Mientras los copos de nieve caían suavemente sobre los tejados y edificios de la ciudad Yumegahama, dos hermanos físicamente muy diferentes, pero en varios sentidos muy parecidos, se encontraban caminando entre las entiendas. La hermana menor tenía un adorable ceño fruncido frustrado en su rostro y el hermano mayor tenia las manos en los bolsillos, volteando su mirada, cada pocos segundos, de tienda en tienda. Viéndose externamente tranquilo, pero en el interior estaba realmente muy ansioso por toda la situación.

-Oni-sama, llevamos una hora completa buscando y aun no encontramos Kirara y Haruka. Incluso fuimos a los lugares en los que Kirara hace secciones de fotos y nos dijeron que no estaban -dijo Towa con frustración-

-Entiendo que estés ansiosa Towa, pero debemos guardar la calma y seguir mirando.

-Pero ya ha pasado una hora.

-Sigamos otra hora y luego te acompaño de regreso a la academia, entiendo que el toque de queda es hasta siete y media.

-Si, pero-

-Creo que para ese entonces Kirara y Haruka ya deben haber vuelto a la academia -respondió Kanata tranquilamente-

La pelirroja inflo un poco las mejillas, pero asintió, su hermano tenia razón, mientras que Kirara tenia permiso para llegar tarde al toque de queda por su trabajo, Haruka realmente se tomaba enserio el no llegar tarde a este.

Eso ciertamente la sorprendió los primeros días en los que estuvo en el mundo humano, por la actitud energética de Haruka, ella no pensó que se apegara tanto a las reglas como lo era ella.

Pero ese ciertamente no fue el caso, y todas sus amigas humanas, Pafu y Aroma, e incluso Miss Shamour no hacían doble toma a esta actitud de Haruka que la tomo por sorpresa.

De todas formas, esa realmente no era la preocupación ahora, aun faltaba para el toque de queda, y aun no habían encontrado a Kirara y Haruka.

Towa suspiro, pero ni ella mismo supo reconocer si era de frustración o tristeza, solo quería encontrar a sus amigas y confirmar su relación.

La pelirroja movió nerviosamente sus manos, ella aun seguía algo incomoda al pensar en Kirara, mas ahora que se dio cuenta de sus sentimientos por ella.

Towa nunca había pensado en el amor, o enamorarse de alguien, a pesar de la obvia emoción de su madre por el tema, ella solo tenia preocupaciones por convertirse en una dama adecuada y lograr convertirse en una princesa a la altura de una Grand Princess.

El amor y los sentimientos románticos nunca se le pasaron por la cabeza.

Pero mientras más pensaba, más era obvio sus sentimientos por Kirara.

Ella se quedaba despierta hasta tarde, ignorando la llamada para ir a dormir, solo para esperar y darle la bienvenida a Kirara cuando volviera de su trabajo.

La felicidad que sentía cuando Kirara le preguntaba si quería acompañarla a su trabajo o cuando le decían que podían acompañarla en sus secciones de fotos.

Cada vez que volteaba a mirarla de reojo cuando ella se concentraba en su libreta preparándose para alguna pasarela futura o solo una sección de fotos.

O como Cure Twinkle.

Como Scarlet, siempre se preocupaba cada vez que Twinkle hacia una de sus infames patadas desde el cielo, que ella no comprendía porque Kirara saltaba tan alto para hacerlas, a pesar de que sabia que la magia la protegería del daño.

Ella recordó cuando Scarlet cargo a Kirara en una ocasión, había sentido su corazón latir rápidamente esa vez, creyó que era por adrenalina de la situación, pero ahora con sus sentimientos bajo una nueva luz, ella podía sentir sus mejillas poniéndose rojas al recordar la sensación de Kirara en sus brazos.

Era tan cálida...

Ella quería que Kirara la cargara... Eso sería mucho más cálido.

Tan hermoso calor...

- Towa.

-Ah. Oni-sama. ¿Qué ocurre?

