Los primeros días de julio JungKook le comunicó que había encontrado un bonito lugar en Daegu donde se casarían. Seok Jin no pudo sonreír cuando recibió la noticia, dolía saber que él sufriría al final de todo. Pensó que era más sencillo cuando fingía estar bien que en ese momento cuando Kook ya sabía que moriría.

Terminó de prepararse un té, recordando que había pasado la mañana evitando a su pareja. No quería hacerlo pero...cada vez que estaba con él un dolor se alojaba en su pecho, casi ahogándolo y costándole estar a su lado. No era nada físico, sino emocional, causado por la culpa que le daba abandonar a JungKook sin tener más opciones que esa. Comenzaba a odiar todo pero al mismo tiempo sabía que nadie tenía la culpa de lo que pasaba, ni siquiera él.

Secó las lágrimas que habían caído sin darse cuenta. No quería que lo vieran así, no quería seguir viendo los ojos tristes de los demás cada vez que lo miraban.

-¿Jin?-Kook ingresó a la cocina, le tomó unos segundos voltear.

-¿Sí?

-¿Qué ocurre? Has estado...distante ¿Por qué?-el mayor tomó su mano y con cuidado se sentó sobre él, la taza en sus manos.

-Odio pensar que lo nuestro tiene un final ya.-murmuró sintiendo que Kook le sacaba la taza para dejarla en la isla de la cocina.

-Yo también pero no pienso en eso o hago el intento al menos. Intento creer que lo nuestro seguirá por muchos años más.

Seok Jin suspiró, apoyando su cabeza contra el hombro de JungKook, dejando que lo calmara con sus caricias y sus palabras susurradas.

~Sonríe~

JiSoo no era tonta, sabía que algo andaba mal con su hermano y no se quedaría de brazos cruzados esperando a que él le dijera. Así que con algo de dinero que tenía viajó hacia Seúl con la excusa de visitar a su padre. Jae Hwan le había prometido no decirle nada a Jin de que iría, así podrían reunirse. Su hermano menor le prometió contarle lo que ocurría, a pesar de que Seok Jin no quisiera que supiera nada. Pero era su hermana, y aunque él no quisiera contarle, tenía que saber lo que estaba ocurriendo.

El chico la recibió y fueron a un parque cercano, uno muy lindo pero del cual no pudo apreciar demasiado por estar preocupada en otro asunto. Sacó una libreta donde ya tenía una pregunta formulada, una que había escrito durante el viaje: ¿Qué le pasa a Seok Jin?

Jae Hwan suspiró y la tomó de los hombros mientras seguía caminando. Ella lo miraba atentamente en caso de que hablara para leer sus labios, pero él no decía nada así que eventualmente terminó desviando su mirada hacia el paisaje, siguiendo con el paseo hasta que frenaron y él se puso frente a ella.

-Lo de Seok Jin es grave-entendió qué decía y rápidamente escribió en su libreta una pregunta que él leyó-...porque...está relacionado con su corazón...él me contó que tuvo un problema en el pasado que lo llevó a un trasplante. Pero ahora...su problema es peor porque...no hay trasplante que lo salve.

JiSoo abrió los ojos sorprendida, las lágrimas acumulándose hasta que empezaron a caer una a una en una hilera que surcaba sus mejillas y moría en el mentón. El dolor en su pecho aumentando al igual que su llanto cuando Jae Hwan la abrazó con fuerza.

En ese momento pensó en la falta que le hacía Jennie para consolarla.

~Sonríe~

Contrario a como acostumbraba, esa noche Jin se quedó sentado en la hamaca de madera del jardín, mirando el cielo estrellado acompañado de sus más de mil pensamientos que lo tenían mal. Había intentado ignorarlos, pero se hacía complicado, su amor por JungKook no le permitía irse en paz como había pensado en un principio. Amar era más complicado de lo que alguna vez imaginó.

-Jin-como se esperó, luego de quince minutos de no ir al cuarto, JungKook fue por él vistiendo su sencillo pijama-vamos a dormir.

No contestó, simplemente bajó la mirada meciéndose lentamente en la hamaca. No quería ir a dormir, no podía hacerlo, simplemente se quedaría siendo invadido por un mar de tortuosos pensamientos y no quería. Oh, cuanto odiaba su situación actual.

La mano de JungKook sobre la suya lo hizo sonreír débilmente aunque no tuvo la fuerza suficiente para alzar la mirada. Ni siquiera con el apretón que él le dio.

-He averiguado lugares para la luna de miel, pensé que España es un lindo lugar y...

-No quiero ir a España-lo interrumpió, frunciendo ligeramente el ceño en tristeza-quedémonos en Daegu para la luna de miel.

-Sabes que el dinero no me interesa y que...

-No es eso-volvió a interrumpirlo-sólo...no quiero irme de Corea.-la mano de Kook sostuvo la suya con mayor fuerza, siguió sin mirarlo a los ojos.

