando venga le gustara venir a este.-comentó mirando perdidamente los peces.
-Hablando de Alex hace mucho que no sé nada de él.-Jin volteó a verlo con una clara mueca de duda.-¿Has hablado con él estos días?
-Hablé con él hace unos días, lo único que pude saber fue que tiene pareja.-sus dientes se apretaron inconscientemente al decir esas últimas palabras.
-Oh, me alegra saber eso, ya lo veía muy solo. Me alegra que tenga alguien que le haga compañía.-dijo sincero con una pequeña sonrisa, ignorando el estado de su primo.
-Es un idiota.-murmuró para sorpresa del menor.
-¿Hablaste con su pareja o te refieres a Alexander?
NamJoon se quedó callado, pensando en la respuesta a esa pregunta. A su mente llegó la imagen de Alexander y luego la de otro hombre, uno abrazándolo como solía hacerlo él y besándolo. Sus manos se apretaron en puños ante la molestia, le daba asco y enojo pensar en Alex en compañía de otra persona en plan amoroso. Odiaba pensar que su mejor amigo algún día conseguiría pareja.
Giró viendo a su primo verlo interrogante y decidió responder a su pregunta.
-Hablo de Alex.
Seok Jin se reservó su opinión y decidió que lo mejor era seguir con el paseo, ignorando lo que había visto en los ojos de Nam cuando se quedó pensando unos segundos en la respuesta.
Lo llevó del brazo hacia otro sector para distraerlo y evitar que siguiera pensando en cosas que le hicieran daño. Lo logró a los pocos minutos, habían vuelto a reír y a sumirse en una conversación entretenida y bastante trivial. Iban empujándose entre bromas cuando Jin notó a alguien conocido a unos metros de distancia. Con una sonrisa dejó de empujar a NamJoon para tomarlo de la muñeca y acercarse a ese chico pelinegro.
-¡Jeon! Que alegría verte, no esperaba encontrarte aquí.-dijo amablemente logrando que JungKook lo mirara.
-¿Jeon? ¿Tú eres JungKook, el amigo de JiMin y TaeHyung?-preguntaba Nam, haciendo recordar a Jin que desde que habían llegado a Seúl su primo nunca se había encontrado con el chico.
-Sí, NamJoon ¿verdad?-el rubio asintió con una sonrisa e hizo una pequeña reverencia.
-Es un placer volver a verte, Jeon.-Nam aun recordaba cuando su primo contó que el mayor le había pedido que lo llame de esa forma, así que para evitar problemas lo hizo también.
-¿Qué haces aquí? ¿Has decidido dar un paseo?-preguntó Seok Jin.
-No, simplemente el dueño del lugar me llamó para hacer una remodelación, nada más. Sólo analizo el lugar.
-Entiendo, entonces no te distraemos más.-el pelirosa enredó su brazo con el de su primo-nos vemos, Jeon.-dio media vuelta y emprendió marcha para seguir con su paseo.
-¡Seok Jin!-aunque la voz de Kook lo detuvo y lo hizo voltear.-¿podríamos desayunar mañana sólo tú y yo? En la cafetería que está a un par de cuadras del departamento de TaeHyung.
-¿Él que tiene flores violetas y blancas en el frente?-ante el asentimiento sonrió-bien, nos vemos a las nueve.
Y con una última sonrisa siguió con su paseo.
Sere como la BigHitler y haré que saquen sus propias teorias de todo XD ahre no
JungKook empieza a considerar las palabras de Jin y hace un intento por cambiar, aunque le costara XD
Quizás se pregunten por qué Kook no escuchó antes a su familia y amigos que tal vez le decían cosas muy parecidas a las que le dijo Seok Jin, pero es que a veces un desconocido (en realidad no tan desconocido) nos puede hacer ver las cosas de forma distinta a como acostumbramos. Por eso Jin tiene algo de ventaja con Kook, pero bueno, este recien es el septimo capitulo y aun falta muchisimo para que siquiera comiencen a gustarse XD
nos vemos en el proximo! besos 💋💋💋
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