Zichen veía a Fuxue, su espada, como su compañera de viaje. Durante un tiempo creyó que solo serian ellos dos, hasta que vio a un hermoso joven cultivador, al chocar espadas supo que sin duda era su igual, su complemento en poder y carácter.

Después de ello, su espada se convirtió en la protectora de esa luna brillante que iba a su lado, aquella que muchos la creían fría, pero era tan cálida como un día de verano.

Cuando el día de su muerte llego a manos de quien menos espero, una parte suya estuvo feliz de morir a manos de quien amaba, de XingCheng, trato de alzar a Fuxue tocaran la inscripción, que lo reconociera y así poder despedirse pero no pudo hacerle eso a su amado, quiere culpar a la debilidad pero la realidad es que dejo que Fuxue cayera, para evitar provocarle dolor a XingCheng.

Saber que su ShuangHua estaba manchada con sangre inocente iba a ser lo suficientemente mal, como para agregarle el dolor de haber matado a su amigo.

Zichen lo único que lamento mientras miraba con amor a quien vería por ultima vez es no poder decirle "te amo" a XingCheng en este momento, además se arrepintió de no haber matado a Xue Yang cuando tuvo oportunidad.