-Entiendo...por cierto, he estado hablando con doctores de Daegu y...después de nuestra boda, empezaré el tratamiento.-en su mente recordó que tan sólo le faltaban cien grullas para llegar a las mil-¿vas a estar ahí para acompañarme?-fue esa pregunta la que lo hizo mirar al mayor.

-Sabes que sí, estaré ahí para ayudarte y darte fuerzas cuando sientas que no puedas más.-él lo observó en silencio por unos minutos antes de volver a hablar.

-Jin-la mano que sostenía la suya trepó por su brazo hasta su rostro-por favor, no pienses tanto en lo que pasará. Vivamos el presente ¿sí? Como si nada ocurriera.

Suspiró, no era tan fácil pero podía hacer el intento. Los meses que le quedaran podía olvidarse de su destino y ser feliz al lado de JungKook. Asintió con una pequeña sonrisa antes de levantarse de la hamaca.

-Vamos a dormir.

~Sonríe~

YoonGi sabía que JiMin hacía su mejor esfuerzo para quererse a sí mismo, lo sabía perfectamente. Pero era un camino complicado y lleno de inseguridades que hacían dudar a su pareja. No le gustaba verlo decaído por criticas de chicas tontas que parecían no tener cerebro y juzgaban según la apariencia. Como esas tantos idols con las cuales trabajaba y a las cuales debía soportar. Muchas eran buenas, sensatas, otras parecían estar en la empresa por contactos de su papi. Esas últimas era a las que tanto odiaba, porque gracias a ellas JiMin solía deprimirse cada vez que iba a buscarlo a la empresa.

Como en ese momento, donde él quería irse del departamento con la excusa de trabajo, una mentira para ocultar su incomodidad. YoonGi lo sabía, por eso se quedaba delante de la puerta sin permitirle marcharse. Agradecía que su tío tuviera el turno nocturno y no presenciara esa escena.

-Ya te dije que te quedas, Park JiMin.-sentenció por sexta vez en la noche, su pareja mirándolo molesto con su bolso en mano.

-Tengo trabajo, debo irme.

-¿Desde cuándo el trabajo ha sido una excusa para irte? Que yo recuerde has hecho muchos planos aquí y te has ido a otros trabajos desde mi departamento sin necesidad de volver a tu casa.-su novio desvió la mirada, suspirando cansado.

-Sólo déjame ir, YoonGi.-pidió derrotado.

-Cuando me des una razón válida lo haré.-su voz lo decía todo, no lo dejaría ir porque sus razones para marcharse eran patéticas.-¿o acaso una crítica absurda es para ti una excusa válida?

-No fue una crítica absurda, dijo la verdad.-JiMin dejó el bolso de mala gana, lo conocía y sabía que no lo dejaría ir.

-Dijo que te veías horrible, claramente no dijo la verdad. Tú no te ves horrible.-cuando le dio la espalda se acercó a él, pero en cuanto lo tocó JiMin lo alejó.

-¡No mientas! ¡Me veo horrible!-exclamó, en sus ojos un rastro de dolor-Estas marcas en mi cara son horrorosas, me veo como un monstruo. Esas chicas son mucho más lindas, más delicadas que yo, tendrías que estar con alguna de ellas, no conmigo.

-¿Eso es lo que quieres?-preguntó molesto-¿Qué esté con alguien más que no seas tú?

-Si estuvieras con alguna de ellas entonces no te mirarían tanto en la calle.

-¡Me importa una mierda los demás y sus estúpidos estándares de belleza!-terminó por exclamar asustando a JiMin-Yo te amo a ti, no a esas idiotas sin cerebro, te amo a ti por quién eres, por el chico increíble, sensible y adorable que eres, no por tu rostro ni tu cuerpo. Si estuviera interesado en ti por eso entonces sería atracción y no amor.-sin importar la pequeña lucha que se generó, tomó a su novio de las mejillas-¿Qué más tengo que hacer para demostrarte lo hermoso que eres? Me pareces el chico más hermoso que vi nunca, con o sin cicatrices eres lo más hermoso para mí.

-Los demás no piensan igual-vio sus labios temblar por el futuro llanto.

-No sé cómo te vean los demás, JiMin. Lo siento, pero no puedo quitarme los ojos y colocarme otros para saber. Ante mis ojos eres un bello ángel y no hay quien me haga ver lo contrario.-sus labios tocaron los gruesos de su novio, sintiendo la primera lágrima mezclarse en el beso hasta que él se separó, intentando alejarlo.

-Déjame, por favor...-tuvieron una pequeña pelea que terminó ganando YoonGi, apresándolo en sus brazos con fuerza y sintiendo los sollozos de su novio contra su pecho.

Dolía ver a JiMin así, pero sabía que la lucha que tendría su novio para aceptarse a sí mismo sería complicada. Sin embargo él estaría ahí para apoyarlo y demostrarle que no importaba lo que dijeran los demás, él siempre sería el ser humano más hermoso que alguna vez vio.

Esta vez si actualice un capitulo y no un nuevo fic XD 

espero tener el nuevo capitulo pronto y no hacerlos esperar demasiado n.n

Nos vemos! besos💋💋💋