Aprendí que el tiempo pasa
y que nada vuelve atrás
Aprendí que de nada sirve mirar hacia atrás
porque el camino me empuja hacia adelante
Aprendí que lo que se pierde en el camino
es muy difícil de volver a encontrar
Aprendí que se puede hablar mucho
y puede que tus palabras no lleguen a nadie
Aprendí que una mirada
dice más que mil palabras
Aprendí que en un abrazo sincero
palpitan dos corazones al unísono
Aprendí que la distancia no es excusa de nada
Aprendí que cuando se quiere, se puede
Aprendí que cuando dos personas se cruzan
es por algún motivo escrito desde siempre
Aprendí que no siempre se conoce el motivo
Aprendí que cuando algo se rompe
es porque cumplió su ciclo
y que de nada sirven los remiendos,
pues volverá a romperse una y otra vez
Aprendí que es mejor esperar
el momento adecuado para hablar
pues la ira nos hace decir cosas
de las que podemos arrepentirnos luego
Aprendí que hay palabras que lastiman
mucho más que un gran golpe
Aprendí que las cicatrices del alma
es imposible que desaparezcan
Aprendí que perdonar
es muy diferente a olvidar
Aprendí que si un amor es verdadero
no hay tempestad que pueda destruirlo
ni distancia, ni tiempo...
Aprendí que si el amor es verdadero
sobrevive a todos los obstáculos
Aprendí, sí...
La vida me lo enseñó, pues
no hay mejor maestra que la vida misma
Aprendí
y sigo aprendiendo...
El camino es un eterno aprendizaje...