-Mira, creo que están ahí -dijo Kanata a la vez que hacia un gesto cruzando la calle-

Towa volteo y efectivamente, al otro lado de la calle, adentro de una tienda con vidriera, estaba el perfil de Kirara y otro perfil que era claramente el de Haruka.

-La encontramos, Oni-sama, vamos -exclamo Towa emocionada y rápidamente cruzo la peatonal de la calle, que afortunadamente, tenía personas en ella-

- ¡Espera, Towa! Menos mal que el semáforo esta en verde... -murmuro Kanata cruzando la calle, un día de estos debería explicarle las reglas peatonales a Towa, las chicas le dijeron que ella leyó un libro sobre eso, pero él sabía que su hermana necesitaba que alguien se lo explicara y mostrara correctamente-

Bueno, el ciertamente no le molestaría enseñarle las reglas que aprendió de su tiempo en la Tierra.

Eh, ciertamente se sentía extraño aprender algo mientras no recordabas quién eras...

Tal vez debería visitar a Nishikido-san nuevamente para ver si necesitaba ayuda en la elaboración de algunos violines...

Espera que no se esforzara demasiado...Tal vez debería ir a verificarlo, sí.

Anotando mentalmente para visitar a Nishikido-san más tarde, el siguió rápidamente a Towa, justo a tiempo, porque el semáforo estaba a unos segundos de cambiar a rojo.

El volteo apunto de preguntarle a Towa si entrarían a la tienda, cuando noto que su hermana estaba congelada mirando a través de la vidriera.

El, confundido sobre por qué Towa se quedó congelada, siguió su mirada adentro de la tienda.

Sus brazos cayeron flojos y sus ojos se ensancharon más allá de sus pupilas.

A treves del cristal de la vidriera, una castaña de ojos morados abrazaba muy animada a otra castaña de ojos verde agua, esto no seria algo anormal, de no ser por el beso que la primera le estaba dando a la segunda.

Kanata no necesitaba ver su rostro completamente para saberlo. La otra castaña claramente era Haruka.

Eso fue. Haruka y Kirara estaban en una relación.

De repente, él se sintió entumecido, no podía sentir el calor de su bufanda o el frio de los copos de nieve cayendo.

Simplemente...Estaba congelado.

El...no sentía nada.

Miro de reojo a Towa, su mente recordando que no estaba solo. Su hermana seguía en la misma posición y expresión de hace unos momentos.

El solo pudo pensar en poner una mano en su hombro para sacarla del trance en que se pudo.

-Towa -la llamo para que se despertara más efectivamente-

-Oh, Oni-sama... Yo...-ella volteo a verlo, para luego mirar de reojo la vidriera-

O mas concretamente, adentro de esta.

-Está bien, Towa, no es algo malo, recuérdalo -el dijo, extendiendo sus brazos para abrazar suavemente a Towa-

Porque era verdad.

No era algo malo que Kirara y Haruka salieran o fueran una pareja.

Ninguna de ellas sabia los sentimientos que alguno de ellos sentía por ellas.

No tenían la culpa.

Ellas podían elegir a las personas a que amar, ellos no tenían ninguna elección en el asunto.

No era algo malo, tenían que recordarlo, debían hacerlo.

El se repitió eso en su cabeza tantas veces como fue posible, incluso cuando jalo suavemente a Towa para que se alejaran de la tienda.

No era culpa de Kirara o Haruka, no era culpa de ninguna de ellas.

Ellas podían elegir a quien amar, ellos no podían obligarlas a lo contrario.

Esto no era culpa de Haruka. Ella no sabia de sus sentimientos.

Nunca le hizo saber de sus sentimientos.

Él tenía la culpa.

El decidió que sería buena idea buscarlas para confirmar si salían en vez de preguntar cuando las encontraran en otro momento.

Él tenía la culpa de que Towa se enterara de sus sentimientos por Kirara solo para ser indirectamente rechazada al rato.

Pero, sobre todo.

Él tenía la culpa de esperar demasiado.